La Catedral de Palma de Mallorca no suele ser nombrada, casi nunca, entre las más bellas de España. Seos como las de Burgos, Santiago de Compostela, Sevilla o la Catedral de León son universalmente citadas antes que la catedral balear.
Sin embargo, situado a casi orillas del Mar Mediterráneo, la Catedral de Palma goza de una situación privilegiada que la sitúa, al menos, entre las más escénicas catedrales de Europa. La Seu de Mallorca, que así se la conoce en las Islas Baleares, es un edificio gótico del siglo XIII. Concretamente, gótico levantino, que es el tipo arquitectónico que comprende casi todo la arquitectura alzada entre Perpiñán y Valencia durante aquel periodo (es decir, en la Corona de Aragón).
La Catedral de Palma o Catedral de Mallorca es un templo francamente robusto y de dimensiones más que notables con 121 metros de longitud y 55 de ancho. Las tres naves disponen de un buen número de contrafuertes así como de arbotantes, a fin de sustentar la estructura. Sin embargo, el hecho que la diferencia más de las catedrales francesas, aproximándola a las del norte de Europa, es su planta basilical así como la ausencia tanto de deambulatorio como de crucero. Es decir, totalmente diferente a las de las citadas catedrales de León o Burgos, que reciben una mayor influencia de las seos de la Ille de France.
La Catedral de Mallorca, que fue alzada tras la conquista de Mallorca por parte de Jaime I justo en el lugar donde se ubicaba la mezquita de la población, es más bien sobria, como corresponde al gótico levantino. Sin embargo, no pasan por alto algunos detalles que la convierten en excepcional. Por ejemplo, su enorme rosetón, que con 13 metros de diámetro es el mayor del gótico mundial. También llama la atención la enorme altura de su nave principal, que se alza hasta los 44 metros y que consta entre las más altas jamás levantadas.
LA MANO DE GAUDÍ EN LA CATEDRAL DE PALMA DE MALLORCA
Antoni Gaudí recibió, a principios del siglo XX, el encargo de realizar una serie de trabajos de recuperación y rehabilitación de la Catedral de Palma. No esperéis encontrar aquí las maravillas modernistas que el genio de Reus realizó en Barcelona, desde luego. Sin embargo, más allá de algunos cambios propuestos en la configuración del coro, Gaudí elaboró para la Catedral de Palma de Mallorca algunos detalles ornamentales como los candelabros existentes en los pilares centrales de la Seo.
MALLORCA, MÁS ALLÁ DE PALMA.
Desde luego, no se limita a la Catedral de Mallorca, ni tan siquiera a la ciudad de Palma los alicientes de la mayor de las Islas Baleares.
Una vez disfrutado de la capital, es hora de alquilar un coche en Mallorca y recorrer la isla. Entre sus maravillas, nadie debería perderse las archifamosas Cuevas del Drach, repletas de estalagmitas y estalactitas, pero tampoco las Cuevas de Artà, menos conocidas pero igualmente bellas.
Las Cueva del Drach, en el municipio de Manacor, fueron pioneras entre las cuevas prehistóricas en ser abiertas al público en España. Aunque se sabía de su existencia desde la Edad Media, las cuevas no fueron exploradas hasta 1880. Sin embargo, fue a partir de 1922 cuando empezó a ser acondicionada para ser visitada por el público en general, abriendo nuevos caminos y trazando nuevos senderos con escaleras y, particularmente, haciendo llegar la luz eléctrica durante todo el recorrido.
La caminada por las Cuevas del Drach es de 1200 metros. Uno de los puntos culminantes es la llegada al lago Martel, a mitad del recorrido, donde se ofrece un pequeño concierto clásico acompañado de efectos lumínicos, así como un paseo en barca. El concierto lleva ofreciéndose en el lago Martel desde 1935 ni más ni menos.
Entre los atractivos naturales de Mallorca tampoco faltan la Sierra de Tramuntana, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad o las poblaciones de Andratx, Pollença o Sóller. Esta última, con su bonito puerto y su atractivo faro. Merece la pena visitar Sóller en sábado, cuando se despliega su mercado semanal. No hay dejar de visitar, tampoco, Can Prunera, un museo de arte instalado en una mansión de principios de siglo XX. Algunos de los más famosos pintores del siglo XX están representados en este museo, incluidos Picasso, Warhol o Kandisnski.
No puede faltar en una visita a Mallorca un recorrido por algunas de sus mejores playas y calas. La Playa de Formentor, Es Trenc o Sa Rápida son solo algunas de las más populares.
Las playas de Mallorca poco tienen que envidiar a las paradisíacas playas caribeñas. A unas aguas límpidas y turquesas se unen sus finas arenas.
Sin embargo, donde en el Caribe hay palmeras aquí localizaréis pinos, pues es habitual que los frondosos pinares lleguen hasta casi la orilla, como corresponde al Mediterráneo. Así pasa en Es Trenc, quizá una de las más populares. Un arenal, por cierto, que se divide en dos: Ses Covetes, algo más recóndita y reservada al nudismo, y Ses Salines, mucho más familiar.
Atractivos no le faltan a la Isla de Mallorca, un lugar que es mucho más que el consabido turismo de sol y playa.