El Magma Unesco Geopark fue el destino de nuestro cuarto día en la Región de Stavanger. Ya hemos escrito en algún otro post que más allá de visitar Stavanger y subir al Preikestolen, la provincia noruega de Rogaland ofrece bastantes atractivos. Es por eso que dedicamos 4 jornadas enteras a visitar la zona y, en realidad, nos quedamos cortos.
El Magma Unesco Geopark es una extensa área geográfica situada al sur de Stavanger, de enorme valor paisajístico y geológico, hasta el punto que la Unesco la ha incluido en su lista de geoparques, formada en la actualidad por 147 áreas pertenecientes a 41 países.
Una de las características más singulares del Magma Unesco Geopark es que sus rocas son del mismo tipo que las que se encuentran en la superficie de la luna, lo que ha dado lugar a no pocos estudios por parte de geólogos.
En la actualidad, el Magma Unesco Geopark ofrece un buen número de oportunidad para el senderismo, pero también la posibilidad de visitar tranquilas poblaciones, lugares de importancia cultural o histórica o paisajes realmente bellos, como el fiordo de Jøssing o los más de 6000 lagos y lagunas que aquí se ubican. La mejor manera de visitar el Magma Unesco Geopark desde Stavanger es mediante un coche propio o de alquiler, puesto que aunque es posible trasladarse en transporte público hasta las poblaciones más importantes (como por ejemplo, Egersund), luego no resulta fácil llegar hasta los lugares donde empiezan los senderos más atractivos o poder visitar algunas poblaciones más pequeñas.
NUESTRA VISITA AL MAGMA UNESCO GEOPARK DE NORUEGA.
Una vez decidido que visitaríamos esta zona, debíamos escoger qué ver en el Magma Unesco Geopark, porque las posibilidades son muchísimas y nosotros solo disponíamos de un día. Finalmente esta fue nuestra elección: partíamos de Stavanger a primera hora de la mañana en dirección sur por la carretera E39 (el paisaje trufado de lagos resulta espectacular) en dirección Egersund. Primero realizaríamos un trekking hasta el Trollpikken, una curiosa formación rocosa. Después nos dirigiríamos al Jøssingfjord para visitar su Helleren (luego os explicaré que es). Posteriormente, nos acercaríamos hasta el la cercana y costera población de Sogndalstrand. Bien cerquita, haríamos un alto en el camino para fotografiar la iglesia de madera de Sokndal. Finalmente, tras pasear un poco y merendar en Egersund, regresaríamos a Stavanger (en realidad, directos al aeropuerto) por la Ruta del Mar del Norte (la carretera escénica costera que une Kristiansand con Haugesud).
EL TREKKING DEL TROLLPIKKEN, EL SENDERO MÁS POPULAR DEL MAGMA UNESCO GEOPARK
La primera visita que realizamos en el Magma Unesco Geopark es la del trekking al Trollpikken. Para realizarlo debéis dejar el coche en el párking habilitado (aquí tenéis su ubicación GPS en Google Maps). Se trata de un sendero fácil y familiar, que aproximadamente en una hora de recorrido te lleva hasta la curiosa formación conocida como Trollpikken. En lengua noruega: el pene del Troll.
El Magma Unesco Geopark se ubica en una de las zonas más conservadoras del país, de manera que cuando la curiosa piedra formada hace miles de años fue bautizada con el nombre de Trollpikken no gustó nada a algunos grupos religiosos, provocando distintos tipos de protestas. Incluso, en 2017, la piedra se hizo mundialmente famosa porque fue literalmente cortada con la ayuda de utensilios, aunque esta barbaridad jamás fue reivindicada por nadie. La cuestión es que en los siguientes días, los lugareños se encargaron de reponer el Trollpikken a su lugar original, algo que reportó aún más fama al lugar.
A parte del destino final del sendero, el Trollpikken, la verdad es que la ruta tiene bastante encanto, transitando entre curiosas formaciones rocosas que, por lo visto, son del mismo tipo que las existentes en la luna. Además, se atraviesa por algunos riachuelos, hasta el punto que al regresar del Trollpikken acabé disfrutando de un refrescante (frío, más bien) baño en uno de ellos.
JOSSINGFJORD Y EL HELLEREN
Tras regresar al coche tomamos rumbo al pequeño fiordo del Jøssingfjord, para conocer su Helleren. Para llegar hasta aquí debemos transitar por una sinuosa carretera. Desde lo alto y antes de bajar a pies del fiordo, se disfruta de una maravillosa vista de la entrada de agua natural.
Allá en lo bajo se ubica el Hellaren del Jøssingfjord. Un «Helleren» es una formación rocosa sobresaliente que ofrece refugio a personas y animales. Es decir, una suerte de gran abrigo rocoso. En este fiordo encontramos uno de los Helleren más conocidos de Noruega, con una longitud de 60 metros de largo, y cuya historia que se remonta a la temprana Edad de Piedra, pues desde aquella época la formación era utilizada para el refugio.
En la actualidad se han conservado dos viviendas del siglo XIX. Ambas utilizaban los 10 metros que el Helleren sobresalía de la roca como techo natural, a fin de cobijarse de la lluvia y el viento. Estas viviendas solían ser de pescadores, que eran las gentes que habitaban la zona desde tiempo inmemorial y, en realidad, hasta hace pocas décadas. El Helleren fue abandonado en la década de 1920, pero las dos viviendas siguen allí y se pueden visitar libremente, resultando un excepcional testigo de aquella época pretérita.
SOGNDALSTRAND, UN PRECIOSO PUEBLECITO DEL MAGMA UNESCO GEOPARK
Nuestra visita al Magma Unesco Geopark prosigue en la pequeña y costera población de Sogndalstrand. Debemos dejar el coche en un aparcamiento gratuito, pues la entrada de vehículos no está permitida.
Sogndalstrand es una pequeñísima población de viviendas de madera, la mayoría pintadas en color blanco. En cierta manera nos recuerda a la Gamle Stavanger. Por lo visto, sus habitantes se dedicaron durante bastante tiempo a la pesca, aunque esto ya no parece ser así. De hecho, durante la segunda mitad del siglo XX los lugareños fueron abandonando Sogndalstrand. Sin embargo, de la mano de Eli y Jan Oddvar Omdal el pueblecito renació de sus cenizas a partir de 1990. Ellos fueron quienes fundaron el coqueto Sogndalstrand Kullturhotell formado hoy por 10 edificios distintos, que es algo así como el alma de la Sogndalstrand del siglo XXI. Sin embargo, la verdad es que este pequeño núcleo poblacional se muestra desierto durante nuestra visita, un domingo de finales de septiembre. Seguramente en julio y agosto no sea así, pues parece que muchas de las viviendas de la población no son más que residencias estivales. Incluso el Sogndalstrand Kullturhotel permanece también cerrado y ni tan solo podemos tomar un café en todo el pueblecito. Eso sí, la estampa de esta pequeña población en la desembocadura del río salmonero Sokna, es preciosa.
IGLESIA DE SOKNDAL
Aunque nuestra última visita del Magma Unesco Geopark será la población de Egersund, antes nos paramos en Sokndal, que está a solo 3 km de Sogndalstrand. En realidad, solo nos detenemos para fotografiar la bonita iglesia de madera del pueblo. Desde luego, nada tiene que ver con las preciosas stavkirke del norte, pero la verdad es que este templo con capacidad para 840 personas y consagrado en 1807, nos parece una maravilla.
EGERSUND
El último lugar que visitamos en el Magma Unesco Geopark es la población de Egersund, que es la mayor de la zona con unos 12.000 habitantes. Se trata de una población costera que durante años vivió casi exclusivamente de la pesca.
La verdad es que cuando llegamos a Egersund, sobre las 4 de la tarde, la población parece una ciudad museo, sin alma alguna. Suponemos que en verano debe ser distinto. Los edificios son, también aquí, casi todos de madera y la verdad es que, particularmente la calle principal peatonal, resulta bien bonita. Nos sorprende, por cierto, encontrarnos con una iglesia metodista bastante grande. Sin embargo, incluso aquí nos cuesta dar con algún lugar donde tomar un café, algo que no parece muy extendido en Noruega más allá de las grandes ciudades.
Finalmente podemos hacer un alto en el camino en el Hauen Kro, donde la tarta de almendras resulta deliciosa. Después, tomamos nuevamente el coche en dirección norte. A través de la escénica Carretera del Mar del Norte nos dirigimos hasta el aeropuerto de Stavanger donde debemos tomar el avión de regreso a Barcelona. Antes aún haremos una breve parada en una playa. ¿Una playa en la costa oeste de Noruega? Pues sí, por lo visto también aquí hay playas. Y aunque casi la visitamos en solitario, parece que en julio y agosto sí que resulta bastante concurrida. Eso sí, las aguas nos resultan heladas acostumbrados, como estamos, al Mar Mediterráneo.
Ello pone punto final a nuestra visita al Magma Unesco Geopark de Noruega, un lugar bastante poco conocido y que, sin embargo, nos ha encantado conocer.