Visitar Stavanger, en la costa oeste de Noruega, supone una de las mejores maneras de empezar a conocer los fiordos de Noruega. Junto a Bergen, Stavanger está considerada como una de las entradas naturales a la que es una de las regiones más espectaculares de Europa a nivel de naturaleza.
Sin, embargo, a menudo los viajeros dedican solamente unas pocas horas a Stavanger, además de utilizar la ciudad como base para visitar el Preikestolen, uno de los escenarios naturales más espectaculares de los fiordos. Nosotros quisimos dedicar cuatro días a conocer la región y, francamente, nos hemos quedado cortos.
Más allá de los lugares que hay que ver en Stavanger, la que es la cuarta ciudad del país por población y la capital de la provincia de Rogaland, la población resulta ideal para explorar un buen número de escenarios naturales de una belleza sobrecogedora. Dedicamos un día a conocer el Preikestolen o Púlpito, desde luego. Pero otros dos a recorrer el Magma Unesco Geopark y a realizar otro de los trekking más espectaculares de la región: el que conduce hasta el Kjerag, la imposible roca encajada entre dos paredes verticales. Nos quedamos con muchas ganas de seguir conociendo los alrededores de Stavanger. Por ejemplo, para realizar un crucero por fiordo Lysefjord o para subir los 4.444 escalones de la escalera de Flørli (Flørlitrappene), otra de las posibilidad que ofrece un viaje a Stavanger.
DONDE DORMIR EN STAVANGER
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QUÉ VER EN STAVANGER
Estos son los lugares, monumentos y museos más interesantes que hay que ver en Stavanger. El centro histórico es pequeño, por lo que podréis visitarlo a pie fácilmente. Las visitas imprescindibles de Stavanger quedan reflejadas en éste mapa.
GAMLE STAVANGER Y MUSEO DE LAS CONSERVAS
Gamle Stavanger es la Ciudad Vieja. Se trata de uno de los rincones más bellos que hay que ver en Stavaneger. Gamle Stavanger es, básicamente, una calle peatonal adoquinada, conocida como Ovre Strandgate, de unos 200 metros de longitud, que está repleta de casitas de madera (casi 200), casi todas de color blanco y edificadas entre los siglos XIX y XIX. Sin embargo, merece la pena perderse por algunas de las bocacalles que desembocan en Ovre Strandgate, donde encontramos algunos de los rincones más bellos de la ciudad. Para llegar hasta aquí podéis tomar el camino que queda justo por detrás del Museo Marítimo. No tiene pérdida. Gamle Stavanger es un lugar tranquilo, pero lleno de rincones que ahora denominaríamos instagrameables. Muchas casas tienen su pequeño jardín, bien cuidad y disponen de una escénica puerta de color. Incluso encontramos un pequeño lugar donde intercambiar libros usados.
En Gamle Stavanger podéis visitar el Museo de las Conservas, que nos remite a la época en que ésta industria era una de las más importantes de Stavanger.
STRANDKAIEN
Cuando bajamos desde Gamle Stavanger enseguida llegamos hasta el que es el puerto de cruceros de Stavanger (está a 50 metros). Aquí nos damos de bruces con la Oficina de Turismo, donde os proporcionan un mapa de la ciudad. Nos llamó la atención, en este puerto, encontrarnos con dos enormes cruceros, de éstos que llevan cada uno unos cuantos miles de cruceristas.
También en este puerto encontramos algunos buques históricos, como el Rogaland, que es de 1929, así como los cruceros de un día que se dirigen al Lysefjord. Realizarlo debe ser una de las mejores opciones en Stavanger, pero nosotros no tuvimos tiempo.
SKAGENKAIEN
Al rodear el puerto de cruceros llegamos a lo que es conocido como Skagenkaien, otro de los rincones que hay que ver en Stavanger de forma obligada. En realidad se trata del mismo puerto, por el otro lado. Con sus preciosas edificaciones de colores, todas de madera y hoy convertidas en restaurantes y locales de moda, es otro de los lugares más fotogénicos que ver en Stavanger. Eso sí, los precios no resultan nada baratos en los restaurantes de la zona.
TORRE VALBERG
Desde el Skagenkaien observamos que sobresale una gran edificación de piedra en forma de torre. Es la Torre Valberg, uno de los monumentos más importantes que ver en Stavanger. Se trata de la antigua torre de vigilancia que se alza hasta los 36 metros de altura, donde vivía el vigía del barrio, una figura importante en una población donde casi todas las viviendas eran (y son) de madera. Con el riesgo de incendio que ello supone. De hecho, al visitar la Torre Valberg nos informamos de los varios incendios que han sacudido Stavanger a lo largo de los siglos. En más de una ocasión, más de la mitad de las viviendas del centro histórico fueron pasto de las llamas.
Desde lo alto de la Torre Valberg se disfruta de unas buenas vistas de la ciudad de Stavanger.
CALLE ØVRE HOLMEGATE, LA CALLE COMERCIAL MÁS BONITA QUE VER EN STAVANEGER.
Otra de las calles que hay que ver en Stavanger de forma obligada es Øvre Holmegate. Aquí las edificaciones están construidas también en madera. Sin embargo, casi todas están pintadas de colores. No siempre fue así, pues parece que el cambio fue acometido a partir del 2005, cuando partiendo de una idea del peluquero Tom Kjørsvik y según un esquema de colores surgido de la mente del artista Craig Flannagan, las edificaciones fueron coloradas.
A mí me recordó mucho el color de la Calle Caminito en la Boca de Buenos Aires. Si vais a viajar a Stavanger seguro que pasaréis por aquí en varias ocasiones.
MUSEO DEL PETRÓLEO NORUEGO, EL MUSEO MÁS IMPORTANTE QUE VER EN STAVANGER.
Desde Øvre Holmegate llegamos en cinco minutos al que es el museo más importante que ver en Stavanger. Me refiero al Museo del Petróleo Noruego. No hay que olvidar que el hallazgo del oro negro fue lo que cambio la economía del país a partir de la segunda mitad del siglo XX. De hecho, Stavanger es la capital nacional del petróleo en Noruega.
En este museo se aprende todo lo que supone la industria del petróleo para éste país. Se trata de un concepto de museo interactivo que resulta de lo más instructivo. La verdad es que la vida a bordo de las enormes plataformas petrolíferas instaladas en el Mar del Norte debe ser durísima, a tenor lo que pudimos descubrir en este museo.
FISKEPIREN
Al salir del Museo del Petróleo Noruego seguimos por el paseo a orillas del Mar del Norte. Algunas embarcaciones de pesca venden gambas al peso que, por cierto, tienen muy buena pinta. Más allá se ubica el Fiskepiren, que es el muelle desde donde parten los ferrys a Tau que deben tomarse si vais a hacer la imprescindible excursión al Preikestolen (no hay que olvidar que, además de visitar los lugares más importantes que ver en Stavanger, aquí se viene para conocer el famoso Púlpito de los fiordos noruegos).
LAGO BREIAVATNET Y PARQUE BYPARKEN
Desde el muelle de los ferrys nos introducimos de nuevo hacia el centro de Stavanger. Lo podemos hacer por las preciosas calles Bakergata o Rosenkildegata. También aquí las casitas de madera de color blanco son la tónica.
Enseguida se llega a la mole roja de la Iglesia de San Pedro, protestante, de la que no podemos visitar su interior por estar cerrada. Desde aquí, si tomamos la calle Hospitalgata y luego la Klubbgata (otra de las arterias más comerciales), enseguida llegamos al pequeño Lago Breiavatnen que forma parte del parque Byparken.
Se trata de un pequeño, tranquilo y agradable lago que dispone de un surtidor central. A orillas del lago encontramos algunas bonitas edificaciones de madera, pero también otras construcciones modernas como el Hotel Radisson Blu.
CATEDRAL DE STAVANGER, LA GRAN IGLESIA QUE VER EN STAVANGER
A orillas del lago Breiavatnen encontramos el último de los monumentos que hay que ver en Stavanger de forma obligado. Me refiero a su Catedral que, por cierto, tiene su fachada occidental temporalmente oculta debido a las obras de remodelación que se están llevando a cabo.
Se trata de un templo de dimensiones importantes aunque, desde luego, mucho más pequeño que cualquiera de las grandes catedrales del sur de Europa. Se trata de una catedral luterana, que es la religión imperante aquí, y fue alzada a partir del siglo XI. Es decir, se trata de una iglesia realmente antigua, a caballo entre los estilos gótico y románico. El templo está dedicado a la Virgen María y a San Swithun o Suituno de Winchester, patrón de la ciudad.
El estilo recuerda algo al de las catedrales inglesas. Fue edificada en tiempos de Reinaldo, el primero obispo de Stavanger que había llegado de la inglesa ciudad de Winchester. Aunque la fachada está en obras, merece la pena echar un vistazo a su interior, bastante austero como corresponde al luteranismo.
Estos son los lugares más importantes que ver en Stavanger, una población que resulta una puerta de entrada ideal a los fiordos del oeste del país (y particularmente, al Lysefjord) y que utilizamos como campo base para disfrutar de varias de maravillas naturales que ofrece la provincia de Rogaland.