El Gran Elefante de Nantes es la punta de lanza de un enorme proyecto que se está llevando a cabo en la Isla de Nantes desde principios del siglo XXI. En este post te vamos a explicar qué es el Gran Elefante de Nantes, pero también acerca del proyecto general de Las Máquinas de la Isla y del lugar donde se ubica todo este conjunto.
LA ISLA DE NANTES. DE LOS ASTILLEROS AL SIGLO XXI.
El proyecto de Las Máquinas de la Isla, con el Gran Elefante de Nantes como elemento más destacado, se localiza en la que es conocida como Isla de Nantes. Se trata de una enorme isla fluvial localizada en el cauce del río Loira, que queda unida al resto de la ciudad de Nantes por varios puentes.
Esta Isla de Nantes no fue tal hasta el siglo XIX. Hasta entonces, se trataba de un auténtico archipiélago formado por múltiples islotes. Fue en aquel momento cuando los distintos brazos del Loira fueron rellenados con tierra a fin de formar esta gran isla que tiene una longitud cercana a los 5 km y una anchura máxima de uno. Además, fue en esta época cuando la Isla de Nantes se convirtió en punta de lanza de la industria naval de la ciudad. Aquí se alzaron un buen número de astilleros que nutrieron de navíos media Europa. Sin embargo, la competencia asiática, junto a otros condicionantes, terminaron por hacer colapsar aquella industria. La Isla de Nantes debió reconvertirse.
En la actualidad, la Isla de Nantes es uno de los lugares preferidos para el habitual paseo dominical de los nanteses. En este espacio se han alzado un buen número de edificios modernos, como el de la Escuela de Arquitectura o los nuevos Tribunales de Justicia, obra de Jean Nouvel. Además, la isla se ha poblado de un incesante número de obras de arte contemporáneo de gran tamaño. Muchas de ellas forman parte de los proyectos. El Viaje a Nantes (un festival veraniego que cada año atrae nuevas obras de arte pensadas por artistas llegados de todo el mundo) y Estuaire Nantes, un proyecto del que os hablaremos en otro post.. Los anillos de Danniel Buren, Métre a Ruban de Lilian Bourgeat, l’Arbre a Basket, de A/LTA studio o un conjunto de mesas de ping pong de lo más originales son algunos ejemplos.
Además, algunos de aquellos viejos astilleros así como dos de las antiguas y enormes grúas se han mantenido o reacondicionado, a fin de mantener viva la memoria de aquellos dos siglos en que Nantes se convirtió en capital francesa de la industria naval.
Sin embargo, el gran proyecto dinamizador de la Isla de Francia es el de Las Máquinas dela Isla. Y particularmente, el del Gran Elefante de Nantes. Este último se ha convertido, sin duda alguna, en uno de los grandes emblemas de la Nantes del siglo XXI.
EL GRAN ELEFANTE DE NANTES Y LAS MÁQUINAS DE LAS ISLA.
El Gran Elefante de Nantes es, sin embargo, el reclamo más importante de la Isla de Nantes y el máximo exponente de lo que se conoce como Las Máquinas de la Isla.
Fue en 2004 cuando en una asociación entre la ciudad de Nantes y la compañía de teatro La Machine, surgió este universo mecánico de la mano de dos mentes privilegiadas: François Delarozière y Pierre Orefice.
El primer resultado de todo aquello fue el Elefante de Nantes que fue inaugurado en 2007. Aquel mismo año se abrió la Galería de las Máquinas y en 2007, el tercer brazo de estas Máquinas de la Isla: el Carrusel de los Mundos Marinos.
EL GRAN ELEFANTE DE NANTES
Este Gran Elefante es un enorme animal mecánico, a escala cinco veces superior a lo que es el animal africano. Estamos hablando de una máquina de 12 metros de altura y 48 toneladas de acero y madera, que es capaz de llevar a bordo una cincuentena de pasajeros, en un proyecto que parece surgido de las mentes de Leonardo da Vinci y del más universal de los nanteses: Julio Verne.
El Gran Elefante de Nantes se localiza en una suerte de hangar que no era más que uno de los antiguos astilleros de la Isla de Nantes. En este mismo espacio se ubica La Galería de las Máquinas. Cada mañana (los horarios concretos los podéis mirar aquí), el elefante parte del hangar en dirección al Carrusel de los Mundos Marinos en un trayecto que dura algo menos de media hora. La verdad es que se trata de un momento realmente emocionante, tanto para quienes viajan a bordo del animal como para quienes se quedan fuera, disfrutando del espectáculo. La máquina no solo imita perfectamente los movimientos de un elefante real si no también sus bramidos. Incluso es capaz de lanzar agua desde su trompa a los despistados espectadores que gozan atónitos del espectáculo.
LA GALERÍA DE LAS MÁQUINAS
La segunda pata de esta Isla de las máquinas es lo que se conocer como Galería de las máquinas. Se trata, en cierta manera, del gran taller de la compañía promotora de la Isla de las máquinas de Nantes. Aquí se desarrollan los nuevos proyectos, de manera que no solo se exponen al público, si no que los mismos asistentes pueden conducir algunos de ellos, como una suerte de insecto mecánico, a medio camino entre una mosca y una araña.
La verdad es que es un lugar apasionante y de lo más visitado. Antes de que el Carrusel de los Mundos Marinos fuera inaugurado, por ejemplo, sus máquinas fueron expuestas aquí, como actualmente podemos observar parte de uno de los próximos proyectos de la compañía. Me refiero al Arbol de las Garzas, que debería inaugurarse en 2022. Con un coste de 35 millones de euros, este enorme árbol mecánico se alzará, a orillas del Loira, a 32 metros del suelo. Junto al hangar del elefante de Nantes podremos observar (y subir) a una rama prototipo de lo que será este proyecto que promete ser espectacular.
EL CARRUSEL DE LOS MUNDOS MARINOS.
Tras disfrutar del paseo junto al Elefante de Nantes nos acercamos hasta el maravilloso Carrusel de los Mundos Marinos. Se trata de un ingenio de grandes proporciones que nace como herencia de los grandes carruseles parisinos del siglo XIX, pero a los que la compañía de François Delaroziere y Pierre Orefice le han dado una enorme vuelta de tuerca.
El leitmotiv de este carrusel es, como su nombre indica, el de los mundos marinos. Unos mundos marinos que parecen surgidos, nuevamente, del genio de Julio Verne, aunque pasados por el tamiz mecánico de la Compañía de las Máquinas.
Este Carrusel de los Mundos Marinos tiene una altura de 25 metros y un diámetro de 22. En su interior se ubican un total de 26 elementos mecánicos, en tres pisos, que permiten el viaje de hasta 86 personas en cada viaje. La verdad es que resulta de lo más divertido montarse en uno de estos enormes trastos mecánicos que incluyen animales marinos pero también submarinos o cascaras de navíos.
Para realizar un viaje en el Carrusel de los Mundos Marinos tenéis que acercaros o bien el miércoles por la tarde (a partir de las 14.00) o los fines de semana (también durante las vacaciones escolares). Creedme que, al igual que el enorme Elefante de Nantes, la visita al Carrusel de los Mundos Marinos merece mucho la pena pues para nada se trata de una atracción de feria sin más.
EL RESTO DE LA VISTA A LA ISLA DE NANTES.
Como decía al principio, aunque el Elefante de Nantes, el Carrusel de los Mundos Marinos y la Galería de las Máquinas son las estrellas de la Isla de Nantes, merece la pena acercarse hasta aquí, particularmente durante los fines de semana, a fin de disfrutar del ambiente y de uno de los lugares de recreo preferidos para los nanteses.
Durante el recorrido, más allá de sorprenderse con las muchísima obras de arte contemporáneo, se pude visitar también el Hangar de las Bananas o Hangar 21. Era éste un antiguo secadero de bananas llegadas de ultramar, antes de ser distribuidas por territorio francés.
En la actualidad, sus funciones han mutado a un enorme lugar que alberga restaurantes, bares, discotecas o salas de exposiciones. Justo al lado encontraréis los famosos anillos de Burren, que por la noche se iluminan y la grúas que nos recuerda a los años en que aquí se ubicaban uno de los conjuntos de astilleros y muelles más importantes de Francia. Algunos de los almacenes, además, están decorados con graffitis. Es el Street-art que tan habitual se está convirtiendo en las calles del mundo entero.
Un buen lugar donde descansar y tomar el almuerzo es la Cantine du Voyage. El menú es fijo y sencillo (11€ el polló a la parrilla con una ensalada) y se comparte la mesa. Pero supone un buen lugar donde hacer un alto en el camino antes de seguir el paseo por la Isla de Nantes. Antes de dejarla, aun me acerca para disfrutar de un partido de Voley-playa que se está disputando en la isla y practicar unos tiros en el curioso Árbol de baloncesto.
La verdad es que visitar la Isla de Nantes y gozar del Carrusel de los Mundos Marinos y el Gran Elefante de Nantes es algo que nadie se debe perder en la visita a esta ciudad.
Comentarios:
4 comentarios en “El Gran Elefante de Nantes y las Máquinas de la Isla.”
Subir en el Gran Elefante de Nantes y en el Carrusel de los Mundos Marinos debe ser muy emocionante. Desde luego nosotros lo tenemos apuntado como visita imprescindible para cuando vayamos a Nantes.
Lo que no conocíamos era el árbol de baloncesto. ¿Hay balones para poder practicar o tienes que llevar el tuyo propio? ?
Saludos.
jejeje. Te tienes que llevar tu propio balón, creo. En cambio, hay una serie de pistas de pingpong de formas muy curiosas, donde sí te dejan las palas justo en el restaurante que queda enfrente.
Un abrazo!
Hola Jordi,
A mí me pareció genial esa reutilización del espacio y todo el proyecto en general. Es una visita imprescindible en Nantes, no recuerdo los graffitis que siempre dan vida y son otra idea de lo más acertada.
Pena no haber leído tanta info del lugar antes de nuestra visita 😉
Un saludo.
Aumque no soy muy fan de los cacharros, parques temáticos y todo eso he de reconocer que el elefante es muy chulo, y el arte urbano me encanta, aún no conozco Nantes así que apuntada 🙂
Un abrazo