La Universidad de Salamanca supone una de las visitas más importantes que hay que hacer en Salamanca. Incluso podríamos hablar de las Universidades de Salamanca, puesto que aunque la que toma el nombre de la ciudad es la más importante de todas ellas, no poco interesante es la Universidad Pontificia, ubicada en las antiguas dependencia de los jesuitas.
En este artículo hablaremos, solamente, de la Universidad de Salamanca. Es decir, la universidad pública que es, ni más ni menos, que la más antigua de la Península Ibérica y la tercera en antigüedad de toda Europa y que en 2018 va a cumplir el octavo centenario desde su fundación.
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. BREVE HISTORIA.
Fue Alfonso IX de León quien instituyó el Studium Generale en Salamanca, en 1218. Era este un título otorgado por monarcas o papas a los estudios, más o menos reglados, que impartían ciertas instituciones educativas que cumplían distintas condiciones de excelencia. Los monarcas solían tomar bajo su amparo, en forma de mecenazgo y donaciones, las instituciones que recibían esta distinción.
Sin embargo, hay que saber que la de Salamanca no fue la primera institución de la Península Ibérica en recibir esta distinción, pues en 1215 a Palencia ya le había sido otorgado este honor.
Los Studium Generale fueron el germen de lo que acabaría por convertirse en la Universidad de Salamanca a partir de 1252, cuando Alfonso X el Sabio otorga el título de Universidad a la institución, mediante una cédula real.
Derecho, Lógica o Medicina fueron algunos de los estudios ofertados desde los primeros siglos de existencia de la Universidad. Curiosamente, no fue hasta 1381 cuando se empezaron a impartir estudios de teología en la Universidad de Salamanca. Y digo curiosamente, pues la implantación y desarrollo de la Universidad estuvo ligada, desde un primer momento, al mecenazgo real, pero también al eclesiástico. Uno de los modos de financiación en estos primeros siglos fue por ejemplo, mediante las tercias reales del diezmo eclesiástico. Es decir, la parte del impuesto agrario que la iglesia recaudaba y que era transferido a la Corona de Castilla.
La Universidad fue creciendo paulatinamente, de manera que pasaría de unos 400 alumnos durante el siglo XIV a más de 6000 a finales del XVI. Y con el crecimiento del alumnado llegaron las necesidades de contar con edificios propios donde impartir las clases, que hasta la fecha habían venido siendo ofrecidas en distintas dependencias, sobretodo de carácter eclesiástico. Diego de Anaya, una de las figuras más importantes del siglo XV, fue quien fundó el primer Colegio Mayor de Salamanca, el de San Bartolomé, germen del actual Colegio de Anaya (por desgracia el primitivo edificio fue sustituido por el actual). Pero enseguida se empezaron los trabajos de construcción del verdadero buque insigne de la Universidad de Salamanca, las Escuelas Mayores. Aun ahora, el edificio histórico de la Universidad de Salamanca es el gran estandarte de la institución.
Con épocas de menor y mayor esplendor, la Universidad de Salamanca ha estado siempre presente entre las mejores instituciones docentes del país. Muchos de los más importantes y altos funcionarios del Estado salieron de la Universidad que formó, además, a muchos otros destacados personajes del mundo de la literatura o la ciencia.
Solo tras la invasión francesa de principios del XIX la Universidad de Salamanca entró en franco declive. Incluso, en 1852, la Universidad pierde la facultad para expedir el título de Doctor. Los estudios ofertados se reducen, en aquella época, a los de Derecho y Filosofía y Letras. Salamanca había perdido, incluso, la posibilidad de impartir estudios de Medicina, algo impensable solo un siglo antes, en plena Ilustración.
A partir del siglo XX empieza una progresiva recuperación de la Universidad de Salamanca. A mediados de siglo, tras el ofrecimiento del doctorado Honoris Causa al dictador Francisco Franco, la Universidad recobra la potestad para otorgar títulos de doctorado. Paulatinamente, la Universidad de Salamanca va recuperando su espacio entre las universidades de más prestigio internacional. Una ascendencia que perdura en el tiempo y que hacen de la de Salamanca una de las Universidades más demandadas tanto por españoles como por extranjeros.
DÓNDE DORMIR EN SALAMANCA
VISITA A LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA.
La visita al Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca supone uno de los momentos culminantes de un viaje a Salamanca. Sin embargo, ello conlleva una cierta desazón, cuando el viajero llega al edificio en cuestión y comprueba que una enorme tela cubre por completo la fachada de las Escuelas Mayores, obra culminante del Plateresco Español.
Una verdadera pena que nos privará de disfrutar de una obra maestra en forma de bellísimo retablo labrado en piedra de Villamayor. Sí que tuvimos la oportunidad de deleitarnos con esta belleza hace casi quince años, la primera vez que visitamos la ciudad. Escudos, sillares, frontones, medallones, decoración vegetal… la fachada de la Universidad de Salamanca es una obra culminante del Plateresco, este movimiento a medio camino entre el gótico y el renacimiento, que tiene en Salamanca su epicentro. Esta fachada es una obra de 1529 y costó la cifra de 30.000 ducados de la época. Os dejo una foto con licencia creeative commons para que veáis como es la fachada en cuestión.
Entramos al Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca. Nos recibe un bello zaguán con una destacada bóveda de estilo gótico. El edificio se dispone, en dos pisos, alrededor de un bonito patio. Uno más de los muchos patios y claustros que hay que ver en Salamanca.
Este claustro de dos pisos está diseñado con 23 arcos en cada uno de ellos. De medio punto en la galería inferior y contracurvos en el superior. En las paredes del claustro nos llaman la atención unas grafías. Son los vítores, las figuras con los nombres de los doctorados por la Universidad, que tenían el honor de poder inscribir su nombre en tan preciadas piedras. Actualmente, estas glorias quedan solo reservadas a personalidades e instituciones de especial relevancia.
En este primer piso se abren las distintas aulas que son las que fueron utilizadas, durante muchos siglos, para impartir la docencia. Actualmente, muchas de ellos han perdido esta función. Alguna de las aulas de más renombre, y que se pueden visitar, son la Aula Miguel de Unamuno o la de Fray Luís de León, donde el fraile agustino impartió sus clases de Teología y que conserva su configuración del siglo XVI con una sencillísima bancada original incluida.
Quizá sea el Paraninfo de la Universidad de Salamanca uno de los espacios más queridos en estas Escuelas Mayores. Es un proyecto de Rodrigo Gil de Hontañón, maestro de obras relacionado con la práctica totalidad de los grandes edificios de Salamanca, y donde se celebran los actos más solemnes de la Universidad de Salamanca. Por desgracia, la bancada original fue sustituida por la actual, a mediados del siglo XX.
Tras visitar algunas otras aulas entramos en la Capilla Universitaria, una obra de 1767. Aquí se encontraba un primitivo oratorio de finales del siglo XV. Justo encima, en el primer piso, se ubicaba la primera biblioteca cuyo techo estaba decorado con el famoso Cielo de Salamanca, una bonita obra de Fernando Gallego. La construcción de la capilla se llevó por delante la primera biblioteca y, con ello, el citado Cielo de Salamanca. Por suerte, parte del fresco se salvó de esta barbarie artística y, una vez transportado en una de las dependencias que se abren en el Patio de las Escuelas Menores, es nuevamente visitable. Podéis leer acerca del Cielo de Salamanca en este post donde hablo de todo aquello que hay que ver en Salamanca.
Subimos al primer piso del Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca por una extraordinaria escalera del siglo XVI, con un pretil fabulosamente tallado y que supone uno de los puntos más fascinantes del edificio.
En el piso superior destaca, por encima de otras, una estancia: la Biblioteca de la Universidad de Salamanca. Se localiza en la galería de poniente y tras una bellísima portalada gótica, de piedra, en arco rebajado y con tres arquivoltas maravillosamente labradas con motivos vegetales. No se puede entrar dentro de la biblioteca, de manera que nos tenemos que conformar en observarla desde el cristal. La actual es una estructura de mediados del siglo XVIII. Las estanterías, de aire barroco, dan lugar a uno de los momentos más gloriosos entre las bibliotecas europeas. Las mesas, las esculturas, las estanterías, los globos terráqueos. Todo ello supone un fascinante decorado para este templo de la cultura y el saber, que custodia piezas de enorme valor, incluidos 785 incunables del siglo XV.
También en este primer piso se localiza un salón de actos i el piso superior de la Capilla.
Tras visitar este piso superior bajamos por la bella escalera y damos por terminada nuestra visita a las Escuelas Mayores del Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca. Desde luego, una de las visitas imprescindibles de Salamanca.