Morella es, quizá, el pueblo más bonito de Castellón. Se sitúa en la comarca histórica del Maestrazgo que se extiende por parte de las provincias de Castellón y Teruel.
Se trata de una población de eminente carácter medieval que destaca por los restos de un castillo situado en lo alto del montículo que corona la villa y que se rodea de una de las murallas mejor conservadas de España.
Si queréis realizar una visita guiada a Morella con las entradas incluidas, la podéis reservar aquí, con cancelación gratuita. Es una muy buena manera de conocer los lugares indispensables que ver en Morella.
El origen de Morella es incierto aunque se sabe de la existencia del ser humano en la comarca ya en época prehistórica. Probablemente fueron los celtas los primeros en establecerse de forma más o menos permanente en Morella, aunque griegos, cartagineses y romanos también pasarían por aquí, integrándose la antigua Castra Aelia en la provincia romana Tarraconense.
A los romanos les siguieron los visigodos hasta que la población fue conquistada por los bereberes el año 714. Probablemente fueron los moriscos los que empezaran a construir el primitivo castillo de Morella. Finalmente, la población pasó a manos cristianas en 1117, aunque no lo hace de forma definitiva hasta que las huestes de Jaume I reconquistan Morella, ya de forma definitiva, en 1232.
En este post os comentaremos los lugares más interesantes que hay que ver en Morella en 1 día. La población es pequeña, de manera que una jornada debería ser suficiente para recorrerla. Eso sí, los atractivos que ver en Morella son suficientes para que empecéis con ella de buena mañana.
DÓNDE DORMIR EN MORELLA
QUÉ VER EN MORELLA EN 1 DÍA.
LAS MURALLAS MEDIEVALES
A medida que nos vamos acercando a Morella por la carretera de aproximación nos damos cuenta del enorme recinto amurallado que rodea por completo el pueblo y el castillo. Las mejores perspectivas se toman, precisamente, desde la carretera, de manera que no está de más parar en alguno de los miradores habituados a fin de poder tirar una fotografía del conjunto monumental y las murallas.
Les murallas actuales datan del siglo XIV y fueron realizadas durante el reinado de Pedro el Ceremonioso. Sin embargo, ya antes habría existido un recinto amurallado que correspondería a la época de dominación árabe. Las murallas cuentan con un buen número de puertas que siguen desempeñando las funciones iniciales, pues están en perfecto estado de restauración. Entramos por la Puerta de la Nevera, que es la que queda más cerca del aparcamiento habituado en el exterior de la villa a fin de mantener el centro histórico libre de coches.
LA PUERTA DE SAN MIGUEL
Es la puerta principal de acceso a la ciudad y uno de los monumentos más importantes que hay que visitar en Morella. De hecho, es la única de las puertas a la que podemos acceder, tanto al interior como a las terrazas. La puerta está formada por dos torres gemelas octogonales de carácter monumental y que disponían de todo tipo de artilugios a fin de poder defender la ciudad.
En el interior se ha dispuesto una zona de juegos para el disfrute de los más pequeños. Marc y sus primos se entretuvieron mientras los mayores visitábamos las torres.
MUSEO TIEMPOS DE DINOSAURIOS
Morella y su comarca fue lugar de dinosaurios durante la prehistoria, de manera que en este museo encontramos restos de algunos de los saurios que se han hallado durante las distintas excavaciones llevadas a término por las cercanías de Morella. La verdad es que el museo nos pareció escasamente atractivo, de tal manera que a no ser que estéis especialmente interesados en la paleontología podéis dejar de lado esta visita.
CALLE PRINCIPAL Y AYUNTAMIENTO DE MORELLA
Toma distintos nombres, desde Juan de Giner en el tramo inicial (justo enfrente del centro de salud) hasta Blasco de Alagó. Se trata de la calle más comercial de la villa, con abundantes lugares dedicados a la venta de artesanía y productos gastronómicos de la comarca, así como un buen número de restaurantes.
En esta calle destaca el Ayuntamiento, un edificio gótico que ha sido restaurado. Se pueden visitar los dos salones góticos, el del Consell y el de la Justicia, así como la Llotja. En el piso superior visitamos una exposición temporal dedicada a las ONG que operan en Burkina Faso. Es de acceso gratuito.
En esta calle, como decía, podéis comprar algunos de los productos gastronómicos típicos de la villa, como sus riquísimos quesos (de oveja o cabra, principalmente) o el flaó, una exquisita empanadilla de requesón y almendras que no debéis dejar de degustar.
También podréis adquirir, o al menos conocer, las famosas mantas morellanas, orgullo de la industria textil local y que se elaboran de manera artesanal desde tiempo inmemorial.
A nivel arquitectónico, el tramo más bonito de esta calle es el distal, donde las viviendas están bellamente porticadas a ambos lados.
BASÍLICA DE SANTA MARÍA LA MAYOR
Se trata de otro de los más importantes lugares que hay que ver en Morella. Se trata de una maravilla gótica alzada entre los siglos XIII y XV. En la fachada principal encontramos una bella portalada, la Puerta de los Apóstoles, donde en el parteluz se representa la Virgen con el Niño y en el tímpano, escenas de la infancia de Jesús y la Coronación de la Virgen.
Sin embargo, lo más sorprendente es el interior de la iglesia. Particularmente bella es la escalera del coro, que sube al mismo, de trazada helicoidal y con escenas en yeso policromado realmente espectaculares. El coro en cuestión, se localiza en un piso superior, encima de una vuelta de crucería rebajada.
No menos espectacular resulta el altar mayor, una obra sublime de estilo churrigueresco, donde el barroco se manifiesta en la máxima expresión. E igual de espléndido nos parece el órgano, también barroco, de la segunda década del XVIII.
La verdad es que no hay que perderse esta iglesia por nada del mundo, aunque la entrada es de pago.
CONVENTO DE SAN FRANCISCO.
La entrada al Convento de San Francisco está incluida en el billete del Castillo de Morella. Este antiguo convento franciscano ha sido reconvertido en una suerte de museo. Allí visitamos una bonita muestra de Peiróns, las típicas cruces de término de piedra de preciosa y elaborada factura. Justo al lado, se ubica lo que queda del claustro, de curiosa tracería. No hay que perderse la antigua sala capitular del convento, donde se ubica un curioso ejemplo del arte macabro español: La Danza de la Muerte. Se trata de unos frescos del siglo XV que representan a la nobleza, el clero y la misma muerte.
CASTILLO DE MORELLA.
Tras conocer el convento es momento de visitar el lugar más importante que hay que ver en Morella. Nos referimos al castillo o fortaleza militar que se localiza en lo alto de la colina que domina la población y que está considerado Monumento Nacional desde 1931.
Aunque no se sabe del cierto quienes fueron los primeros pobladores del montículo, probablemente fuera en tiempos islámicos cuando se erigió una fortaleza ya de forma permanente. Sin embargo, poco queda de aquella primera época, de manera que lo que podemos visitar en la actualidad corresponde a la época de dominación cristiana. Y más particularmente, lo que quedó tras las obras de fortificación llevadas a término tras la tercera guerra carlista, entre 1872 y 1876.
Para llegar hasta lo alto de la colina debemos subir por una larguísima rampa que zigzaguea montaña arriba, en una suerte de largo camino. Las distintas dependencias de la fortaleza se van abriendo a nuestro paso. Primero los torreones de vigilancia, como la Torre de San Francisco o la de la Pardala, posteriormente los lugares donde se ubicaban los distintos cuerpos de guardia, las mismas cárceles del castillo o el polvorín.
Un poco más arriba queda el Palacio del Gobernador, una obra de 1713 horadada en la misma montaña cuando las distintas fortalezas construidas en este punto tenían más de mil años de historia. En la actualidad es la sede de una exposición o centro de interpretación de la fortaleza, donde se explica los distintos personajes históricos que han dejado aquí su huella, incluidos en Rey Jaime I o el propio Cid.
Finalmente, llegamos a lo que es la Plaza de Armas del Castillo de Morella. Para ello, hay que superar un último tramo escalonado. Alrededor de las plaza se ubican distintas dependencias de la fortaleza, como los pabellones para los oficiales o los alojamientos para las tropas.
Desde lo alto de esta magnífica atalaya se domina casi por completo la comarca castellonense de Els Ports, que forma parte de la comarca natural del Maestrazgo. Por debajo del castillo, la imagen del pueblo, con la curiosa plaza de toros en primer término y rodeado de las murallas, es impagable.
La verdad es que no se entendería una visita a la población sin visitar su castillo.
Y con esta visita a la fortaleza termino esta relación de los lugares más atractivos que hay que ver en Morella en 1 día. Será ahora un buen momento para buscar un lugar para comer, que las posibilidades son muchas en esta población volcada al turismo. Especial fama tiene la trufa local, aunque nosotros no la degustamos.
Tras el almuerzo, no estará de más visitar las distintas tiendas dedicadas a la venta de artesanía o productos gastronómicos de la comarca. Nosotros sucumbimos ante unos deliciosos quesos morellanos y algo de repostería local. Tentados estamos también de llevarnos algo de miel. Pero lo dejamos para otra ocasión.