¿Cuáles son las esculturas más bonitas del mundo? ¿Y cuáles son las más famosas? Ya sabéis que en blog hemos hablado muchas veces de arte, arqueología o museos del mundo en varios monográficos.
En este caso os hablaremos de las esculturas más bonitas del mundo. Entre las que hemos podido conocer, desde luego. Y lo haremos con una nueva colaboración con Florencio Moreno, uno de los blogueros de viaje más prolíficos que conozco y que ahora nos cuenta sus historias viajeras desde su nuevo blog, Mundandy.
La verdad es que somos “ratas de museo”. Ya se que a muchos os aburre perderos entre docenas de estatuas griegas sin brazos. Pero la verdad es que a nosotros nos apasiona el tema de manera que seguimos entrando en casi todos los museos de cierta importancia en que tenemos esta oportunidad. En este port, por ejemplo, podéis leer nuestros museos arqueológicos favoritos.
Entre esta lista de 12 bonitas esculturas hay un claro predominio de dos periodos: la Antigüedad Clásico y el Renacimiento.
Entre las estatuas clásicas, cada todas son griegas, aunque muchas de ellas corresponden a copias romanas, que es lo que ha llegado a nuestros días. No es extraño, pues durante más de 1500 años el arte helénico fue considerado como el modelo a seguir (con razón, desde luego). Tras casi un milenio de obscurantismo, con permiso del románico y del gótico que también dispone de preciosas tallas y esculturas en madera y piedra, es durante en Renacimiento cuando el arte de la escultura renace con fuerza. Genios de la talla de Miguel Ángel doblemente representado en la lista, tienen la culpa. No menos exultante resulta el barroco, de la mano de Gianlorenzo Bernini y otros artistas.
Echaréis en falta muchas obras en la lista. También muchos periodos artísticos. Pero la verdad es que el post se me podía ir de la mano si no acotaba por algún lado. Veréis también que entre las esculturas más bonitas del mundo para nuestro gusto no hemos incluido ninguna obra del siglo XX. Ello requeriría de otro post monográfico que quizá realicemos en alguna ocasión. Sin embargo, ya os digo ahora que el arte contemporáneo nos interesa un pelín menos.
LAS 13 ESCULTURAS MÁS BONITAS DEL MUNDO.
TRÍADA DE MICERINOS. Museo Egipcio de El Cairo.
Entre las esculturas más bonitas del mundo no podía faltar algún ejemplo del Antiguo Egipto. Nuestra preferida es este conjunto que se localiza en el Museo Egipcio de El Cairo y que representa al faraón Micerinos con la diosa Hathor (con cuernos y disco solar) y la diosa del nomo de Cinópolis. Se trata de una escultura labrada en diorita, de unos 90 centímetros de alto y que corresponde a la cuarta dinastía (es decir, sobre el año 2500 antes de Cristo).
HERMES, DE PRAXÍTELES. Museo Arqueológico de Olimpia.
Como comentaba, entre las esculturas más bonitas del mundo hemos incluido varias piezas clásicas. Y no podría faltar el más importante de los escultores de la Antigua Grecia, Praxíteles, de la que se conservan bien pocos originales.
El Hermes con el niño Dionisio, que se puede conocer en Museo de Olimpia que pudimos visitar durante nuestro viaje por el Peloponeso sí que parece que es original del ateniense, aunque para algunos historiadores del arte podría tratarse de una copia del siglo I.
Se trata de una estatua que muestra a un Hermes de más de dos metros de altura (213 centímetros) labrado en mármol. Durante mucho tiempo ha sido considerado como el ideal de belleza, con un cuerpo proporcionado como pocos, aunque solo levemente musculado.
TORO FARNESIO. Museo Arqueológico de Nápoles.
Se trata de un monumental conjunto escultórico de mármol del siglo II aC, obra de los hermanos Apolonio y Taurisco de Tralles. Con 24 toneladas de peso y 4 metros de altura se trata de la mayor de las esculturas de la época clásica que ha llegado a nuestros días. Anfión y Zeto, hijos de Antíope, fundadora de Tebas, quieren vengar las ofensas sufridas por su madre de la mano de la ninfa y sacerdotisa Dirce. Los hermanos atacaron Tebas, destronaron a Lico (esposo de Dirce) y ataron a la ninfa a un toro que la arrastró hasta matarla.
La escultura fue transportada a Roma y estuvo ubicada en las Termas de Caracalla, pero en la actualidad es la pieza estrella de la colección Farnesio del Museo Arqueológico de Nápoles.
VENUS DE MILO. Museo del Louvre.
La Venus de Milo no es solo una de las esculturas más bonitas del mundo si no también una de las más famosas. Se trata de otra obra clásica griega del siglo II aC y representa a Afrodita, diosa de la belleza y el amor.
Esta obra de mármol, sin embargo, no es monolítica, si que está realizada mediante varios bloques de mármol ensamblados. Se desconoce el autor de esta obra maestra de la escultura clásica.
La estatua fue hallada en la isla de Milo, que corresponde al archipiélago de Las Cícladas, y vendida a Francia. En la actualidad es una de las piezas más conocidas del más importante de los museos de París, el Louvre.
LAOCOONTE Y SUS HIJOS. Museos Vaticanos.
Esta obra es mi favorita entre las esculturas más bonitas del mundo de época clásica. Parece que podría datarse a principios del siglo I, es decir posterior al Toro Farnesio, por ejemplo.
Cuando los romanos se hicieron con el dominio de occidente no tuvieron problema alguno en llevarse algunas de las mejores obras. Esta colosal escultura de casi dos metros y medio fue una de ellas.
Labrada en mármol blanco, el conjunto nos muestra la muerte de Laocoonte, sacerdote de Troya, estrangulado por serpientes marinas en presencia de sus hijos. Esta historia fue el tema de una tragedia de Sófocles que no ha llegado a nuestros días aunque sí fue mencionada por otros escritores helénicos.
La pieza fue redescubierta a principios del siglo XVI, aunque debió ser restaurada. La verdad es que este Laocoonte estaba bastante más fuerte que el Hermes de Praxíteles. El realismo es tal que parece que por las venas de sus piernas pueda correr la sangre.
Es una de las obras estrella de los Museos Vaticanos.
PÚGIL EN REPOSO. Museo Nacional Romano.
He querido incluir esta obra entre las esculturas más bonitas del mundo porque me parece una de las más bellas obras de bronce que he conocido.
No queda clara la autoría de esta obra que nos muestra un pugil de un metro veinte centímetros de altura, aunque podría tratarse de Apolonio del siglo I aC) o de Lisipo (en este caso, correspondería al siglo IV). La obra nos muestra al boxeador después de un combate, con las heridas que le ha dejado la contienda, en una obra que es considerada de un realismo sin igual entre a estatutaria de bronce clásica.
Como otras obras griegas, los romanos se la llevaron a casa a fin de decorar algunos de los lugares públicos y privados de más relevancia. Este pugil ornamentó las Termas de Constantino durante un largo periodo. En la actualidad se puede visitar en el Palacio Massimo que forma parte del Museo Nacional Romano, uno de los museos que hay que ver en Roma.
DISCÓBOLO, DE MIRÓN. Museo Nacional Romano.
Ya hemos dicho que muchas de las esculturas más bonitas del mundo clásico griego se perdieron para siempre y que lo que nos ha llegado a nuestros días son sus copias romanas.
Desde luego, la pericia de los romanos copiando esculturas no era poca. Sirva como ejemplo las varias copias del famoso Discóbolo de Miron, cuyo original era fruto del genio de Mirón de Eleuteras, un famoso escultor griego del siglo V aC. Por cierto, se cree que la pieza original de Mirón habría sido realizada en bronce fundido y no en mármol.
La obra muestra la figura de un atleta justo en el momento de anterior al lanzamiento del disco. Entre las varias copia existentes una de las más bellas se localiza en el mismo museo que el Pugil en reposo: el Museo Nacional Romano en su sede del Palacio Massimo.
Esta copia romana fue hallada durante unas excavaciones del siglo XVIII en Villa Palombara, una propiedad de la familia Massimo. También los Museos Vaticanos y el British disponen de sendas copias romanas de tan célebre obra.
DAVID, DE MIGUEL ÁNGEL. Galería de la Academia
Dejamos el arte clásico para dar un salto en el tiempo de unos mil quinientos años. Estamos en el Renacimiento de manera que no podría faltar en esta lista de esculturas más bonitas del mundo alguna obra del que fue el más famosos de los artistas renacentistas, con permiso de Leonardo.
Me refiero a Miguel Ángel. Hemos escogido dos obras, aunque me he quedado con ganas de incluir también al célebre Moisés.
El David de Miguel Ángel es una de las esculturas más famosas del mundo y está considerado otro modelo de belleza. Es decir, si en la antigüedad clásica fue el Hermes de Policleto el que represento el ideal de belleza durante siglos, desde el siglo XVI este modelo lo ha representado el David. Y así hasta nuestros días.
es que se trata de una obra monolítica de más de cinco metros de alto y cinco toneladas y medio de peso. Representa al Rey David en el momento de su enfrentamiento con Goliat y fue un encargo de la Catedral de Florencia a Miguel Ángel.
Para conocer el David debéis visitar la Galería de la Accademia, una de los lugares imprescindibles de Florencia.
PIEDAD, DE MIGUEL ÁNGEL. Basílica del Vaticano.
Es otra de las esculturas más famosas del mundo, desde luego, y se localiza en una capilla lateral de la Basílica del Vaticano. Solo por poder contemplar esta escultura ya merecería la pena visitar el Vaticano.
La Piedad fue realizada en mármol en el año 1498 y nos muestra a la Dolorosa. Es decir, la Virgen María sosteniendo su hijo ya fallecido. Nos muestra una imagen romántica de la misma, pues la bellísima figura de la Virgen María está representada por una mujer casi más joven que el propio Jesucristo. Se trata de un recurso habitual en el Renacimiento.
PERSEO CON LA CABEZA DE MEDUSA, DE CELLINI. Loggia dei Lanzi, Florencia.
Esta obra es una de las más bellas y la más conocidas del escultor Bienvenuto Cellini. Y es la única que se conserva al aire libre entre las que hemos citado, pues está ubicada en la Loggia dei Lanzi de la Plaza de la Signoria de Florencia. El Perseo fue un encargo de Cosme I de Médici, Gran Duque de Florencia y de la Toscana.
Se considera una obra ya más cercana al manierismo que al propio Renacimiento. Un escultural Perseo sostiene, con su mano izquierda, la cabeza de Medusa, que acaba de ser decapitada. Esta última, yace contorsionada en el suelo.
ÉXTASIS DE SANTA TERESA, DE BERNINI. Iglesia de Santa María de la Victoria de Roma.
No podía dejar de incluir en esta lista de esculturas más bonitas del mundo alguna obra del más grande de los artistas del barroco. Me refiero al napolitano Gianlorenzo Bernini. Aunque he estado dudando de si incluir la Beata Ludovica de San Francesco a Ripa o El Rapto de Proserpina de la Borghese, finalmente me he decantado por el Extasis de Santa
Teresa de Santa María de la Victoria. Las tres obras se encuentran en Roma. Se trata de uno de los grupos escultóricos más sobresalientes del barroco, realizado a mediados del siglo XVII. La obra muestra a Santa Teresa de Ávila en el momento de la transverberación. Es decir, el instante en que la santa logra una unión íntima con Dios. Un instante místico que Santa Teresa relató en su Libro de la Vida.
CRISTO VELADO, DE SANMARTINO. Capilla de Sansevero de Nápoles.
Nápoles es una ciudad apasionante. Entre sus muchos tesoros no os debéis perder la Capilla de Sansevero, convertida en museo tras las desconsagración de la iglesia.
La obra estrella del museo es el magnífico Cristo Velado de Giuseppe Sanmartino, uno de los mejores escultores italianos del siglo XVIII. Esta obra está reconocida de forma unánime como una de las esculturas más bellas del mundo. El realismo es tal que el velo transparente que cubre la cara de Jesús no parece ser de mármol si no de tela.
La leyenda, dada por cierta durante más de tres siglos, contaba que el velo era en realidad una tela que había sido petrificada gracias a los métodos alquimísticos de Raimondo di Sangro, que era quien había encargado la obra.
EL BESO, DE RODIN. Museo Rodin, de París.
Ya he comentado que entre las esculturas más bonitas del mundo que hemos tenido la oportunidad de conocer no incluiría ninguna obra moderna. El Beso de Rodin, es la más reciente de todas y fue realizada en el último tercio del siglo XIX.
Rodin recoge un beso entre dos personaje de la Divina Comedia de Dante, llamados Paolo Malatesta y Francesca da Rimini. Figuras históricas y, en realidad, cuñados, fueron asesinados por el hermano de Paolo tras descubrir el adulterio de Francesca a manos de Paolo.
Es una de las esculturas más famosas de la historia y de la que existen múltiples versiones, ya sean en yeso, mármol u otros materiales. Desde luego, la versión más famosa es la de mármol que conserva en Museo Rodin de París. Otras versiones las hallaremos en la TATE Gallery de Londres o en la Carlsberg Glyptotek de Copenhague.
Y con esta obra termino esta lista de las 13 esculturas más bonitas del mundo. O, al menos, nuestras trece obras favoritas. Y os dejo, eso sí, con las obras que ha escogido Florencio para Mundandy.