Los Barrios de Lisboa. 13 visitas imprescindibles que hacer en Lisboa.

Hoy os hablaremos de los barrios de Lisboa. Este fue el tiempo de que dispusimos para visitar Lisboa, una ciudad entrañable, con cierta fama de anclada al pasado pero que poco a poco va despertando de su letargo para convertirse en una ciudad culturalmente hablando muy activa y que alberga suficientes puntos de interés como para dedicarle un mínimo de 3 días.

En este post describiré 13 de los lugares imprescindibles que hay que ver el Lisboa, pero la verdad es que la capital portuguesa da para bastante más, a la vez que está situada en una localización que permite que sea utilizada como campo base para bastantes lugares de interés que se encuentran a escasa distancia de Lisboa. La Sierra y Palacio de Sintra, el Palacio Nacional de Queluz o las playas de Cascais y Estoril son algunas de las mejores excursiones desde Lisboa.

Además, la ciudad puede resultar una muy buena puerta de entrada para descubrir algunos de los lugares más bonitos que ver en Portugal, entre la capital y la ciudad de Oporto, en la Región Norte.

LOS BARRIOS DE LISBOA.

Como toda gran ciudad y, qué duda cabe, la capital lusa lo es, Lisboa se divide en barrios. Cinco de ellos son los más importantes para el visitante. O al menos, los que concentran la mayoría de monumentos, plazas e iglesias que hay que ver en Lisboa.

Son los barrios de Belem, Alfama, la Baixa, Chiado y el Campo de las Naciones. Barrios con carácter alguno de ellos, barrios bohemios algunos otros, o incluso, barrios de nuevo cuño, como es el caso del Campo de las Naciones, surgido a raíz de la Exposición Universal de Lisboa de 1998.

Intentaré, en la medida de lo posible, dividir este post con los monumentos imprescindibles de Lisboa según el barrio donde debemos localizarlos, dejando el del Campo de las Naciones, menos interesante, fuera de este post.

QUÉ VER EN EL BARRIO DE BELEM DE LISBOA.

El Barrio de Belem se localiza a unos 5 kilómetros del Centro de Lisboa, en dirección oeste, en plena desembocadura del Río Tajo. Podéis llegar fácilmente con el tranvía número 15 que parte de la estación de Casi do Sodré. Varios de los lugares más importantes que hay que ver en Lisboa se encuentran en Belem, de manera que su visita es imprescindible. Estos los 3 lugares que, como mínimo, no os podéis perder.

El Monasterio de los Jerónimos

Se trata de la obra maestra del arte manuelino. Un cenobio erigido por orden de Manuel I de Portugal con motivo del exitoso regreso de Vasco da Gama de sus andanzas por la India.

El maestro de obras fue un español, Juan del Castillo, para un monasterio cuya construcción se financió con los impuestos recaudados con la importación de las especies procedentes de la India.

Las puertas de acceso son preciosas, pero el momento de mayor gloria es, sin duda, el monumental claustro de dos pisos, obra cumbre del manuelino y uno de los más bellos claustros del mundo. En la iglesia del Monasterio de los Jerónimos está enterrado Vasco da Gama, auténtico héroe nacional luso.

Torre de Belem

Otro de los grandes monumentos que hay que ver en Lisboa y como el Monasterio, incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad. Motivos marítimos, como anclas y cadenas, decoran esta torre de vigía que también supone otro momento cumbre del manuelino.

Francisco de Arruda fue quien la diseñó a principios de siglo XVI. La torre tiene características de baluarte, pues debía defender la costa lisboeta. Posteriormente, sin embargo, también desempeñó las funciones de cárcel y de centro aduanero y recaudador de impuestos.

Monumento a los Descubrimientos

No podía faltar un monumento que honre aquella gloriosa época en que Portugal se convirtió en potencia mundial gracias a su comercio de ultramar. Fue la Era de los Descubrimientos.

Este monumento de 52 metros de altura, justo enfrente del Monasterio de los Jerónimos, semeja la proa de un barco. En el mismo, podemos distinguir algunos de los más ilustres personajes del momento, como Enrique el Navegante, Vasco da Gama y Fernando de Magallanes.

Merece la pena subir a la plataforma superior. Desde allí podréis distinguir varios de los lugares que hay que ver en Lisboa desde las alturas.

QUÉ VER EN EL BARRIO DE LA BAIXA DE LISBOA.

La Baixa es el segundo de los barrios que comentaremos. Se trata de lo que podríamos denominar el barrio céntrico. La Baixa se abre al mar, además de ser, también, uno de los más animados tanto a nivel cultural como comercial.

Plaza del Rossio

Son varias las plazas que hay que ver en Lisboa y muchas de ellas las encontraremos en el Barrio de la Baixa. Esta es una de las más populares aunque hay que saber que su nombre oficial es el de Plaza de Pedro IV, cuya estatua se sitúa en lo alto de una columna, en medio de la plaza. Como explicaba, esta zona está llena de bares, comercios y restaurantes.

Otros monumentos que no os podéis perder en esta plaza es el edificio de la Estación de Rossio, neomanuelista, o el del Teatro Nacional. Dos buenos lugares para hacer un alto en el camino son la Pastelaría Suiça y el Café Nicola, dos auténticas instituciones de la capital lusa.

Plaza Restauradores

Ni trescientos metros separan la Plaza del Rossio de la de Restauradores, otra de las ágoras que hay que ver en Lisboa. Su nombre rinde honor a la liberación del pueblo lusitano del yugo español, en el siglo XVII. Especialmente el monumento que domina el centro de la plaza, un obelisco obra de Antonio Tomás de Fonseca. En el pedestal del monumento, encontramos las figuras alegóricas de la Libertad y la Victoria.

Si tomáis la empinada Calçada da Gloria, que parte de esta plaza, llegaréis hasta el barrio del Chiado. Y concretamente, al Mirador de San Pedro de Alcántara. Pero lo suyo es hacerlo a bordo del Ascensor da Gloria, que lleva más de 130 años en funcionamiento y que es uno de los más queridos por los lisboetas. Subir a varios de estos ascensores que unen los barrios bajos con los altos de la ciudad es algo que hay que hacer en Lisboa.

Plaza do Comercio

La tercera de las plazas que hay que ver en Lisboa. Es una de las más extensas de la ciudad y la encontramos al final de la Rúa Augusta. En realidad, el monumento que hay que pasar para entrar a la plaza desde la Rúa Augusta es el Arco da Rua Augusta, que forma parte de la plaza y tiene un diseño a modo de arco triunfal.

Esta plaza fue diseñada a raíz de que la ciudad quedara completamente devastada tras el terremoto de 1755, el cuál se llevó por delante el viejo Palacio Real de Lisboa. Es por ello que a menudo es conocida como Terreiro do Paço.

En el centro de la plaza encontramos la figura ecuestre del rey José I. Se trata del monarca que estaba al frente del país en el momento del desgraciado terremoto. El Terreiro do Paço se abre al mar, a través de unas escalinatas que nos llevan hasta el Cais das Columnas.

Elevador de Santa Justa

Si antes hemos explicado que se puede subir desde los barrios bajos a los altos gracias al elevador da Gloria, lo mismo se puede hacer con el Elevador de Santa Justa que se localiza al final de rúa Augusta, que se encuentra 400 metros de la plaza do Comercio.

Se trata de otro de los lugares que hay que ver en Lisboa y uno de los más entrañables. Una especie de ascensor que nos remite a la época del hierro, material con el que está diseñado el ingenio. Ello da lugar a la habitual confusión que hace referencia a que fuera Gustave Eiffel el ingeniero encargado del asunto. Sin embargo, el responsable de diseñar y alzar el Elevador de Santa Justa fue Raúl Mesnier, ingeniero de origen portugués aunque de ascendencia francesa.

Merece la pena salvar los 45 metros de altura que separan La Baixa del Chiado con este nostálgico engendro, convertido en verdadera atracción turística.

QUÉ VER EN EL BARRIO DEL CHIADO DE LISBOA.

Se trata de otro de los barrios más tradicionales de Lisboa y que va unido a la imagen de Fernando Pessoa, uno de los más grandes literatos de la patria lusa, cuya estatua podremos encontrar en A Brasileira, uno de los cafés más conocidos de la ciudad y al que hay que acudir, al menos en una ocasión.

El barrio tiene también fama de bohemio, pues era aquí donde a finales del siglo XIX e inicios del XX solían reunirse escritores y otros artistas a fin de debatir sobre las tendencias y vanguardias del momento. Lo cierto es que en 1988 el Chiado sufrió un gravísimo incendio que conmocionó media Europa y que a punto estuvo por terminar con este arrabal.

Algunos de los lugares más interesantes que hay que ver en Lisboa se encuentran en el Chiado, como varios de sus famosos miradores. Aquí podéis leer mas acerca de visitar el Barrio de Chiado.

Mirador de San Pedro de Alcántara

Ya he comentado que lo más fácil es llegar a este mirador con el Elevador da Gloria que parte de Restauradores. En este mirador podréis identificar muchos de los lugares que hay que ver en Lisboa y que igual ya habréis visitado en estos momentos: la Catedral o Se, San Vicente, el Castillo de San Jorge,… además, unos azulejos facilitan la tarea de identificación de los monumentos más importantes. Por detrás de la baranda que hace las veces de mirador se han dispuestos unos coquetos y cuidados jardines.

Convento do Carmo

Al llegar al Convento do Carmo o Convento del Carmen de Lisboa, uno podría pensar que su estado se debe al incendio que ya hemos comentado. Sin embargo, fue el terremoto de 1755 quien dejó al viejo cenobio gótico en el estado actual.

Convertido en venerables ruinas románticas, es esta una de las visitas imprescindibles de Lisboa. Uno de aquellos lugares especiales que merece la pena visitar. Está justó enfrente del Elevador de Santa Justa, la otra entrada natural al barrio y sus dependencias albergan, en la actualidad, el Museo Arqueológico del Carmen.

A Brasileira

Este café es otro de estos lugares que hay que ver en Lisboa. Si dijimos que el Nicola y el Suizo son las instituciones culinarias de la Baixa, A Brasileira lo es del barrio del Chiado. O sea, de la Alta. Se trata de un café con el carácter que impregna la pátina del tiempo.

Fue inaugurado a principios del siglo XX, en 1905, y se dice del mismo que fue aquí donde se inventó la Bica, un café corto pero extremadamente fuerte.

Desde luego, más allá de degustar su famoso café y fotografiaros con la estatua de Pessoa podéis disfrutar aquí de uno de los más deliciosos pastéis de nata de Lisboa. Hay quien prefiera la terraza, pero a mí me parece imprescindible disfrutar del interior de tan insigne lugar, donde nobles maderas y espejos dominan el célebre café.

DORMIR EN EL BARRIO DEL CHIADO

Hemos visitado 2 veces Lisboa y una de ellas hemos tenido la oportuinidad de dormir en el mismo barrio del Chiado, a tiro de piedra de todos los grandes monumentos de la ciudad.

Esta es una muy buena opción.

QUÉ VER EN EL BARRIO DE ALFAMA-SE DE LISBOA.

Alfama es reconocido como uno de los barrios más nostálgicos y entrañables de Lisboa. Por sus cuestas podréis disfrutar de uno de los arrabales con más carácter. A menudo, con la ropa tendida en plena calle, cuál Nápoles, y con un buen número de talleres de artistas o locales dedicados al Fado, la más genuina música lisboeta que parece impregnar de magia y nostàlgia este humilde barrio.

Algunos de los monumentos más importantes que hay que ver en Lisboa los encontraremos en este Barrio de Alfama-Se que, por cierto, hace de bien recorrer con el tranvía 28, convertido en auténtica atracción turística imprescindible de Lisboa.

Catedral de Lisboa

Como otras catedrales lusas, la de Lisboa tiene un evidente aire de fortaleza. Las almenas y sus robustas torres tienen, probablemente, bastante responsabilidad en este particular. Se trata de un templo de origen románico, como su enorme portalada de medio punto y los ventanales de ambas torres nos sugieren. Su promotor fue el rey Alfonso I de Portugal, quien tras conquistar la ciudad a los moros mandó erigir la Catedral.

Su interior es sobrio y poco ornamentado y guarda los restos del patrón de la ciudad, San Vicente. El claustro, mucho más sencillo que el de los Jerónimos, merece también una visita.

Mirador de Santa Lucía

Ya hemos comentado que son varios los miradores que hay que ver en Lisboa. El que domina todo el barrio de Alfama recibe el nombre de Mirador de Santa Lucía. Se trata de un lugar sumamente agradable con su cubierta de madera y los típicos azulejos lisboetas, donde las buganvillas crecen ordenadamente.

En este lugar es habitual encontrarse grupos de jóvenes músicos, particularmente al atardecer. Desde la Catedral no tiene pérdida, pues solo hay que seguir por Rúa Augusto Sosa, aunque lo suyo es subir con el celebérrimo tranvía 28.

Castillo de San Jorge

Otro de los lugares imprescindibles de Lisboa y que, en este caso, nos remonta al siglo V. Se encuentra, como es lógico, en lo alto de una colina. A sus pies se extiende todo el barrio de Alfama.

Se trata de una construcción visigoda, aunque poco debe quedar de aquél momento y sí bastante más de las distintas ampliaciones en épocas musulmana y cristiana. Grandes puertas, hasta 11 torreones, almenas por doquier, patios interiores y fosos o garitas varias será lo que os encontraréis en este castillo que es uno de los vestigios más antiguos de Lisboa. También podéis subir hasta aquí con el tranvía 28, de manera que una buena idea es subir en tranvía y de bajada, ir parando en Santa Lucía y la Se.

DÓNDE DORMIR EN LISBOA

La segunda vez que he visitado Lisboa ha sido para hacer un curso. Me alojé en la Avenida principal de la ciudad nueva. Muy recomendable también.

Y hasta aquí nuestra lista de 13 lugares que hay que ver en Lisboa en 3 días. Como siempre, la lista se queda corta y la relación de imprescindibles de Lisboa podría alargarse hasta el infinito. La Colección Gulbenkian, el moderno Oceanário, el Viejo Palacio de Ajuda… cada uno tendrá, a bien seguro, sus favoritos e imprescindibles de Lisboa. Ahora solo falta encontrar un fin de semana largo para disfrutar de esta maravillosa ciudad.