KAZANLAK, BULGARIA. Tumba tracia de Kazanlak, Patrimonio de la Humanidad.

La Tumba tracia de Kazanlak fue nuestro siguiente destino de Bulgaria tras visitar la antigua capital del país, Veliko Tarnovo. Kazanlak es una ciudad mediana, de unos 50.000 habitantes, capital de la provincia de Stara Zagora.

Sin embargo, nuestro propósito no era el de conocer la población es si, si no el de poder visitar una de las tumbas tracias mejor conservadas que se localiza en esta ciudad y que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.

Antes de hablaros de la Tumba tracia de Kazanlak, sin duda un de los lugares más interesantes que ver en Bulgaria, os haré un breve resumen acerca de quiénes eran los tracios, un pueblo del que se suele hablar bien poco.

LOS TRACIOS

Los tracios son uno de los pueblos más desconocidos de los muchos que ocuparon las distintas regiones europeas desde el inicio de las civilizaciones. Se trataba de una tribu de lengua indoeuropea que ocupó gran parte de los Balcanes pero también zonas limítrofes como las que corresponden a Austria, Alemania o la República Checa, desde el III milenio AC hasta el siglo III AC.

Se trataba, en cualquier caso, de un conjunto de pueblos que mantenían ciertos rasgos de semejanza, como el de una lengua más o menos común que disponía, eso sí, de distintos dialectos.

Poco se ha conservado de aquella antigua civilización de manera que prácticamente todo lo que conocemos acerca de ella se lo debemos a los relatos griegos más o menos contemporáneos y a los hallazgos realizados en las distintas tumbas tracias repartidas por el territorio de los Balcanes, especialmente en Bulgaria. En este sentido, son varios los túmulos que podemos observar desde lo lejos, durante el trayecto por carretera que nos acercará hasta Kazanlak, donde se localiza la más bella de las tumbas tracias halladas hasta el momento.

Se trata de un tipo de túmulos que recuerdan a los visitados en Micenas, algo que hace suponer en una posible interrelación entre ambos pueblos. Curiosamente, también algunas máscaras funerarias tracias, como la del Rey Teres descubierta en 2004, recuerda muchísimo a las micénicas, como la famosa máscara de Agamenón que tuvimos la oportunidad de visitar en Atenas.

 

En este sentido, los tesoros tracios que se han ido encontrando en las distintas tumbas y túmulos funerarios solo pueden tener el adjetivo de maravillosos. Quizá el más famoso de todos ellos sea el Tesoro de Panagyurishte, del que ya hablamos en nuestro post acerca de los lugares que ver en Plovdiv, puesto que es allí donde se expone esta auténtica joya de la arqueología mundial.

La cuestión es que los tracios sufrieron de lo lindo durante los últimos siglos de su existencia como pueblo para defender el que era su territorio. No solo los griegos si no también los persas acosaron a los tracios a partir del siglo VI aC. Sin embargo, fueron los macedonios de Filipo II y posteriormente de su hijo, Alejandro Magno, quienes se anexionaron gran parte de los territorios tracios formando la provincia macedonia de Tracia. Finalmente, con la civilización tracia extinguida o asimilada, son los romanos quienes se hacen con la región, formando la provincia romana de Tracia.

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LA TUMBA TRACIA DE KAZANLAK

Como explicaba son muchísimas las tumbas y túmulos tracios que se localizan en el territorio de la actual Bulgaria. La tumba de Sveshtari, que también forma parte del Patrimonio de la Humanidad, es una de las más famosas. Sin embargo, quedaba demasiado lejos de nuestro recorrido por Bulgaria.

Más fácil resultaba visitar la Tumba tracia de Kazanlak, a medio camino entre las poblaciones de Veliko Tarnovo y Plovdiv.

La tumba tracia de Kazankal es del tipo que se denomina tholos, es decir de planta circular. Como hemos comentado se trata del mismo tipo de edificación que las tumbas micénicas, pero también de otras edificaciones no funerarias como algunos templos griegos tan conocidos como el de Delfos.

Se trata de un recinto del siglo IV aC al que se accede a través de un angosto corredor que se abre a la cámara funeraria. Desde luego, lo que más llama la atención, más allá de la propia construcción, es el conjunto de pinturas al fresco que decoran la cúpula del túmulo y que están consideradas la más importantes del arte tracio o del periodo helenístico de Bulgaria.

A decir verdad, lo que tenemos la oportunidad de visitar es la copia a escala 1:1 de la original que, dado su delicado estado, tiene restringidas las visitas turísticas. La tumba, que en su momento albergó los restos de algún soberano tracio fue saqueada en la antigüedad. Sin embargo, las pinturas en cuestión de mantienen en bastante estado según podemos leer (puesto que, como comento, lo visitado no es más que la réplica). El motivo que decora parte de esta cúpula es el del banquete funerario, así como otras escenas que nos cuesta más descifrar pero de delicada factura.

EL MUSEO DE HISTORIA DE KAZANLAK

No queremos abandonar esta ciudad sin visitar el cercano Museo de Historia, que permite hacer un repaso a lo que ha sido la región desde los tiempos del neolítico hasta la época de dominación romana. Nuestro interés, sin embargo, se centra en una pieza: la máscara de Oro de Teres, que ya hemos dicho que nos recuerda muchísima a la de Agamenón de Micenas.

Además, podemos conocer otras obras menos impactantes como algunos bellos collares tracios, también de oro.

Dejamos Kazanlak tras haber conocido algo de esta cultura, los tracios, tan desconocida en nuestro país. La verdad es que la Tumba tracia de Kazanlak merece ser incluida dentro de todo itinerario de viaje a Bulgaria.