Volar en globo por Cataluña era una actividad que llevábamos bastante tiempo deseando disfrutar. Algunos amigos nos habían contado su experiencia y la verdad es que se nos ponían los dientes largos.
Los vuelos en globo se han ido popularizando en los últimos años. Particularmente en lugares muy turísticos como la Capadocia, en Turquía, o en los Templos de Bagan, en Myanmar. Son localizaciones donde los globos que se alzan mañana tras mañana pueden contarse por decenas.
Sin embargo, también es posible volar en globo en Cataluña, de manera que nos pusimos manos a la obra a buscar una empresa que tuviera buenas referencias. Y entre las distintas posibilidades que había nos dimos cuenta de que una de ellas, Globus Kon-Tiki, estaba ubicada en la lista de Tripadvisor como la actividad número 1 (entre más de 500) para realizar en la provincia de Barcelona al aire libre.
Además, se trata de una de las empresas pioneras en ofrecer vuelos en globo por Cataluña, con varias décadas de experiencia en el tema, de manera que no dudamos en escogerla.
Las posibilidades para volar en globo por Cataluña son varias con Kon-Tiki, desde vuelos de iniciación que duran algo más de una hora hasta grandes travesías por el Pirineo. Estas últimas pueden durar entre 3 y 4 horas y se realizan a una altura superior, pues el globo debe superar las cumbres pirenaicas que se acercan a los 3000 metros de altura.
Nosotros escogimos realizar un vuelo en globo cerca de Montserrat, en la comarca del Bages, bien cerquita de Manresa y a solo una hora de camino de casa.
VOLAR EN GLOBO POR CATALUÑA. NUESTRA EXPERIENCIA.
Realizar un vuelo en globo supone tener que madrugar. La atmósfera es mucho más fría y estable al amanecer y, además, los vientos suelen ser menores a primera hora. Con estas premisas nos han citado a las 8 de la mañana en un descampado de la población de Callús, que dista únicamente 10 kilómetros de Manresa.
Llegamos puntuales. No pasan desapercibidos los tres globos aerostáticos que, a estas horas de la mañana, están tumbados en el suelo. Es en este momento cuando se desvela la sorpresa para Marc, que no sabía ni porque nos habíamos levantado tan pronto ni dónde nos dirigíamos. Su cara de asombro e ilusión ya merece de por si la sorpresa.
DATOS PRÁCTICOS.
CON QUIEN VOLAR. Realizamos el vuelo en globo con la empresa Globus Kon Tiki. Podéis mirar en su web las distintas opciones de vuelos y precios.
CÓMO LLEGAR. el vuelo partíó de Callús. Requeriréis de coche propio para llegar a la base. Desde Barcelona hay que tomar la carretera C58 dirección Terrasa y, posteriormente, la C16 dirección Manresa. La salida 132 os llevará a Callús. Mejor que llevéis GPS.
ALQUILAR UN COCHE. Si no tenéis coche, la organización facilita el transporte desde los hoteles de Barcelona por un suplemento. Otra posibilidad es alquilar un coche. Podéis mirar en este Comparador de alquiler de coches de Barcelona las mejores opciones.
Poco a poco llegan todos los integrantes de la triple expedición. Somos una treintena, aproximadamente. La mitad de ellos, foráneos.
En pocos minutos empiezan las maniobras para rellenar el globo aerostático de aire. El proceso tarda algo más de media hora. Particularmente para nuestro globo, de nombre Catalunya, que nos comentan que es el mayor de todo el estado y que dispone de una cesta con cabida para 16 personas. Es curioso que pese a los avances tecnológicos no se haya conseguido ningún material mejor que el mimbre para el diseño de las cestas de los globos aerostáticos. Fortaleza y ligereza son sus dos particularidades que lo hacen ideal.
Tras rellenar el globo de aire es momento de subirse al aparato.
Nuestro vuelo en globo por Cataluña está a punto de empezar. Es curioso porque aunque la velocidad de subida es bastante importante (unos 2 metros por segundo nos indica nuestro guía Miquel), desde el interior del globo no da ninguna sensación de rapidez. Sin embargo, basta mirar abajo para darse cuenta como las personas, coches y viviendas empequeñecen rápidamente.
En unos pocos minutos hemos llegado a una altura de unos 1000 metros aproximadamente. Es ahora, precisamente, cuando estamos a la bondad del viento. Y es que volar en globo aerostático no supone realizar un trayecto establecido, ni mucho menos. Los globos no disponen ni de volante ni de timón, de manera que será la dirección del viento lo que nos lleve a una u otra parte.
Al fondo se ven los Pirineos, nevados en sus cumbres más altas. Hacia el otro lado se dibuja la mágicas cordillera de Montserrat, con sus onduladas y sorprendentes formas. Aquí y allá se disponen las colinas, los prados y las varias masías del Bages.
Pronto nos separamos los tres globos aerostáticos. Lo que sí puede regular el piloto del globo es la altitud a la que volaremos. Con ello, el aparato se sirve de unos u otros vientos y se dirige hacia algún lado.
A los pocos minutos llega una de las sorpresas. A nuestro globo se ha subido un paracaidista de manera que cuando estamos a más de 1000 metros de altura se encarama a la enorme cesta de mimbre y se tira al vacío. Verdaderamente asombroso. En pocos segundos el individuo ha empequeñecido hasta casi desaparecer de nuestra vista y no es hasta que le quedan unos pocos centenares de metros para llegar al suelo cuando abre su paracaídas. Menuda sangre fría.
Nuestro vuelo en globo por Cataluña nos lleva hacia la ciudad de Manresa. No volamos a una gran altura, lo cual se agradece, pues podemos distinguir con suma facilidad la Torre de Santa Caterina, la Catedral de Manresa o el Pont Vell. También vemos como la gente nos saluda con lo mano, a lo que nosotros correspondemos. Y es que ver volar un globo aerostático es siempre algo muy lindo.
Es en este momento cuando uno de los integrantes de la expedición saca su botella de cava para realizar un brindis por todo lo alto. Ha traído un buen número de copas de plástico de manera que las reparte y juntos brindamos por el momento. La verdad es que la paz es enorme y la experiencia muy chula.
Cuando llevamos aproximadamente una hora de vuelo es momento de empezar a buscar un lugar para aterrizar. En realidad no hay ningún sitio establecido previamente como pueda tener un helicóptero con su helipuerto. Volar en globo aerostático supone no saber del cierto hacia donde te va a llevar el viento de manera que lo que busca el piloto es alguna superficie plana, más o menos amplia y a la que sea fácil llegar en 4×4, pues un todoterreno nos deberá recoger tras nuestro viaje en globo por Cataluña.
Tardamos al menos unos 10 minutos en encontrar el lugar ideal y la verdad es que el aterrizaje es tan plácido como ha sido el vuelo. Al llegar al suelo no dudamos en aplaudir, pues todo el equipo estamos de lo más contentos.
Miquel, nuestro guía indica por teléfono al conductor del 4×4 de cuál es nuestra posición y, mientras, el equipo se dispone a recoger el globo aerostático. Una maniobra, por cierto, que lleva un buen rato pues todo el aire del aparato debe ser eliminado antes de recoger los casi 400 kilos de tela que lo componen.
Cuando llega nuestro equipo de rescate enseguida prepara una mesita con su mantel y sus 20 copas de cava. Todos, incluido nuestro guía Miquel y el equipo de rescate, brindamos por la placentera experiencia que hemos tenido y recibimos el diploma que acredita la ruta realizada.
La verdad es que volar el globo por Cataluña es una actividad de lo más divertida. Tanto Marc como yo lo hemos pasado en grande y no dudaremos en repetirla en cuando tengamos ocasión.