El trekking del lago Inle es uno de los más populares que se pueden hacer en Myanmar. No el único, desde luego. Otros viajeros prefieren acceder a la un poco más remota zona de Hsipaw, de la que también cuentan maravillas. Sin embargo, el trekking entre Kalaw y el Lago Inle resulta de mucho más fácil acceso, por lo que suele ser el elegido por la mayoría.

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CÓMO LLEGAR A KALAW

Llegar a Kalaw resulta verdaderamente fácil. Nosotros lo hicimos por carretera con un autobús público desde Bagan. Tardamos algo más de 6 horas, aunque nos habían prometido un trayecto de 8. Los autobuses son francamente confortables, mucho más que en Europa. Además, como si se tratara de un avión, llevan incorporados una pantallita. Incluso una azafata te acompaña durante todo el viaje. El coste del billete fue de 27000 K, es decir unos 16 €.

Además de nosotros tres, solo dos personas más nos acompañaron durante el trayecto. También eran occidentales. Cómo ya he comentado en otras ocasiones, en Birmania, julio es un mes de temporada baja. En esta época, el turismo brilla por su ausencia. Tanto el occidental como el local.

La otra posibilidad es llegar a Kakaw por vía aérea. El aeropuerto más cercano es el de Heho, a unos 20 km de esta población de montaña. Desde el aeropuerto habrá que tomar un taxi hasta Kalaw.

DONDE DORMIR EN KALAW.

No faltan opciones de alojamiento en Kalaw, y que abarquen todos los bolsillos. Está población ha crecido a ritmo del turismo, de manera que tanto hoteles de nivel medio y alto cómo guest houses se encuentran repartidas a lo largo y ancho de la villa.

Nosotros dormimos en el hotel Pine Hill Resort, un bonito establecimiento de montaña que podría encontrarse también en Suiza. Dispone de todas las comodidades, incluida una bonita piscina en la que te puedes bañar hasta las 21.00 horas, a la luz de la luna. Las habitaciones son amplias. La que nos tocó estaba completamente decorara en madera.

Este alojamiento se localiza en una colina a las afueras de la ciudad, a medio camino de las cuevas Shwe Oo Min Paya, qué son el lugar más interesante de Kalaw y a las que podréis acceder en un paseo de solo 10 minutos desde el hotel.
Para llegar al alojamiento desde la estación de autobuses tomamos un taxi que nos cobró 3000K. En cualquier caso, desde el hotel al centro de la ciudad no hay más que un paseo de 20 minutos andando. Podéis mirar los precios de este alojamiento en este enlace.

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TREKKING DEL LAGO INLE ¿2 o 3 DÍAS?

Podéis contratar vuestro trekking del Lago Inle en un buen número de agencias que a ello se dedican en la misma población. También se encargan de hacer llegar tu equipaje hasta tu hotel en el Lago Inle, así como de contratar la embarcación que te llevará desde la orilla del lago hasta tu alojamiento en el mismo. Además, los recorridos hasta el lago Inle están bastante trillados y, en líneas generales, todos los guías acaban haciendo el mismo recorrido, más o menos.

Tenéis que tener en cuenta que se puede llegar al lago Inle en dos o tres días de caminata. En caso de que optéis por el trekking de dos días, al principio de la primera jornada un coche os acercará hasta un punto algo más avanzado. Sin embargo, los trekking de tres días sí que empieza en la misma población de Kalaw.

Durante el recorrido se duerme en casas de lugareños, aunque algunos viajeros han comentado también acerca de la posibilidad de dormir en algún monasterio. En el precio del trekking también se incluye la pensión completa.

Nosotros realizamos nuestro trekking del Lago Inle, de 3 días, con un joven birmano que nos comentó que lleva 18 años acompañando viajeros. Se llama Me Chele. La tarifa son 25 USD por persona y noche en pensión completa (es decir, incluye el guía, el alojamiento y todas las comidas). También se incluye el traslado del equipaje al lago Inle y el bote hasta el hotel. Se puede encontrar más barato, desde luego, aunque también depende de si vais en un grupo algo más grande. Nosotros íbamos solos con nuestro guía.

Trekking del Lago Inle

NUESTRO TREKKING DEL LAGO INLE

PRIMER DÍA DE TREKKING DEL LAGO INLE.

A las 8.00 empezamos el trekking, puntuales. Han venido a buscar nuestras maletas en unas motocicletas. Esperemos que lleguen a nuestro alojamiento en el lago Inle. Me Chele será nuestro guía durante estos tres días. Nos explica que lleva 17 años llevando a turistas desde Kalaw al Lago Inle.

Kalaw está rodeado por varios pinares, de manera que los primeros kilómetros parece más bien que estemos realizando alguna caminata por el Mediterráneo. Incluso podemos encontrar varios tipos diferentes de setas, que en esta época de lluvias son bastante abundantes. Durante estos primeros metros podemos ver como los lugareños salen a buscar setas. Según nos comentan, para venderlas luego en el mercado.

Tras dejar atrás varios bosques de pinos nos encontramos con la huerta birmana en su más pura extensión. Es evidente que las tierras deben ser bastante fértiles por estas latitudes. Los campos de todo tipo de hortalizas y verduras se suceden aquí y allá . Nuestro guía nos enseña distinguir los campos de los distintos tubérculos, cómo patata y ñame, raíces como el jengibre, tan habitual por aquí, o distintos tipos de verdura como coliflor, berenjenas, tomate o zanahorias. No faltan tampoco los árboles frutales como la papaya y el mango. Y por encima de todo, los campos de arroz que no dejarán de hacerse presentes durante los tres días de trekking.

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Trekking del Lago Inle
Tras poco más de dos horas de trayecto realizamos nuestra primera parada en el monasterio de Nian Meti. Aquí visitamos unas cuevas repletas de Budas, muy semejantes a las que ya visitamos en Kalaw. Nos cuentan que en el interior se han ubicado más de 2000 figuras de Buda.

Somos solo un puñado de visitantes en estás cuevas, pero habida cuenta de la gran cantidad de restaurantes que hay en el exterior, así como de las distintas tiendas de parafernalia religiosa que se ubican justo a la salida de las cuevas, este debe ser un lugar bastante visitado en temporada alta.

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Mientras visitamos las cuevas, nuestro guía nos ha preparado el almuerzo. Se trata de un plato de noodles con verduras. No falta la fruta para el postre. Es temprano, pero ya nos hemos habituado a los horarios del país.

Tras comer, reemprendemos la marcha. La vida en el campo pasa delante de nuestros ojos. Un trabajo donde no hay espacio para la mecanización. Son las parejas de bueyes quienes tiran del arado, como viene sucediendo desde hace años y años. Un trabajo, sin duda alguna, durísimo, que comparten hombres y mujeres por igual. Esta es la sensación que nos da.

Durante el trayecto pasamos por varias poblaciones Pa-O, qué no es más que una de las 135 etnias reconocidas por Myanmar. Este grupo étnico es especialmente conocido por su destreza con el bambú. Buena parte de las viviendas que construyen lo hacen utilizando este material de forma casi exclusiva. Varios de los lugareños, además, se dedican a fabricar enormes cestas de bambú que posteriormente venden en los mercados.

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Trekking del Lago Inle
Trekking del Lago Inle
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Casi todas las mujeres Pa-O llevan un tocado en su cabeza, de vistosos colores. Las arrugas de su piel son testigo de la dureza de la vida en el campo. Los hombres, sin embargo, parece que han adoptado las camisetas de los equipos de fútbol como su vestimenta tradicional, aunque al cabo de tres días, en alguna población cercana al Lago Inle veremos como también visten de añil.

Una hora más y llegamos a nuestro destino. Se trata de la aldea de Lamine, qué comparten los Pa-O con los Taung Yoe, otro grupo étnico. La verdad es que a nosotros nos es imposible distinguirlos. Finalmente, en la jornada de hoy habremos caminado durante 6 horas efectivas para un total de 21 kilómetros.

Nos ubican en una de las viviendas de bambú de uno de los lugareños. Se trata de una construcción relativamente amplia. Nosotros ocuparemos una de las estancias y la familia de la vivienda una segunda habitación que por lo que vemos dispone de televisión. Un tercer espacio es utilizado como comedor. La cocina de ubica en otra edificación, también de bambú, al igual que las rudimentarias letrinas.

Echamos un vistazo al pueblo. No tardaremos más de media hora en pasar dos veces por los mismos lugares. La mayoría de viviendas son de bambú, pero algunas pocas utilizan ya el ladrillo como material de construcción. Nadie opone resistencia alguna a ser fotografiado. Al contrario, niños y mayores posan contentos. En ningún caso nos piden compensación crematística alguna.

Desde hace tres años la electricidad ha llegado ya al pueblo. Y es que la prosperidad parece que poco a poco se va acomodando también en este rincón del mundo. Aunque hoy seamos los únicos turistas en esta aldea, es evidente que en temporada alta debe ser esta una zona bastante más concurrida. Un turismo por lo general bastante responsable y que está generando algunos beneficios a los lugareños.

La cena es abundante y apetitosa. Tras ella, Isa y Marc juegan un rato a cartas y yo me dedico a leer un pelín. Oscurece pronto y no hay mucho más que hacer en este pueblo.

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Trekking del Lago Inle

SEGUNDO Y TERCER DÍA DE TREKKING DEL LAGO INLE

A las 5 y poco de la mañana ya estamos despiertos. Y es que ayer nos acostamos muy pronto. Isa y Marc han dormido bien. Sin embargo, yo me he levantado con una buena tortícolis. Desde luego, dormir con un colchón en el suelo no es lo mío.

El desayuno es copioso, con fruta, noodles, bizcocho, huevos y una especie de churros que son prácticamente iguales a nuestras porras y que ya vimos en restaurantes locales de Bagan.

Nos ponemos en marcha para detenernos en la primera aldea Pa-O por la que pasamos, de nombre Pin Nwe. Una abuela teje tocados y bolsos. Nos cuenta que tarda unos tres días en elaborar cada bolso porque su artrosis solo le permite trabajar tres o cuatro horas al día. Tiene 71 años y nos vende un bolso por 3000K, menos de 2 euros, sin regatear. Este es el salario en el campo para 3 días de trabajo.

Mujer Pa-o en lago inle
Trekking del Lago Inle
Los Pao-O trabajan especialmente bien el bambú. De hecho, casi todas sus viviendas están elaboradas en este material y casi cada lugareño se construye su propio hogar, con la ayuda de los vecinos. Varios jóvenes están elaborando enormes cestas de bambú que luego venderán en los mercados. Son las que utilizan los agricultores para sus trabajos en el campo. Puede realizar seis cestas de bambú cada día y las vende a 3000K. Sorprendidos nos quedamos al saber que con cada tronco de bambú, por el que nos explica que debe pagar 2000K, puede elaborar hasta 20 cestas.

Salimos del pueblo y las escenas se repiten. Campos de cultivo que se reparten en todas las direcciones, con pequeños puntos que los motean y que no son más que agricultores que los trabajan. Completamente dobladas hacia delante ellas, en una posición que nos parece imposible. Escenas bucólicas, a la par de durísimas, que parecen sacadas de un cuadro de Millet. Claro que aquello era el siglo XIX.

Comemos en Kon hla, en casa de una familia Danu, aunque a nosotros nos cuesta mucho distinguir las distintas etnias. Los Pa-O suelen vestir ropas oscuras y un tocado rojizo, de manera que son bastante diferenciables. Pero con los Danu ya no atinamos.
A las afueras del pueblo pasamos por un bonito bosque de bambú, un árbol que apenas tarda siete meses en crecer y poder ser vendido.

Un poco más allá pasamos por un conjunto de pagodas antiquísimas. El guía nos explica que tienen más de 500 años a sus espaldas y que fueron construidas por un Rey Shan. Son más esbeltas que las que hemos visto en Bagan o Yangón, y recuerdan mucho a las que veremos en unos días en Kakku.

Trekking del Lago Inle
Nuestro destino final es Pat tu, otra aldea Pa-O que alterna las viviendas de bambú con otras alzadas con cemento. Dormimos en la parte de arriba de una construcción de bambú en dos camas (colchones en el suelo, nuevamente) con mosquiteras. Ocupan un espacio diáfano que podrían albergar, con facilidad, una docena de viajeros. No me extrañaría que así fuera en temporada alta, porque en esta ocasión no se trata de una vivienda particular si no, más bien, de una suerte de guest house local. En cualquier caso, nosotros estaremos solos y en el poblado no hay más de media docena de occidentales que son, en realidad, los primeros que nos hemos cruzado en todo el trekking.

Nuestra llegada coincide con la salida de los niños del colegio, que queda casi enfrente de nuestro alojamientos. Niños y niñas van uniformados. Los menos vergonzosos no dudan en dejarse fotografiar. Algunos se quedan en el pueblo mientras otros, los más, se encaminan en dirección al campo.

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Trekking del Lago Inle
Hoy hemos cubierto otros 21 kilómetros en unas 6 horas y media. Parte del trayecto ha sido un pelín más duro, con zonas algo más embarradas.

El tercer día el trekking del Lago Inle ya será de bajada. Sabemos que solo nos quedan unos 15 kilómetros hasta el lago Inle. Pese a ello, a las 7 y media y tras otro muy buen desayuno, ya estamos en ruta.

La jornada ha amanecido algo más fea, con una leve llovizna que nos acompaña las dos primeras horas hasta Kyaiuk Su, donde hacemos una breve parada para tomar un te verde. Las escenas no cambian mucho en relación a los primeros días. Algunas aldeas de gentes sencillas y extremadamente agradables. Casi nadie pide nada a cambio de posar para nosotros. Esperemos que tarde en cambiar, aunque no será fácil. Las tierras rojizas nos recuerdan que son ricas el hierro y nos recuerdan a la laterita tan habitual en África. En Nan Yok el sendero coincide con el patio del colegio, donde chiquillos de la primera infancia con sus camisas blancas y sus longy se arremolinan en torno a nosotros.

A los pocos minutos el Lago Inle se muestra ante nosotros, a lo lejos. En menos de dos horas llegaremos a nuestro destino, uno de los embarcaderos que nos llevarán a nuestro hotel en el lago. Antes de tomar la barca de cola larga aun tendremos tiempo de almorzar los clásicos noodles con pollo y la casi omnipresente sopa de jengibre.

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Hacer el Trekking del Lago Inle
Trekking del Lago Inle
Trekking del Lago Inle
La verdad es que el trekking del Lago Inle nos ha parecido una maravilla, de manera que no me queda más que recomendaros la experiencia si tenéis la oportunidad de viajar a Myanmar.

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Comentarios:

5 comentarios en “TREKKING DEL LAGO INLE. El trekking más popular de Myanmar.


Kate de Viajamos Juntos
23 de septiembre de 2018

Parece una experiencia realmente bonita. Y lo mejor es que no es una ruta solo de senderismo, sino también conocisteis la cultura y vida diaria de los locales.

    Jordi
    25 de septiembre de 2018

    Así es. La gracia de este tipo d trekkings por Asia es poderte mezclar con la población local.
    Un abrazo Kate.

ALEJANDRA CASTRO NUÑEZ
28 de noviembre de 2018

Me has emocionado rememorando mi viaje que por estas fechas se cumplen dos años Gracias

    Jordi
    28 de noviembre de 2018

    Nosotros tambié disfrutamos muichísimo tanto el trékking, como todo el viaje.
    Un beso, Alejandra!

    Jordi
    30 de noviembre de 2018

    Muchas gracias por tus palabras, Ale! La verdad es que fue una muy bonita experiencia.
    Un beso!

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