La visita al Palacio Real de Bangkok es una de las más interesantes que hay que hacer en la capital tailandesa. Probablemente la que más, junto al Wat Pho o Templo del Buda Reclinado, que está justo al lado.
El Palacio Real de Bangkok fue edificado a partir de 1792, en tiempos del Rey Rama I. Hay que recordar que Bangkok no era más que un pequeño pueblo durante la época en que la capitalidad del Reino de Siam la ostentaba Ayutthaya. Ya en 1767 la capital es trasladada a Thomburi, justo en la otra orilla del río Chao Phraya. Finalmente, en 1782 Rama I accede al poder, funda la Era o Reino de Rattanakosin y traslada la capital a lo que en la actualidad es Bangkok.
Pues bien, en 1792 empieza a erigirse en Palacio Real de Bangkok, que es uno de los más espectaculares de toda Asia y que en la actualidad es el más importante de los lugares que hay que ver en Bangkok. Tras la muerte de Rama I, cada monarca fue ampliando las dependencias palaciegas con nuevos pabellones y templos hasta conformar la maravilla que en la actualidad podemos visitar.
El Palacio Real de Bangkok, también conocido como Gran Palacio de Bangkok, es la sede, además, de uno de los templos más importantes del país. Me refiero al Wat Phra Kaew, un hermoso templo que cobija la más venerada de las imágenes de Tailandia: el Buda Esmeralda. Es por ello que este templo es conocido como el Templo del Buda Esmeralda.
El Palacio Real de Bangkok está edificado al estilo oriental. Es decir, nada que ver con los compactos palacios reales europeos, si no a base de distintos pabellones conectados, de una u otra forma, por una serie de patios. En sus distintas variaciones, el modelo se repite ya sea en Luang Prabang, Hanoi, Estambul o Pekín.
El conjunto palaciego, levantado a orillas del río Chao Phraya, está rodeado por completo por un muro de unos pocos metros de altura. Desde el exterior solo se pueden vislumbrar las techumbres de algunos de los edificios y pagodas más altas del complejo.
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VISITAR EL PALACIO REAL DE BANGKOK Y EL TEMPLO DEL BUDA ESMERALDA. QUÉ VER EN EL GRAN PALACIO DE BANGKOK.
Accedemos al Palacio Real de Bangkok tras pagar los 500 Bath de su entrada. Es decir, casi 15 euros al cambio actual, que no está nada mal teniendo en cuenta los precios más bien baratos del sudeste asiático.
Solo entrar nos damos cuenta de la enorme paleta de colores y dorados utilizados en la edificación de los grandes pabellones y estupas que iremos encontrando al visitar el Palacio Real de Bangkok. En cierta manera, podríamos decir que el Palacio Real se dispone de manera que encontramos una parte más privada, que desempeñaba las funciones de residencia real, y una parte más pública, con el Panteón o el citado Templo del Buda Esmeralda.
Estas son algunas de los lugares más bonitos que tenemos la oportunidad de conocer al visitar el Palacio Real de Bangkok.
LOS GIGANTES DEL PALACIO REAL.
Lo primero que nos llama la atención al entrar al Palacio Real de Bangkok, más allá del enorme destello de colores, son los 2 enormes gigantes o guardianes que se localizan a ambos lados de una de las puertas de acceso. Son los Thotkhirithon y tienen una altura de unos 5 metros.
Estos curiosos personajes de verdes caras representan algo así como una suerte de espíritus guardianes de los tesoros naturales. La verdad es que es habitual encontrar personajes semejantes en muchos templos de Tailandia y de otros países budistas, pero ciertamente los del Palacio Real de Bangkok son de los más bellos que hemos visto jamás.
EL CLAUSTRO REAL Y EL RAMAKIAN.
Enseguida visitamos los muros internos de la muralla que protege el Templo del Buda Esmeralda. Aquí encontramos los frescos que nos cuentan el Ramakien. Se trata de una epopeya tailandesa que glorifica a Buda y que fue escrito a finales del siglo XVIII. Se trata, en cierta manera, de la versión budista del Ramayana hindú.
PANTEÓN REAL DEL PALACIO REAL DE BANGKOK.
Justo enfrente queda el Panteón Real o Prasat Phra Dhepbidorn. La verdad es que la estructura es espectacular y repleta de color, con una suerte de enormes columnas que sostienen una techumbre típica tailandesa sobre la que se sitúa una enorme aguja. Sin embargo, el interior de este pabellón se abre únicamente una vez al año, de manera que no podemos visitarlo. Nos quedamos sin poder conocer las estatuas a tamaño natural de los 7 primeros reyes de la dinastía Chakri, de Rama I a Rama VII, que es lo que hay en su interior.
PHRA MONDOP.
El edificio que queda justo por detrás es la Gran Biblioteca o Phra Mondop, erigida en estilo Ayutthaya, en tonos verde-dorados, y culminado por otra gran aguja enormemente ornamentada. La biblioteca alberga el Tripitaka, que son manuscritos budistas sagrados de enorme importancia para esta religión, aunque los curiosos no tenemos acceso a ellos.
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GRAN ESTUPA DORADA O PHRA SIRATANA CHEDI
Detrás de la biblioteca queda el gran chedi dorado, que es el más alto del complejo, aunque no el único. Desde luego, nada que ver con los grandes chedis que se pueden visitar en Myanmar, pero la verdad es que con su color dorado es francamente llamativo. Este chedi está edificado a imitación de las estupas de ladrillo de Wat Phra Si Sanphet de Ayutthaya.
Es habitual que este tipo de estructuras sean el cobijo de alguna reliquia de importancia. En este caso, se trata del esternón de Buda.
EL WAT PHRA KAEW
Justo enfrente de estos tres edificios anteriores queda el mayor de los grandes pabellones. Es el conocido como Wat Phra Kaew o Templo del Buda Esmeralda. Se trata del lugar más importante que hay que ver en el Palacio Real de Bangkok y el más venerado de todos. Probablemente, del país. El templo resguarda la famosa, aunque pequeña, estatua del Buda Esmeralda. La figurita en cuestión tiene una altura de 45 centímetros y está esculpida en jade, pese a su nombre. Se trata de una representación de Buda Gautama sentado y vestido con ropajes de oro. Parece que la pequeña figurita tiene una historia fascinante a sus espaldas. Fue creada en la India hace más de 2000 años. Sin embargo, antes de llegar al Palacio Real de Bangkok ha pasado temporadas en Sri Lanka, Camboya o Laos. La verdad es que la estatuilla es una preciosidad y su visita se realiza en un ambiente de gran respeto. Desde luego, para acceder al Templo del Buda Esmeralda hay que descalzarse y, por desgracia para los turistas, las fotografías están prohibidas.
PATIO EXTERIOR, PATIO CENTRAL Y RESIDENCIA REAL
Tras visitar esta zona de los Grandes Templos y Pabellones, que es la más interesante que hay que ver en el Palacio Real de Bangkok, pasamos a los que son los patios exteriores. En esta zona encontramos distintas dependencias mucho más modernas, aunque siempre culminadas con las típicas techumbres tailandesas, hasta llegar a la Residencia Real.
Este gran edificio de la Residencia Real o Chakri Maha Prasat Hall es donde se ubica el Salón del Trono, que no se puede visitar. El estilo es mucho más europeo (algunas guías hablan de un estilo renacentista italianizante), aunque los techos con azulejos verdes y naranjas y los tres grandes chapiteles o prasats nos recuerdan que estamos en Tailandia. Esta estructura fue de las últimas que se alzaron en el Palacio Real de Bangkok, ya en el último tercio del siglo XIX.
Así terminamos de visitar el Palacio Real de Bangkok, uno de los más bellos monumentos del Sudeste Asiático y de imprescindible visita en Bangkok.
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