Visitar Saint Louis, en la desembocadura del río Senegal, supone conocer una de las ciudades coloniales más históricas de África. Saint Louis fue fundada por los franceses en 1659, siendo bautizada con el nombre con el que ha pasado a la historia el monarca francés, Luis IX: San Luís. En este post os vamos a contar qué ver en Saint Louis, pero también la impresión general que nos dejó la ciudad, que no fue la mejor posible.
Llegamos a Saint Louis durante los últimos días del nuestro viaje de 15 días a Senegal y después de haber tenido la oportunidad de conocer el Lago Rosa.
SAINT LOUIS, PRIMERA CAPITAL COLONIAL DE LA ÁFRICA FRANCESA.
La localización original de la histórica Saint Louis (la colonial, la que fue fundada por los franceses), no puede ser más curiosa. La población, de unos dos kilómetros de longitud por algo menos de medio de ancho, fue fundada en una isla en medio del río Senegal, casi en la desembocadura del mismo en el Océano Atlántico. Se trata de la que fue la primera ciudad fundada por los colonizadores europeos en África Occidental. Hasta 1902 fue la capital de la África Occidental Francesa.
Un gran puente une esta Saint Louis colonial con el continente, desde 1865. Es el puente Faidherbe, que data de 1865 y que habitualmente se atribuye al célebre ingeniero francés, Gustave Eiffel. La Saint Louis colonial es la que se sitúa en esta isla, conocida como Isla de Ndar.
Pero hay más: como decía, la colonial Saint Louis está unida al continente mediante el puente Faidherbe. Es el moderno barrio de Sor, poco interesante a nivel histórico. Más aún, por el otro lado de la isla de Ndar, un pequeño puente une la Saint Louis colonial con la Lengua de la Barbarie, una estrecha franja arenosa que corre paralela al continente. Aquí se encuentran los barrios de pescadores, conocidos como Ndar Tout y Guet Ndar, verdaderamente coloristas.
Esta lengua de la Barbarie se extiende a los largo de casi 40 kilómetros de longitud, en dirección sur. Se trata de una estrechísima (cada vez más) formación de arena. Curiosamente, el río Senegal, que aparentemente debería desembocar en el Océano Atlántico a nivel de Saint Louis, queda encajonado entre la Lengua de la Barbarie y el continente durante estos 40 kilómetros de la Lengua de Barbarie, desembocando mucho más al sur. La fuerza de las olas, sin embargo, está reduciendo a la mínima expresión esta Lengua de la Barbarie. Año tras año, no pocas viviendas de pescadores están desapareciendo en estos barrios de Ndar Tout y Guet Ndar, que están siendo severamente amenazados con quedar sepultados bajo el océano.
SAINT LOUIS, ¿LA CIUDAD MÁS DECADENTE DE ÁFRICA?
Visitar Saint Louis supone otro encuentro con la África más decadente. De lo poco bueno que dejó el colonialismo al Continente Negro, quizá fueran sus grandes ciudades lo más interesante. Un legado que le ha valido a Saint Louis ser incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad. Una herencia, sin embargo, que se desvanece día a día, debido al nulo mantenimiento al que se someten las centenarias mansiones de la Isla de Ndar. De hecho, la Unesco ha situado la ciudad bajo la lupa del Patrimonio Mundial en peligro y no sería de extrañar que en años venideros, la población perdiese esta distinción.
El universal problema del plástico se convierte en África en especialmente grave. Y, especialmente, en Saint Louis, donde hemos podido comprobar como la ciudad está quedando literalmente sepultada bajo los escombros que se agolpan en cada una de las esquinas. Jamás hemos encontrado país tan sucio como Senegal. Jamás una ciudad con tantos desechos como Saint Louis. Y eso, no tiene nada que ver con la colonización del siglo XVII o XIX.
Los viejos hoteles, las antiguas iglesias, las venerables escuelas y mansiones… todo en Saint Louis se cae a pedazos. Solo algunos edificios que están siendo remodelados por algunos europeos llegados estos últimos años, parecen querer resurgir de sus cenizas. Casi siempre, en forma de hoteles o restaurantes. A ello se le une los miles de niños descalzos que malviven en las calles pidiendo limosna para los morabitos. Este problema, auténtica plaga en todo el país, resulta especialmente acuciante en Saint Louis. Niños a cargo de presuntos líderes religiosos convertidos en limosneros, a cuenta de dichos morabitos. Os aseguro que visitar Saint Louis se convierte en una verdadera pedrada en el pecho.
QUÉ VER EN SAINT LOUIS.
LA SAINT LOUIS COLONIAL. LA ISLA DE NDAR.
Empezamos nuestra visita a Saint Louis entrando a la isla de Ndar por el puente Faidherbe, verdadera joya colonial, diseñado por la empresa Nouguier, Kessler y Cie. Este puente es hijo directo de la época en la que el hierro se convirtió en el material de moda para la edificación de todo tipo de estructuras. Quizá por ello es conocido como Puente Eiffel. Sin embargo, la compañía del célebre ingeniero no ganó el concurso para la concesión de la estructura. La verdad es que el puente, de medio kilómetro de longitud, es una verdadera maravilla.
El puente Faidherbe nos deja justo en el centro de la isla Ndar, de manera que podemos andar en dirección al norte o al sur. Otra posibilidad es tomar una calesa que durante una hora nos paseará por algunos de los lugares más interesantes de esta isla.
He de decir que se hace un poco difícil hablar de lugares que ver en Saint Louis de manera imprescindible. Lo suyo es pasear, sin más, entre las calles coloniales, casi siempre con sus mansiones de la época francesa de dos pisos, algunas de ellas completamente desvalijadas y algunas pocas convertidas en pequeños hoteles o restaurantes con encanto.
Lo primero que nos llama la atención es la blanca imagen del antiguo Palacio de la Gobernación de Saint Louis. Se trata de una edificación de dos pisos, que es de las mayores de la ciudad.
Bien cerquita, encontramos la antigua catedral, que fue la primera de África Occidental y está siendo remodelada. Otros edificios a los que merece la pena echar un vistazo son la oficina de correos, o el Hotel de la Poste, uno de los más históricos de este rincón de mundo. Casi todos los grandes personajes que recalaron en Saint Louis durante la segunda mitad del siglo XIX se hospedaron en este Hotel de la Poste. Muchos de ellos trabajaban, de una u otra forma, para la compañía aeropostal francesa, que cubría las rutas entre la metrópoli y las colonias. Nombres tan famosos como Jean Mermoz o Antoine de Saint-Exúperi, el autor del célebre El principito, se hospedaron aquí durante largas temporadas.
Conviene pasear también por las orillas de la isla Ndar. Concretamente por el Quai Roune, donde se ubica el histórico barco Bou El Mogdad. Se trata de un navío de época colonial que aún hoy sigue remontando el río Senegal, en una experiencia de lujo africano solo accesible a los bolsillos que se lo puedan permitir.
Cerquita, en el cruce entre Quai Roine y Rue Brue se localiza la Gran Mezquita de Saint Louis, de 1847, a la que echamos un vistazo por fuera, pues no se nos permite la entrada. Dispone de un reloj en uno de sus minares, algo bien poco habitual. Posteriormente, nos dirigimos hacia el sur de la isla Ndar, donde encontramos más edificios coloniales, casi siempre desvencijados y no poco miseria.
LOS BARRIOS DE LOS PESCADORES.
Otro de los lugares que hay que ver en Saint Louis son los barrios ubicados en la Lengua de la Barbarie. Son los barrios de Ndar Tout y Guet Ndar, conocidos como los Barrios de los Pescadores.
Para llegar hasta allí pasamos por el Puente Mustapha Malick Gaye. Ya en esta pequeña lengua del río Senegal encajada entre la Lengua de la Barbarie y la isla de Ndar, encontramos cientos de embarcaciones de madera, en una de las imágenes más bucólicas que ver en Senegal.
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En la zona de la lengua que queda justo enfrente del Océano Atlántico es donde las mujeres se acercan a esperar los pescadores que cada día llegan a puerto tras faenar. Aquí volvemos a disfrutar de las escenas que hemos visto estos días: pescadores vaciando sus capturas en las arenas, arremolinamiento del personal, gritos, empujones, subastas y bastante malas caras. Observamos la escena un poco alejados, porque, como ya os he comentado en otros posts, no ha sido Senegal un país demasiado hospitalario precisamente.
Cerquita se encuentra un secadero de pescado y un mercado donde la mercancía se vende al por menor. El olor es fuerte, pero la verdad es que este tipo de lugares son de lo más interesantes que ver en Saint Louis y en todo Senegal.
Posteriormente nos perdemos por el barrio de los pescadores, donde el desorden se multiplica, incluso, en relación al de la isla de Ndar. Nos sigue llamando la atención la gran cantidad de basura existente en todas las esquinas, pero también que, en medio de la gran ciudad, puedan pasar rebaños de cabras u ovejas. También nos fijamos en un par de pelicanos que andan mansamente en medio de la gente. Y en los cientos de niños descalzos que campan a sus aires en grupos de entre 3 y 6 críos, siempre pidiendo limosna. Nos explican que el dinero es para los morabitos.
Saint Louis es una ciudad imprescindible durante un viaje a Senegal. De ello no cabe duda. Se trata de una de las poblaciones coloniales más importantes del continente y merece la pena ser visitado. Sin embargo, o se interviene de una u otra forma en los cuidados de la ciudad, o los cada vez menos edificios históricos que quedan en pie desaparecerán en los próximos años.
Comentarios:
4 comentarios en “SAINT LOUIS. La decadente capital colonial de Senegal.”
Después de leer tu post la verdad es que no tengo muy claro si merece la pena ir a esta ciudad colonial. Seguro que entre tanta basura y plástico desperdigado hay algo interesante, pero a veces la mugre puede más y esconde esos lugares que alguna vez fueron bellos. No conozco Senegal, no sé si alguna vez iré. Puede que la UNESCO pueda hacer algo por esta ciudad que de momento es Patrimonio Mundial,… pero adivina si el día que decida visitar este país la ciudad ya se ha venido abajo.
Me he quedado impresionada con tu post. No imaginaba que Saint Louis estuviera en tan mal estado. A pesar de todo, las fotos se ven bonitas y coloridas. Muchas gracias por vuestra sinceridad, como sabemos, en los viajes no es todo de color rosa. Saludos!
Así, Olga. Senegal fue un poco desesperante en varios aspectos. Una de ellas es observar tantísima suciedad y tal estado de abandono de su patrimonio.
Un abrzo, Olga.
Senegal no es un destino que tengamos en mente visitar próximamente. Quizás por eso nos hemos animado a leer tu post. Y la verdad es que nos ha sorprendido el mal estado en el que se encuentra Saint Louis…
Aún así, se agradece que cuentes todo lo que hay que ver en Saint Louis, con sus luces y sus sombras.
Saludos.