En este post os contaremos un poco acerca de la visita a la Catedral de Santiago de Compostela así como el recorrido que se puede realizar por sus terrados y que a mí me pareció de lo más interesante.
EL ORIGEN DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA.
Antes de hablaros de la visita a la Catedral de Santiago de Compostela en sí misma escribiré cuatro líneas acerca de la historia de este templo.
Como ya sabéis, la Catedral de Santiago cobija el que es el sepulcro del Apóstol Santiago. O eso es lo que reza la tradición, al menos. Y es que los restos del Apóstol Santiago el Mayor, que han sido el origen de una de las rutas de peregrinación más importantes de la Cristiandad, fueron hallados allá por el año 813. La leyenda de que la tumba se encontraba por estas tierras se remontaba a finales del siglo VII, pero no fue hasta el año 813 que el presunto sepulcro fue hallado por un ermitaño de nombre Pelayo y el entonces obispo de Iria Flavia, Teodomiro.
Enseguida se erigió una pequeña iglesia en aquel mismo lugar que, desde luego, no ha sido la que ha llegado a nuestros días. Con aquel pequeño templo empezaron las peregrinaciones a Santiago de Compostela, hasta el punto de que a finales del mismo siglo, en tiempos de Alfonso III el Magno, se edificó un templo prerrománico de tres naves. Esta iglesia, sin embargo, fue destruida por las huestes musulmanas que atacaron Santiago de Compostela a finales del siglo X.
Con todo ello, a finales del siglo XI se decide construir la actual Catedral de Santiago de Compostela, en estilo románico, el imperante en aquel momento. Es este el templo que ha llegado a nuestros días, aunque el paso de los años lo haya modificado de forma ostensible. Por ejemplo, con esta fabulosa fachada barroca, que es una de las joyas de este estilo en la Península Ibérica.
LAS PEREGRINACIONES A SANTIAGO DE COMPOSTELA
Desde el mismo momento que las reliquias del Apóstol Santiago fueron halladas se iniciaron las peregrinaciones a su tumba. A ello contribuyó la protección real recibida. Primero por parte de Alfonso II, pero luego por parte de los distintos monarcas reinantes.
En este sentido, se alzaron monasterios, iglesias, albergues, posadas y hospedajes de todo tipo en aquellas ciudades que formaban parte de las distintas rutas que llevaban al fiel desde los distintos puntos de Europa hasta el sepulcro del Apóstol. Los privilegios papales que casi equiparaban la peregrinación a Santiago de Compostela como la propia de Roma contribuyeron también en la popularidad del Camino de Santiago. Una fama que no hizo más que crecer a lo largo de los siglos, aunque durante la Edad Media, las distintas guerras y epidemias, las convulsiones económicas y sociales sufridas por toda Europa, y la pérdida de posesiones cristianas en pos de los nuevos reinos musulmanes, hicieron caer la popularidad de los distintos Caminos de Santiago hasta el punto de convertirlos en casi residuales.
Sin embargo, en los últimos siglos el Camino de Santiago renació de sus cenizas para convertirse no solo en una de las rutas de peregrinación más importantes existentes en la actualidad, si no en una de las rutas culturales de más relevancia en nuestro tiempo. De hecho, el Camino de Santiago es en el siglo XXI, una ruta más cultural, lúdica y gastronómica que religiosa, para la gran mayoría de los viajeros que la realizan.
LA VISITA A LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA.
Lo primero que llama la atención en la Catedral de Santiago de Compostela es su fantástica fachada barroca, que nada tiene que ver con su planta románica.
La fachada del Obradoiro, que es la occidental y se sitúa en la plaza del mismo nombre, es una de las maravillas del arte barroco español. Es una obra de Fernando de Casas Novoa alzada a partir de 1740. Las grandes ventanas que ocupan parte de la actual fachada permiten que la luz entre suficientemente como para iluminar la antigua fachada románica que queda por dentro de la actual.
En la hornacina superior se ha situado la imagen del Apóstol Santiago y en un nivel inferior, dos de sus discípulos: Atanasio y Teodoro. Dos grandes torres barrocas, auténtica filigrana, cierran esta fachada por la parte norte y sur.
Algo inferior a la fachada es la escalera de acceso a la misma. Se trata de una preciosa escalera renacentista del siglo XVII diseñada en doble rampa.
Sin embargo, no es esta la única fachada llamativa en este templo. Antes de visitar la Catedral de Santiago por dentro debéis rodearla. En la plaza platerías encontraréis una preciosa fachada, esa sí, románica. Es la Fachada de Platerías. Aquí se diseñaron dos puertas que disponen de tímpanos historiados y arquivoltas. Un friso se situó justo por encima de los dos frisos. Curiosamente, aquí se añadieron, en el siglo XVIII, parte de los elementos decorativos desmantelados de la fachada de Azabachería, de manera que lo que vemos en la actualidad es una suerte de collage un pelín desconcertante.
Por el otro lado de la fachada, el norte, llegareis a la Fachada de Azabachería. Por desgracia, en este caso nada queda del antiguo portal románico, de manera que lo que aquí se encuentra es una portalada a medio camino entre el barroco y el neoclásico, del siglo XVIII.
EL INTERIOR DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
Al visitar la Catedral de Santiago de Compostela os daréis cuenta de que se trata de un templo de tres naves, con una planta en forma de cruz latina. La nave central se cierra por una bóveda de medio punto soportada por arcos fajones, como corresponde al románico.
Las dimensiones son realmente importantes por tratarse de una catedral románica, con cerca de cien metros de longitud por unos setenta en el crucero.
Veréis que el interior de la Catedral de Santiago de Compostela no deja de ser una superposición de estilos. El cimborrio, por ejemplo, corresponde ya al gótico. Sin embargo, la mayor parte continúa siendo románica, como los ventanales de las naves laterales, los capiteles del ábside, o muy especialmente, la gran portalada occidental original, que es una de las obras de arte más importantes del románico español. Me refiero, desde luego, al Pórtico de la Gloria, obra del Maestro Mateo. Por desgracia, en mi última visita a Santiago, el Pórtico de la Gloria estaba siendo remodelado, de manera que en mi mente me queda el recuerdo de visitas anteriores.
Nuestros ojos, sin embargo, se dirigen a la Capilla Mayor de la Catedral de Santiago que dispone de púlpitos renacentistas pero de una disposición principalmente barroca. Lo más destacado y de imprescindible visita es la imagen del Apóstol, de piedra policromada, vestido de peregrino y particularmente, ornamentado con una maravillosa esclavina de plata. La tradición manda que el peregrino debe subir por detrás y abrazar al Apóstol en lo que supone el punto final de la peregrinación a Santiago.
Otro momento culminante al visitar la Catedral de Santiago de Compostela supone el bajar a la cripta donde se encuentran los supuestos restos del Apóstol. Poco importa lo que haya en aquella urna de plata. Y al fin y al cabo, mejor no pensarlo si tenemos en cuenta que hasta el año 800 los restos no fueron hallados y entre el 1589 y 1879, las reliquias permanecieron perdidas en algún lugar del ábside de la Catedral. Aquellos restos (u otros) fueron recuperados tres siglos más tarde y verificados por la misma Santa Sede. Pues eso, que al peregrino le toca el rezo final frente a la susodicha urna de plata y mostrar sus respetos ante tan venerables reliquias.
VISITA A LOS TERRADOS DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO.
Por último, quería comentaros algo que merece mucho la pena. Se trata de realizar la visita guiada a los techos de la Catedral de Santiago. La verdad es que durante la ruta se explican bastantes detalles y curiosidades de construcción de la Catedral. Pero lo más bonito acaba siendo el poder descubrir la ciudad de Santiago de Compostela desde la alturas.
Además, se sube también a la galería occidental que queda justo por encima del Pórtico de la Gloria, lo que permite visualizar la misma Catedral de Santiago desde las alturas.
Y así terminamos de visitar la Catedral de Santiago de Compostela, punto culminante del recorrido por esta maravillosa ciudad, en el que uno no se cansa de pasear.
En este post os contamos otros lugares que visitar en Santiago de Compostela.
ALOJAMIENTO EN SANTIAGO DE COMPOSTELA.
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