La Ruinas de Itálica son uno de los más importantes vestigios que la Antigua Roma legó en la Península Ibérica. Localizadas en la localidad de Santiponce, a solo una decena de kilómetros de Sevilla, suponen una excelente excursión de medio día desde la capital hispalense. Sin embargo, no son muchos los viajeros que hasta aquí se acercan, en comparación a los que llegan a Sevilla.
De hecho, nosotros decidimos visitar Itálica aprovechando nuestro viaje a Extremadura y de camino a Zafra, cuando habíamos volado al aeropuerto de Sevilla.
ITÁLICA EN LA HISTORIA. UN BREVE APUNTE.
Antes de hablaros de los lugares más importantes que hay que ver en Itálica, permitidme que os haga un brevísimo apunte histórico.
Itálica fue fundada en el año 206 aC y llegó a ser una población de bastante importancia, aunque jamás llegó a ser la capital provincial. De hecho, la población está considerada como la primera ciudad fundada por Roma más allá de la Península Italiana.
Prueba de la importancia de Italica durante la Antigua Roma es que la población vio nacer a dos de sus Emperadores. Trajano y Adriano eran naturales de Itálica. Normal, por tanto, que fuera durante aquel periodo (siglos I y II dC) cuando la ciudad gozara de mayor prestigio y prosperidad.
La población fue perdiendo importancia a partir del siglo IV, aunque jamás llegó a desaparecer. Eso sí, poco a poco fue desplazándose de su núcleo inicial para situarse en lo que hoy es la población de Santiponce. Itálica resistió a la época visigoda e incluso a la musulmana, siendo abandonada en el siglo XII.
QUÉ VER EN ITÁLICA.
He de decir que nosotros visitamos Itálica por libre, sin la ayuda del un guía, y fue un error. La verdad es que sin la ayuda de un experto no te enteras de la misa la mitad, de manera que os recomiendo que hagáis una visita guiada si queréis a aprovechar mejor la visita.
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LA CIUDAD ROMANA Y LAS VIVIENDAS PATRICIAS.
Se entra a la ciudad romana de Itálica por la que era la Puerta Norte. Enseguida nos encontramos con la ciudad antigua, con su plano ortogonal, tan habitual de las ciudades romanas. Lo que se visita, básicamente, es la Nova Ubs, que es el barrio que se edificó en la época de Adriano en el siglo II, como ampliación de la Vetus Urbs que era el trazado original.
En varios tramos podréis observar el sistema de alcantarillas de la antigua Itálica, con sus tuberías de plomo. El servicio de abastecimiento de aguas y la red de cloacas fueron un logro muy importante de la civilización romana.
En esta Nova Urbs de Itálica se pueden visitar varias viviendas patricias, que es de los más significativo que hay que ver en Itálica. Casi todas se distribuyen, como era habitual, alrededor de un patrio central. Entre las más bellas, destacan la Casa de los Pájaros o la Casa del Planetario. Estos nombres lo reciben del motivo que decora algunos de los mosaicos que ornamentaban los suelos de estas viviendas patricias.
Desde luego, no todas las casas tenían una decoración tan suntuosa, de manera que debemos entender este tipo de viviendas eran la excepción dentro de una población de importancia como era Itálica. De hecho, casi todas estas viviendas patricias están agrupadas en un mismo barrio, que sería donde residían las gentes más pudientes de Itálica.
La Casa de los Pájaros, por ejemplo, está edificada de manera que un patio con peristilo hace de distribuidor de las distintas estancias. En esta vivienda aristocrática no solo encontramos el mosaico de los pájaros, si no que casi cada estancia dispone de su propio mosaico.
La Casa del Planetario, otra de las más elegantes, tenía más de 1500 metros cuadrados de superficie. Lo más llamativo de esta vivienda es el mosaico que le da nombre y que dispone de siete medallones con bustos. Aquí están representados Venus, la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Saturno y el Sol. Es decir, las divinidades que representan los días de la semana.
Una tercera villa que hay que ver en Itálica es la Casa de la Exedra, dispuesta alrededor de un patio central, donde destaca una hermosa fuente. Esta villa disponía de distintos edificios, que incluían termas y palestra, y disponía de una superficie superior a 4000 metros cuadrados.
Si vas a visitar Sevilla probablement te interese echarle un vistazo a nuestro post acerca de los lugares que hay que ver en Sevilla. Es una guía con las visitas imprescindibles de la ciudad y aspectos prácticos sobre donde comer y donde dormir en Sevilla.
EL ANFITEATRO ROMANO DE ITÁLICA
Sin embargo, la construcción más importante que hay que ver en Itálica es el maravilloso anfiteatro romano, que ha llegado en bastante buenas condiciones a nuestros días. Se trata de uno de los mayores anfiteatros alzados jamás. Disponía de una triple gradería o cávea que lo dotaba de una capacidad para 25.000 espectadores.
El anfiteatro de Itálica fue edificado en época de Adriano, que ya hemos dicho que fue el momento de mayor prosperidad de la población. Podemos observar como en el subsuelo de la ovalada arena se localizaban las dependencias donde se custodiaban las bestias antes de salir al escenario.
EL TEATRO DE SANTIPONCE.
El último lugar que hay que ver en Itálica se localiza en el casco urbano de Santiponce. El teatro romano es bastante anterior al anfiteatro, pues data de los años 30 del siglo I, aproximadamente. La verdad es que tras el abandono sufrido a partir del siglo V, el teatro cayó en ruina. Sin embargo, desde finales del siglo XX fue restaurándose y hoy luce casi como antaño lo hizo. De hecho, en la actualidad es la sede del pujante Festival de Teatro de Itálica. Desde luego, no puede compararse con el Teatro de Mérida, pero la verdad es que con una capacidad para hasta 3000 espectadores no era tampoco una obra menor.
Y hasta aquí lo que dio de si nuestra visita por los lugares más importantes que ver en Itálica. Si vais a visitar Sevilla por 3 o más días y os gusta todo lo que hace referencia al mundo romano, merece la pena que echéis un vistazo a este yacimiento arqueológico. Para nosotros fue una auténtica sorpresa y nos alegramos de haberlo conocido.
crédito es esta foto: Manuel Romero