La mezquita de Touba, en Senegal. Cuna del muridismo y una de las más bellas de África.

La mezquita de Touba ha sido nuestra última visita durante el viaje a Senegal. Aunque el camino más recto y rápido entre el desierto de Lompoul, donde hemos pasado la última noche, y el aeropuerto de Dakar no pasa precisamente por Touba y que para visitar la Mezquita de Touba hemos tenido que realizar un par de cientos de kilómetros de más, no queríamos dejar de visitar la que es una de las mezquitas más bonitas de África (y del mundo entero).

IMPORTANTE. NO VIAJES SIN SEGURO A SENEGAL. Si vas a viajar a Senagal, no se te ocurra viajar a Senegal sin un seguro médico. El seguro de viaje de IATI está considerado uno de los mejores seguros de viaje, cubre los gastos médicos y de anulación, te atienden en español desde el extranjero y no tienes que adelantar nada de dinero. 5% de descuento si contratas desde aquí.

TOUBA, CUNA DEL MURIDISMO, EL SUEÑO DE AMADOU BAMBA.

La Mezquita de Touba está situada en la ciudad de Touba, como es lógico, considerada la ciudad santa del muridismo, una suerte de cofradía musulmana sufí de enorme arraigo en Senegal (y en menor medida, en Gambia).

La cofradía u orden muridí fue fundada por Amadou Bamba en 1883, un personaje de lo más controvertido y que descendía de familia de morabitos musulmanes. Bamba se circunscribe dentro de islamismo más ascético, escribió numerosas obras de glorificación a Dios y predicó la paz por todo el país antes de fundar Touba, la ciudad donde está enterrado. Sin embargo, las autoridades francesas recelaron del fundador del muridismo en numerosas ocasiones lo que lo llevó al exilio forzado. Primero en Gabón, donde estuvo siete años, y posteriormente en Mauritania.

La mezquita de Touba fue iniciada a partir de 1887, aunque no fue completada hasta 1963. Eso dicen, al menos, las crónicas oficiales, porque lo cierto es que, a día de hoy, las obras siguen adelante y la mezquita de Touba no para de crecer año tras año. En la actualidad, la mezquita y la orden de los muridís están controladas, de alguna u otra forma, por los descendientes de Amadou Bamba. Y la verdad es que toda la ciudad vive, de una u otra manera, a la sombra de la Gran Mezquita de Touba. Particularmente durante el Gran Magal,  que es la gran peregrinación anual que acontece en la mezquita el 18 del safar, que es el segundo mes del calendario islámico.

El Gran Magal es una de las más grandes peregrinaciones religiosas que se realizan sobre la faz de la tierra. Durante el Gran Magal, unos tres millones de seguidores de la orden muridí se acercan hasta la Gran Mezquita de Touba para rezar en la tumba de su fundador, Amadou Bamba. La peregrinación, que viene realizándose desde 1928 (desde un año después de la muerte del santo) conmemora el exilio forzado de Bamba en Gabón, en 1895. Os dejo un video del Gran Magal de Touba.

VISITA A LA MEZQUITA DE TOUBA

Nuestra visita a Touba se limita a la Gran Mezquita. Nuestro guía y conductor ha contactado con un guía local que será quien se encargará de guiarnos por la mezquita. No nos queda nada claro si la visita se puede realizar por cuenta propia. Lo cierto es que algunos blogs explican que no han podido visitar la mezquita de Touba por estar reservada a los musulmanes. Sin embargo, nosotros sí que tuvimos acceso a la misma. Solo se nos impidió el paso a algunos de los lugares más sagrados.

Para entrar en la mezquita nos ponen, a Isa un pañuelo en la cabeza y a mí una especie de túnica blanca. A Marc lo dejan entrar en pantalón cortos. Entramos descalzos, por supuesto.

Primero damos una vuelta por lo que son los patios exteriores de la mezquita. Por lo que vemos, aunque la mezquita se dio por terminada hace ya muchos años, siguen haciéndose obras. Nuestro guía nos explica que siempre es así, porque cada vez hay más fieles, de manera que deben ampliarse las dependencias.

La mezquita tiene cinco minaretes, una menos que la Mezquita Azul de Estambul. El más alto de todos, mide 87 metros. Lo curioso es que, aunque todos ellos están coronados por una especie de cupulilla, no todos son iguales ni del mismo tamaño. También hay algunas cúpulas (contamos tres), aunque no tan espectaculares como las que se pueden ver en otras mezquitas.

Rodeando la mezquita se ubican los pabellones donde se encuentran los mausoleos de los distintos califas de la orden de los mausoleos. Algunos ellos eran hijos del mismo Amadou Bamba.

Después entramos en el interior de la mezquita, donde podemos ver distintas salas de oraciones aunque no la central. La verdad es que la ornamentación en bellísima. Está bastante claro que no se repara en gastos para alzar el que es uno de los más excelsos templos del Islam. Lo cual llama la atención en un país donde la población no nada, precisamente, en la abundancia. De hecho, algunos senegaleses nos han mostrado su recelo por cómo viven los últimos califas, con palacio incluido, a costa de un pueblo que apenas puede costearse las necesidades básicas.

Durante el paseo por las distintas salas a las que tenemos acceso encontramos bellas alfombras, elaborados mocárabes, cúpulas ornamentadas con mucho gusto, enormes lámparas, arabescos que recuerdan a los palacios andalusís con sus arcos polilobulados y mármol por doquier, que nos cuentan que ha sido traído desde Italia. La verdad es que sin resultar tan espectacular como la Mezquita de Abu Dhabi, sin duda la más espectacular entre las mezquitas modernas que hemos visitado, esta Mezquita de Touba se encuentra entre las más bellas que hemos tenido la oportunidad de visitar.

Lo cierto es que, a estas horas del mediodía, son más bien pocos los feligreses que encontramos en esta mezquita de Touba. Pero la verdad es que hemos visto fotografías y videos del Gran Magal, donde la Gran Mezquita de Touba se convierte en un tremendo enjambre humano.

Nuestro paseo por la mezquita dura aproximadamente unos 20 minutos. Hemos tenido que esperar al último día de este viaje para visitar el monumento más espectacular que visitar en Senegal. Normal, pues a este país, al fin y al cabo, no se viene a ver monumentos ni museos. Pero la verdad es que desviarnos de la ruta para visitar la Mezquita de Touba ha merecido la pena.