Visitar el Palacio Ducal de Venecia es uno de los imprescindibles de esta bellísima ciudad italiana. Probablemente junto a la visita a la Basílica de San Marcos, el lugar que nadie debe perderse en Venecia.
El Palacio Ducal de Venecia fue la residencia de los Dux o Dogos de Venecia. Es decir, de los gobernantes o máximos dirigentes de la República de Venecia, una ciudad-estado cuya independencia se prolongó desde el siglo XI hasta finales del siglo XVIII.
Curiosamente, en Venecia jamás hubo duques, de manera que la denominación Palacio Ducal procede de una mala traducción de Pałaso Dogal, que era como era conocido el edificio en la lengua vernácula y que significaba Palacio del Dogo (y no, del duque). Además de residencia del Dogo, el Palacio Ducal de Venecia era también la sede del Gobierno de la República Veneciana y la de los tribunales de justicia.
El Palacio Ducal fue alzado a partir del siglo XI en una de las esquinas de la Plaza de San Marcos. Sin embargo, al visitar el Palacio Ducal de Venecia enseguida nos daremos cuenta que lo que ha llegado a nuestros días es bastante posterior. Se debe, básicamente a las obras acontecidas a partir del siglo XIV y que convirtieron en esta construcción en uno de los más relevantes ejemplos del gótico civil europeo.
PRECIO DE LAS ENTRADAS PARA VISITAR EL PALACIO DUCAL DE VENECIA.
- En taquilla: 20 euros. Prepararos para hacer una buena cola.
- Entrada sin colas y con guía en español. Incluye, además, 4 museos de la plaza de San Marcos y por muy poco adicional en relación al precio de la entrada.
- Oferta completa: visita guiada + Palacio Ducal + Basílica de San Marcos. Pues eso, pack completo para quien quiera visitar, con un guía incluido, lo más importante de Venecia.
VISITAR EL PALACIO DUCAL DE VENECIA.
LA FACHADA Y EL PATIO INTERIOR DEL PALACIO DUCAL DE VENECIA.
Antes de visitar el Palacio Ducal de Venecia merece la pena echar un buen vistazo a su fachada. La estructura tiene dos fachadas principales. La primera da a la Plaza de San Marcos (mejor dicho al espacio conocido como Piazzeta de San Marcos). La segunda está encarada al frente marítimo. Ambas son muy semejantes y diseñadas en tres niveles.
El nivel inferior corresponde a un conjunto de soportales apuntados que se sostienen sobre columnas. Justo por encima, queda una galería corrida con tracería gótica que ocupa todo el espacio de la fachada. Por encima de ésta, queda una pared lisa, solo interrumpida por algunos ventanales y balcones.
Ahora sí, tras observar la fachada, es momento de visitar el Palacio Ducal, entrando a su patio. Éste se articula en tres brazos homogéneos que, como la fachada, se edifican en tres niveles. En el inferior se dispone una galería soportalada con arcos de medio punto, mientras que en el primer piso queda una galería con arcos de medio punto. Por encima de estos dos niveles queda el superior, que dobla en tamaño a los anteriores y que corresponde a las plantas nobles que podremos conocer al visitar el Palacio Ducal de Venecia. Solo unas ventanas renacentistas ornamentan este nivel edificado en ladrillo. En los dos inferiores, sin embargo, se utilizó mármol.
El cuarto brazo del patio del Palacio Ducal de Venecia queda cerrado por lo que es la torre del reloj y el conocido como Portico Foscari. Varias estatuas decoran este espacio. Si miramos a la derecha, encontramos la Escalera de los Gigantes, con esculturas de Sansovino que representan a Marte y Neptuno en lo alto de la misma. Esta escalera da acceso al primer piso.
LAS PLANTAS NOBLES DEL PALACIO DUCAL DE VENECIA
Tras recorrer el patio interior nos queda lo más interesante de la visita al Palacio Ducal de Venecia: sus salones nobles.
Hay que decir que se trata de salones de lo más suntuosos, con techos decorados a base de dorados y pinturas, con grandes lienzos que cuelgan de las paredes y con maderas nobles que ornamentan la parte baja de las paredes. Sin embargo, nada es tan recargado como los grandes palacios europeos como los Palacio del Rey Loco en Baviera o Versalles. Hay que recordar que este Palacio Ducal de Venecia se edificó bastante antes que aquellos.
En la primera planta encontramos varias estancias donde se reunía en consejo que administraba la República así como los lugares donde se impartía justicia (como la Sala del Magistrato alle Leggi o la Sala della Quarantia Criminal e Sala dei Cuoi).
Desde esta primera planta podemos tomar la escalera de Oro, una bonita escalera que permite subir al segundo piso del Palacio Ducal de Venecia. Fue construida en el siglo XVI y dispone de una decoración suntuosa, con decorados a base de estuco dorado y pinturas.
Desde luego, la sala más impresionante es la Sala Maggior del Consiglio que tiene unas dimensiones descomunales, con 53 metros de largo y 25 de ancho. Veronese, Jacopo y Domenico Tintoretto y Palma el Joven colaboraron en la decoración de la que es considerada una de las mayores salas palaciegas de Europa.
En las paredes laterales se disponen seis pinturas en cada lado, con escenas que narran la historia de Venecia. Detrás del trono se sitúa el que está considerado el lienzo más grande del mundo: el Paradiso. Se trata de una obra de Tintoretto, de 1592. El techo de esta sala tampoco deja indiferente, con tanta pintura y tanto dorado.
PASEANDO POR EL PUENTE DE LOS SUSPIROS.
Sabido que es que uno de los lugares más conocidos de Venecia es su famoso Puente de los Suspiros. Se trataba del acceso entre el Palacio Ducal (concretamente, la Sala del Magistrato alle Leggi) con las cárceles de la Serenísima República. De esta manera, los recién condenados podían ingresar en prisión sin salir a la calle. Los suspiros, en este caso, nada tenían que ver con el amor si no con la dura vida que les esperaba en las mazmorras.
Pues bien, al visitar el Palacio Ducal de Venecia tendréis la oportunidad de pasar por el interior del Puente de los Suspiros en cuestión. Si miramos desde las pequeñas ventanas del puente podemos ver a los turistas que lo retratan desde abajo, buscando una de las imágenes más características de Venecia. Al otro lado del puente visitamos, como decía, la cárcel. O mejor, dicho, la conocida como Cárcel Nueva, que se edificó a partir del siglo XVI.
La verdad es que visitar el Palacio Ducal de Venecia merece la pena. El recorrido es de aproximadamente una hora y media o dos y permite entender el más importante de los lugares de la historia civil de Venecia.