Qué ver en Tenerife en 1 semana. Las 9 visitas imprescindibles.

Una semana para conocer Tenerife. Este es el tiempo del que dispusimos hace ya un tiempo para conocer la mayor de la mayor de las Islas Canarias. Fueron siete días fantásticos que nos permitieron recorrer la enorme variedad de paisajes que componen esta bella isla.

Bonitas playas de fina arena, profundos y verdosos valles de corte encantado, bellísimas poblaciones de aire colonial que parecen más propias de América, pequeños burgos con enorme encanto, una capital vital o una apetitosa gastronomía fue lo que encontramos en Tenerife durante la semana que pudimos disfrutar de sus encantos. Y por el encima de todo, el Parque Nacional del Teide, uno de los más bellos de España, y dominado la que es la más alta de las montañas españolas.

En este post os contaré algunos de los lugares que hay que ver en Tenerife. Aunque ya os digo que el artículo se queda corto (en este artículo de Ansiaviajera hablan sobre más cosas que ver en Tenerife). La isla da para muchísimo más y hay que disfrutarla sorbo a sorbo.

QUE VER EN TENERIFE EN 7 DÍAS. LAS VISITAS IMPRESCINDIBLES.

SAN CRISTOBAL DE LA LAGUNA

Es la más bella de las poblaciones de la isla y, desde luego, uno de los lugares que hay que ver en Tenerife de forma imperativa. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1999 y no es de extrañar pues su centro histórico conserva intacto el trazado colonial con que se edificó a partir de 1496.

Está considerada, precisamente, la primera ciudad colonial y sirvió de modelo para un buen número de poblaciones que el imperio español iría fundando a lo largo y ancho de la geografía americana.

El plano de San Cristóbal de la Laguna corresponde al habitual de las poblaciones coloniales. Es decir, un plano ortogonal formado por viviendas de una o dos plantas, cuyas fachadas suelen estar pintadas de distintos colores. Muchas de las viviendas y mansiones conservan sus bonitas portaladas de piedra y sus no menos bellos patios coloniales alrededor de los cuales se distribuyen las distintas habitaciones. Una de estas mansiones, la Casa Alvarado Bracamonte, es la sede de la oficina de turismo. Igualmente interesantes son la Casa Lercano, actualmente ocupada por el Museo de Antropología, o la Casa Montanés, otra mansión de aires solariegos.

Tampoco podéis perderos en La Laguna su neoclásica catedral o la iglesia de la concepción con esbelta torre campanario y la Plaza del Adelantado, una de las más significativas de San Cristóbal de La Laguna y que recibe el nombre en honor al conquistador de Tenerife, Alonso Fernández de Lugo, que recibió el título de Adelantado como correspondía al máximo dirigente de una expedición militar conquistadora.

VALLE DE ANAGA

Y de una ciudad a uno de los más frondosos valles de Tenerife. Este Parque Rural de la Anaga está declarado Reserva de la Biosfera. Abruptas cordilleras con montes que terminan a pico, algunos directamente al mar, es lo que encontramos en esta maravilla de la naturaleza que se ubica al noreste de Tenerife.

Aquí podréis encontrar los característicos roques de origen volcánico o escarpadísimos barrancos que quitan el aliento. Todo ello precipitándose hasta el mar, donde podréis descubrir algunas de las más bellas playas de Tenerife. El peaje a pagar para disfrutar de tanta belleza no será otro que sufrir una estrecha carretera repleta de cerradas curvas. El esfuerzo merece la pena.

DATOS PRÁCTICOS Y EXCURSIONES PARA VISITAR TENERIFE

PLAYA DE LAS TERESITAS

Una de las mejores playas a las que se llega tras disfrutar del Valle de Anaga, aunque también podemos llegar directamente desde Santa Cruz de Tenerife, pues dista únicamente unos 10 kilómetros de la capital de Tenerife, a la que pertenece. Es solo una de las playas que hay que ver en Tenerife pero a buen seguro la más emblemática de la capital. Arenas doradas, palmeras de aire tropical y unas aguas calmadas que se favorecen de la instalación de una serie de diques estratégicamente colocados mar adentro.

El paisaje en el que se ubica la playa de las Teresitas es igualmente de excepción, con los acantilados cayendo a pico.

SANTA CRUZ DE TENERIFE

La capital de la isla es una ciudad con mucho encanto y con mucho ambiente. Santa Cruz sustituyó a San Cristóbal de la Laguna como capital de la isla en 1883. Uno de los lugares que merece la pena visitar es el Mercado de Nuestra Señora de África, un buen sitio donde empezar a tomarle el pulso a la ciudad, activo desde primeras horas de la mañana. Es en la plaza de España, donde se ubica el centro neurálgico de la población, con el Cabildo, la oficina de turismo y el Castillo de San Cristóbal, actual museo de historia y antropología, del que casi nada queda después de que la plaza fuera edificada a partir del 1929 y que en la actualidad queda soterrado en el subsuelo de la misma.

Tras pasear por el centro histórico donde aún pervive alguna iglesia de corte colonial, como la Iglesia de la Concepción, construida en parte con piedra de origen volcánico, hay que acercarse hasta el Auditorio de Tenerife, cuya autoría se debe a Santiago Calatrava, como dan fe sus formas que tanto nos recuerdan a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

PARQUE NACIONAL DEL TEIDE

Situado en el centro de la isla, el Parque Nacional del Teide es el gran espacio natural que hay que ver en Tenerife. No se entendería una visita a la isla sin recorrer este Parque Nacional que forma también parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad desde 2007.

El parque tiene una extensión de casi 20.000 hectáreas y fue fundado en 1954. La cantidad de ecosistemas que acoge es enorme, con una fauna y flora repleta de endemismos. Uno de los puntos de más interés en el Parque Nacional del Teide lo forman los roques, como los famosos Roques de García, a los que se puede acceder tras disfrutar de un atractivo y fácil sendero desde el Mirador de la Ruleta. Es solo de uno de 41 senderos que se localizan a lo largo y ancho del Parque Nacional.

Los más atrevidos podrán acceder a la cumbre del Teide. Sin embargo hay que saber que para llegar hasta la cima desde la estación superior del teleférico hay que disponer de un permiso que debe obtenerse con antelación. También merece la pena comprar los billetes del teleférico con antelación, pues pese a que la tarifa no es nada barata, suelen terminarse enseguida, y las posibilidades de tomar el teleférico si no se dispone de billete es casi nula.

EL NORTE DE TENERIFE. PUERTO DE LA CRUZ, ICOD DE LOS VINOS, GARACHICO.

Otro de los lugares que hay que ver en Tenerife es el norte de la isla. Y particularmente el triángulo formado por las Puerto de la Cruz, Icod de los Vinos y Garachico.

Puerto de la Cruz es el municipio más pequeño de la isla. Sin embargo, no fue solo la población pionera que introdujo el turismo en Tenerife si no que a lo largo de los últimos siglos ha acogido a importantes visitantes de la talla del naturalista Alexander Von Humboldt, la escritora Agatha Christie e, incluso, en épocas más recientes, los Beatles o Michael Jackson.

Uno de los lugares que hay que ver en Tenerife es el precioso Jardín Botánico ubicado precisamente en Puerto de la Cruz, creado en la lejana fecha de 1788. Este remanso de paz es una auténtica maravilla que nos permite conocer especies endémicas de la isla pero también llegadas desde otras muchas latitudes. No menos interesante resulta el casco histórico de Puerto de la Cruz, con lugares de tan interés como la Casa de la Aduana o la Casa Miranda. Las piscinas del Lago Martiánez, obra de César Manrique no puede faltar en ninguna visita a la isla.

De camino a Icod de los Vinos se impone una parada en la población costera de Garachico, una agradable sitio con interés histórico y artístico, que dispone de lugares tan bellos como la Plaza de la Libertad, jalonada de bellos edificios como la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles o el que fuera Convento de San Francisco de Asís que hoy desempeña las funciones de Casa de la Cultura. Igualmente de impresión es el pequeño Castillo San Miguel, del siglo XVI, que nos recuerdan los primeros años de la conquista española, cuando la plaza debía ser defendida de los piratas.

Sin embargo, quizá sea la zona conocida como de las Piscina Naturales de Garachico la más buscada por los viajeros. Las coladas volcánicas han formado una suerte de piscinas naturales que hacen las delicias de lugareños y foráneos.

Por último, nos acercamos a Icod de los Vinos, población de interior que no dista más de siete kilómetros de Garachico. Aquí la estrella es el conocido como Drago Milenario, otro de los lugares que hay que ver en Tenerife. Se trata de un árbol ciertamente emblemático en la isla, del que se dice que tendría una edad superior a los 800 años. Sea como sea, la belleza de este tipo de árbol, tan típico de las islas, es francamente conmovedora. Y este en particular, se ha convertido en un verdadero lugar de peregrinaje para los viajeros que visitan Tenerife.

Es esta población, por cierto, un buen lugar para degustar la papas arrugadas con mojo picón, verdadera especialidad culinaria de la isla.

ACANTILADOS DE LOS GIGANTES

No quería terminar esta lista de lugares que ver en Tenerife sin comentaros uno de los lugares más agrestes de la isla: los Acantilados de los Gigantes, que se sitúan en la costa oeste de Tenerife. Una buena manera de disfrutar de estos desfiladeros que caen al pico al océano atlántico es de desde un barco. Las formaciones, con una altura de entre 300 y 600 metros y de origen volcánico, son francamente majestuosas y uno de los paisajes imprescindibles de Tenerife.

Pero más allá de la belleza del espacio natural en sí mismo, es esta una muy buena localización para avistar cetáceos en Tenerife. La mejor de todas, en realidad. Calderones, delfines y ballenas serán lo que tendremos la oportunidad de disfrutar si tenemos suerte. Y si no la tenemos, os asegura que las maravillosas vistas de los Acantilados de los Gigantes merecen igualmente disfrutar de una excursión en barca por los Acantilados.

Y con la visita a los Acantilados de los Gigantes termino esta lista de los lugares que hay que ver en Tenerife en 1 semana, un auténtico paraíso natural donde disfrutar de bellísimos paisajes, atractivas poblaciones coloniales, playas de doradas arenas y, casi siempre, de un clima benigno que permite que visitar Tenerife sea siempre una excelente opción para cualquier época del año.