Que ver en Yangon en 1 día. La Pagoda Shwedagon y otros tesoros.

Qué ver en Yangon en 1 día. Este es el tiempo que suelen destinar los viajeros a la que fuera la capital de Myanmar hasta 2005. Yangon, conocida en tiempos coloniales británicos como Rangún, sigue siendo la ciudad más populosa del país así como el verdadero motor económico del mismo, por más que la capitalidad se haya trasladado a Naipyidó

No os penséis, en cualquier caso, que Yangon ha sido capital de Myanmar desde tiempos inmemoriales. En realidad, la ciudad no asumió este rol hasta 1885, cuando el país estaba ya bajo dominio británico. Rangún, que así pasó a denominarse la nueva capital, creció de forma importante en aquellos años. De hecho, durante un recorrido por Yangon es fácil encontrarse con varias construcciones de la época colonial, ya sean iglesias, edificios gubernamentales, hospitales o mercados.

Además, Yangon sigue suponiendo la entrada más habitual por parte de la mayoría de viajeros que visitan Myanmar. Es por ello, que qué menos que dedicar al menos una jornada a los principales lugares que hay que ver en Yangon. Ya veréis que al menos uno de ellos es, además, uno de los lugares más extraordinarios no solo del país sí no de todo el sudeste asiático.

QUÉ VER EN YANGON EN 1 DÍA.

LA PAGODA SHWEDAGON.

Empiezo por la que fue nuestra última visita pero que es, a todas luces, la más importante que ofrece la ciudad. Si hay un lugar que hay que ver en Yangon de forma obligatoria esta es la Pagoda Shwedagon.

El magnetismo de este lugar es tal, que la presencia de la Pagoda Shwedagon justifica no solo la visita a Yangon, sí no incluso la visita de todo el país. Estamos hablando de la mayor pagoda del mundo entero y una de las más importantes que jamás se hayan alzados.

Acudimos al atardecer, aunque lo suyo es acudir también a primera hora de la mañana cuando el sol hace que la enorme estupa central reluzca como ninguna otra lo hace. A decir, verdad, el día anterior, nada más llegar a Yangon, ya nos habíamos acercado en un paseo a pie desde el hotel para verla iluminada, cuando impresiona especialmente.

No queda para nada claro cuando se edificó la Pagoda Shwedagon. La leyenda cuenta que tiene más de 2000 años a sus espaldas, pero en realidad nadie no sabe de ciencia cierta. La cuestión es que parece que este lugar alberga algunas reliquias de Buda. Concretamente algunos mechones de su pelo que estarían ubicados debajo de la enorme estupa que, con más de 100 metros de altura, es visible desde casi todos los rincones de Yangon.

La estupa, que ha sido reconstruida en distintas ocasiones pues Yangon es zona proclive a los terremotos, lleva siendo revestida de oro desde el siglo XV y es receptora de donaciones de todo tipo por parte de budistas de todo el mundo y, especialmente, Birmanos.
Para acceder a la Pagoda Shwedagon hay que subir un suave montículo que es donde se localiza el monumento más importante que hay que ver en Yangon. Cuatro escaleras situadas en los puntos cardinales nos llevan hasta la cumbre, aunque si optáis por el acceso sur podéis subir también en ascensor. Para visitar el recinto hay que descalzarse (como en todos los templos budistas) y pagar una entrada de 10.000 K para los extranjeros.

Lo que se abre ante nuestros ojos es verdaderamente excepcional, con centenares de Budas de distintos tamaños y materiales distribuidos en un sin fin de templetes y estupas diversas que rodean por completo la maciza estupa central. Los feligreses llegados desde todo el país, dan vueltas en el sentido horario, orando en una u otra capilla, mientras los pocos occidentales miramos asombrado las escenas cotidianas y el espectáculo que se abre ante nuestros ojos.

De verdad que la Pagoda Shwedagon es uno de los monumentos que más nos han asombrado en nuestra vida y que supone, por si sola, un verdadero motivo para visitar el país.

DONDE DORMIR EN YANGON.

PAGODA MAHA WIZAYA

Si salís por la puerta sur de la Pagoda Shwedagon enseguida os encontraréis con otra pagoda, de nombre Maha Wizaya, que para nada es antigua pero que resulta francamente espectacular. Según parece no se trata de un lugar especialmente popular entre la población local, pues fue alzada en 1980 en época de la dictadura militar.

Sea como sea, os aseguro que este es otro lugar que hay que ver en Myanmar de forma obligada. Su dorado es espectacular, particularmente por la noche cuando está iluminada y solo merodean por allí un buen número de perros callejeros.

PAGODA CHAUKHTATGYI O BUDA RECLINADO DE BANGKOK

No son la Pagoda Shwedagon y la Maha Wizaya los únicos lugares budistas que hay que ver en Yangon. Merece la pena que os acerquéis hasta la Chaukhtatgyi Paya, que es el lugar donde se ubica uno de los mayores budas reclinados del mundo y el segundo de Myanmar.

Solo un par de días antes habíamos disfrutado con el enorme Buda Reclinado del Wat Po, uno de los templos más bonitos de Bangkok. Pues bien, este Buda es bastante más grande que el tailandés, pues sus medidas resultan asombrosas: 66 metros de la largo por 30 de altura mide ni más ni menos esta escultura de ladrillo y cemento revestido y que tiene un tono ciertamente afeminado.

Por cierto, la belleza del Buda en cuestión nada tiene que ver con su antigüedad, pues esta figura fue terminada en 1966. Sucedía a una original que colapsó y que databa de finales del siglo XIX.

La mala pata hizo que no pudiéramos disfrutar en plenitud del momento, pues la figura está siendo restaurada en estos momentos y un andamiaje de bambú lo cubría. Os dejo una foto de nuestra visita y otra de lo que es el Buda reclinado de Yangon en condiciones habituales.

crédito foto

PAGODA NGAHTATGYI

Cerca de la Pagoda del Buda Reclinado se ubica esta otra pagoda que alberga una bonita imagen de un Buda sedente, también de enormes proporciones. La mala suerte hace que también este Buda esté siendo restaurado en estos momentos de manera que solo podemos disfrutar de su cara y no de la totalidad del mismo.

La verdad es que si en la Pagoda Shwedagon era pocos los occidentales con los que nos cruzamos, en estas dos últimas pagodas no llegamos a coincidir con ninguno.

MERCADO DE SCOTT

Son varios los lugares relacionados con la época colonial británica que hay que ver en Yangon. Uno de ellos es el Mercado Scott, que en la actualidad es conocido como Mercado Bogyoke Aung San. No voy a decir que se trata del mercado más interesante del Sudeste Asiático, pues faltaría a la verdad, pero la realidad es que merece la pena echar un rápido vistazo a este lugar donde sobre todos nos encontramos con tiendas de telas, joyerías y artesanos.

MUSEO NACIONAL.

Otro lugar al que merece la pena acercarse en Yangon es al Museo Nacional. Entre los muchos objetos de todas las épocas que alberga (incluidos fósiles prehistóricos) nos quedamos con el tesoro real, formado por un gran número de objetos de oro, localizados en una suerte de vidrieras protegidas por barras de metal como si de una cárcel se tratara. Igualmente imprescindible resulta el enorme trono real, un tesoro de grandes proporciones que perteneció a la extinta monarquía birmana y que nos pareció una obra de una belleza sublime.

PAGODA SULE

Otra de las pagodas que hay que ver en Yangon se encuentra justo en el centro de la ciudad, al lado de la Plaza de la Independencia. Me refiero a la Pagoda Sule, de inmaculado dorado, y que ocupa por completo una rotonda.

Según parece, esta estupa que tiene más de 2000 años de antigüedad también alberga un cabello sagrado de Buda (¿para cuantos cabellos y barbas dan los pelos de Buda?). La estupa dorada tiene una altura nada desdeñable, de 46 metros, y la verdad es que resulta imponente. El interior del templo está repleto de capillas con distintas imágenes de Buda. Al igual que los lugareños, pasamos por el ritual de esparcir agua de un cuenco hasta en 9 ocasiones en el templete que hace referencia al día de la semana de nuestro nacimiento: para mí, el tigre; para Marc, el león; y para Isa, la rata. Aunque hay que pagar 3000K por visitar esta estupa os aseguro que merece la pena, pues es otro lugar que ver en Yangon de forma obligada.

Podéis acceder al interior de la estupa, lo cual no es posible en la Pagoda Shwedagon, para asombraros con la decoración, algo kish, que simula una suerte de bosque.

JARDINES MAHABANDOOLA

Otro lugar que hay que ver en Yangon y que hace referencia a la época colonial son los Jardines de Mahabandoola. Se trata de una enorme plaza donde en su centro se localiza un esbelto obelisco que rinde homenaje a la independencia del país. En su momento, era la imagen de la Reina Victoria quien dominaba la plaza desde este punto.

Este fue el centro de Yangon de la época colonial (y en realidad lo sigue siendo). Justo enfrente podréis ver el que era el Ayuntamiento de Rangún y otro edificio de estilo colonial, esquinero, que hoy es la sede de un banco pero que en su momento fue la de unos grandes almacenes (el Harrod’s de Rangún, vamos). También se ubica en esta plaza una iglesia cristiana (la iglesia Baptista de Immanuel) y la sede del Palacio de Justicia de Yangon.

Para desplazaros por Yangon lo más cómodo es el taxi. Las carreras no suele costar más 3000K, pero no existe taxímetro, de manera que deberéis negociar cada carrera. Las pagodas más importantes que hay que ver en Yangon son de pago, como la Shwegadon (10000K) o la Sule (3000K).

TEMPLO CHINO DE KHENG HOCK KEONG

La comunidad china profesa una rama diferenciada del budismo Theravada del sur de Asia (el de Birmania y Tailandia, por ejemplo). Se trata del budismo Mahayana. En el Templo Kheng Hock Keong tienen su punto de encuentra y la verdad es que merece la pena visitarlo, pues este templo es totalmente diferente a las demás pagodas que encontramos en Yangon en todo el país.

Aquí domina el rojo y, como es habitual en los templos chinos, los fieles se dedican a quemar dinero falso y a encender compulsivamente cirios y demás bastoncillos.

Las autoridades coloniales cedieron este emplazamiento a la comunidad china y el templo fue alzado en 1861 y es mantenido por la comunidad Hokkien, que son considerados chinos de ultramar y que llevan viviendo en el país desde hace bastantes generaciones.

LAGO KANDAWGYI

El último lugar que os voy a comentar en esta lista de sitios que hay que ver en Yangon es un lago artificial, de nombre Kandawgyi. Se trata de un lugar bastante relajado, donde pudimos ver gente haciendo deporte alrededor del lago o simplemente paseando por un conjunto de pasarelas de madera que bordean toda parte de la superficie lacustre.

Lo más curioso del parque es la existencia de una suerte de barcaza real dorada, de nombre Karaweik, que alberga un restaurante donde la comida se complementa con un espectáculo folclórico. Nos acercamos hasta allí y nos comentan que el precio es de 29 USD. Lo dejamos para otra ocasión.

Desde la orilla del lago podemos observar, a lo lejos, la Pagoda Shwedagon que, como decía, es visible desde numerosos lugares de Yangoon.
Lo dicho, Yangon requiere de una jornada entera para ser visitada. No es más que la introducción a las bellezas que podremos disfrutar durante nuestro viaje a Myanmar, pero solo por visitar la Pagoda Shwedagon su visita se hace imprescindible.