¿Visitar Moscú en Navidad? ¿Y volar junto al equipo de baloncesto del FC Barcelona? ¿Que si quiero? ¡Claro que quiero! Os cuento la historia de uno de los viajes más bizarros que he realizado en mi vida.

La historia es la siguiente. A principios de diciembre recibí una llamada procedente de la división de desplazamientos del FC Barcelona de Baloncesto. Me explicaban que entre los abonados del equipo (lo somos desde hace casi 20 años) que habíamos asistido al encuentro entre el FC Barcelona y el Maccabi de Tel Aviv se había sorteado un desplazamiento para dos personas para disfrutar del partido entre el Khimki de Moscú y el Barça. La cuestión es que esto nos permitiría viajar a Moscú en Navidad, para disfrutar del ambientazo navideño de la ciudad y que poco tiene que envidiar a la tan famosa atmósfera navideña neoyorquina.

Además, el premio gordo suponía viajar con el charter privado del equipo de baloncesto. Un auténtico regalazo de Reyes por avanzado. Desde luego, no dudé en aceptar el regalo y ofrecer la segunda plaza a mi amigo de toda la vida, de nombre también Jordi, y que, como yo, es igualmente abonado al Palau Blaugrana.

Poco importaría que solo pudiésemos disfrutar de Moscú durante unas 24 horas. Al fin y al cabo, ya había tenido la oportunidad de viajar a la capital rusa en otra ocasión. Lo interesante aquí era viajar con el equipo, dar un buen paseo por Moscú y disfrutar del partido en la cancha del Kimkhi.

Os cuento cómo se desarrolló.

EL VIAJE A MOSCÚ

Llegó el día 28 de diciembre y nos dirigimos al Aeropuerto del Prat de Barcelona.

Esta vez habíamos llegado al aeropuerto en coche puesto que regresábamos a las 4 de la mañana, cuando no existe tren de vuelta a Mataró. En lugar de dejar el coche en el costoso párking oficial del aeropuerto lo dejamos en uno de los Aparcamiento del Aeropuerto Barcelona que tienen mejores precios. Nosotros necesitábamos dejar el coche apenas un par de días pero si requerís de una Larga estancia parking en el Aeropuerto Barcelona, con ParkCare conseguiréis precios mucho más baratos que en los parkings de AENA.

Tal y como habíamos acordado, nos presentamos a las 12 de la mañana en la Terminal 1 y allí nos esperaba Susanna, la representante del FC Barcelona que nos acompañaría también en el viaje. Nos hizo entrega de la tarjeta de embarque y nos devuelve nuestro pasaporte con el visado ruso ya pegado. Esta vez no fuimos nosotros quienes nos encargamos de los preparativos, a menudo un pelín pesados, del viaje.

Pasamos el control del pasaporte sin problemas y nos esperamos junto a la puerta de embarque. En unos minutos empiezan a llegar los jugadores del equipo de Baloncesto de FC Barcelona. Un subidón. Nos hacemos fotos con varios de ellos, que aceptan solícitos. Allí están Navarro, el mejor jugador ACB de la historia, o Ante Tomic, quizá el pívot más dominante en Europa los últimos 5 años. También Ribas, Hanga o Seraphin. También todo el equipo técnico, encabezado por Sito Alonso, el entrenador del equipo en la actualidad. Igualmente viajan el manager de la sección, Nacho Rodríguez, así como Xavier, que representa a la comisión deportiva de la sección de baloncesto.

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En total somos 33 los ocupantes del charter. De ellos, 8 aficionados. Los jugadores se disponen en la parte trasera del avión, los aficionados en la zona media, y el equipo técnico, en la parte delantera. Durante el trayecto entablo una breve conversación con Sito, el entrenador. Son no más de 5 minutos donde el coach se muestra confiado en revertir la mala situación en la que se encuentra el equipo. Durante el viaje no deja de visionar videos de baloncesto. También hablamos un buen rato con Xavier, que nos comenta la dificultad para competir con los más importantes presupuestos de Europa, muy respaldados a nivel de sponsors y que gozan de unas fiscalidades mucho más ventajosas que las existentes en España.

En 4 horas llegamos a Moscú. Hemos hecho una cabezadita. Algunos jugadores también. No les debe ser fácil dormir con su altura. Tomic y Seraphin utilizan los asientos de la salida de emergencia, que gozan de mayor espacio. Todos, sin excepción gozan de dos asientos.

Mientras esperamos a que salga el equipaje del equipo de baloncesto (los aficionados no hemos facturado), nos requieren para una foto de grupo. Un puntazo para nosotros, desde luego.

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Posteriormente, un minibús nos lleva a los 8 aficionados junto a Susanna al hotel que tenemos en el centro de Moscú. Un lugar estupendo, a trescientos metros de la plaza Roja, el verdadero ombligo de la capital rusa. Se trata del Hotel Boutique Stoleshnikov, muy recomendable.

PASEO POR MOSCÚ EN NAVIDAD.

No os voy a comentar mucho sobre la capital Rusa, puesto que quiero dedicarle un post a los lugares más importantes que hay que ver en Moscú.

SÍ que os comentaré que he quedado maravillado del ambientazo navideño del que goza la ciudad durante estos días. Tras dejar el equipaje en el hotel nos dirigimos hacia la Plaza Roja que queda a cinco minutos a pie del alojamiento. Todas las calles gozan de una iluminación navideña de impresión, a menudo con grandes arcos de colores que asemejan grandes portales. También son muchísimos los árboles decorados con las tradicionales bolas navideñas, las de toda la vida, así como los escaparates ornamentados con multitud de luces y motivos navideños. Particularmente, en los varios grandes almacenes con que nos cruzamos. Está claro que en Rusia la energía es bastante más barata que en España.

Además, la mayoría de grandes edificios están igualmente iluminados por la noche, de manera que el paseo resulta de lo más entretenido y agradable. Y, dicho sea de paso, agradecemos las suaves temperaturas, a cero grados, que por lo visto es poco habitual en un viaje a Moscú por Navidad.

Enseguida llegamos a la Plaza Roja. Y allí se muestra, imponente, la Catedral de San Basilio, los grandes almacenes Gum, los más glamurosos de la ciudad e igualmente decorados para la Navidad, así como las murallas del Kremlin. Y en medio de la Plaza Roja, una pista de patinaje, como en toda gran ciudad por estas épocas.

Aunque con cierta hambre no dejamos de pasear hasta llegar hasta la Catedral de Cristo Salvador para subir posteriormente hasta la Calle Arbat, la más famosa entre las peatonales de Moscú, donde cenamos antes de regresar hasta al hotel.

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A la mañana siguiente, tras el desayuno, nos dirigimos a explorar Moscú. Por delante tenemos casi diez horas y no queremos desaprovechar ni un solo momento. En otro post os hablaré de los lugares más interesantes de la ciudad, pero ya os avanzo que regresamos a la plaza Roja, donde visitamos San Basilio y los almacenes Gum (maravillosa también la decoración navideña interior).

Posteriormente nos acercamos hasta el Kremlin para hacer la visita a las cuatro catedrales que alberga. También visitamos el Convento de Novodevichi, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad, antes de realizar un buen paseo por las mejores estaciones del Metro de Moscú, que es reconocido como el más bello del mundo y que tiene el apelativo, desde la época soviética, de El Palacio del Pueblo.

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EL PARTIDO DE BALONCESTO.

No menos importante resulta en este viaje el partido de baloncesto entre el Khimki y el Barcelona. La organización nos lleva hasta la cancha en un bus. Tardamos casi hora y media en llegar hasta el Khimki Arena, porque el tráfico en Moscú durante la Navidad es especialmente intenso.

Comentar que el Barcelona ganó el partido, después de jugar muy sólidamente, y que los ocho aficionados del Barcelona no dejamos de animar, particularmente durante el último cuarto. Tras el encuentro, los jugadores agradecieron nuestro esfuerzo aplaudiéndonos desde el centro del campo mientras nos señalaban. Lo cual agradecimos.

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Y de allí, nos fuimos directamente al aeropuerto donde, tras una hora aproximadamente, nos reencontramos con nuestros héroes. Fueron momentos para nuevas fotografías y para pedir los autógrafos que Marc nos había solicitado. Ni un solo jugador dejó de firmar una camiseta conmemorativa del partido que el Khimki había regalado a todos los aficionados, locales y visitantes, que habían acudido al encuentro.

Jugadores y aficionados terminamos rendidos al sueño durante el último tramo del viaje de vuelta a Barcelona. Al llegar, casi a las 4 de la noche, era el momento de recuperar el coche para regresar a casa.

Este viaje a Moscú en Navidad junto al equipo del Barcelona de Baloncesto no lo olvidaremos jamás. Ahora, si queréis saber acerca de las visitas imprescindibles que ver en Moscú podéis leer este post.

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Comentarios:

15 comentarios en “MOSCÚ EN NAVIDAD Y JUNTO AL BARCELONA DE BALONCESTO.


Nuria Ibáñez López
6 de enero de 2018

Vaya Jordi que suerte!!!!
Mira que siempre te vi alto pero en este viaje va a ser que no.
Visca el Barça!!!!

    MIL Viatges - Blog de viajes y etnología
    6 de enero de 2018

    Jejeje, es verdad. Allí era un enano!

Kris
7 de enero de 2018

¡¡Pedazo de regalo!! Me alegra que ganara tu equipo y me has mostrado un Moscú que no he visto en Navidad pero que sin duda es tan ostentoso como imagina. Propio de los zares.
Un abrazo y a disfrutar de los viajes y del baloncesto en este año que acaba de empezar.

    Jordi
    8 de enero de 2018

    Así es, Kris. Un buen sorpresón el que nos llevamos. Fue un día muy bonito y, además, ganamos el partido. Que este año no es nada habitual, por desgracia!

Andrea Enrri
8 de enero de 2018

Este es el tipo de viaje que me fascina leer! Cuanta emocion!
Y esa ciudad iluminada con tanto encanto. Precioso!

    Jordi
    8 de enero de 2018

    Así es, Andrea. Fue un viajer cortito pero muy emocionante.
    Un beso!

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