La excursión al Monte Popa desde Bagán es una de las mejores que se pueden realizar desde la capital arqueológica de Myanmar. Hay quien opta por dedicarle tres o cuatro días a los templos de Bagán y hay quien, como nosotros, prefieren sacrificar algo de tiempo en este maravilloso parque arqueológico a fin de conocer uno de los lugares más importantes de peregrinación para el budismo de Myanmar: el Monte Popa.
Al fin y al cabo, la excursión al Monte Popa desde Bagán solo ocupa una mañana, de manera que por la tarde se pueden seguir descubriendo nuevas pagodas.
El Monte Popa es un volcán extinto desde hace miles de años que se alza hasta los 1500 metros de altura. En lo alto de cuello volcánico de más de 700 metros se localiza un complejo religioso que es motivo de peregrinación por parte del budismo birmano. Pero más allá de ello, el Monte Popa es también algo así como el hogar espiritual de los 37 nats. ¿los 37 nats? ¿y que es esto? Pues se trata de una suerte de santones de origen animista que han sido adoptados por el budismo y que representan todo tipo de oficios y estados de ánimo o vitales de la condición humana. Tanto puede existir un nat protector de los niños como un nat protector de los jugadores y de los borrachos. Se trata de unas figuras donde se mezclan el animismo con el budismo y, también, con el hinduísmo, como podemos observar con algún nat que tiene las formas de elefante, cual Ganesh.
Hay que decir que más allá de los 37 nats que se podrían considerar como oficiales, existen muchos otros que se encuentran repartidos en capillas de todo el país.
Pues bien, es en la falda del Monte Popa donde, históricamente, se considera que se localiza el hogar espiritual de esta suerte de almas que todo budista acaba por venerar, a veces por fe y muchas otras, por superstición.
- cómo obtener el Visado de Myanmar.
- Lee también guía con itinerario, vuelos, hoteles y consejos para viajar a Myanmar.
VISITA AL MONTE POPA DESDE BAGÁN.
Algo más de una hora tardamos en llegar a la falda del Monte Popa desde Bagán. Aunque son poco más de 50 kilómetros los que distan ambos lugares, la carretera es sinuosa en sus últimos tramos de manera que el último trama se hace bastante más lento.
Lo primero que visitamos es, precisamente, la capilla de los 37 nats que se localiza en la base del cuello volcánico. En este pabellón no solo encontramos los nats oficiales si no, como hemos dicho, otras varios santones, algunos de ellos de origen hindú y otros, de origen animista. Los fieles y particularmente los más supersticiosos no dudan en ofrecer sus donaciones al nat con que se sienten más identificados, de manera que casi todos llevan en su mano un buen fajo de billetes. Ya hemos visto en los diferentes templos budistas como los fieles son extraordinariamente proclives a las donaciones. Mucho más de lo que observamos en las iglesias cristianas, por ejemplo.
Justo enfrente de la capilla de los 37 nats empieza el ascenso hasta la cima del volcán. Para ello hay que superar ni más ni menos que 777 peldaños. Y no solo eso, si no también hay que sobrepasar una numerosa colonia de monos que unas veces juguetones y otros algo agresivos harán que durante el ascenso tengamos que andar con cuatro ojos, no sea que nos quedemos sin gafas, por ejemplo. Especial cuidado hay que tener con las cámaras de fotografía y, huelga decirlo, con la comida, que es mejor tener escondida si es que lleváis.
Comentar también que aproximadamente la mitad del ascenso hay que hacerlo descalzos (y sin calcetines), como es habitual en los templos budistas de Myanmar. Y ello conlleva que haya que ir con pies de plomo a fin de no acabar pisando alguna caca o orín de mono. Para evitarlo, una legión de lugareños se encarga de ir limpiando las escaleras a la par que piden la voluntad a los que por allí pasan. Ello hay que tenerlo en cuenta en el momento de planear esta excursión al Monte Popa desde Bagán, porque la verdad es que los más escrupulosos lo puede pasar ciertamente mal.
Merece la pena comentar que, tal y como nos ha pasado en todos los lugares turísticos del país, tampoco aquí hemos encontrado aglomeración alguna. Más bien al contrario. Y es que parece que el verano europeo coincide con la temporada baja de Myanmar. Sin embargo, dada la gran cantidad de tenderetes que se dedican a la venta de todo tipo de parafernalia religiosa, es de esperar que durante la temporada alta aquí deben aglomerarse bastantes fieles y también turistas.
Unos quince minutos nos ocupa la subida. En lo alto de la colina nos esperan un conjunto de templetes y estupas con un buen número de Budas, además de más monos y varios gatos. Y, eso si, unas fabulosas vistas de toda la región, que abarcan decenas de kilómetros y que nos muestran la naturaleza birmana en su momento de mayor frondosidad, como es en la estación lluviosa.
La verdad es que el conjunto de templos no es nada espectacular en relación a lo que hemos tenido la oportunidad de conocer hasta el momento y lo que veremos en las próximas jornadas, pero la importancia del lugar como centro de peregrinación budista y la belleza paisajística de este lugar, convertido en Parque Nacional, convierten esta excursión al Monte Popa desde Bagán en una alternativa que merece la pena tener en cuenta cunado se visiten estas tierras.
Si queréis leer acerca de nuestra visita a Bagan, podéis hacerlo aquí.
CÓMO HACER UNA EXCURSIÓN AL MONTE POPA DESDE BAGÁN
En Bagan podéis contratar la excursión al Monte Popa en un taxi compartido, que no es más que una minivan para unas 6 o 7 personas. Tiene un coste de unos 20 USD por persona. Con el precio se incluye la ida, el regreso y una espera de unas 2 horas para poder conocer el complejo.
Otra posibilidad es alquilar un taxi por unos 50-60 USD dependiendo de la pericia regateadora de cada uno. Es una posibilidad que hay que tener en cuenta si se viaja en familia.