Visitar la Mezquita de Córdoba supone un argumento suficiente para viajar a esta ciudda y, en realidad, para emprender una ruta por Andalucía. Pocos monumentos hay en España con el magnetismo de este fabuloso templo que lo fue de la fe musulmana y lo es, desde que Fernando III reconquistara la ciudad en 1236, del cristianismo, ahora con el nombre de Catedral de la Asunción de Nuestra Señora.
En el post donde hablamos de los lugares más importantes que ver en Córdoba ya comentaba que visitar la mezquita de Córdoba supone conocer un lugar que, de forma invariable, ocupa un lugar destacado en todas las listas que resumen los monumentos más bellos de España. Sin duda es también una de las mezquitas más bonitas del mundo. De hecho, aunque la mezquita de Córdoba ostente el título de catedral es evidente que aquello que atrae hasta aquí a centenares de miles de visitantes año tras año es la magnífica edificación musulmana, con su icónico bosque de columnas y arcadas y su maravilloso minhrab, uno de los más bellos del arte islámico. En este post hablaremos indistintamente, tanto de de Mezquita de Córdoba como de Mezquita-Catedral de Córdoba.
CÓMO VISITAR LA MEZQUITA DE CÓRDOBA
Antes de explicar un poco la historia de la Mezquita de Córdoba y de los lugares más importantes que ver en ella, os explico cómo visitarla.
1. VISITAR LA MEZQUITA DE CÓRDOBA DE LA MANO DE UN GUÍA EN ESPAÑOL.
Desde luego, la mejor opción, puesto que vais a disfrutar de las enseñanzas de un guía oficial en español, por solo un poco más de precio del que cuesta la entrada al monumento. Con el precio del tour se incluye la entrada sin colas a la mezquita de Córdoba.
Tenéis 2 opciones a escoger:
- Visita guiada en español a la Mezquita de Córdoba con entrada prioritaria incluida.
- Visita guiada en español COMPLETA a todos los lugares más importantes de Córdoba. Incluye la entrada prioritaria y el guía en español a la Mezquita de Córdoba, la Capilla de San Bartolomé, la Sinagoga y el Alcázar de los Reyes Cristianos.
2. VISITAR LA MEZQUITA DE CÓRDOBA POR VUESTRA CUENTA.
Solo tenéis que acercaros a la mezquita y comprar la entrada. El precio de la entrada general es de 10€ (5€ para los niños de 10 a 14 años). Además, tendréis que pagar a parte la audioguía, si así lo queréis.
LA MEZQUITA DE CÓRDOBA. BREVE HISTORIA
La Mezquita de Córdoba fue construida justo en el lugar donde se ubicaba la Basílica de San Pedro Mártir, un templo cristiano del siglo VI. El año 711 es el de la toma de Córdoba por parte de los árabes. Desde casi un principio se estableció que los musulmanes ocuparían parte del templo cristiano para su culto, dejándose parte de la Basílica para el credo cristiano.
Sin embargo, Abderramán I, que se había proclamado I Emir de Córdoba allá por el año 780, decide iniciar un nuevo templo dedicado únicamente al culto del Islam: había nacido la mezquita de Córdoba.
Al visitar la mezquita de Córdoba podremos recorrer el templo primigenio de la época de Abderramán I, de 11 naves, con la media, que lleva al minhrab (que es posterior), más amplia. Pero también podremos ver, a través de un cristal, parte del subsuelo de la mezquita, donde encontramos los cimientos de la citada Basílica de San Pedro Mártir.
Los distintos emires que sucedieron a Abderramán I ampliaron notablemente la Mezquita de Córdoba. Especialmente Abderramán II, y ya en época califal, Abderramán III (que construye un nuevo alminar), Alhakén II y Almanzor.
Finalmente, el Califato de Córdoba llega a su final con la conquista cristiana de Córdoba, por parte de Fernando III de Castilla, en 1236. En éste momento, el templo es convertido en catedral. Durante los siglos XIII y XIV, el templo se adapta a las nuevas funciones como Catedral, erigiéndose la nave gótica y la Capilla Mayor. En 1371 se da por terminada la Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba, y en 1489, la nueva Capilla Mayor. Por suerte, y a diferencia de lo que pasó con la conversión de la Mezquita Mayor de Sevilla en Catedral de Sevilla, se conservó casi de manera intacta la mayor parte de la fabulosa sala de oraciones de la vieja Mezquita de Córdoba, que es hoy en día uno de los grandes orgullos de la ciudad.
PEQUEÑA GUÍA PARA VISITAR LA MEZQUITA DE CÓRDOBA
Entramos a la Mezquita-Catedral de Córdoba por la Puerta del Perdón, que está junto al campanario y que fue terminada en 1377. La torre-campanario adyacente se integró en el antiguo minarete alzado en tiempos de Abderramán III (éste fue el Califa que encargo la construcción de la ciudad palaciega de Medina Azahara), tal y como pasó con el minarete de la mezquita mayor de Sevilla, que fue convertido en la famosa Giralda.
La puerta da acceso al patio de los naranjos, antiguo patio de abluciones de la mezquita de córdoba, poblado no solo por naranjos, si no también por palmeras y cipreses.
La Puerta de las Palmas es la que da acceso a la sala de oraciones desde el patio. Es de origen musulmán, como revela su arco en herradura, aunque el cuerpo plateresco de la parte superior fue añadido en el siglo XVI. Esta puerta da acceso a lo que fue la mezquita de Córdoba primigenia. Es decir, la alzada en tiempos de Abderramán I, que se inspira en la de Damasco, de donde procedían los Omeyas. Aquí ya podemos disfrutar de este enorme bosque de columnas que se dispersa por toda la sala de oración. Y particularmente, de esta doble arcada tan característica de Córdoba, que es la encargada de sustentar el techumbre de la mezquita. Las dovelas alternan piedra blanca con ladrillo rojo. A la derecha queda una zona donde un cristal en el suelo permite contemplar, en el subsuelo, lo que fue la antigua Basílica de San Vicente. Si seguimos andando en la misma dirección nos encontraremos con las ampliaciones acontecidas en las épocas de Anderramán II (aquí las columnas no tiene basas y los capiteles usaron la técnica del trépano para su ornamentación) y Alhakén II, con sus lucernarios y su maravilloso minhrab, que supone uno de los puntos culminantes al visitar la mezquita de Córdoba.
El mihrab, como decía, supone uno de los momentos culminantes del arte árabe. Los arquitectos usaron elementos visigodos, bizantinos y mesopotámicos para crear el mihrab y la maqsura. La cúpula, por ejemplo, nos remite a los dorados mosaicos bizantinos. Pero es el mihrab, en si mismo, la pieza más destacada del conjunto con sus dovelas utilizando distintas tipos de piedras que resulta de una exquisitez sin precedentes.
Si acabamos de dar la vuelta a la mezquita, en el sentido antihorario, nos encontramos con la ampliación de Almanzor. En este caso, las dovelas no alternan ladrillo y piedra como hasta aquel momento había sido, si no que imitan a los de la mezquita primigenia mediante la pintura. Con esta ampliación, el mihrab queda desplazado a la derecha respecto el nuevo eje de la mezquita.
LA CATEDRAL DE CÓRDOBA
Tras visitar lo que hace referencia a la antigua Mezquita de Córdoba es hora de conocer las intervenciones que se realizaron en la época cristiana, cuando el templo se convirtió en catedral católica.
Justo en el centro queda el crucero, que supone una conjugación del estilo gótico y renacentista, con toques manieristas. Justo por detrás del crucero queda el coro, con su sillería del siglo XVIII. Más espectacular, incluso, resulta la Capilla Real. Se trata, en realidad, de una intervención anterior a la del propio crucero, pues fue alzada en el año 1371 por orden de Enrique II. Sin embargo, no se permite el acceso al visitante, de manera que solo podemos vislumbrar la pare alta de la capilla, ornamentada con yeserías, y la techumbre, con sus preciosistas mocárabes.
El los laterales de la Mezquita se diseñaron un buen número de capillas. Sin embargo, mención especial merece la parroquia del Sagrario, al sureste, con su rico programa iconográfico, propio ya del renacimiento.
La verdad es que visitar la Mezquita de Córdoba supone disfrutar de uno de los momentos culminantes del arte en la Península Ibérica y constituye, como dije, un motivo suficiente para viajar a Córdoba.