Icono del sitio Mil Viatges

WATERLOO. El fin del sueño de Napoléon.

Visitar Waterloo ha supuesto la última etapa de nuestro viaje a Valonia, la región más meridional de Bélgica.

Para algunos lectores de mi edad, Waterloo no es más que el nombre de una famosa canción del grupo sueco ABBA que supuso su primer gran éxito internacional al imponerse con su interpretación, en el festival de Eurovisión de 1974. Para otros, entre los que me encuentro, Waterloo es también el nombre de una batalla más o menos famosa que nos resulta imposible situar en el mapa ni tampoco los contendientes ni el momento histórico en que sucedió. Solo los más avezados en historia sabrán que Waterloo fue una batalla que, ni más ni menos, cambió el rumbo de Europa para siempre y que supuso el fin de los días de Napoleón Bonaparte al frente de Francia.

En este post intentaremos contar qué fue la batalla de Waterloo, cuáles fueron las consecuencias que tuvo su disputa y su resultado y, sobretodo, qué ver en Waterloo, uno de los lugares históricos más importantes que ver en Bélgica.

LA BATALLA DE WATERLOO. EL FIN DE NAPOLEÓN.

La Batalla de Waterloo aconteció en las inmediaciones de este municipio valón en 1815. Fue una contienda que duró un único día: el 18 de junio de 1815, concretamente. Pero vayamos por partes.

Debemos encontrar los antecedentes de la Batalla de Waterloo en la Batalla de las Naciones o de Leipzig, de 1813. En ella, una coalición internacional consigue poner freno a las ambiciones expansionistas de Napoleón Bonaparte. Rusia, Reino Unido, Portugal, España, Austria o Suecia son algunas de las potencias que se unieron con un mismo fin: derrotar a Napoleón.

Tras la pérdida de aquella guerra, Napoleón es depuesto de sus cargos por el senado francés y debe seguir el camino del exilio en la isla de Elba. Eso sí, manteniendo el título vitalicio de Emperador. Las grandes potencias aliadas consiguen imponer sus tesis y tras el Congreso de Viena, Luis XVIII se hace con el trono de Francia.

Sin embrago, Napoleón consigue huir de Elba en febrero de 1815 y retorna triunfal a París, promulga una nueva constitución y se dispone a retomar sus ansiadas ambiciones expansionistas. La primera de las campañas será la de Bélgica y, en concreto la Batalla de Waterloo.

Finalmente, es en Waterloo donde se dirimirá el futuro de Europa para las siguientes generaciones. Cientos de miles de hombres de han unido a la causa napoleónica dispuestos a luchar por su emperador y por Francia. En frente, son los ejércitos británico y prusiano quienes se pondrán al frente de los aliados, con el objetivo de enterrar para siempre las ambiciones de Napoleón. El Mariscal Blücher es quien comanda el ejército prusiano. Arthur Wellesley, duque de Wellington, es quien está al frente del ejército británico. En total, más de 150.000 hombres dispuestos a dilucidar el futuro de todo un continente. El día señalado, el 18 de junio.

No explicaré los movimientos de cada ejército en esta batalla, pero sorprende que se sepa con gran exactitud qué pasó en cada momento y qué ofensivas dispusieron los distintos batallones que tomaron parte de la contienda. Todo ello lo podremos entender mejor al visitar el Memorial 1815, uno de los lugares que hay que ver en Waterloo.

Los resumo en que dos de los frentes más importantes de la batalla tuvieron lugar en sendas granjas fortificadas, de nombre Hougoumont y La Haye Sante. Precisamente en Hougoumont se libró una de las batallas más importantes de esta contienda. Lo que se ha llamado la batalla dentro de la batalla. La cuestión es que tras la toma de esta granja y la posterior de La Haye Sante, la batalla se decantó del bando aliado y el ejército francés no tuvo otra posibilidad que rendirse. Wellington y Blücher se encontraron al filo de la noche. La guerra había terminado. Y con ella, la suerte de Napoleón estará echada.
Blücher entra en Versalles el 1 de julio. El 8 se restaura la monarquía y el 10, Napoleón se rinde. El 26 de julio, Napoleón es obligado a exiliarse. Esta vez bien lejos, en una remota isla del Atlántico, de nombre Isla de Santa Elena, donde pasará el restos de sus días, hasta fallecer seis años más tarde.

Muchos de los escenarios de la batalla que cambió el rumbo de Europa forman parte de los lugares que hay que ver en Waterloo. Sin embargo, para ello es necesaria casi una jornada entera. Se puede visitar por ejemplo, la granja de Hougoumont, de importancia vital en el desarrollo de la contienda, o los lugares donde Napoleón y Wellington pasaron la noche anterior a la Batalla de Waterloo, en Vieux Genappe y Waterloo, respectivamente. También es posible visitar los Campos de Batalla de Waterloo, con distintos puntos de interés. Os haré un pequeño resumen de los lugares que tuvimos la oportunidad de conocer en esta lista de sitios que hay que ver en Waterloo y sus inmediaciones, en relación a la batalla.

Nosotros estuvimos unas 4 horas en el sitio histórico, pero ya os digo que el lugar da para bastante más y se requiere de una jornada entera para conocerlo un poco en profundidad. Y la verdad es que merece mucho la pena. Visitar Waterlooo, más allá de una lección de historia, ha supuesto uno de los momentos más interesantes del viaje a Valonia.

QUÉ VER EN WATERLOO. DE LOS CAMPOS DE BATALLA A LOS CUARTELES GENERALES DE NAPOLEÓN Y WELLINGTON.

MEMORIAL 1815.

El memorial es una gran exposición permanente e interactiva que nos permite conocer el contexto histórico en que se desarrolló la subida de Napoleón al poder, el devenir de la batalla de Waterloo hora a hora y las consecuencias que tuvo para Europa la caída de Napoleón.

La verdad es que es una exposición memorable. Con muchas pantallas táctiles e, incluso, con la posibilidad de disfrutar de una filmación en 4D que tiene una duración de unos 15 minutos y que te sumerge en lo que debió ser aquél día.

Durante la más de una hora y media que estamos dentro del Memorial 1815 Marc no rechista ni un solo momento y la disfruta tanto como nosotros. Explico esto en el sentido de que se entienda lo amena que es esta exposición. La única pega, por poner una, es que la audioguía que prestan con la entrada no está disponible en español a diferencia, por ejemplo, de la Casa-Museo de Wellington en Waterloo, como comentaré posteriormente.


PANORAMA.

Tras visitar el Memorial 1815 es momento de acceder al segundo de los recintos que hay que ver en Waterloo. Se trata del Panorama, una sala circular de 35 metros, en forma de rotonda de estilo neoclásico diseñada en 1911.

La pintura que alberga la rotonda hace referencia, como no podría ser de otra forma, a la Batalla de Waterloo. Es un óleo de 1912, obra de Louis Dumoulin, que totaliza unos 100 metros de longitud. Frente a la pintura, una serie de figuras de yeso están realizadas para dar una cierta impresión de tres dimensiones. Hay que tener en cuenta, lógicamente, que se trata de un proyecto de hace 100 años y que, como no podría ser de otra forma, ha sido superado en cuanto a sensación de realidad, por la maravillosa filmación 4D que hemos comentado. Por cierto, tanto el Campo de Batalla de Waterloo como el propio Panorama han sido propuestos por el gobierno belga para formar parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.

COLINA DEL LEON.

Salimos del Panorama y nos encontramos, enfrente, la Colina del León o Lion Butte, otro de los lugares que hay que ver en Waterloo. Se trata de una colina artificial construida con los restos que originó la Batalla de Waterloo. Fue Guillermo I, Príncipe de Orange-Nassau y monarca de los Países Bajos quien ordenó su construcción en 1820. Es decir, solo 5 años después de que terminara la batalla.

La colina se alzó justo en el lugar donde su hijo Guillermo, futuro Guillermo II cayó herido víctima de una bala de mosquete. Los Países Bajos formaron parte de la coalición aliada que luchó contra el ejército francés.

Merece la pena subir los más de 200 escalones que nos llevan hasta lo alto de la colina. Ya no por observar de cerca el león de 31 toneladas que la corona, símbolo del coraje, si no para disfrutar del estupendo panorama de parte del campo de batalla de Waterloo.
No se entendería la visita a Waterloo sin subir a la colina del León.


Para visitar cada recinto hay que pagar una entrada. Solo que se quiera visitar uno de los lugares apartados del campo de batalla (cuarteles generales de Wellington o Napoleón o la granja de Hougoumont), compensa comprar el pase anual (Pass 1815) que da derecho a visitar todos los lugares relacionados con la Batalla de Waterloo.

CUARTELES GENERALES DE WELLINGTON.

Tanto los cuarteles generales de Wellington como los de Napoleón se pueden visitar y son dos de los lugares que hay que ver en Waterloo. Se trata de las estancias donde los dos generales pasaron la noche antes de la gran batalla.

Los cuarteles generales de Napoleón se ubican en Vieux-Genappe, a unos 10 kilómetros de la Colina del León, mientras que los de Wellington se localizan en la misma población de Waterloo, a 5 kilómetros del Campo de Batalla. Por desgracia, ambos espacios, actualmente museizados cierran a las 5 de la tarde en invierno, por lo que tenemos que optar por visitar uno solo de ellos. Preferimos acercarnos al Museo Wellington, que es el nombre que tiene actualmente el lugar donde pasó la noche anterior a la Batalla, Arthur Wellesley, duque de Wellington.

El antiguo albergue que Wellington utilizó como cuartel general antes de la gran batalla ya no es una casa de campo aislada, pues está en medio de Waterloo, una población de tamaño mediano y, por lo que vemos, con una gran calle comercial.

Actualmente alberga el Museo Wellington que redunda en la figura del general, además de explicar punto por punto, los distintos momentos de la gran batalla del 18 de junio. En esta ocasión la audioguía que nos ofrecen sí que está en español, de manera que podemos disfrutar especialmente de la visita que tiene una duración aproximada de la batalla.

La verdad es que merece la pena visitar también este punto del recorrido por Waterloo y sus alrededores para hacer la visita algo más completa.


Como explicaba, quedará para otra ocasión la visita a otros puntos que hay que ver en Waterlooo, como la granja Hougoumont, donde se desarrollaron algunos de los acontecimientos más importantes de la Batalla de Waterloo o los cuarteles generales de Napoleón, donde el autoproclamado Emperador de Francia pasó su última noche.
La verdad es que la visita a Waterloo es muy interesante y ha supuesto un estupendo final para nuestro viaje de 5 días a Valonia.

Suscríbete al blog


Puedes darte de baja en cualquier momento haciendo clic en el enlace al pie de página de nuestros correos electrónicos. Para obtener información sobre nuestras prácticas de privacidad, visita nuestro sitio web.

Usamos Mailchimp como nuestra plataforma de newsletters. Al hacer clic a continuación para suscribirte, aceptas que tu información será transferida a Mailchimp para su procesamiento. Obtén más información sobre las prácticas de privacidad de Mailchimp aquí.

Salir de la versión móvil