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Que ver en Edimburgo en 2 días. Las 10 visitas imprescindibles.

patrimonio humanidadQué ver en Edimburgo en 2 días. La capital escocesa me parece una de las más encantadoras y atractivas de Europa. A la propia belleza de la Ciudad Antigua, de carácter medieval, cuyo epicentro lo encontramos en la que es conocida como Roya Mile (un largo paseo que une el Castillo de Edimburgo con el Palacio de Holyrood), hay que sumarle el maravilloso ensanche de la elegante New Town edificada a partir de finales del XVIII o la colina de Calton Hill, que domina ambas desde las alturas.

No menos destacable resulta la oferta cultural de Edimburgo, con un buen número de importantes museos como los que aquí comentaré (la Galería Nacional y el Museo Nacional de Escocia) pero con muchos otros pequeños museos de sumo interés (empezando por el Museo de los escritores).


En este post os vamos a contar los lugares imprescindibles que hay que ver en Edimburgo en una visita de 2 días. El centro histórico de la capital escocesa es bastante compacto de manera que un par de días en la ciudad os será suficiente para disfrutar de un montón de rincones más que se irán abriendo a vuestro paso.

CÓMO LLEGAR A EDIMBURGO.

Lo habitual es llegar a Edimburgo en avión, pues tiene conexiones directas con varios de los aeropuertos más importantes de España. Muchas veces con vuelos low cost a precios más que aceptables.

Aquí podéis ver ofertas de vuelos a Edimburgo:

CUANTOS DÍAS SE NECESITAN PARA VISITAR EDIMBURGO.

Para visitar los lugares más importantes que ver en Edimburgo con un mínimo de profundidad se requerirán un mínimo de dos días de estancia en la ciudad. Si disponéis de algún día más merece la pena visitar el histórico Castillo de Stirling o la iglesia más famosa de Escocia, la Capilla de Rosslyn, inmortalizada en el bestseller llevado al cine El Código Da Vinci. Ambas resultan excursiones ideales para ser realizadas desde Edimburgo en 1 día.

QUE VER EN EDIMBURGO. 10 VISITAS IMPRESCINDIBLES.

CASTILLO DE EDIMBURGO

El Castillo es el lugar histórico más importante que hay que ver en Edimburgo. También es el lugar más visitado de la ciudad, de manera que es habitual tener que hacer cola para comprar las entradas (luego os comentaremos como visitar el Castillo de Edimburgo sin colas).

Se sitúa en una colina al oeste de la Old Town, la Castle Hill, que queda rodeada por precipicios que la hacen inexpugnable en tres de sus lados, mientras el cuarto da a la Royal Mile. Entraréis, precisamente, por la Royal Mile, franqueando la Explanade (sede del festival de Teatro de Edimburgo).

El Castillo de Edimburgo consta de un buen número de estancias y capillas y durante su historia ha desempeñado todo tipo de funciones, siendo la de residencia real la más importante de ellas. El Palacio Real, por ejemplo, fue alzado a partir de 1430, aunque ha sido remodelado en distintas ocasiones. Una de las salas más importantes de este Palacio Real es la Cámara de la Corona, que alberga los tesoros de la corona escocesa. Son los conocidos como Honores de Escocia y se componen de la Corona, la Espada y el Cetro Real.

Sin embargo, tan importante y querido como las joyas resulta la Piedra del Destino, que es la piedra sobre la que se coronaba a los reyes escoceses durante siglos. La Piedra del Destino regresó a Escocia, recibiendo todo tipo de honores, en 1996. Había permanecido 700 años en Londres después de ser robada por el monarca inglés Eduardo I en 1296.

En los sótanos de la fortaleza también podréis conocer las Prisiones de Guerra, un lugar infame utilizado como cárcel militar.



Sin embargo, no es el Palacio Real el recinto más antiguo del Castillo de Edimburgo. Este honor queda reservado a la Capilla de Santa Margarita, que fue construida en 1130.
Las vistas desde la Colina del Castillo son excelentes. Particularmente, por lo que refiere a la Ciudad Nueva y los Jardines de Princess Garden, que se pueden observar perfectamente desde las distintas terrazas.

Contad que vais a requerir un mínimo de una hora y media para visitar el lugar más importante que hay que ver en Edimburgo y que, probablemente, debáis guardar un buena cola para comprar las entradas (particularmente en verano y fines de semana). Para visitar el castillo de Edimburgo sin colas, podéis comprar la entrada por avanzado (y sin costes añadidos) en este enlace.

Otra posibilidad es realizar una visita guiada en español, de 2 horas de duración, a fin de comprender qué significa exactamente el Castillo de Edimburgo para los escoses. Podéis reservar la visita guiada en español en este enlace, sin coste adicional.

ROYAL MILE

Tras salir del Castillo de Edimburgo os dirigiréis a la Royal Mile, la calle más importante que hay que ver en Edimburgo. Se trata del eje vertebrador de la Ciudad Antigua de Edimburgo y os llevará hasta el Palacio de Holyrood.

Aquí encontraréis los que son conocidos como los rascacielos de Edimburgo. Se trata de edificios medievales de 5 o 6 plantas, algo que supuso una revolución en la época medieval. Lo más curioso, sin embargo, es que por debajo del nivel de la calle podemos encontrar entre 2 y 4 niveles más. Fue algo que, en su momento, acabo resultando en un auténtico problema de salud pública.

Roya Mile cambia en 4 ocasiones de nombre: Castelhill, Lawnmarket, High Street y Canongate, aunque en realidad es un continuum. Merece la pena no solo pasear tranquilamente por las calles principales si no meterse por los estrechos callejones que encontraréis a lo largo de la misma. Son los conocidos como closes, que a menudo, se abren a plácidas plazoletas. En uno de ellos, se localiza el Museo de los Escritores, imprescindible para los amantes de la literatura escocesa (Walter Scott, Robert Burns y Robert Louis Stevenson son tres de sus figuras más conocidas). Tenéis que tomar el Lady Stair’s Close para llegar hasta este pequeño museo.

Entre los distintos edificios que podréis visitar durante vuestro paseo por la Royal Mile está el Scotch Wisky Experience, donde se puede aprender acerca de la más afamada de las bebidas escocesas, la Catedral de San Gilles (luego os hablaré de ella), la Cruz de Mercado (donde se realizaban los anuncios públicos desde la época medieval, aunque la actual fue alzada a mediados del siglo XIX), las City Chambers o Ayuntamiento de Edimburgo o el Canongate Tolbooth, que en su momento fue Palacio de Justicia.
Casi al final de la Royal Mile os toparéis con un gran edificio moderno. Es el Parlamento de Escocia, una obra del arquitecto catalán Enric Miralles, que fue alzado ya en el siglo XX. Su edificación vino acompañada de grandes polémicas dado el carácter moderno de la misma.

¿Vas a visitar EDIMBURGO en las próximas fechas?. Quizá te interese saber que puedes realizar varias visitas guiadas en español (incluso tours gratuitos) o comprar entradas por anticipado en esta web. Podéis mirar en ESTE ENLACE, las distintas posibilidades y contratarlas.




CATEDRAL DE SAN GILES

La Catedral de San Gilles es la iglesia más importante que hay que ver en Edimburgo, aunque no está de menos decir que, en realidad, no es ninguna catedral. Está considerada la iglesia fundacional de la Iglesia escocesa. Sin embargo, esta confesión no da el título de catedral a sus templos más importantes, de manera que San Gilles no es, en realidad, ninguna catedral. La iglesia escocesa, de confesión presbiteriana, es una rama del protestantismo.

Aunque el templo original era del siglo IX, lo que podemos visitar en la actualidad corresponde a las remodelaciones llevadas a término durante el siglo XIV, de manera que se trata de una iglesia gótica. El interior es ciertamente bello, con una bóveda de crucería de lo más trabajada y un bonito coro de madera. También llama la atención el colorido que aportan las vidrieras, aunque son bastante posteriores al resto del edificio, pues fueron añadidas en el siglo XIX. No os perdáis la Thistle Chapel o Capilla del Cardo, que pertenece a la orden de caballería del mismo nombre. Esta orden fue fundada por el Rey Jacobo II y está formada, aun en la actualidad, por el Rey y 16 caballeros escogidos directamente por el monarca de turno.

PALACIO DE HOLYROOD

Al final de la Royal Mile llegaréis a una explanada donde se abre otro de los palacios que hay que ver en Edimburgo. Se trata de Holyroodhouse o el Palacio de Holyrood. Aquí se encuentra la residencia de la Reina de Inglaterra en Escocia. Nosotros no tuvimos tiempo de visitar su interior, pero tenéis que saber que sí que es posible y, según cuentan, recomendable.

Junto al Palacio se ubica la Abadía de Holyrood, un lugar romántico en ruinas, al que merece la pena echarle un vistazo.

GRASSMARKET

Grassmarket es una de las plazas más agradables de la Ciudad Vieja de Edimburgo. Llegar aquí desde la Roya Mile es fácil. Debéis tomar el Puente de Jorge IV y bajar por Victoria Street. Llegaréis en menos de 5 minutos.

Es uno de los lugares imprescindibles de Edimburgo. Esta plaza ha sido la sede se casi todo. De mercados, lo que más. Pero también de ajusticiamientos, pues era aquí donde se localizaba la horca durante la época medieval. Aquí, por ejemplo, fueron ajusticiados más de 100 pactantes durante la segunda mitad del siglo XVII. Los pactantes eran los presbiterianos escoceses que se oponían a la preeminencia de la doctrina de la iglesia inglesa.

En la actualidad, Grassmarlet está rodeada de bares y restaurantes y es un muy buen lugar donde tomar el aperitivo o almorzar. Muchas de estas tabernas fueron, en su momento, los hostales que acogían a los ganaderos que llegaban a la ciudad para vender sus vacas y caballos.

DATOS PRÁCTICOS PARA VISITAR EDIMBURGO

Si vas a visitar EDIMBURGO quizá te interese saber que puedes adquirir algunas entradas por anticipado. También puedes adquirir VISITAS GUIADAS EN ESPAÑOL (también muy económicas) con lo que no perderás tiempo y tendrás la ENTRADAS INCLUÍDAS.

Estas son las opciones más interesantes:

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COLINA DE CALTON HILL

Otro de los lugares que no os podéis perder en la capital escocesa es la Colina de Calton Hill. Desde aquí podréis disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, de manera que prácticamente todos los lugares que hay que ver en Edimbugo se divisan desde esta colina que se sitúa al este de la ciudad nueva.

Más allá de pasear sin más por la colina y disfrutar de las maravillosas vistas, en Calton Hill se han ubicado varios monumentos de interés, como el Monumento Nacional, que recuerda un templo clásico y que rinde homenaje a los caídos durante las guerras napoleónicas, o el Monumento a Nelson, que se alzó tras las batalla de Trafalgar. Si queréis subir a lo alto de esta torre de planta circular deberéis dar cuenta de los 170 escalones que os llevarán hasta la terraza, aunque la verdad es que las vistas no distan mucho de las que tendréis desde la base.


JARDINES DE PRINCESS STREET

Entre los varios parques y jardines que hay ver en Edimburgo, los de Princess Street son los más bellos e imponentes. Se sitúan por debajo del Castillo de Edimburgo, entre la Ciudad Vieja y la Nueva y resulta un lugar ideal para tomarse un descanso, reposando en la hierba o en uno de los bancos. Lo curioso es que estos jardines, los mayores de la ciudad, se sitúan en lo que antiguamente era un lago (el Loch Nor) que fue desecado a principios del siglo XIX. De esta manera puedo ser abierto este nuevo espacio que, en verano, están completamente copado por lugareños y visitantes que buscan unos momentos de relax (fijaros en la foto).

Justo en medio de los jardines se sitúa The Mound, una colina artificial, donde se localiza el neoclásico edificio de la Galería Nacional.

MONUMENTO A WALTER SCOTT

Los Jardines de Princess Street se cierran, por el norte, por Princess Street, que supone el límite sur de la Ciudad Nueva. Justo en esta localización se alzó el Monumento a Walter Scott, uno de los literatos más importantes de la historia de Escocia.
Se trata de un enorme pináculo neogótico alzado a mediados del siglo XIX, cuya decoración hace referencia a los personajes de las novelas del escritor. El color ennegrecido de la piedra es producto de la contaminación de la ciudad, aunque no acaba de desmerecer al monumento.

Quien tenga fuerzas y quiera pagar la entrada de £8 al Monumento de Walter Scott, puede subir a lo alto del monumento, que tiene una altura de unos 61 metros. Las vistas de la Ciudad Vieja seguro que son bellísimas (nosotros no subimos), aunque la verdad es que desde Princess Street mismo o desde Calton Hill se puede gozar también de bellísima vistas, y gratis.

GALERIA NACIONAL DE ESCOCIA.

La Galería Nacional es uno de los museos que hay que ver en Edimburgo de manera inexcusable. A no ser que no os guste para nada la pintura, claro está. Se trata de la más importante pinacoteca del país, y se sitúa en un edificio neoclásico localizado en The Mound, el montículo artificial que separa en dos los Jardines de Princess Street.

La Galería Nacional da cabida a algunos de los más importantes maestros de la pintura accidental de todos los tiempos. El Greco, Rembrandt, Tiziano, Rubens, Van Gogh o los impresionistas (Monet, Cezanne o Gauguin, por ejemplo) están representados en La Galería Nacional. Sin embargo, mi cuadro favorito es la Vieja friendo Huevos, de Velázquez, que el genio sevillano pintó a los 19 años de edad. La entrada a la Galería Nacional es gratuita.

MUSEO NACIONAL DE ESCOCIA

También es gratuita la visita al Museo Nacional de Escocia, el otro gran museo que hay que ver en Edimburgo. Las exposiciones aquí son de lo más variadas, desde paleontología a geología, botánica, arte o historia.

Aquí encontramos, disecada, la famosa Oveja Dolly, que fue el primer animal clonado y que ocupó las primeras páginas de los periódicos allá por 1996. Los que somos de mi generación la recordamos como si fuera hoy, pues se convirtió en una verdadera celebridad.

En las salas del Museo Nacional de Escocia dedicadas a la ciencia y la Tecnología encontramos cápsulas aeroespaciales o incluso un coche de Fórmula 1. Es el que hizo campeón del mundo a Jackye Steward. Los fondos del museo son enormes y abarcan también a importantes piezas de arte llegadas de distintas latitudes (en las World Culture Galleries) o piezas de importancia arqueológica como un juego de ajedrez de origen noruego, que data del siglo XII y que fue encontrado en la isla de Lewis.


CEMENTERIO DE GREYFRIARS

El último de los lugares que comentaré en esta lista de lugares que hay que ver en Edimburgo es un cementerio. Me refiero al cementerio de Greyfriars. Se localiza a tres minutos a pie de Grassmarket, si tomáis Cowgatehead y luego Candlemaker Row.

Este cementerio es conocido por una vieja historia que más o menos cuenta así. A mediados del siglo XIX, John Grey, que era un policía de la ciudad, tenía un perrito skye terrier, llamado Bobby. Cuando en 1858 murió el policía, fue enterrado en el cementerio Greyfriars, anexo a la iglesia del mismo nombre. La historia cuenta que el perrito sobrevivió 14 años a su dueño y que jamás ee movió de la tumba de su amo. Bobby murió en 1872 y fue enterrado en los jardines de la iglesia en una tumba que se puede visitar y que es motivo de peregrinación.

Podréis encontrar una estatua de Bobby en el puente de Jorge IV. La historia, por cierto, fue convertida en película de Walt Disney en 1961, previa adaptación. Greyfriars Bobby: The True Story of a Dog, fue llamado aquel film.

 


Y con el cementerio de Greyfriars y la historia de fidelidad del perro Bobby termino esta lista de los 10 lugares que hay que ver en Edimburgo, una ciudad que os aseguró que os encantará si tenéis la oportunidad de visitarla.

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