Qué ver en Perpiñán en 1 día (Perpignan en francés y Perpinyà en español). Perpiñán supuso durante más de 40 años algo así como el acceso a la libertad para buena parte del pueblo español. Situada en el sur de Francia, a unos 50 kilómetros de la frontera española, llegar a Perpiñán suponía llegar a la democracia para escapar de la dictadura española.
Y no necesariamente tenían que ser exiliados los que llegasen a Perpiñán para sentir aquel alivio. También llegaban a la ciudad francesa españoles deseosos de conocer lo último en cine o cultura, que se escapaban al sur de Francia sabedores de que aquí podrían acceder a un tipo de cultura que en su país sabían vetado. En la cercana fecha de 1972, fueron muchos los españoles que se desplazaron a Perpiñán para disfrutar de la película El Último tango en París, de Bernardo Bertolucci, censurada por el régimen franquista y que no llegó a las pantallas españolas hasta cinco años más tarde.
Mucho han cambiado las cosas desde aquellos años, pero Perpiñán sigue siendo una población con suficiente interés para dedicarle un día entero.
En este post os vamos a explicar cuáles son los lugares que hay que ver en Perpiñán en 1 día, además de aconsejaros acerca del alojamiento o de donde comer en Perpiñán.
BREVE HISTORIA DE PERPIÑÁN.
Antes de empezar con los lugares que hay que ver en Perpiñán, permitidme que echemos un vistazo a su historia.
Aunque los datos son algo confusos, parece ser que Perpiñán habría sido fundada por los romanos, como muchas otras ciudades del sur de Francia, incluida Narbona que también hemos visitado durante este viaje.
Sin embargo no es hasta el siglo X cuando Perpiñán se convierte en una población de cierta importancia, como capital del Condado de Rosellón. En 1172 la ciudad se incorpora a la Corona de Aragón, aunque el monarca concede a la ciudad la Carta Municipal en 1197 lo que le permitía gozar de ciertos privilegios y autonomía.
Tras la muerte de Jaime I el Conquistador, el monarca catalano-aragonés divide su reinado. Al segundo hijo, Jaime II le corresponderán los antiguos contados del Rosellón y la Cerdaña así como las Islas Baleares. Son los años del Reino de Mallorca, entre 1276 y 1349. Tras la muerte de Jaime III, nieto de Jaime II, los territorios son reincorporados a la Corona de Aragón.
Una nueva vuelta de tuerca acontece tras el Tratado de los Pirineos que puso fin a la Guerra de los Trenta Años, firmado por Felipe IV de España y Luís XIV de Francia. España perdió parte del Condado de la Cerdaña así como la totalidad del Condado del Roselló; y Perpiñán fue incorporada al Reino de Francia. Desde entonces, Perpiñán ha sido considerada, de una u otra forma, capital de la Cataluña Norte, denominación dada a los territorios de habla catalana perdidos por España tras el Tratado de los Pirineos.
DÓNDE DORMIR EN PERPIÑÁN.
Merece la pena hacer noche en Perpiñán, a fin de disfrutar de su rico patrimonio. Además, supone una muy buena base para conocer varios de los lugares que se encuentran cercanos y que tienen mucho interés, como Colliure, Elna, Céret o Prades de Conflent.
HOTEL DE FRANCE.
Nosotros dormimos en este hotel de gama media que tiene en su localización, a un minuto del Castellet, una de sus mejores virtudes. Disfrutamos de una habitación triple, muy amplia y con comodidades varias. El desayuno es completo y con productos naturales que siempre se agradece. Es una de las mejores opciones dentro de los alojamientos de nivel medio. Podéis mirar los precios en este enlace.
QUE VER EN PERPIÑÁN EN 1 DÍA.
EL CASTELLET.
Perpiñán fue durante siglos una ciudad amurallada. Y aunque nada queda de aquel muro que rodeaba el hoy centro histórico de la población sí que podemos visitar la que era puerta principal de la ciudad. Es el Castellet, monumento histórico desde 1889 y símbolo de Perpiñán.
Se trata de un bonito edificio conocido como Casa Pairal y que desempeña las funciones de Museo de historia de la ciudad. Aquí podremos empezarnos a familiarizar con Perpiñán, que fue la capital del Reino de Mallorca entre los años 1276 y 1344. De aquel periodo histórico visitaremos más tarde otro de los monumentos que hay que ver en Perpiñán: el Palacio de los Reyes de Mallorca.
Sin embargo, el Castellet es bastante anterior, pues fue alzado en tiempos de Pedro IV de Aragón en 1368, utilizando ladrillos rojizos para su construcción. Tras varias remodelaciones, el Castellet de Perpiñán desempeñó funciones de cárcel de estado tras el Tratado de los Pirineos por el que España perdió parte de su territorio en favor de Francia.
Hoy en día, como hemos dicho, el Castellet es uno de los museos más queridos para los perpiñanenses. No en vano, nos cuenta acerca de su historia y su cultura. Merece la pena y, además, desde lo alto de su torre se disfruta de unas maravillosas vistas de la ciudad.
LONJA DE MAR Y AYUNTAMIENTO.
Desde el Castellet tomamos la Calle Louis Blanc para llegar, enseguida, a la Lonja de Mar, otro de los vestigios que hay que ver en Perpiñán de aquella dorada época en que fue capital del Reino de Mallorca.
La Lonja de Mar es un bonito edificio gótico de finales del siglo XIV que desempeñaba las funciones de consulado del mar y bolsa de comercio. Algo indispensable para una ciudad con una importante vocación comercial. Eran habituales este tipo de edificios en las principales ciudades de la corona Catalano-Aragonesa. De hecho, podemos encontrar edificios similares en Barcelona, Valencia o Mallorca. Los pórticos apuntados y las bellas y decoradas ventanas del primer piso son típicas del gótico catalán.
Junto a la Lonja de Mar se sitúa el Hotel de Ville. Es decir, el ayuntamiento de la ciudad. Se localiza en otro bonito edificio gótico del siglo XIII. En el patio porticado no os podéis perder una de las más bellas obras del famoso escultor de la Cataluña norte, Arístides Maillol: el Mediterráneo. Merece la pena, además, entrar en el excelso Salón de Bodas del Ayuntamiento, de entrada libre y de decoración exquisita.
CASA XANXO
Buscamos ahora un estrecho callejón, de nombre Rue de la Main de Fer. Aquí encontramos una de las viviendas civiles más bellas de aquel periodo histórico donde la ciudad prosperó gracias al comercio textil y la exportación. La Casa Xanxo era la rica mansión palaciega de un empresario de éxito de la Perpiñán de principios del siglo XVI. Hay que detenerse en la cuidada ornamentación de las ventanas y el friso de la fachada principal, donde se representan los pecados capitales.
El interior es también de entrada libre y aunque no sea especialmente interesante su contenido, sí que merece la pena echarle una ojeada a fin de de saber cómo era una vivienda palaciega de la época de esplendor de Perpiñán.
CATEDRAL DE SAN JUAN BAPTISTA Y CAMPOSANTO.
Muy cerca de la Casa Xanxo encontramos la Catedral de San Juan Baptista. No esperéis encontrar la típica catedral gótica francesa tan habitual en la Ille de France o alrededores. Desde luego, la catedral de Perpiñán no puede competir con las de Amiens o Reims. Sin embargo, os aseguro que merece la pena visitarla.
Se trata de un templo de una sola nave y con muchas capillas laterales, aunque inicialmente cuando fue alzada a principios del siglo XIV disponía de tres naves. La iglesia de San Juan Baptista fue ascendida a la categoría de Catedral a partir de 1601. En las capillas laterales podemos conocer un buen número de bonitos retablos barrocos, con sus dorados y querubines, como es habitual de este estilo.
Junto a la Catedral se localiza el Camposanto, que es el único claustro-cementerio entre las catedrales francesas. Un claustro gótico, por cierto, que nos muestra cuatro galerías de enormes dimensiones. Sin embargo, aunque el horario de apertura es de 11 a 17.30 según el letrero de la puerta, el claustro permanece cerrado y solo lo podemos visualizar desde las ventanas que dan a la Rue Almiral Ribeil. Menos es nada.
MUSEO DE ARTE HYACINTHE RIGAUD
Volvemos a pasar por enfrente de la Lonja de Mar para buscar la Rue Mailly. Allí se localiza el más importante de los museos que hay que ver en Perpiñán: el Museo Haycinthe Rigaud o Jacint Rigau. Este museo que ha sido renovado recientemente lleva el nombre de Haycinthe Rigaud, uno de los artistas más importantes de Perpiñán. En el interior, como no podría ser de otra manera, podremos conocer algunas de sus pinturas más conocidas, incluidos varios de los autorretratos que pintó. La verdad es que se trata de un pintor barroco que merecería mucha más fama de la que en realidad tiene. Su trazado recuerda en ocasiones a Rembrandt, del que parece ser que Rigaud era admirador. Más allá de la obra del artista que da nombre al museo, en este edificio podremos encontrar una completa representación del arte rosellonés con alas dedicadas a los periodos gótico, barroco y moderno.
No falta la obra de los artistas más importantes de la región, así como de otros autores franceses y alguno foráneo, como un lienzo del mismísimo Pablo Picasso. Aquí encontraremos varias esculturas de Arístides Maillol, incluida una estilizada Eva con su manzana.
Por cierto, con la entrada podréis pedir una interactiva tablet que muestra el contexto histórico y artístico de las obras más interesantes del museo, en español (y en catalán también).
PALACIO DE LOS REYES DE MALLORCA
Hemos dejado para la tarde la visita al más importante de los monumentos que hay que ver en Perpiñán. Me refiero al Palacio de los Reyes de Mallorca. Es también el que se encuentra más alejado del centro histórico pues fue alzado en una suave colina al sur de la ciudad. En realidad, a no más de quince minutos a pie de la Lonja de Mar.
El Palacio de los Reyes de Mallorca fue alzado en tiempos de Jaime II, segundo hijo de Jaime I el Conquistador y que recibió de su padre parte de su reino. En concreto, Mallorca y lo que hoy es la Cataluña Norte. Perpiñán se convirtió en capital del Reino de Mallorca y el monarca mandó alzar un palacio-fortaleza digno de su posición. Se trata de un palacio gótico, de finales del siglo XIII. Es decir, que fue construido ya a finales de la Edad Media. Podremos conocer varias de sus dependencia así como sus dos capillas superpuestas y la Torre del Homenaje, desde donde se disfruta de unas vistas privilegiadas no solo de la ciudad si no de toda la región. Al norte de Perpiñán destaca la cumbre nevada del Canigó, la montaña más mítica de la Cataluña Norte.
Y con la visita al Palacio de Los Reyes de Mallorca terminamos nuestro recorrido por la capital del Rosellón, la región histórica que pasó a manos francesas tras el Tratado de los Pirineos.