El Valle de Liébana es una de las zonas más rurales de Cantabria y, a la vez, de las más aisladas y con mayor encanto.
Merece la pena dedicarle un mínimo de una jornada entera aunque lo ideal sería poderle disfrutar de un segundo día por esta comarca natural que llega hasta la zona occidental del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Curiosamente, la comarca del Valle de Liébana (que por cierto no dispone de entidad jurídica por no haberse desarrollado la ley cántabra de comarcalización) está compuesta a su vez por 4 valles (Valdebaró, Cereceda, Valdeprao y Cillorigo). De manera que no hay que entender el Valle de Liébana como un valle situado alrededor de un río, si no como un conjunto de valles que da lugar a una comarca natural de carácter montañoso.
En este post os hablaremos de algunos de los lugares que hay que ver en el Valle de Liébana.
DÓNDE DORMIR EN VALLE DE LIÉBANA
DATOS PRÁCTICOS Y EXCURSIONES PARA VISITAR CANTABRIA
Estas son las opciones más interesantes:
- Visita guiada a la Cueva El Soplao.
- Excursión a Altamira y Santillana del Mar.
- CULTURA Y AVENTURA.Tour por las Cuevas de Puente Viesgo y paseo en bici.
- CANTABRIA IMPRESCINDIBLE. Excursión a los Picos de Europa, con POTES y SANTO TORIBIO DE LIÉBANA.
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QUÉ VER EN EL VALLE DE LIÉBANA.
DESFILADERO DE LA HERMIDA
La carretera N-621 que une las poblaciones de Unquera y Potes es una de las más espectaculares de España. El motivo no es otro que 21 de los casi 40 kilómetros que unen ambas poblaciones trascurren por el desfiladero más largo de España, conocido como Desfiladero de la Hermida. Angostas paredes que alcanzan los 600 metros de altura encajonan esta estrecha vía que trascurre paralela al río Deva a través de hasta ocho términos municipales. Curiosamente, uno de ellos perteneciente a la Comunidad de Asturias, puesto que la carretera penetra durante unos kilómetros por esta comunidad para regresar enseguida a tierras cántabras.
Lo angosto de la carretera impide detener el coche para tirar buenas fotografías. Si acaso algún mirador a pie de carretera nos permitirá sacar alguna instantánea.
Si alguien quiere tomar fotografías aéreas deberá subir hasta el Mirador de Santa Catalina que se encarama montaña arriba desde la población de la Hermida. Nosotros no tuvimos tiempo de ello.
BEJES
Liébana es una comarca quesera y la población de Bejes es uno de sus núcleos más importantes en este sentido. Se trata de una pequeña población que pertenece al municipio de Cillorigo de Liébana. Unos pocos kilómetros separan la Hermida de Bejes, situada en una posición envidiable, al pie de las bonitas y desnudas montañas que ya forman parte del Parque Nacional de los Picos de Europa.
En pocos minutos se habrá recorrido este burgo de evidente carácter rural y cuna del delicioso queso Picón-Bejes-Tresviso que, por cierto, es mi favorito entre los quesos españoles, junto al Queso Cabrales y la Torta del Casar.
Es posible visitar alguna de las cuevas naturales donde envejecen estos quesos que gozan de la denominación de origen protegida desde 1994.
SANTA MARIA DE LEBEÑA
Siendo el Monasterio de Santo Toriobio de Liébana el monumento más conocido de la comarca hay un segundo templo que hay que ver en Valle de Liébana, pues es tanto o más importante que el famoso cenobio.
Me refiero a la Iglesia de Santa María de Lebeña a la que se accede desde una vía que parte de la N-621 a mano izquierda (en la dirección de Potes). A los pocos kilómetros llegamos al pueblo de Lebeña. Algo antes hay que parar en esta iglesia que es uno de los dos únicos ejemplos del prerrománico cántabro.
Parece que la iglesia habría sido alzada por orden de los Condes de Liébana, don Alfonso y Doña Justa, en el primer tercio del siglo X. Y, aunque no se sabe del cierto la veracidad de este dato, lo que sí que es evidente es que se trata de una iglesia de notables dimensiones para aquella temprana fecha.
El estilo mozárabe queda confirmado cuando observamos los distintos arcos en herradura del interior de este templo de planta rectangular y basilical y cabecera recta. También nos llaman la atención los bonitos capiteles corintios decorados con hojas de acanto.
En el altar principal destaca la imagen de la Virgen de la Buena Leche, una preciosa talla policromada del siglo XV. Por desgracia no nos dejan tomar fotografías del interior aunque con el precio de la entrada (muy barata, si no recuerdo mal 2 euros) se incluye una visita guiada que se repite cada 20 minutos.
POTES
Es la población más importante de Valle de Liébana y, por su localización en un punto central de la comarca, un buen lugar para hacer noche. Además, dispone de todo tipo de servicios, con gran cantidad de hoteles y restaurantes con encanto y, especialmente, que sirven el famoso cocido liebaniego, apetitoso manjar cuya degustación es casi obligada.
Lo más interesante de Potes es pasear por las estrechas callejuelas que se abren a ambas orillas del río Quiviesa que, por cierto, en Potes se une al río Deva. Si os encaramáis a la parte alta de la población disfrutaréis de una fabulosa panorámica con el pueblecito a vuestros pies y con el macizo de los Picos de Europa como telón de fondo, ya que de una u otra forma podríamos decir que Potes es, precisamente, la puerta de entrada a los Picos de Europa por la parte cántabra.
El monumento más importante de Potes y uno de los inexcusables que hay que ver en Valle de Liébana es la Torre del Infantado, del siglo XIV y edificada en la confluencia de los dos cauces fluviales que transcurren por Potes. Entre las muchas funciones que ha desempeñado la Torre del Infantado está la de cárcel del valle. Merece la pena subir hasta lo alto de la torre para disfrutar de las maravillosas vistas del pueblo. Este bonito bastión distribuido en seis plantas alrededor de un patio central es la sede de la exposición “El cosmos de Beato de Liébana. Aquí comienza todo” donde se explica la vida y obra del famoso abad lebaniego, considerado el primer escritor español de la historia.
SANTO TORIBIO DE LIÉBANA
El monumento más famoso de Valle de Liébana es el Monasterio de Santa Toribio de Liébana, uno de los lugares de peregrinación más importantes de España. El motivo: albergar el mayor trozo conocido de la Santa Cruz o Lignum Crucis.
Este monasterio, que se localiza a escasos 5 kilómetros de Potes, consta de una iglesia gótica que se construyó a mediados del siglo XIII sobre restos de antiguos templos prerrománico y románico.
Sin embargo, las puertas que se abren en su lado meridional son de estilo románico, lo que rebela que habrían sido alzadas anteriormente al interior de la iglesia. Una de ellas es la conocida como la Puerta del Perdón que sólo se abre en Año Santo Jubilar. Es decir, el año en que el día de Santa Toribio coincide en domingo. Y eso es lo que ocurre este año 2017, de manera que se celebra el Año Santo Jubilar número 73. La Puerta del Perdón se abrió el pasado 23 de abril y así quedará durante un año entero.
Tuve la oportunidad de visitar Santo Toribio de Liébana en domingo y la verdad es que varios centenares de peregrinos se acercaron al cenobio dispuestos a entrar por la citada Puerta del Perdón antes de misa de 12.
Sin embargo, para que la Gracia Jubilar le sea concedida al peregrino, no basta en traspasar la Puerta del Perdón, pues son varias las condiciones que deben darse y que se especifican en los distintos carteles que hay enfrente de la iglesia. En este sentido, antes que asistir a la diaria Misa del Peregrino de las 12 del mediodía debe rezarse el Padrenuestro y el Credo, realizar una oración por el Santo Padre y confesarse y tomar la comunión (ya sea el mismo día o 15 días antes o después de la peregrinación).
Merece la pena saber, además, que esta reliquia del Lignum Crucis era parada obligada del Camino de Santiago desde la Edad Media. Incluso muchos de peregrinos terminaban aquí su camino, sabedores del poder milagroso tanto de la reliquia de la cruz como del cuerpo del Santo.
Más allá de la fe cristiana de cada cuál, la verdad es que acercarse hasta Santo Toribio al mediodía supone casi obligado en Valle de Liébana.
MOGROVEJO
Otro de estos pueblecitos con encanto que merece la pena visitar en Valle de Liébana. La verdad es que no dejan de ser cuatro casitas que se recorren en poco más de media hora, pero la localización es excepcional, una vez más, con el macizo de los Picos de Europa como telón de fondo de este pequeño burgo.
No es extraño que Mogroviejo goce de las calificaciones de Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico Artístico. Merece la pena echar un vistazo a la almenada Torre de Mogroviejo, que data del siglo XIII y fue edificada por los Señores de Mogroviejo; y también a la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI.
Y hasta aquí los lugares que hay que ver en Valla de Liébana y que tuve la oportunidad de conocer durante mi escapada por Cantabria.
Sin embargo, no son los únicos que merecen ser visitados. Solo la falta de tiempo me impidió acercarme, por ejemplo, hasta el Funicular de Fuente De. Se localiza en la parte más occidental de la comarca de Valle de Liébana y fue inaugurado en 1966. Gracias al teleférico se consigue superar un desnivel de más de 750 metros en apenas 4 minutos, para alcanzar una cota de 1823 metros sobre el nivel del mar.
Desde luego, las vistas desde arriba debe ser insuperables, además que la estación superior del teleférico es popular por ser el inicio de distintas rutas senderistas. Pero cómo digo, yo no tuve tiempo de disfrutar del mismo.
Si queréis leer sobre otros lugares que hay que ver en Cantabria os emplazo a este post.