Qué ver en Glasgow en 1 día. Por desgracia, casi todos los viajeros que visitan Escocia dedican una sola jornada a visitar Glasgow. Y la verdad es que es una pena, porque la ciudad tiene suficientes lugares que visitar y tiene suficiente ambiente como para dedicarle una segunda jornada.
Supongo que es normal que la visita a Glasgow sea corta, pues Escocia tiene tantos hightlight que tras visitar la imprescindible Edimburgo, lo habitual es tomar rumbo a las Tierras Altas para disfrutar de la famosa campiña escocesa, trufada de castillos y paisajes encantadores.
Yo os recomendaría que, en caso de tener tiempo suficiente, le dediquéis al menos 24 horas enteras a Glasgow (es decir, que pernoctéis en la que es la tercera ciudad en tamaño de todo el Reino Unido). Y si vuestro itinerario es más ajustado y no os da tiempo ello, que al menos os acerquéis desde Edimburgo (que al fin y al cabo no está nada lejos) para conocer en un día los lugares más importantes que hay que ver en Glasgow.
QUE VER EN GLASGOW EN 1 DÍA.
GEORGE SQUARE, LAS CITY CHAMBERS Y MERCHANT CITY.
George Square es la plaza principal de Glasgow, de manera que podría ser el inicio de casi todos los paseos por la ciudad, y recibe el nombre en honor a Jorge III. Aquí encontraréis el monumento a los caídos durante las dos guerras mundiales aunque lo que más nos llama la atención en la enorme columna coronada por la estatua de Walter Scott, el célebre escritor. El edificio más importante de George Square son las City Chambers, que es el Ayuntamiento de la ciudad. Se puede visitar mediante visitas guiadas gratuitas.
George Square es el epicentro de lo que es conocido como Merchant City, que no es más que el centro comercial de la ciudad. Se trata de una zona con muchísimo ambiente y multitud de centros comerciales pero también repleta de pequeñas tiendas con encanto, bares y restaurantes. Varias de las avenidas son peatonales en Merchant City, de manera que es habitual que se ubiquen aquí distintos artistas callejeros y músicos.
Buchanan Street, Argyle Street e Ingram Street son las calles con más interés y por las que seguro pasearéis en más de una ocasión durante vuestra estancia en Glasgow.
Merece la pena bajar por la peatonal Buchanan Street hasta la estación de metro de Saint Enoch Square, donde podéis tomar un café en el victoriano edificio donde se ubica el Caffe Nero.
GALLERY OF MODERN ART.
Entre los varios museos que hay que ver en Glasgow no os deberíais perder la Galeria de Arte Moderno. Aunque es verdad que este tipo de arte no suele gustar a todos los públicos (en realidad, a nosotros nos cuesta bastante comprenderlo), merece la pena echarle un vistazo al neoclásico edificio donde se ubica.
Justo enfrente de la Galería de Arte Moderno se localiza una estatua ecuestre del general Wellington. Lo curioso es que cada día amanece con un cono de tráfico en su cabeza, lo que se ha convertido en una tradición de Glasgow.
CATEDRAL DE SAN MUNGO Y NECRÓPOLIS
Entre los varios edificios religiosos que hay que ver en Glasgow hay uno que no os debéis perder. Se trata de la Catedral del San Mungo, de estilo gótico. La verdad es que no había oído hablar jamás de un santo que se llamara Mungo hasta que visité Glasgow, pero se trata del patrono y fundador de la ciudad.
Sus ennegrecidas paredes suponen uno de los lugares con más encanto de Glasgow. Aquí podéis visitar la tumba de San Mungo, además de maravillaros con la altura de la nave o las preciosas vidrieras que alberga.
Para tener las mejores vistas de la Catedral, sin embargo, debéis subir hasta la adyacente colina de la necrópolis, otro de los lugares imprescindibles de Glasgow. Se trata de una suerte de cementerio de lo más agradable de recorrer, repleta de suntuosas tumbas y templetes. Se sabe que en esta colina recibieron sepultura hasta 50.000 personas ni más ni menos, aunque os aseguro que no se trata de un lugar nada lúgubre, sí no todo lo contrario.
KELVINGROVE MUSEUM
El Kelvingrove Art Gallery and Museum es el más importante de los museos que hay que ver en Glasgow y fue, para mí, todo un descubrimiento. La verdad es que desconocía de la existencia de este museo, por lo que me sorprendió saber que se trata de una de las atracciones más visitadas de Escocia. Y realmente lo es con motivo.
En este museo podéis encontrar un poco de todo. Desde colecciones de arqueología (con bastante arte egipcio), a botánica, zoología o arte en el sentido más amplio. El número de piezas que se muestran al público es de unas 8000, pero la verdad es que se trata de un museo que se puede visitar en un par de horas, tranquilamente y sin agobios.
Entre las más importantes obras de arte que dispone el museo se encuentran varias pinturas de algunos de los más importantes artistas occidentales de la historia, incluidos Ribera, Rembrandt o Boticelli. Los impresionistas y post impresionistas están también representados con Cezanne, Van Gogh o Gaugin. Sin embargo, la estrella del Museo Kelvingrove es el maravilloso San Juan de la Cruz de Salvador Dalí. Solo por visitar este lienzo ya merece la pena acercarse hasta el Kelvingrove.
Por cierto, justo enfrente del museo se localiza el Kelvingrove Park. Allí tiene su sede el Kelvingrove Lawn Bolws and Tennis Centre. Las Lawn Bowls son un deporte muy típico de los países de la Commonwealth. Se juega en Australia, Nueva Zelanda o Escocia, por ejemplo, y son una suerte de bolos que se disputan sobre un terreno de juego de hierba, bastante amplio.
Jamás había visto a nadie jugar a las Lawn Bowls, de manera que me acerqué hasta allí para entretenerme un rato mientras varios grupos disputaban sus partidas. El origen del juego se remonta al siglo XII y, salvando las distancias, recuerda un poquito a la petanca. Es decir, se trata de lanzar las bolas con la máxima precisión posible para ajustarla a una bola blanca más pequeña.
RIVERSIDE MUSEUM Y TALL SHIP AT RIVERSIDE
Nuestro siguiente objetivo se localiza a orillas del Río Clyde, que trascurre de oeste a este al sur del centro histórico de Glasgow. Allí encontramos otro de los museos imprescindibles de Glasgow: el Riverside Museum of Transport. Solo por visitar el edificio ya merecería la pena, pues se trata de una obra de la afamada arquitecta de origen iraní Zaha Hadid.
Además, el museo es gratuito, de manera que no hay excusa para no echarle un vistazo.
Se trata, como decía, del museo del transporte, de tal forma que lo que podréis encontrar aquí será todo tipo de automóviles, locomotoras, tranvías y otros vehículos que hacen referencia a la historia del transporte. Una de las estrellas del museo es el coche de carreras con que el escocés Colin McRae se proclamó campeón del mundo de rally en 1995.
Justo enfrente del Riverside Museum se ubica, varado a la orilla, el Tall Ship Museum at Riverside. Se trata de un precioso buque, de nombre Glenlee, que ya cumplió con su tarea a lo larga de muchas décadas y que ha sido reconvertido en museo marítimo. Se trata, por cierto, de uno de los 5 únicos buques construidos en los astilleros de Glasgow que permanecen a flote.
La visita es también aquí gratuita, de manera que merece la pena entrar y disfrutar de las dependencias de este precioso velero, a fin de entender cómo debía ser vivir en alta mar durante varios meses.
EL ARMADILLO DE GLASGOW
No quería terminar esta lista de los lugares que hay que ver en Glasgow sin mencionar un sitio que no suele formar parte de los circuitos turísticos habituales por la ciudad. Me refiero al SEC, el Centro de Convenciones de Glasgow, conocido tradicionalmente como el Armadillo.
Mi motivo para visitar Glasgow fue, principalmente, el acudir a un congreso médico (esta es mi profesión), de manera que además de poder recorrer la ciudad (a ratos) durante 4 días, pude visitar su centro de convenciones pues era donde se celebraban las sesiones del congreso.
Pues lo dicho: que este centro, que recibe el nombre de SEC (Scottish Exhibition and Conference Centre) pero que aquí todo el mundo conoce como el Armadillo, por su forma, es una auténtica maravilla de la arquitectura moderna al que merece la pena que echéis un vistazo.
Es una obra de 1985 aunque fue renovado a fondo en el año 2000. De hecho, el Armadillo, que es el edificio que realmente llama la atención en este SEC fue iniciado a partir de 1995. Situado a orillas del Clyde, no deja indiferente a nadie, de manera que más que describir su forma os dejo unas fotos para que veáis como es y porque recibe el sobrenombre del Armadillo.
Justo al lado, por cierto, se ubica el SEE Hydro, un maravilloso pabellón deportivo con una capacidad para 13.000 espectadores, que fue inaugurado en 2013 y que es también una maravilla de la arquitectura contemporánea.
Ni a doscientos metros del Armadillo, un bonito y moderno puente sobre el río Clyde nos llama también la atención. Es el Clyde Arc Bridge, inaugurado en 2006, que cruza el río en ángulo.
Y con este puente termino esta lista de las visitas imprescindibles de Glasgow, aquellos lugares que no os podéis perder en la visita de un día a la que es la tercera ciudad en población del Reino Unido.
Sin embargo, no quiero terminar recordando que más que visitando museos y monumentos, que también, lo que realmente merece la pena en Glasgow es disfrutar del ambiente y los artistas callejeros de Buchanan Street o los conciertos de música en directo en los distintos pubs de Merchant City. Os aseguro que bien lejos han quedado los momentos en que Glasgow era una ciudad gris, industrial y sin encanto.