Qué ver en Riga en 1 día. La capital de Letonia se ha ido situando, en los últimos años, en el mapa turístico europeo. Y no es de extrañar, pues la verdad es que se trata de una ciudad preciosa y de agradables paseos, jalonados de un poco conocido modernismo báltico y con un centro histórico excelente y que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Aunque son bastantes los lugares que hay que ver en Riga, la verdad es que la mayoría de ellos no requieren de pesadas visitas. Al fin y al cabo, lo más interesante en esta ciudad no es más que pasear y disfrutar de su ambiente, particularmente durante el verano. Ello no impide que algunos lugares, como varias iglesias, sean casi de imprescindible visita, de manera que en este post os contaremos estos lugares, monumentos o plazas que hay que ver en Riga en 1 día.
Visitamos Riga durante nuestro viaje por los paises bálticos, que nos permitió conocer también Tallin, la capital de Estonia, y Vilnius, la capital de Lituania, entre otros muchos lugares.
RIGA EN LA HISTORIA. 4 APUNTES.
Antes de hablaros de estos lugares que hay que ver en Riga os haré 4 céntimos sobre su historia. Los vikingos fueron uno de los primeros pueblos que se asentaron en estas tierras. Fue a principios de la Edad Media.
Durante el siglo XII, son los comerciantes alemanes quienes empiezan a llegar a Riga, convirtiéndola en un importante puerto comercial. Por otra parte, también la iglesia intenta imponer sus credos por la fuerza a los habitantes de la región que hasta aquel momento practicaban el paganismo. Son años de cruzadas hasta el punto de que la propia iglesia acaba por establecerse en el territorio en forma de Orden Militar a la vez que su más importante dirigente en Riga es ascendido a la categoría de Emperador de una suerte de estado vasallo del Sacro Imperio Romano. Son estos unos años donde el recién creado estado letón lucha contra el danés que intenta también imponer su dominio en la región. Desde aquella época, Riga mantiene una importante población de origen germánico.
Durante más de tres siglos, Riga se convirtió en el puerto más importante del Báltico gracias a la influencia y desarrollo de la que era conocida como Liga Hanseática, una suerte de federación que agrupaba algunas de las ciudades portuarias más importantes del norte de Europa y por la que pasaba gran parte del comercio del Viejo Continente. Ciudades como Tallinn, Bergen, Lubeck o Danzig (la actual Gdansk) formaban parte de la Liga Hanseática.
A partir del siglo XVI son distintas potencias del Norte de Europa quienes intentan ejercer su influencia sobre Letonia. Suecos, polacos y lituanos se hicieron con la plaza en uno u otro momento hasta que a principios del siglo XVIII la ciudad es incorporada al Imperio Ruso, llegando a ser la tercera ciudad más populosa de Rusia a principios del siglo XX.
También el siglo XX fue convulso para Riga y Letonia. Durante algunos periodos perteneció al Imperio Ruso, durante otros momentos a Alemania e, incluso, en 1918 se declara independiente hasta que durante la segunda Guerra Mundial es anexionado a la URSS.
Tras años de dominación soviética, con el desmoronamiento de la URSS en 1991, Lituania declara nuevamente su independencia.
QUE VER EN RIGA EN 1 DÍA.
Como explicaba, lo mejor de Riga es perderse por su centro histórico e ir disfrutando de las distintas plazoletas y callejuelas que se van abriendo a nuestro paso. Ello no quiere decir que no merezca la pena entrar en algunos de los monumentos que nos encontraremos. Desde luego, varias de las iglesias que hay que ver en Riga son de visita imprescindible. Incluso merece mucho la pena subir a lo alto de alguno de sus campanarios para disfrutar de las vistas de la ciudad. Pero sin duda, el mejor placer lo encontraréis en el paseo en sí mismo.
Estos son algunos de los lugares imprescindibles de Riga.
PLAZA DEL AYUNTAMIENTO.
Es la plaza más importante que hay que ver en Riga y, en realidad, el centro neurálgico de la ciudad antigua. Es, además, la plaza más monumental de la capital letona y antigua sede de los mercados medievales, de los festejos, de los juicios e, incluso, de las ejecuciones.
Algunos de los más bellos edificios que hay que ver en Riga se encuentran en esta plaza. No pasa desapercibida la Casa de las Cabezas Negras. Se trata de un edificio alzado de nuevo a finales de siglo XX pues el original, que databa del siglo XIV, fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque en su origen esta mansión desempeñó distintas funciones es conocida por haber sido la sede de la Hermandad de los Cabezas Negras, una asociación de emprendedores solteros de origen alemán.
También es esta plaza encontramos el Ayuntamiento de Riga que es quien le da nombre a la plaza.
LOS TRES HERMANOS
Durante nuestros paseos por el centro histórico de Riga nos encontramos con distintas viviendas de origen medieval, cuyo origen lo debemos situar en los siglos XV y XVI. Uno de los conjuntos de viviendas más populares son los conocidos como los 3 hermanos, situado en la Calle Maza Pils. En realidad estos tres edificios, que están unidos en su interior, corresponden a distinta época. De finales del siglo XV el número 17 y de finales del siglo XVII, el 21. La más bella de las tres casonas es la del medio.
IGLESIA DE SAN PEDRO
La iglesia de San Pedro es una de las más bellas de la ciudad. Pero si algo la convierte en uno de los monumentos que hay que ver en Riga es la posibilidad de subir a su torre de campanario, uno de los más altos de la ciudad y donde se disfruta de una estupendas vistas del centro histórico, desde sus 72 metros de altura.
Es la sede principal de la Iglesia Luterana en Letonia y es el resultado de una amalgama de estilos que van desde el románico hasta el barroco, pasando por el gótico. Eso sí, las vicisitudes por la que ha pasado el templo, incluidas las seis veces que fue fulminado por un rayo, han comportado que poco o nada quede de la original iglesia del siglo XIII.
Lo dicho, no dejéis de visitar su campanario, que es lo más bonito de este templo.
MONUMENTO A LA LIBERTAD
El monumento a la Libertad es uno de los símbolos de la patria letona. Rinde honor a los soldados fallecidos durante las batallas que dieron lugar a la Independencia de Letona durante la Primera Guerra Mundial. Se trata de una suerte de gran pedestal de granito encima del cual se sitúa la figura de la Victoria.
Por suerte no fue demolido durante los años de ocupación soviética y hoy continúa siendo uno de los lugares más importantes en cuanto al sentimiento nacional letón.
El Monumento a la Libertad se encuentra en el parque Bastejkalna, el más importante que hay que ver el Riga. Un lugar frondoso, con arboledas, parterres e, incluso, con un canal que recibe las aguas del Río Daugava. Se trata de un lugar muy agradable para pasear.
CATEDRAL ORTODOXA DE RIGA
Ni trescientos metros separan el Monumento a la Libertad de otro de los grandes templos que hay que ver en Riga. La Catedral de la Natividad de Cristo, sin embargo, no es un templo especialmente antiguo, pues su fundación se debe a los años de dominación rusa.
Este templo se convirtió no solo en un símbolo religioso si no también el algo así como un símbolo político. Fue inaugurado en 1884.
Sin embargo, curiosamente, fueron los propios rusos, en este caso ya convertidos al credo soviético, quienes decidieron cerrar este templo al culto para convertirlo en un planetario. Y no fue hasta la independencia de 1991 cuando la Catedral de la Natividad de Cristo fue restaurada y nuevamente consagrada.
CATEDRAL CATÓLICA DE RIGA
Y de la Catedral ortodoxa pasamos a la Catedral católica, dedicada a Santiago el Mayor, uno de los templos más impresionantes de la capital letona y cuya construcción se inició en 1211. La Catedral se sitúa en pleno centro histórico de Riga, casi por completo adoquinado, y que presenta un estado de conservación envidiable gracias a las recientes restauraciones.
En el interior de esta Catedral de Santiago el Mayor observamos como el gótico inicial se transforma en barroco en parte de su decoración, aunque la verdad es que se trata de un edificio más bien sobrio.
Más interesante resulta el claustro de la catedral, al que merece la pena echarle un vistazo. En la Catedral de Riga se programan, de forma bastante habitual, conciertos de música clásica. No asistimos a ninguno de ellos pero explican que la acústica del templo es excelente y que la experiencia merece la pena.
PLAZA LIVU
Paseando por el centro histórico de Riga, que ha sido incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad, llegamos a la Plaza Livu, una de las más coquetas de la ciudad y que rinde homenaje a la tribu de los Livu que ya poblaba Letonia antes de la llegada de los germanos. El ambiente aquí es estupendo, casi a cualquier hora del día. A ello contribuyen un buen número de bares, restaurantes y terrazas que se han establecido en el espacio. Pero la verdad es que se trata de uno de los lugares más escénicos que hay que ver en Riga.
Grandes y pequeñas mansiones, decoradas con vivos colores y que lucen preciosos tejados de tejas con largas chimeneas se alternan con edificios Art Nouveau. Uno de ellos, la Casa de los Gatos, de color amarillo, es especialmente conocida por la figura de dos gatos negros existente en los tejados. La Casa del Pequeño Gremio, de color blanco y con torreones neomedievales almenados que semejan un castillo es una de las más populares de la ciudad. Aún más espectacular resulta la Casa del Gran Gremio, de estilo neogótico.
PUERTA SUECA
Otro de los lugares más entrañables y que hay que ver en Riga es la conocida como Puerta Sueca. Es la única de las 8 puertas de la época medieval que hay llegado a nuestros días y fue alzada en 1698, cuando la ciudad estaba bajo el dominio sueco. La verdad es que el lugar es precioso y muy fotogénico.
CASTILLO DE RIGA
Este castillo pertenecía a la Orden Livonia, orden medieval que formaba parte de la más extensa Orden Teutónica. El castillo original fue destruido por los habitantes de Riga durante la guerra que libraron contra la orden entre 1297 y 1330. Sin embargo, la orden ganó la guerra y un nuevo castillo fue alzado en el mismo lugar. Un episodio similar sucedió a finales del siglo XV, de manera que el castillo que podemos visitar en la actualidad corresponde a siglo XVI.
En la actualidad desempeña las funciones de residencia oficial del presidente de Letonia, además de albergar algunos museos.
RUTA DEL ART NOVEUAU EN RIGA
No mucha gente conoce que Riga está reconocida como una de las capitales del Art Nouveau en Europa, este estilo tan particular que recibió distintos normes según las latitudes y que en España fue conocido como Modernismo o en Viena, como Sezesión.
Se considera que entre principios del siglo XX hasta inicio de la Primera Guerra Mundial se llegaron a alzar unos 700 edificios Art Nouveau en Riga. Muchos de ellos continúan en pie y os los iréis encontrando a lo largo de vuestros paseos por la ciudad.
Uno de los arquitectos que más contribuyó en la expansión del Art Nouveau en Riga fue Mikhail Eisenstein, padre del que posteriormente sería considerado como uno de los más grandes cineastas soviéticos, Serguéi Eisenstein.
Varias de las mejores construcciones las encontraremos en las calles Alberta iela (los números 2, 2a, 4, 6 y 8 son obra de Eisenstein) y Elizabetes iela (los números 10a, 10b y 33 también son obra de Eisenstein).
Pero la verdad es que por todo el centro histórico nos iremos cruzando con un buen número de edificios modernistas que son una maravilla.
EL BARRIO RUSO DE RIGA
Conocido como Maskavas Forštate o Suburbio de Moscú, el barrio ruso de Riga se extiende a partir de la Estación Central de Trenes de Riga. La verdad es que en este barrio encontraremos parte de los que fue el ensanche ruso y soviético que corresponde al periodo en que la ciudad formó parte del Imperio Ruso. Varias iglesias rusas y un buen número de viviendas de madera será lo que encontraremos en estos arrabales, algo degradados, pero que merecen una visita.
Sin embargo, no todo corresponde a los siglos XIX en adelante en este barrio, pues este empezó a desarrollarse allá por el siglo XV. Se trata de un barrio, además, que tuvo sus momentos más oscuros a mediados del siglo XX, cuando se convirtió en gueto judío durante la Segunda Guerra Mundial.
En esta zona nos llama poderosamente la atención un enorme edificio. Es el conocido como Rascacielos de Riga o de Stalin, pues fue alzado durante la época de dominación soviética y su diseño corresponde al estilo que también domina algunos de los rascacielos de aquella época levantados en Kiev, San Petersburgo o Moscú. Es la Academia de las Ciencias y tiene un balcón en el piso 17 abierto a los visitantes.
Y con este rascacielos soviético termino esta lista de los monumentos, las plazas y las iglesias que hay que ver en Riga en un día. Una ciudad que merece mucho la pena y que os recomiendo que visitéis si tenéis oportunidad.