Qué ver en Núremberg en 2 días. Núremberg, capital de la región alemana de la Franconia, es una ciudad bellísima que poco a poco se va situando en el mapa turístico alemán. Particularmente por lo que hace referencia al viajero español que hasta hace bien poco conocía bien poco de Núremberg, más allá que había sido escenario de uno de los juicios más célebres de la historia: el que sentó en el banco de los acusados a algunos de los más importantes dirigentes nazis.
Pero os aseguro que hay mucho que ver en Núremberg más allá de la Sala 600, que es el nombre que recibe el lugar donde se celebró aquel macrojuicio en el año 46 del siglo pasado. Y es que esta ciudad ha tenido una historia prolífica.
Núremberg recibió el título de Ciudad Libre Imperial en el año 1219, cuando Federico II era Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. La exención de pagar impuestos más allá de los que debía satisfacer al propio Emperador dio lugar a un largo periodo de prosperidad, tanto en lo económico como en el apartado de las ciencias o las artes, convirtiéndose Núremberg en uno de los principales centros del Renacimiento Alemán.
Por poner un ejemplo, Alberto Durero, el más importante de los pintores renacentistas alemanes nació y vivió en la capital de la Franconia. Y, de hecho, uno de los lugares que hay que ver en Núremberg es la casa donde residió, justo enfrente del castillo.
Más aún, Núremberg era una ciudad de importancia estratégica para el Sacro Imperio, de manera que fue visitada en numerosas ocasiones por el Emperador de turno que, junto a su gobierno, celebró en distintas ocasiones las Dietas Imperiales en esta ciudad.
Aunque durante la Guerra de los Treinta años la ciudad sufrió de lo lindo (algo que ya hemos visto en otras ciudades del norte de Baviera, como Wurzsburg), tras un periodo de escasez Núremberg regresó a la senda del crecimiento. Incluso tras la disolución del Sacro Imperio y su anexión a Baviera y, posteriormente, a la Alemania Unificada, Núremberg se convirtió en uno de los motores económicos del país. Quizá fue por ello que Hitler la convirtió en algo así como su ciudad fetiche. Aquí se celebraron los congresos del Partido Nacionalsocialista, de manera que varios de los lugares que hay que ver en Núremberg hacen referencia a aquél terrible periodo.
La ciudad quedó prácticamente devastada tras la Segunda Guerra Mundial, cunado más del 90% de su casco histórico quedó reducido a cenizas. Sin embargo, como otras poblaciones alemanas, la reconstrucción llevada a cabo tras la contienda le ha dado otra oportunidad a Núremberg y hoy se ha convertido en una de las visitas indispensables en un viaje a Baviera. Os aseguro que son muchos los lugares de interés que hay que ver en Núremberg y que un mínimo de día y medio o dos serán necesarios para descubrir esta ciudad que es la segunda ciudad más interesante de Baviera después de Múnich. Al menos, entre las que hemos podido conocer.
DÓNDE DORMIR EN NÚREMBERG
Es un hotel ideal si se llega a Núremberg en coche ya que tienen párking (no nos cobraron por usarlo) y está a cinco minutos andando de un metro que te lleva al centro de la ciudad en cuatro paradas, y desde donde puedes empezar a conocer todos los lugars que ver en Nuremberg.
13 LUGARES QUE VER EN NÚREMBERG.
EL CASTILLO DE NÚREMBERG
Empezamos el recorrido por los lugares más importantes que hay que ver en Núremberg con el Castillo Imperial o Kaiserburg. Se sitúa en la ciudad intramuros pero en el punto más alto de la misma, de manera que desde lo alto de la fortaleza se disfruta de unas vistas excepcionales de la Ciudad Vieja de Núremberg.
La historia del Castillo Imperial se remonta a la época imperial y su importancia era tal que en distintas ocasiones hospedó al mismísimo Emperador del Sacro Imperio cuando este visitaba Núremberg para celebrar las Dietas Imperiales.
La capilla es una de las zonas más antiguas del castillo y a la vez de las más interesantes, aunque tampoco debéis perderos el acceso a la Torre de los Pecados, desde donde disfrutaréis de unas vistas sin parangón en Núremberg. En las distintas cámaras que se pueden visitar durante el recorrido por el Castillo Imperial se han dispuesto varias exposiciones entre las que no faltan las de armaduras y armas medievales.
LA CASA DE DURERO.
Ya hemos dicho que esta ciudad fue una ciudad importante durante el Renacimiento, de manera que no es de extrañar que uno de los lugares que hay que ver en Núremberg haga referencia a aquel periodo. Y es que fue aquí donde nació y se desarrolló artísticamente uno de los maestros más importantes de la pintura renacentista alemana, por no decir que el pintor más famoso de la historia de la pintura de este país. Me refiero a Alberto Durero o, lo que es lo mismo, Albrecht Dürer.
No se trata de la vivienda donde nació el genio si no de la que compró cuando el pintor prosperó en lo económico. Se trata de una pequeña mansión construida con las técnica del entramado de madera, de tres pisos, bastante espaciosa y muy bien situada, justo enfrente del Castillo.
La Casa de Alberto Durero ha sido museizada, de manera que nos permite entender como vivía una persona acomodada además de poder conocer su supuesto estudio del pintor, aunque ciertamente no se sabe si el maestro disponía de otro lugar donde realizar sus obras. Uno de los lugares más interesantes de la Casa de Durero es la sala donde se han ubicada copias de algunas de sus obras más famosas.
CÓMO LLEGAR A NÚREMBERG
TREN Y CARRETERA: Núremberg está muy bien comunicada tanto por tren como por carretera con el resto de Baviera y Alemania
AVIÓN: otra posibilidad es entrar a la región por el Aeropuerto de Núremberg, que dispone de conexiones aéreas con los principales aeropuertos españoles.
LAS BODEGAS SUBTERRÁNEAS
Algo que hay que hacer en Núremberg es disfrutar de su famosa y sabrosa cerveza. Existen decenas de productores locales desde hace siglos. Si, como oís, porque la cerveza viene produciéndose en Núremberg desde que hace más de ocho siglos la ciudad recibiera este privilegio de manos del mismísimo Emperador.
Y lo cierto es que la ciudad está agujereada por dentro como si un queso emmental de tratara. Y es que era en estas galerías subterráneas donde la cerveza fermentaba en la antigüedad. Y lo hacía en cantidades que sumaban varios millones de litros anuales. Y es que no hay que olvidar que, durante la Edad Media, la cerveza era considerada mucho más sana que la mismísima agua, que solía estar contaminada por todo tipo de bacterias. Sin embargo, la cerveza, debido al propio proceso de fermentación y a su grado de acidez y amargor no suponía un buen caldo de cultivo para los microbios. Para que nos hagamos una idea, mientras una alemán consume en la actualidad unos 100 litros de cerveza al año, durante la Edad Media tomaba unos 500 litros anuales.
Pues bien parte de estas galerías se pueden visitar con un tour guiado en alemán (aunque también reparten audioguías en varios idiomas) que organiza la cervecería artesanal Altstadthof. Una curiosidad histórica de relevancia es que estas galerías subterráneas fueron utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial para cobijar a los ciudadanos de la ciudad ante los ataques aéreos de los aliados. Para ello, las diferentes galerías fueron unidas por túneles subterráneos que suman varios kilómetros de longitud.
LA IGLESIA DE SAN SEBALDO
San Sebado es una de las tres grandes iglesias góticas que hay que ver Núremberg. En el interior veréis algunas fotos que nos confirman que parte de su estructura tuvo que ser reconstruida tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, pero la verdad es que hoy luce maravillosa. Se trata del más antiguo de los templos cristianos de Núremberg y fue alzado en estilo románico, ya en transición hacia un primer gótico. En el coro podéis observar las reliquias de San Sebaldo, un eremita que propagó la fe cristiana por estas latitudes.
EL MUSEO DEL JUGUETE
La capital de Franconia también es un lugar para los niños. Y de hecho, algunos de los lugares que hay que ver en Núremberg son ideales para ser visitados con los más pequeños de la casa. Aunque, a decir verdad, no se quien disfrutó más de este museo, si Marc o Isa. Allí descubrimos montones de juguetes que han hecho las delicias de los niños desde hace más de 120 años. Pero la parte que más disfrutamos fue la de los juguetes de los años 80 y 90, pues tanto Isa como yo recordábamos perfectamente haber jugado con ellos en su momento.
La verdad es que este museo de tres plantas es muy completo y merece la pena echarle un vistazo.
LA HAUPTMARKT Y LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA
La Hauptmarkt es la plaza principal y otro de aquellos lugares que hay que ver en Núremberg de forma inexcusable. Y, de hecho, pasaréis por ella varias veces durante vuestra estancia en la ciudad.
Durante nuestra visita estaba repleta de tiendecitas de un mercado de lo más variopinto. Tanto podían vender artesanía, como utensilios varios para el menaje, delantales o charcutería francona. Pero sobretodo lo que había allí eran bastantes puestecillos donde servían comida. Tenemos la duda de si el mercado es perenne o se debe solo a que nuestros viaje a Baviera coincidió con la Pascua. De hecho, leímos varios letreros que hablaba de Mercado de Pascua, pero parece ser que casi cualquier época del año es buena para armar un mercado en la Hauptmarkt que, por ejemplo, es la sede del fenomenal mercado navideño de Núremberg, uno de los más famosos de Alemania.
En esta plaza no os debéis perder la Fuente bonita, que hace honor a su nombre con sus estilo gótico de lo más colorido y la impresionante Iglesia de Nuestra Señora, gótica, y que es presidida por un bello reloj. Por cierto, el carillón de su fachada occidental se pone en marcha cada día al mediodía.
EL PUENTE DEL VERDUGO
Es otro de aquellos lugares que nadie debe perderse en Núremberg. Se trata de una de la imágenes más medievales de una ciudad que perdió casi todo su centro histórico original durante la Segunda Guerra Mundial. Lo cierto es que este puente de madera, que recuerda los de la ciudad suiza de Lucerna, lleva hasta una pequeña isla en medio del río. Aquí se ubicaba la vivienda donde residía el verdugo oficial de Núremberg.
En esta casita hay ahora un museo, aunque por desgracia estaba cerrado cuando intentamos visitarlo (parece que abre solo a partir de abril). Las mejores fotos del Puente del Verdugo las tomaréis desde otro puente que queda enfrente, el Maxbrucke o desde la islita que queda en medio del río.
Por cierto, la bella construcción de entramado de madera que se sitúa casi anexa a la torre del puente era un antiguo almacén de vino.
SAN LORENZO
La tercera de las iglesias góticas que hay que ver en Núremberg es la de San Lorenzo. La verdad es que con sus torres gemelas tiene mucho parecido a la de San Sebaldo. Se trata de una construcción de 1250 aunque también debió ser reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial.
LAS MURALLAS DE NÚREMBERG
Desde luego poco queda de las murallas originales que durante siglos defendieron la ciudad de Núremberg. Pero el proyecto reconstructor fue excelente y el la actualidad se puede disfrutar de un magnífico paseo recorriendo varios de los bastiones existentes entre el doble sistema de murallas con foso incluido.
EL MUSEO NACIONAL GERMANO
Entre los varios museos que hay que ver en ver en Núremberg quizá sea el Museo Nacional Germano el más importante de todos ellos. Aquí encontraréis una estupenda colección de arte, con algunos de los cuadros del pintor renacentista Durero, que ya hemos dicho que era natal de esta ciudad, pero también obras de artesanía, orfebrería, instrumentos científicos o distintas piezas de mobiliario.
EL PATIO DE LOS ARTESANOS
Se trata de uno de los lugares más entrañables de Núremberg y se sitúa junto a una de las torres de la muralla. Aquí se han dispuesto un conjunto de pequeñas tiendas y talleres donde los artesanos realizan sus trabajos, los exponen al visitante y los venden. El lugar es muy acogedor, pues la arquitectura intensa semeja la popular de la zona, con las típicas casas en entramado de madera. Además, encontraréis algunas cafeterías y cervecerías en esta zona que os proporcionarán un pequeño descanso.
MEMORIAL DE LOS PROCESOS DE NÚREMBERG
Son varios los lugares relacionados con el nazismo que hay que ver el Núremberg. No en vano, la ciudad era considerada algo así como la niña bonita del país por parte del Führer, hasta el punto de que en esta ciudad se celebraba el congreso anual del Partido Nacionalsocialista.
Sin embargo, si Núremberg fue escogida como sede del juicio que sentó en el banquillo a 22 de los máximos mandatarios del horror nazi tras la Segunda Guerra Mundial fue más bien fruto de que el Palacio de Justicia de Núremberg tenía la envergadura suficiente para albergar tal acontecimiento. Es lo que ha pasado a la historia como El Juicio de Núremberg.
El proceso duró aproximadamente 1 año. La parte acusatoria fue llevada a término por un grupo de fiscales dirigidos por cuatro fiscales jefe representando a las 4 potencias ganadoras del conflicto y dirigidos por el Fiscal Jefe de los Estados Unidos. La Sala 600, que fue la sede del juicio del siglo, tuvo que ser especialmente remodelada para la ocasión y hoy en día en una de las visitas estrella de la ciudad. Por poco que estéis interesados en la historia no os la podéis perder. Se localiza en el segundo piso de un anexo del Palacio de Justicia. En el tercer piso, una interesante exposición que podréis seguir gracia a las audioguías en español, explica paso por paso aquel proceso que termino con varios de los encausados sentenciados a morir ahorcados.
CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DEL RECINTO DE CONCENTRACIÓN DEL PARTIDO NAZI.
Otro de los lugares que hace referencia al Partido Nacionalsocialista y que hay que ver en Nuremberg. La cuestión es que Hitler mandó construir una suerte de coliseo romano a fin de celebrar el congreso anual del partido. Debía dar cabida a hasta 50.000 congresistas, aunque el proyectó debió ser interrumpido al empezar la Segunda Guerra Mundial.
Es que es aquí donde se ha instalado el Centro de Documentación Histórica del III Reich, con una colección documental excelente que se puede seguir también gracias a las audioguías en varios idiomas.
Bien cerquita de aquí no os debéis perder el Campo Zeppelin, que recibe el nombre por ser el campo de pruebas de los famosos Zepellin ideados por Ferdinand Von Zeppelin, pero que es especialmente famoso por ser la sede de los multitudinarios desfiles nazis. Seguro que la tribuna de personalidades la habéis visto en multitud de documentales.
Como veis, Núremberg no esconde su pasado y ha realizado un enorme ejercicio de memoria histórica a fin de dar a conocer uno de los periodos más infaustos de la humanidad.
Y con estos dos lugares que hacen referencia de una u otra forma al amargo pasado (bastante reciente, desde luego) de esta ciudad terminamos esta lista de los 13 lugares que hay que ver en Núremberg. Sin embargo, antes quisiera comentaros que la verdadera esencia de la capital de la Franconia la encontramos en los paseos, disfrutando del ambiente de un domingo cualquiera y con sus gentes literalmente echadas a la calle aprovechando los primeros días soleados de la primavera.