Qué ver en Belgrado en un par de días. Como sabéis, Belgrado es el capital Serbia y lo fue de lo que un día fue de la extinta Yugoslavia. Supuso nuestra primera visita en un viaje que nos llevó por varios países balcánicos, incluidos Macedonia, Kosovo y Albania.
No voy a decir que Belgrado sea una de las ciudades más bonitas de Europa. No lo es. Tampoco que haya muchos grandes monumentos que ver en Belgrado. Esto no es París, Roma o Londres, desde luego. Sin embargo, Belgrado nos pareció una ciudad de lo más vital y con mucho ambiente, especialmente en verano, que fue cuando la visitamos. Una ciudad de agradables paseos a la que merece la pena dedicarle un par de días.
QUÉ VER EN BELGRADO
PASEO MATINAL POR EL CENTRO HISTÓRICO DE BELGRADO.
PLAZA DE LA REPÚBICA Y CALLE KNEZ MIHAILOVA.
Casi cualquier paseo por Belgrado empieza por la Plaza de la República, dominada por la estatua ecuestre del Príncipe Mihail III Obrenović, uno de los héroes de la nación serbia por haber expulsado los otomanos. Se trata de uno de los lugares con más ambiente de la ciudad y algo así como el lugar de quedada oficial de la juventud Serbia. En esta plaza se ubican en Museo Nacional y el Teatro Nacional.
Desde la Plaza de la República tomamos la Calle Knez Mihailova, que recibe el nombre del héroe que hemos citado. Esta calle, peatonal, es la vía más comercial de Belgrado. Se trata de una arteria por donde pasareis en varias ocasiones, pues no solo está repleta de comercios, si no también de bares y restaurantes y la verdad es que resulta animada a todas horas. Al menos, en verano y sobretodo en la parte final, que es la que ya da al Kalemegdan.
FORTALEZA DEL KALEMEGDAN
Al final de la Calle Knez Mihailova, llegaréis a la colina donde se ubica la fortaleza Kalemegdan, uno de los lugares más importante que ver en Belgrado. Se trata de la colina donde se habría sido fundada la primitiva Singidunum romana, aunque posteriormente casi todas las civilizaciones centroeuropeas y de los balcanes se pasaron por aquí, incluidos los austro-húngaros y los turcos.
En la actualidad se puede visitar una enorme fortaleza convertida en museo militar, repleta de murallas y torreones. También encontraréis aquí un par de iglesias ortodoxas, las Ruzica y Petka. Sin embargo, lo que más nos gustó del Kalemegdan son las vistas que desde aquí se tienen del río Danubio.
CATEDRAL DE SAN MIGUEL
Bajamos de Kalemgdan para visitar una de las iglesias más importantes que hay que ver en Belgrado. Está dedicada al Arcángel San Miguel y no dista más de 100 metros de Knez Mihailova, tomando Kralija Petra.
Aunque es conocida como Catedral de San Miguel, no os os penséis que se trata de un templo monumental, ni mucho menos. Esta iglesia fue erigida a mediados del siglo XIX y destaca por su torre campanario y por el bonito iconostasio de su interior.
RESIDENCIA DE LA PRINCESA LJUBICA.
Al doblar la esquina os encontraréis con otro de los lugares que hay que ver en Belgrado de forma imprescindible. Hablo de la bonita Residencia de la Princesa Ljubica. Se trata de una preciosa vivienda tradicional, pintada de blanco y erigida en el primer tercio del siglo XIX, que recuerda mucho a algunas de las viviendas de estilo otomano que visitamos en Bulgaria.
El príncipe Miloš Obrenović mandó construirla no solo como vivienda familiar, si no como residencia de la corte serbia. Se puede visitar su interior y la verdad es que merece la pena.
QUÉ VER EN BELGRADO, MÁS ALLÁ DEL CENTRO HISTÓRICO. PASEO VESPERTINO.
Ya veis que más que grandes monumentos, en Belgrado lo que tenéis que hacer es pasear, sin más, observando de paso, algunos lugares de mayor interés. Más allá del centro histórico, que es la zona que hemos visitado por la mañana y que queda justo a los pies del Kalemegdan, merece la pena visitar algunos lugares que quedan algo más distantes.
PALACIO NUEVO DE BELGRADO.
Es la sede de la Presidencia de Serbia, un edificio del siglo XX neobarroco, que desempeñó las funciones de residencia real de la Casa Real de Karađorđević de Serbia y el posterior Reino de Yugoslavia.
EL PARLAMENTO DE SERBIA. EL EDIFICIO DE LA ASAMBLEA NACIONAL SERBIA.
Al lado del Palacio Nuevo queda un parque arbolado. Si pasáis por su interior enseguida llegaréis a una gran avenida donde se localiza nuestro siguiente objetivo: el Parlamento de Serbia. Se trata de uno de los edificios más monumentales de Belgrado, de estilo neoclásico y coronado por una enorme cúpula. Konstantin Jovanović fue el arquitecto que diseñó este edificio que se inauguró en 1933.
SAN MARCOS
Ni 100 metros separan el Parlamento de Serbia de la iglesia de San Marcos, otra de los templos que hay que ver en Belgrado. Fue erigida también en el primer tercio del siglo XX en estilo neobizantino. La verdad es que la mayoría de grandes iglesias de Belgrado no son nada antiguas, algo que sorprende bastantes acostumbrados a los templos románicos, góticos o barrocas de Europa. Impresiona más su fachada que su interior, pues por dentro resulta bastante sobria.
CATEDRAL DE SAN SAVA.
Llegamos por fin al templo más importante que hay que ver en Belgrado. Se trata de la Catedral de San Sava. Este enorme templo, de color blanco inmaculado, no es para nada antiguo si no que, al contrario, sigue en construcción, aunque se empezó a levantar a partir de la década de los 30 del siglo XX.
San Sava es el templo de mayor tamaño de todos los Balcanes y una de las mayores iglesias de todo el mundo. Sin embargo, nos pareció un poco faltado de alma. No quiero que me malinterpretéis, porque el templo es francamente majestuoso. Sin embargo, en comparación con muchas iglesias ortodoxas que hemos visitado en los Balcanes o en Rusia, la verdad es que San Sava queda un pelín frío. Quizá cuando se completen los mosaicos interiores, la cosa mejore.
La verdad es que en el mismo parque donde se ubica San Sava, se alza una más pequeña iglesia que nos pareció bastan te más encantadora, también dedicada al mismo santo.
Mientras estamos por San Sava va oscureciendo, de manera que al final podemos disfrutar de este templo iluminado, lo cual resulta bastante espectacular.
Y la verdad es que esto fue lo que dio de si nuestra visita a los lugares más importantes que hay que ver en Belgrado, una ciudad que no podemos decir que nos haya enamorado, ni mucho menos, pero que nos pareció muy vital y con bastante ambiente.