LIEJA. Visita a la capital de Las Ardenas.

Lieja, en plena región histórica de Las Ardenas, es la quinta ciudad en población de Bélgica y supone una de nuestras últimas visitas de este viaje por Valonia, la región más meridional de Bélgica.

Llegamos a Lieja procedentes de Namur, capital de Valonia y ciudad que dista únicamente unos cuarenta y cinco minutos de Lieja, capital de las Ardenas.

Lieja no suele incluirse en la mayoría de itinerarios que recorren Bélgica. Incluso es olvidada por muchos viajeros que visitan únicamente Valonia. Y la verdad es que es una pena, porque encantos no le faltan a esta ciudad cuya importancia histórica se remite a los muchos siglos que fue capital de un principado eclesiástico relativamente independiente incluido dentro del Imperio Germánico. Son los años en que los Príncipes-Obispos de Lieja se convierten en amos y señores de estas tierras.

En realidad la importancia de Lieja empieza cuando el Obispo Huberto traslada la capitalidad episcopal desde Maastricht hasta Lieja. Ello sucede después de que tras el asesinato y martirio de San Lamberto, obispo de Maastricht, en Lieja, la actual capital de Las Ardenas se convirtiera en un importante foco de peregrinación. Estamos hablando de principios del siglo VIII, momento que da inicio a un progresivo desarrollo de la hasta entonces pequeña población de Lieja. Finalmente, a partir de inicios del siglo XI, Lieja consigue una bastante consistente independencia del Imperio Germánico, aunque formando parte del mismo y donde los Príncipes-Obispos se convierten en verdaderos señores feudales de las tierras que dominarán durante unos ocho siglos.

Ocho siglos de dominación eclesiástica terminan con la Revolución liejana, acometida en 1789. Los príncipes-obispos deben huir a Trier. Pese a una posterior reposición, Francisco Antonio María de Mean, último Príncipe-Obispo de Lieja, debe abandonar la ciudad en 1794.
Como ya hemos escrito acerca de otras poblaciones valonas, Lieja es anexionada a Francia, pero tras la derrota de Napoleón en la Batalla de Waterloo, en 1815, Lieja pasa a manos del Reino de los Países Bajos. Y a partir de 1830, tras la Revolución Belga, pasa a formar parte de Reino de Bélgica.

DÓNDE DORMIR EN LIEJA

HOTEL PENTAHOTEL, LIEJA. Un hotel renovadísimo, que resulta espectacular en cuanto a su cuidado diseño. Muy bien situado, con habitaciones amplias, con muy buen desayuno y con párking en el propio hotel, que en Lieja se agradece muchísimo. Muy recomendable y con muy buena valoración en booking. Podéis ver los precios o reservar en este enlace.

QUÉ VER EN LIEJA EN 1 DÍA.

Tenemos solamente un día para visitar Lieja. Además, en invierno el día es corto pues anochece temprano. Además, Lieja es un poco más extensa que otras poblaciones valonas de manera que las distancias a recorrer son algo más largas.

Estas son las principales visitas que hay que ver en Lieja en 1 día.

PALACIO DE LOS PRÍNCIPES OBISPOS DE LIEJA

Ya hemos hablado de la importancia que tuvieron los Príncipes-Obispos en la capital de Las Ardenas, de manera que no es de extrañar que su palacio sea uno de los monumentos más significativos de la ciudad. Se puede entrar de manera libre al precioso patio que queda algo afeado por la presencia de numerosos coches en su interior.

Actualmente, este imponente palacio barroco del siglo XVI desempeña las funciones de Palacio de Justicia de manera que no podemos visitar su interior. El acceso a los patios, sin embargo, es libre.

CATEDRAL DE SAINT PAUL

El templo más importante que hay que ver en Lieja es la Catedral de Saint Paul. Se trata sin embargo, de una construcción que fue elevada a la categoría de catedral después de que la Catedral de Saint Lambert fuese derrocada por completo durante la Revolución francesa. Tras ello, la antigua colegiata fue consagrada como nueva catedral.

Sobre una primitiva colegiata románica se erigió un segundo templo gótico que es el que ha llegado a nuestros días. El tesoro es de lo más destacado del templo con el busto-relicario de San Lamberto, el mártir al que se debe la importancia de la ciudad de Lieja.

COLEGIATA DE SAINT-BARTHÉLEMY

Si tomamos la Calle Feronstree en dirección este acabaremos por llegar hasta la plaza Saint Barthélemy donde se alza la colegiata homónima, una de las siete con las que contaba la ciudad de Lieja hasta 1797.

Se trata de un edificio del siglo XII muy restaurado y que tiene en su pila bautismal el elemento más destacado y que justifica, por sí solo, la visita a la colegiata. Se trata de una bellísima fuente bautismal diseñada en bronce, de principios del siglo XII, que dispone de una excelente decoración el alto relieve que muestra cinco escenas distintas, tales como la predicación de San Juan Bautista o el Bautismo de Cristo.

GRAND CURTIUS

Actualmente es la sede de distintos museos, como el de arqueología o el de artes decorativas. Sin embargo, merece la pena entrar en el patio interior para disfrutar de este bellísimo edificio renacentista, erigido a partir del año 1600. Fue el industrial oriundo de Lieja, Jean Curtius, quien mandó construir esta bonita mansión, que sigue llevando su nombre.

COLEGIATA DE SAINT-DENIS

Situada a poca distancia de la Catedral de Saint Paul es otro importante templo religioso de Lieja. Desde el exterior tiene un evidente aspecto defensivo. Fue erigida entre finales del siglo X y principios del XI, en tiempos del Obispo Notger. Las torres son del siglo XII aunque posteriormente se hicieron modificaciones en buena parte del coro, ya correspondiente a la época gótica. Quizá lo más bello sea el excelente retablo tallado en madera, del siglo XVI.

ESTACIÓN DE LIEJA-GUILLEMINS

Desde luego, uno de los grandes atractivos de la ciudad y una de las construcciones que hay que ver en Lieja. Se trata de una estación de trenes, pero no de una estación cualquiera. La obra lleva la firma del afamado y controvertido ingeniero valenciano Santiago Calatrava quien erigió aquí una de sus obras más destacadas.

Como es habitual en la obra de Calatrava, el acero, el vidrio y el hormigón son los materiales usados para la construcción y el color blanco, el escogido. El estilo es el habitual de este arquitecto e ingeniero y supone una obra maravillosa bajo nuestro punto de vista aunque, como es habitual en Calatrava, fue también muy controvertida en el momento de su construcción.

LOS MERCADOS NAVIDEÑOS DE LIEJA

Ya hemos visto la enorme tradición que tiene Valonia en cuanto a mercados navideños. Los hemos visto en todas las grandes y pequeñas poblaciones que hemos visitado durante este viaje. Y si en un lugar de Valonia los mercados navideños son especialmente espectaculares es en Lieja.

Son varios los mercados navideños que nos encontramos durante nuestra visita a Lieja pero los dos más importantes son el que hay justo enfrente de la Catedral de Saint-Paul y el que se localiza justo enfrente del Palacio de los Príncipes-Obispos. Cada uno de ellos, dispone de varias decenas de tiendecitas y puestos de comida. Y es que no hay que olvidar que en los mercados navideños de Valonia más que a comprar productos navideños se va a comer y a beber. En este sentido, podemos disfrutar de una excelente fondue suiza justo al lado de la pista de patinaje ubicada enfrente de la Catedral o de un maravilloso vino caliente justo enfrente de la noria ubicada delante del Palacio de los Príncipes-Obispos.

Los lugareños gustan de pasear por estos mercados navideños y salen en manada a media tarde, para disfrutar de los mismos. Y nosotros no queremos perder la ocasión de hacer lo mismo. Visitar Valonia, en este caso Lieja, durante la época de Navidad es una muy buena idea, os lo aseguro.

Podríamos hablar de otros monumentos que hay que ver en Lieja, como la Colegiata de San Juan Evangelista o la bella antigua oficina de Correos, situada en un elegante edificio casi a orillas del río Mosa, pero la verdad es que nuestro tiempo en Lieja nos da, sobretodo, para pasear tranquilamente a fin de disfrutar también de la enorme oferta comercial. Calles como Rue de la Cathedrale están llenas de vida y barrios como Le Carrée, con una enorme oferta comercial y gastronómica y un excelente ambiente juvenil, merecen ser recorridos en calma.

La verdad es que la ciudad de Lieja, habitualmente olvidada dentro de las más comunes rutas turísticas de Bélgica, merece una visita. Podéis leer más acerca de Lieja en este post.