En este post os vamos a hablar acerca de 13 lugares que hay que ver en Portugal. A decir verdad, aunque todos ellos se pueden ver en un solo viaje al país luso, nosotros los hemos visitado en el transcurso de tres viajes distintos. El primero, en un viaje de 10 días que nos llevó de Lisboa a Oporto parando en distintos lugares como los Monasterios de Alcobaça o Batalha, el Convento de Cristo en Tomar o la ciudad de Coimbra. En un segundo viaje a Portugal nos adentramos en el Alentejo desde Extremadura. Por último, un tercer recorrido por Portugal nos permitió conocer los alrededores de Oporto, incluyendo Aveiro, Guimaraes e incluso el Alto Duero.
Desde luego, todos los lugares incluidos en esta lista de 13 sitios que hay que ver en Portugal se pueden visitar en un solo viaje. Para ello deberéis emplear un mínimo de 15 días. Podéis entrar por Lisboa y, después de visitar la capital y los alrededores, alquilar un coche para recorrer el Alentejo y, posteriormente, la Región Centro y Norte de Portugal para devolver el coche en Oporto.
Veréis que en este post acerca de los 13 lugares que hay que ver en Portugal, dos particularidades. Primero, que todos los sitios forman parte del Patrimonio Mundial. Desde luego, hay otros lugares que no forman parte de esta lista de la Unesco que merecen ser igualmente vistados: Cascais, Estoril u Obidos son tres ejemplos. La segunda particularidad es que no incluye ningún lugar del Algarve. Por el momento, no hemos visitado esta región. Es por ello que no hemos incluido ninguna de las maravillas del sur de Portugal.
13 LUGARES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD QUE VER EN PORTUGAL.
OPORTO
La segunda ciudad en importancia del país es una de las poblaciones más bellas que ver en Portugal e, incluso en toda Europa. Su centro histórico, con sus callejuelas asomándose a un rio Duero cercano ya a su desembocadura, son una delicia. Como también lo son las vistas de la ciudad desde la otra orilla, ya en la población de Vila Nova de Gaia. Desde lo alto de sus miradores y con el río Duero y el Puente de Dom Luis a nuestros pies, podemos alcanzar la más bonita de las panorámicas de la que es una de las ciudades más atractivas del continente. Entre los lugares que ver en Oporto de forma obligada no hay que olvidarse de su catedral, la estación de Sao Bento o la Torre de los Clérigos. No puede faltar en esta ciudad, visitar alguna de las mejores bodegas de Oporto.
GUIMARAES
Considerada como la Cuna de Portugal, fue incluida dentro de la lista del Patrimonio Mundial en 2001. Se puede visitar en una excursión de 1 día desde Oporto pues con 4 o 5 horas puede resultar suficiente para hacerse una buena idea de la ciudad que vio nacer a Alfonso Enriques, hijo de Doña Teresa y nieto de Alfonso VI de León y que acabaría siendo el primer rey de Portugal.
Entre los lugares que visitar en Guimaraes destacan la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira y el Padrón del Salado ubicado justo enfrente, la Plaza de San Tiago y el medieval Palacio de los Dugues de Braçança.
BRAGA
Ni una hora de camino separan Guimaraes de Braga, otro de los lugares que hay que ver en Portugal de forma obligada. Y más desde que la Unesco incluyera el Santuario del Buen Jesús del Monte en Braga en la lista del Patrimonio Mundial este mismo año (en 2019). Se trata de uno de los santuarios de peregrinaje más populares de Portugal. La iglesia se sitúa en lo alto de un montículo al que se llega tras superar una formidable escalera barroca en zigzag y que permite superar un desnivel de más de 100 metros de altura.
REGIÓN DEL ALTO DOURO
Uno de los paisajes más bellos que ver en Portugal lo encontramos en el Valle del Duero, a unos 100 km de Oporto. Nosotros contratamos una excursión al Valle del Duero desde Oporto para disfrutar de los campos de vides en terraza y de las maravillosas vistas del río desde lo alto de las carreteras. Además, todo recorrido por el Alto Duero debe completarse con la visita a alguna de las numerosas Quintas que se dedican al cultivo de la vid y a la elaboración del famoso Vino de Oporto que luego madurará en Vilanova de Gaia. Tampoco puede faltar un recorrido en rabelo por el río, para gozar de las vistas de las vides desde el propio Duero.
COIMBRA
Parada imprescindible en todo viaje a Portugal es la ciudad de Coimbra, una de las poblaciones más bellas y sede de una famosa Universidad, una de las más antiguas del mundo. Entre los lugares de visita obligada destacan su Vieja Catedral, el Convento de Santa Clara o el Jardín Botánico. Sin embargo, si algo convierte a Coimbra en uno de los lugares que ver en Portugal es su Universidad. Y concretamente, su maravillosa Biblioteca Joanina, una de las más bellas bibliotecas de toda Europa y auténtica joya del barroco. No es extraño que la Unesco incluyera la Universidad de Coimbra dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2013.
MONASTERIO DE ALCOBAÇA
El Monasterio de Alcobaça es el primero de los tres monumentos cristianos que hemos seleccionado para esta lista de lugares que hay que ver en Portugal. Se trata del más importante de los monasterios cistercienses del país y fue fundado a mediados del siglo XII. El motivo no fue otro que el de dar gracias al Señor por haber conquistado Santarem a los moriscos por parte de Alfonso I de Portugal, que fue su promotor.
La fachada de la iglesia conventual, de estilo gótico, recuerda al de las grandes catedrales francesas, aunque la culminación de sus torres corresponde ya al periodo barroco. El cenobio de comportó como verdadero Panteón Real, acogiendo las tumbas de Don Pedro y Doña Inés de Castro, noble de origen gallego perteneciente al linaje de la Casa de Castro. Ambos sepulcros reales se ubican en el crucero de la iglesia y son una verdadera obra maestra.
No menos espectacular resulta el claustro del monasterio, conocido como Claustro del Silencio, de dos pisos. El piso inferior es gótico y el superior, ya renacentista.
MONASTERIO DE BATALHA
Del Monasterio de Alcobaça al de Batalha que, como el anterior, también está incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad. En este caso fue Juan I quien mandó su construcción, a fin de agradecer el auxilio divino prestado durante la Batalla de Aljubarrota que ganó a los castellanos.
La iglesia conventual, iniciada a finales del siglo XIV en estilo gótico tardío, tardó 200 años en completarse. Este monasterio dispone de dos claustros. El primero es conocido como el Claustro Real y es el más bello, con una tracería a medio camino entre el gótico y el renacimiento. El segundo claustro, el claustro de Dom Alfonso V, es mucho más sobrio. Las Capillas Imperfectas son otro de los puntos culminantes del cenobio. Estaban destinadas a albergar el sepulcro de Juan I, aunque jamás terminaron de construirse.
CONVENTO DE CRISTO DE TOMAR
El tercero de los lugares religiosos que hemos incluido en esta lista de lugares que ver en Portugal es el Convento de Cristo de Tomar. La verdad es que los tres lugares están cerquita, de manera que se pueden visitar en la misma jornada, aunque para algunos pueda suponer un poco de empacho monumental.
El convento fue fundado en 1162 y perteneció a la Orden del Temple, aunque pasó posteriormente a la Orden de Cristo, heredera de la anterior. Los mejores arquitectos de Portugal colaboraron en la evolución del cenobio en los cuatro siglos siguientes, siempre bajo el paraguas real. De hecho, su estilo es un compendio de lo mejor de la arquitectura románica, gótica, manuelina, renacentista, manierista y hasta barroca portuguesa.
No es extraño que la Unesco incluyera al Convento en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1983.
LISBOA
Lisboa, capital del país, requiere un mínimo de tres jornadas para ser visitada con la calma que merece. Ciudad monumental donde las haya, es en el Barrio de Belem, donde encontramos algunos de sus lugares de imprescindible visita. El Monasterio y la Torre de Belem se llevan la palma y están considerados uno de los puntos culminantes del arte manuelino.
Sin embargo, cada barrio de Lisboa tiene su gracia. Alfama, con sus empinadas cuestas y laberínticas callejuelas que conducen a sus miradores; la Baixa con la reconstrucción llevada a término por el Marqués de Pombal y su maravillosa Plaza del Comercio; el Chiado con sus aires bohemios… la verdad es que Lisboa es una maravilla que merece ser disfrutada palmo a palmo.
Además, desde Lisboa se pueden hacer muchas excusiones, como al Palacio de Mafra, a Estoril y Cascais, a Sintra y su castillo o a Comporta y sus playas, cerca de la Reserva Natural del Estuario do Sado. Alma da Comporta se está convirtiendo en uno de los lugares de moda en los últimos años. En este artículo podís leer más acerca de los lugares imprescindibles que ver en Lisboa.
SINTRA
Con el nombre de Paisaje cultural de Sintra fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad un área que incluye buena parte de la Sierra de Sintra, muy cercana a Lisboa. Además de visitar el antiguo Palacio Real, el Palacio da Pena localizado en lo alto de un montículo, es la verdadera joya que atrae cada año a cientos de miles de visitantes hasta aquí.
Se trata del palacio de estilo romántico mandado construir por Fernando II de Portugal, un monarca de origen alemán que no dudó en dejarse influir por los aires llegados de Centroeuropa para erigir este curioso lugar, auténtico pastiche de colores y ecléctica mezcla de estilos que tanto dispone de estancias que recuerdan el estilo morisco, como otras donde se impone el neomanuelismo o el gótico.
El Palacio da Pena de Sintra supone una de las mejores excursiones desde Lisboa y uno de los lugares que hay que ver en Portugal de forma obligada.
PALACIO DE MAFRA
Otro de los lugares cercanos a Lisboa que merece la pena visitar es el Palacio de Mafra, mandado construir por Juan V en agradecimiento a su esposa, María Ana Josefa de Austria, tras darle descendencia.
Hay quien conoce a este lugar como el Escorial portugués, pero esto sería restar importancia a este palacio, basílica y convento que, por méritos propios, no debe ser comparado con obra alguna. La preciosa biblioteca monástica es una de las joyas del cenobio, y uno de los espacios más bellos que ver en Portugal. No es raro que la Unesco incluyera el conjunto en la lista del Patrimonio Mundial, por fin, en 2019.
ÉVORA
Évora y Elvas son las dos poblaciones del Alentejo que hemos incluido en esta lista de lugares que ver en Portugal. Ambas pueden visitarse tanto desde Lisboa como desde Extremadura, como fue nuestro caso.
Évora, que es una de las ciudades más antiguas de Portugal, ya fue ocupada en tiempo de los romanos. De hecho, su templo del siglo I nos recuerda los tiempos de la Ebora Liberalitas Julia romana. Visigodos y árabes también pasaron por aquí, antes de que la ciudad fuera conquistada por las tropas cristianas.
Entre los lugares que ver en Évora de manera imprescindible hay que destacar su catedral del siglo XIV, una obra de transición entre el románico tardío y el gótico, o la barroca iglesia de San Francisco con su capilla de los huesos. También merece la pena acercarse hasta el acueducto Água da Prata, que tiene una longitud total de 19 kilómetros. Si salimos a la ciudad extramuros por la Porta da Lagoa disfrutaremos de su tramo más fotogénico.
ELVAS
La última población incluida en esta lista de 13 lugares que ver en Portugal también forma parte del Patrimonio Mundial desde que fuera incluida en 2012. Ciudad fronteriza, dispone de algunas fortificaciones y guarniciones militares verdaderamente impresionantes, como los fuertes de Santa Lucía y el de Gracia.
Sin embargo, lo que más nos gustó de Elvas fue su ciudad intramuros, verdadera enjambre de estrechas callejuelas que se abren a distintas plazas. Entre los monumentos de imprescindible visita nadie debe perderse la barroca iglesia de la Orden Tercera de San Francisco, el medieval Castillo de Elvas o el Acueducto de Amoreira, obra de Francisco de Arruda, uno de los ingenieros civiles más sobresalientes del siglo XVI.
Y hasta aquí esta lista de 13 lugares que hay que ver en Portugal y que forman parte del Patrimonio de la Humanidad. Lo dicho: si un viaje no es suficiente para disfrutar de todos ellos, dedicadle más de uno. No solo por sus monumentos, Portugal jamás decepciona. Tampoco por su gastronomía o por sus gentes, el país luso resulta uno de los más agradables de visitar en toda Europa.