Los anfiteatros romanos son, probablemente, los edificios más espectaculares que alzó la Antigua Roma. Antecesores directos de los actuales estadios deportivos, los anfiteatros romanos eran el espacio que acogía buena parte los grandes espectáculos y juegos que se celebraban en la Roma de los césares.
Aunque las representaciones que más se asocian a los anfiteatros romanos son las luchas entre gladiadores, no eran estas las únicas funciones representadas en las ovaladas arenas de aquellos escenarios. Otras fiestas celebradas en los anfiteatros tenían como protagonistas las luchas entre humanos y bestias o incluso los combates navales ficticios, conocidos como naumaquias.
La Antigua Roma alzó anfiteatros a lo largo de todos sus dominios. A menudo se ha hablado de que los gobernantes romanos sabían de la necesidad de satisfacer los deseos de entretenimiento de sus súbditos. La importancia, en cierta manera, de alejar al pueblo llano de la política de estado. Se trata, al fin, de la tan manida frase de “pan y circo”. No es extraño, por tanto, que no solo encontremos grandes anfiteatros en las grandes ciudades del Imperio Romano. También los encontramos en las provincias más alejadas, incluidas las del norte de África.
Florencio Moreno, autor de los blog de viajes Mundandy y uno de los mejores y más prolíficos viajeros de la blogosfera española, me ha propuesto esta vez que identifique 10 de los anfiteatros romanos más bonitos que haya tenido la oportunidad de conocer. Él hará lo propio en su blog. Aquí vamos.
10 DE LOS ANFITEATROS ROMANOS MÁS BONITOS DEL MUNDO
COLISEO ROMA.
El anfiteatro romano más bonito del mundo, y también el más famoso. Se localiza en la capital imperial, Roma, justo al lado del Foro Romano. También es uno de los que mejor ha llegado a nuestros días. Fue edificado entre los años 72 y 80 dC e inaugurado en tiempos de Tito (aunque iniciado en época de Vespasiano), con unas celebraciones que duraron hasta 100 días.
Con todo merecimiento fue incluido dentro de la lista de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, para un anfiteatro que tenía una capacidad para más de 60.000 espectadores. Se conserva en excelente estado buena parte de la fachada, distribuida con tres órdenes de columnas superpuestas y un cuarto orden, ciego. También se conserva bastante bien parte la cávea con los vomitorios que daban acceso a la gradería así como la arena y el subsuelo, con los túneles que daban cobijo a gladiadores y bestias antes de las contiendas.
NIMES
El anfiteatro de Nimes no solo es uno de los anfiteatros más bonitos del mundo. Para muchos expertos se trata del mejor conservado de todos. Además, es de los pocos que sigue celebrando espectáculos de forma bastante habitual, aunque las luchas entre gladiadores de antaño han dado paso a la tauromaquia y los conciertos de música.
El anfiteatro de Nimes es anterior al romano, pues fue fundado en el año 27 dC. Tenía una capacidad para unas 25.000 personas y se alza sobre un área ovalada de unos 133 metros de largo por 101 de ancho. En este caso, la fachada dispone de un doble orden de arcos. La arena está completamente cubierta pues, como digo, sigue en activo.
No es de extrañar la existencia de un anfiteatro tan importante en esta ciudad. La prosperidad de la antigua ciudad romana de Nemausus creció año tras año tras su fundación, hasta convertirse en la capital de la provincia romana de la Galia Narbonense, en detrimento de Narbo Martius (la actual Narbona).
ARLES
El anfiteatro de Arlés es otro de los anfiteatros romanos que mejor han llegado a nuestra época. Se alzó a finales del siglo I aC, como recompensa por la valentía y fidelidad demostrada por los veteranos de que habían servido a Roma. No hay que olvidar que la ciudad había apoyado a Julio César durante la guerra civil que lo había enfrentado a Pompeyo. Como recompensa, el enclave fue convertido en colonia y todo tipo de grandes edificaciones se alzaron. La prosperidad fue tal, que la Colonia Ivlia Paterna Arelatensivn Sextanorvm, que así se llamaba, se convirtió en una de las ciudades más importantes de las Galias para los siguiente cuatro siglos.
El anfiteatro de Arlés tenía capacidad para unos 25.000 espectadores que se sentaban en 33 filas de asientos. Su cávea estaba distribuida en dos niveles (en Nimes, eran 3). También este anfiteatro romano sigue siendo sede de funciones, tanto culturales (conciertos y teatro) como corridas de toros.
VERONA
No es de extrañar que, más allá de Roma, algunos de los anfiteatros más bonitos del mundo y que mejor se han conservado, se localicen en Italia. De forma destacada debemos señalar el anfiteatro de Verona, construido sobre el año 30 dC. Es decir, es contemporáneo al de Nimes y anterior al de Coliseo de Roma.
La fachada está dispuesta en dos órdenes superpuestos de arcadas, como los de Arlés y Nimes. Su interior, que en la actualidad que acoge anualmente el Festival de Ópera que se celebra cada verano, es uno de los más esplendorosos entre los anfiteatros romanos que han llegado a nuestros días. Tiene capacidad para 30.000 espectadores.
POMPEYA
Pompeya fue sepultada en el año 79 por las cenizas emanadas por el volcán Vesubio, en la que fue una de las más dramáticas erupciones sucedidas jamás en Europa. El redescubrimiento de la antigua Pompeya permitió sacar a la luz una ciudad romana, casi al completo.
Como no podía ser de otra manera, Pompeya también disponía de su anfiteatro. Se trata, además, del más antiguo anfiteatro edificado en piedra, pues fue alzado sobre el año 80 aC. Es decir, más de 150 años antes que el Coliseo de Roma. Se trata, además, de un anfiteatro de dimensiones más que notables, con un diámetro mayor de 135 metros y con una cávea dividida en tres secciones, que podía dar cabida a unos 20.000 espectadores.
POZZUOLI
Pozzuoli es una población situada a pocos kilómetros de Nápoles. La existencia de unos de los anfiteatros más grandes del mundo y de un curioso cráter volcánico conocido como la Solfatara, convierten la ciudad en una de las mejores excursiones que se pueden hacer desde Nápoles.
El anfiteatro de Pozzuoli fue uno de los mayores jamás construidos. Era conocido como anfiteatro Flavio y fue alzado a finales del siglo I en tiempos de Vespasiano, al igual que el de Roma. En realidad, los arquitectos podrían haber sido los mismos.
La importancia del anfiteatro de Pozzuoli reside en que se trata de uno de los mayores jamás alzados. Concretamente, el tercero, y solo superados por el de Roma y el de Capua. Tenía una capacidad para unos 40.000 espectadores.
Otra de las características importantes de este anfiteatro es que se puede visitar la práctica totalidad de sus pasadizos y estancias subterráneas. De hecho, es precisamente esta parte que permaneció mucho tiempo enterrada la que mejor ha llegado a nuestra época.
TRIER
La ciudad de Trier, en Alemania, tiene una enorme cantidad de vestigios romanos. El motivo no es otro que la ciudad fue fundada por el emperador Augusto, en el año 16 aC. Su monumento más genial es la Porta Nigra, una de las más bellas puertas edificadas por la Antigua Roma al norte de los Alpes.
El anfiteatro romano de Augusta de Augusta Treveronum que, como la puerta, forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad. fue alzado sobre el año 100 dC y tenía una capacidad para unos 20.000 espectadores. Poco queda de su gradería, pues el césped ha colonizado por completo la antigua cávea que mantiene, sin embargo, su pendiente.
El anfiteatro de Trier es la sede de un festival romano anual, conocido Brote und Spiele, que literalmente significa “Pan y circo”, y que recrea los espectáculos acontecidos hace dos milenios, como las luchas entre gladiadores.
TARRAGONA
También la antigua Tarraco disponía de su anfiteatro romano. No podría ser menos, pues se trataba de la capital de la provincia romana de Hispania Citerior o Hispania Tarraconensis.
El anfiteatro romano de Tarragona, que fue alzado a finales del siglo II y tenía una capacidad para unos 15.000 espectadores, no es de los que ha mejor ha llegado a nuestros tiempos, aunque los trabajos llevados a término en el último siglo han conseguido sacar a la luz buena parte del mismo. Como muchos otros, a partir de los siglos V y VI los espectáculos cayeron en el olvido y los sillares fueron reutilizados para otras edificaciones. De hecho, en el interior del recinto se construyó una basílica visigótica. Más tarde, sobre ella, se edificó la iglesia medieval de Santa María del Miracle.
Durante las noches de verano, el anfiteatro romano de Tarragona acoge un festival que nos transporta a aquellos tiempos.
MÉRIDA
La Colonia Iulia Augusta Emerita fue fundada el año 25 dC y acabo convirtiéndose en una de las ciudades romanas más importantes de la Península Ibérica, hasta convertirse en capital de la provincia romana de la Lusitania. No extraño, por tanto, que también fuera dotada de todo tipo de edificaciones de importancia.
Aunque su construcción más conocida de Mérida es el teatro romano, no hay que olvidar que Emerita Augusta disponía también de un anfiteatro que daba cabida a 15.000 espectadores. Se conservan relativamente bien los dos niveles inferiores de la cávea, aunque el tercero ha desaparecido casi por completo. También ha desaparecido el perímetro. El motivo no fue otro de que parte del anfiteatro se utilizó como cantera, como en muchos otros lugares.
ITÁLICA
El último de los anfiteatros romanos que incluimos en esta lista es el de la ciudad romana de Itálica, la ciudad romana fundada a finales del siglo III aC. Se trató de la primera ciudad romana fundada fuera de la Península italiana.
Itálica dio dos emperadores a Roma: Trajano y Adriano, lo que nos hace entender la importancia y prestigio del que gozaba esta ciudad, aunque jamás fue designada capital provincial.
El anfiteatro de Itálica (o de Santiponce, que es la ciudad actual) fue alzado, precisamente, en tiempos de Adriano. Se trataba de uno de los mayores anfiteatros romanos jamás construidos, con un diámetro mayor de 160 metros de longitud. Daba cabida a unos 25.000 espectadores que se repartían en los tres niveles de la cávea. Las ruinas de Santiponce aspiran a que, en 2020, sean incluidas en la Lista Indicativa del Patrimonio de la Humanidad.
Y hasta aquí esta lista de acerca de 10 de los anfiteatros romanos más bonitos del mundo que han llegado a nuestros días. Con pena no hemos podido incluir los muy bien conservados anfiteatros de Pula, en Croacia, y el Djem, en Tunez, pues no hemos tenido la oportunidad de conocerlos.
Os dejo, ahora, con la lista que nos ha preparado Florencio en su blog Mundandy. Seguro que coincidimos en varios de ellos.
Comentarios:
2 comentarios en “10 Anfiteatros Romanos alrededor del mundo.”
Magnífica lista, con diez de los anfiteatros en mejor estado de conservación del mundo. Me ha sorprendido el de Pozzuoli, del que casi no tenía referencias y parece de mucho interés. El otro que no he visitado es el de Trier, toda una asignatura pendiente esta ciudad germana.
Enhorabuena por el post y a por el siguiente reto.
Así el, Floren. Pozzueli fue un auténtico hallazgo, porque cuando visitamos la Campania no lo conocíamos. Fue al acercarnos hasta el volcán de la Solfatara cuando nos hablaron de este lugar y aprovechamos para visitarlo. Y la verdad es que se puede visitar el subsuelo, algo muy poco habitual.
Un abrazo y a por el próximo reto.