Visitar la Ópera de Budapest, localizada en la Avenida Andrássy, la más elegante de los bulevares de la capital húngara, forma parte de las actividades imprescindibles de Budapest, tanto como acudir a los Baños Szecheny o a los famosos cafés y pastelerías de la ciudad.
La Ópera de Budapest (su verdadero nombre es Ópera Nacional de Hungría) es uno de los edificios más emblemáticos de la Budapest decimonónica y una de las óperas más bonitas del mundo, al nivel de la Ópera Garnier de París o La Fenice de Venecia. De manera que si vais a visitar la ciudad no debéis dejar de incluirla dentro de las visitas preferentes.
CÓMO VISITAR LA ÓPERA DE BUDAPEST
Para visitar la Ópera de Budapest tenéis dos posibilidades: acudir a una de sus representaciones o realizan una visita guiada a la Ópera de Budapest en español.
1. VISITA GUIADA A LA ÓPERA DE BUDAPEST EN ESPAÑOL. La verdad es que merece mucho la pena realizar esta visita guiada en español, que os permitirá conocer los distintos rincones del teatro. Tiene una duración de 45 minutos y termina con un breve concierto. Podéis reservar las entradas en este link.
2. REPRESENTACIONES EN LA ÓPERA DE BUDAPEST. En su programa no solo se incluye ópera si no también otro tipo de espectáculos, como ballet o musicales. Los precios son más económicos que en muchas otras ópera famosas como la Scala de Milán o el Liceo de Barcelona. Debéis saber, eso sí, que durante el verano, la compañía nacional de Ópera realiza vacaciones (o está de gira), de manera que no se realizan representaciones desde mediados de julio y hasta entrado septiembre. Eso sí, siempre podéis visitar la Ópera de Budapest mediante una visita guiada en español.
PEQUEÑA HISTORIA DE LA ÓPERA DE BUDAPEST
La Ópera de Budapest fue alzada en tiempos del Emperador Francisco I, a finales del siglo XIX, cuando Hungría formaba parte de la Corona Austríaca. El teatro fue diseñado por el arquitecto húngaro Miklós Ybl en estilo neorenacentista, aunque con elementos barrocos. No se reparó en gastos para la construcción de aquel teatro que, cuenta la leyenda, era el favorito de la Emperatriz Sisí. Isabel de Baviera, más bien poco dada a atender los asuntos de estado, no dudaba en escaparse a Budapest para poder disfrutar de alguna representación en este teatro. Durante aquellas escapadas, la Emperatriz solía residir en el Palacio Gödöllö, conocido como el Palacio de Sisí en Budapest.
Una única condición puso el Emperador Francisco José a fin de financiar el proyecto: la Ópera de Budapest debía ser de menor tamaño que la de la capital imperial, Viena.
Los trabajos tardaron casi 10 años en terminarse, hasta que en 1884 pudo inaugurarse esta maravilla que es la Ópera de Budapest. Un teatro, por cierto, que tras las remodelaciones de finales del siglo XX perdió la mitad de su aforo, que pasó de los 2400 asientos originales a los, mucho más cómodos, 1289 espacios que dispone en la actualidad.
LA VISITA GUIADA A LA ÓPERA DE BUDAPEST.
Llegamos a la visita guiada a la Ópera de Budapest unos 10 minutos antes de la hora indicada. Lo primero que llama la atención es el bellísimo vestíbulo de entrada, que ya nos indica la riqueza constructiva del edificio: columnas de mármol, bóvedas decoradas con pinturas y una riquísima escalera palaciega es lo que tenemos frente a nosotros. En la planta baja se encuentran también las taquillas donde podréis comprar entradas de última hora para las representaciones, una cafetería y una tienda de recuerdos que es donde se adquieren los tickets para la visita guiada si no lo habéis hecho con antelación (con una larga cola en estos momentos).
En seguida, se forman los distintos grupos en los varios idiomas en que se realizan las visitas guiadas a la Ópera de Budapest y se inicia la visita.
Ya la escalera principal dela Ópera de Budapest, de tipo palaciego, marca terreno con su alfombra roja y su majestuosidad, producto de tanto mármol. Una maravilla.
Ni que decir que la sala más impresionante es la Sala de Audición, de cuatro pisos de altura y donde no se ha escatimado dorado alguno para la que es una de las salas más ornamentadas entre los teatros operísticos mundo. Llama la atención la enorme lámpara en araña que pende del techo (nos cuentan que pesa tres toneladas) y la bellísima bóveda del teatro, donde están representados los dioses griegos del Olimpo. Es una obra de Karoly Lotz.
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Recuerda que si compras las entradas por anticipado:
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En el centro de la zona de palcos encontramos el conocido como Palco Real, de doble altura, que era el utilizado por la Emperatriz Sisí cuando acudía a alguna representación en la Ópera de Budapest. No pasan desapercibidas las cuatro grandes esculturas que decoran este Palco Real y que representan las 4 voces operísticas más comunes: la soprano, el alto, el tenor y el bajo.
Durante la visita guiada a la Ópera de Budapest también se tiene acceso a los palcos privados, que permiten acomodar a una media docena de espectadores y que, tradicionalmente, eran ocupados por la burguesía del momento.
No menos espectacular resulta la cafetería del primer piso, que es el lugar donde realizar un tentempié durante los entreactos de las representaciones. Los techos están profusamente decorados con pinturas.
Durante la visita guiada a la Ópera de Budapest en español no solo vamos pasando por los lugares más importantes del edificio, si no que también se nos cuenta acerca de su historia y del funcionamiento interno de la institución. Sin embargo, se trata de una visita que no se hace nada pesada, pues dura poco más de 30 minutos.
Para finalizar el recorrido guiado a la Ópera de Budapest, se accede nuevamente a la escalera principal donde se celebra un mini-concierto. Son solo un par de par de interpretaciones pero que nos dejan un excelente sabor de boca. Desde luego, nada comparable a asistir a una ópera entera desde el auditorio. En nuestra primera visita a Budapest tuvimos la oportunidad de disfrutar de un Turandot, de Puccini. Sin embargo, en esta segunda ocasión nos conformamos con la visita guiada a la Ópera de Budapest y la verdad es que mereció mucho la pena.
Lo cierto es que visitar la Ópera de Budapest en una visita guiada no os dejará indiferentes, de manera que incluso en el caso de que tengáis pensado acudir a alguna representación en el teatro, os recomiendo que realicéis el recorrido guiado.