La Rubenshuis o Casa de Rubens en Amberes es una de las visitas principales de la que es la ciudad más poblada del país y uno de los puntos culminantes de lo que se conoce como La Ruta Rubens de Amberes.
En este post os vamos a contar los lugares más importantes de esta Ruta Rubens de Amberes, prestando especial atención a esta Rubenshuis o Casa Rubens de Amberes, que es uno de los puntos culminantes del recorrido.
Pero, ¿Por qué encontramos una Ruta Rubens en Amberes? Hay que decir que el que fuera el más importante de los pintores barrocos flamencos no nació en Amberes. Ni tan solo, en Flandes. Debido a las revueltas religiosas, la familia de Rubens, que sí que era natural de Amberes, huyó en 1568 a la región de Westfalia, perteneciente al Sacro Imperio, mucho más proclive a aceptar las creencias religiosas familiares. Fue por ello, que Pedro Pablo Rubens nació el 28 de junio de 1577 en la población de Siegen. Y también se debió a que su padre, Jan Rubens, fue expulsado de Colonia, donde inicialmente residían, y desterrado a esta pequeña población tras descubrirse que era amante de Ana de Sajonia, esposa de Guillermo de Orange.
La cuestión es que en 1589, los Rubens (en realidad, el padre había fallecido ya) regresaron a Amberes, donde el joven Pedro Pablo se formó como pintor y, con periodos en que residirá en otras latitudes, se establece hasta el final de sus días.
PLAZA GROENPLAATS, EL INICIO DE LA RUTA RUBENS DE AMBERES
Empezamos esta Ruta Rubens de Amberes por la Plaza Groenplaatz, en pleno centro urbano y a tiro de piedra de la Catedral. Aquí encontramos la más notable de las estatuas que Amberes dedica al pintor. Resulta, por tanto, un excelente lugar para empezar a conocer este artista que, a lo largo de su vida, hizo verdaderamente fortuna. A su vertiente como artista talentoso se le unió su buen hacer en el mundo de los negocios. Por ejemplo, como marchante de arte. Como veremos en la Rubenshuis o Casa Rubens de Amberes, parte de su mansión estaba dedicada a presentar su colección de arte que, lejos de ser estable, no era más que un ir y venir de cuadros y estatuas que adquiría y que luego sabía vender a mejores precios. Pedro Pablo Rubens fue, además, un auténtico hombre de estado, lo que le llevó a desarrollar labores como emisario o embajador. Incluso, como espía. Ello lo llevó a conseguir importantes clientes más allá de las fronteras flamencas. Por ejemplo, en la persona de Felipe IV.
LA RUBENSHUIS O CASA DE RUBENS, EL PUNTO MÁS IMPORTANTE DE LA RUTA RUBENS DE AMBERES.
Ahora sí, es hora de acercarse hasta la Rubenshuis o Casa de Rubens, el plato fuerte de la Ruta Rubens por Amberes.
En pintor compró esta mansión en 1610, junto a la que por entonces era su primera esposa, Isabel Brant. En aquel momento, Rubens ya había amasado suficiente fortuna como para comprar un casa con terreno en el centro de la ciudad y para reformarla sin reparar en gastos.
No hay que olvidar que Rubens disponía de un importante taller que podía satisfacer la enorme demanda que su obra tenía, de manera que sus colaboradores realizaban, muy a menudo, gran parte del trabajo, para terminar el propio Rubens las partes más delicadas de cada obra, como las caras o las manos. Además, Pedro Pablo Rubens fue el más cotizado entre los profesores de pintura del momento, hasta el punto de que se podía permitir el lujo de seleccionar a sus alumnos. Por estas dos facetas de su vida, el artista requería de una casa-taller de unas dimensiones suficientes que le permitiera desempeña estas funciones como taller y escuela de arte.
La remodelación que Rubens encargó de su mansión le dio un aspecto de palacete italiano. No falta, además, una sala dedicada a mostrar importantes obras de arte de artistas internacionales antiguos, a modo casi de museo personal. Como dije, algunas de estas obras se exponían para ser vendidas a quien así lo quisiera. De hecho, este pequeño museo personal no tenía semejanza alguna en ningún otro lugar de los Países Bajos.
Durante la visita a la Casa de Rubens en Amberes se conocerán las distintas dependencias personales, decoradas con múltiples obras de arte, algunas de las cuales pertenecientes al propio artista. Sin embargo, también encontramos obras de artistas de la talla de Tiziano, Tintoretto, Brueghel el Viejo o Van Dick. De éste último destaca el retrato del músico amberino Hendrick Liberti. De entre los cuadros de Rubens, nos gustó especialmente su Autorretrato, uno de los únicos cuatro que pintó el artista. Merece la pena termina la visita a Rubenshuis de Amberes paseando por sus jardines, un auténtico remanso de paz.
LA CATEDRAL, OTRO PUNTO DESTACADO DE LA RUTA RUBENS DE AMBERES.
Pedro Pablo Rubens fue profeta en su tierra. Solo así se entiende que un buen número de iglesias de la ciudad encargaran al artista parte de su decoración. Tras visitar la Rubenshuis nos dirigimos hacia la Catedral de la Virgen María, otro lugar destacado de la Ruta de Rubens en Amberes.
Rubens estuvo viajando y viviendo en Italia entre 1600 y 1609. A su regreso, ya como artista consagrado, fue solicitado para realizar varios trabajos para la Catedral de la ciudad. El gremio de los arcabuceros, por ejemplo, le encargó en 1611 un Descendimiento de la Cruz, que es la obra más importante de Rubens en la Catedral, aunque no preside el Altar Mayor.
Otra obra de interés es la Resurrección de Cristo, ubicada en la Capilla de Nuestra Señora de la Paz, encargada por Martina Plantin, viuda del impresor Jan Moretus (la Imprenta Plantin-Moretus es uno de los lugares más interesantes que ver en Amberes). Se trata de un tríptico que completa el monumento funerario de la familia Plantin-Moretus.
También en el Altar Mayor de la Catedral encontramos un cuadro de Rubens. En este caso, la Asunción de la Virgen, personaje al cual está dedicado el templo mayor de Amberes. Por último, encontramos una destacadísima La Elevación de la Cruz, un tríptico al óleo sobre panel, que fue pintado para el altar mayor de la antigua iglesia de Santa Walburga, pero que fue trasladado a la catedral en 1816.
LA IGLESIA DE SAN PABLO Y LOS QUINCE MISTERIOS DEL ROSARIO.
Tomamos rumbo norte para llegar, en menos de 10 minutos, a la iglesia de San Pablo, famosa por su precioso mobiliario barroco, quizá el mejor del país.
Si la Iglesia de San Pablo forma parte de la Ruta Rubens de Amberes es porque los dominicos, que eran los propietarios del templo, le encargaron al pintor tres grandes retablos, además de una de las pinturas del célebre ciclo de los Misterios del Rosario.
La más destacada es esta última obra, que forma parte del Conjunto del Rosario. Se trata de 15 pinturas completadas por artistas de la talla de Matthys Voet, Antony Van Dick o el propio Rubens, que justifica por si solo la visita a este templo. Rubens pintó para el ciclo una Flagelación de Cristo.
SAN CARLOS BORROMEO
Siguiendo la estela del artista en esta Ruta Rubens de Amberes nos dirigimos hasta una de las iglesias barrocas más notables de la ciudad: San Carlos Borromeo. En este templo, Rubens fue el encargado de diseñar el blasón central de la fachada con el emblema IHS.
Además, la iglesia llegó a contar con hasta 39 obras de Rubens y su taller, antes de que un terrible incendio se las llevara por delante en 1718. Pero no todas las obras se perdieron. A finales del siglo XVIII los jesuitas fueron expulsados de la ciudad y las obras de Rubens fueron enviadas a Viena. Los milagros de San Ignacio de Loyola y Los milagros de San Francisco Javier se pueden visitar en el Kunsthistoriches Museum, uno de los museos más importantes que ver en Viena.
Sí que ha regresado a su lugar de origen El Regreso de la Sagrada Familia, que se puede visitar en la capilla de San José de la Iglesia de San Carlos Borromeo.
IGLESIA DE SANTIAGO, PUNTO FINAL DE LA RUTA RUBENS EN AMBERES.
Terminamos la Ruta Rubens en Amberes en la iglesia de Santiago a San Jacob, de estilo gótico brabantino, que se encuentra a cinco minutos de la anterior. Según cuenta la historia, se trataba de la iglesia parroquial donde el pintor asistía diariamente a misa. Fue también en la iglesia de Santiago donde bautizó a los cinco hijos y donde se casó con Helena Fourment, su segunda esposa, cuando Rubens tenía 53 años y ella solo 16.
Rubens, que desde que compró en 1610 la que hoy os conocida como Rubenshuis, trabajó y vivió en aquella mansión, fue enterrado finalmente en esta iglesia de Santiago cuando falleció en 1640. El altar de la capilla donde está enterrado Rubens es obra del propio artista. Dos años más tarde, la viuda hizo colocar en la misma capilla un cuadro de su esposo. Se trata de La Virgen rodeada de santos. En este liezo, Helena Fourment es pintada como la Magdalena y su primera esposa, Isabella Brant, como la Virgen. El San Jorge sería un autorretrato del pintor.
Visitar esta iglesia, morada final del genial artista, es una buena manera de terminar esta Ruta Rubens por Amberes, que nos ha permitido conocer desde la Casa de Rubens en Amberes, la Rubenshuis, a varias de las obras repartidas en las iglesias de la ciudad.