Que ver en Jaca en 1 día. O en medio día, pues este fue el tiempo de que dispusimos para visitar Jaca, capital de la comarca oscense de La Jacetania y, a su vez, capital no oficial de los Pirineos Aragoneses por ser la población más importante de la zona y que aúna más servicios.
Tras dedicar la mañana a visitar Jaca nos dirigimos, tras el almuerzo, hasta el Monasterio de San Juan de la Peña, donde se ubica uno de los más importantes cenobios de España. Esta visita es indispensable durante un viaje por estas tierras de Huesca por lo que merece la pena hacer noche en Jaca y pasar toda la jornada en la comarca.
DÓNDE DORMIR EN JACA.
Dormir en Jaca nos permitió visitar la población y posteriormente, acercarnos al cercano e imprescindible Monasterio de San Juan de la Peña, del que os hablaré en otro post. La oferta hotelera es bastante importante en Jaca, de manera que no tendréis problema en alojaros en esta ciudad y tomarla como base para recorrer la zona.
Os dejo una resseña de un buen alojamiento en Jaca.
Tentados estuvimos de alojarnos en el Albergue de Jaca, que dispone de excelentes críticas y está muy bien de precio, además de disponer párking gratuito. Tienen habitaciones dobles y triples con baño privado, además de camas en habitaciones compartidas. Os dejo aquí el enlace al Albergue de Jaca.
QUÉ VER EN JACA EN 1 DÍA.
LA CIUDADELA DE JACA.
Empezamos nuestro recorrido por Jaca por la Ciudadela, el monumentos civil más importante que hay que ver en Jaca. Esta fortaleza militar se ubicaba, en tiempos de su construcción, en la ciudad extramuros. Actualmente, y dada la expansión sufrida por Jaca durante el siglo XX, se localiza en el centro de la ciudad, a escasamente tres minutos de la Catedral.
Conocida también como Castillo de Jaca o Castillo de San Pedro, la Ciudadela fue construida a finales del siglo XIV por orden de Felipe II, a fin de defender la plaza. Se trata de uno de los ejemplos más importantes de arquitectura militar que podemos encontrar en la Península Ibérica, con su hermosa planta pentagonal, sus baluartes angulares y un bonito foso que hacía especialmente inexpugnable la Ciudadela y que actualmente es el hogar de una familia de ciervos.
Tiburcio Spannocchi fue el encargado de los planos para una fortaleza que supone la evolución de la arquitectura medieval desde los altos castillos góticos hasta las amplias fortalezas diseñadas a partir del siglo XVI.
Un episodio importante en la historia de la fortaleza de Jaca acontece durante las invasiones napoleónicas del siglo XIX. La Ciudadela cae a manos francesas el 21 de marzo de 1809 y no es recuperada hasta febrero de 1814.
Actualmente, la Ciudadela de Jaca es uno de los edificios históricos más importantes que hay que ver en Jaca. Se puede disfrutar de una visita por libre o gracias a las distintas visitas guiadas que ofrece. Además, es la sede del excelente museo de miniaturas, donde miles de soldaditos de plomo son expuestos en una serie de dioramas que nos explican la evolución de las tácticas militares y de sus ejércitos desde la antigüedad clásica hasta nuestros días. La verdad es que se trata de un espacio excelente y que nadie debería perderse. Particularmente la gente mayor, que recuerda con nostalgia cuando los soldaditos de plomo eran casi los únicos juguetes de los hogares.
También merece la pena visitar las salas dedicadas a las Tropas de Montaña del Ejército, la cuales tienen sus campos de entrenamiento precisamente en Jaca. Nada extraño, si tenemos en cuenta que, como hemos comentado, esta ciudad está considerada como la capital del Pirineo Aragonés.
LA CATEDRAL Y EL MUSEO CATEDRALICIO.
Tras visitar la Ciudadela de Jaca es momento de tomar rumbo al Centro Histórico de Jaca que no dista ni cinco minutos desde el castillo. La Catedral es el edificio religioso más importante que hay que ver en Jaca.
Se trata de uno de los primeros y más notables ejemplos del primer románico. Este templo fue erigido a partir de 1077 por orden de Sancho Ramírez de Aragón que, por cierto, se convirtió también en Rey de Pamplona tras ser asesinado el monarca navarro Sancho Garcés, en 1076.
La Catedral de Jaca, dedicada a San Pedro, es un templo de importantes dimensiones habida cuenta de que se trata de una construcción románica. Está diseñada siguiendo una planta basilical de tres naves y cinco tramos. El crismón de su tímpano es uno de los aspectos decorativos más reconocidos de este templo, así como las distintas ornamentaciones características de estos valles como son el ajedrezado o las bolas jaquesas que encontraremos decorando las bases de las columnas del interior del templo.
Aunque la planta del templo corresponde, como decíamos, a una iglesia románica, el interior del mismo nos mostrará la evolución del arte durante los siguientes setecientos años, con elementos renacentistas, góticos o barrocos. La verdad es que le falta iluminación a esta Catedral de Jaca que solo se subsana parcialmente con el donativo de 1 euro.
También merece una visita el Museo Diocesano de Jaca (cuyo acceso debemos encontrarlo en la misma catedral). Nos incorporamos a una recién iniciada visita guiada que durante una hora nos aleccionará sobre algunas de las más maravillosas obras que atesora este museo, la mayoría de ellas pertenecientes a la época del románico.
Una de las piezas que más nos llaman la atención son el detalladísimo capitel del Rey David y los músicos, obra suprema del que es conocido como Maestro de Jaca. Sin embargo, las verdaderas estrellas de este Museo Diocesano de Jaca y que justifican, por si solas, la visita del mismo, son las colecciones de pinturas murales románicas procedentes de distintas iglesias aragonesas. Particularmente, las Pinturas de Bagüés, que proceden de la iglesia de los Santos Julián y Basilisa de Bagüés y que están consideradas como la Capilla Sixtina del Arte Románico Español. O eso nos cuentan aquí, aunque la verdad es que este adjetivo lo hemos oído ya en distintas ocasiones. El programa iconográfico es excelente, con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Fueron realizadas durante la primera mitad del siglo XII y trasladadas a Jaca en 1970. También quedamos impactados por la imagen del Cristo de Jaca, excelente talla románica de madera.
EL CENTRO HISTÓRICO DE JACA.
Tras alimentar el alma es momento de hacer lo propio con el cuerpo. Sabemos que Jaca es un buen lugar para ir de tapas, de manera que nos perdemos por los distintos callejones del Centro Histórico de Jaca, pero sin dejar de recorrer la que es también su calle principal, la Calle Mayor.
Allí no podemos dejar de maravillarnos con la excelente fachada renacentista del Ayuntamiento de la población, otro de los monumentos que hay que ver en Jaca, ni que sea desde su exterior. Se trata de un edificio de los siglos XV y XVI, que está considerado como la joya del plateresco aragonés. La gran portalada de la casa consistorial es el elemento más emblemático de la fachada. Entramos al hall de entrada, donde encontramos la vieja campana de la Torre del Reloj.
Ni un minuto tardamos en llegar a estaTorre del Reloj, otro de los lugares emblemáticos de Jaca. Se trata de otro edificio medieval que nos transporta ya a la época gótica. Aunque ha desempeñado todo tipo de funciones, incluida la de cárcel, la Torre del Reloj no era más que parte de una importante residencia particular.
Ahora sí, tras mirar varias cartas en restaurantes, tanto de menús como de tapas nos sentamos en el GastrobarTannat. Las tapas y raciones están deliciosas aunque un pelín escasas en cuanto a cantidad y nada baratas. Aquí, por lo que vemos, no se estila eso de que con el vinito te sirvan la tapa. Todas las tapas pasan por caja. O, al menos, con nosotros.
Los postres los degustamos en la Confitería Echeto, que se encuentra justo enfrente de la Catedral, que debería ser de visita casi obligada en Jaca, con más de un siglo a sus espaldas y con una decoración que nos traslada a aquellos tiempos.
PALACIO DE HIELO DE JACA
Tras la comida, y con la panza llena, realizamos un último paseo que nos lleva hasta otro de los grandes edificios que hay que ver en Jaca. Me refiero al moderno Palacio de Hielo que no es otra caso que el Pabellón del equipo de Hockey sobre Hielo de la ciudad de Jaca, que es uno de los más importantes de España en esta modalidad, habiendo sido campeón de la Superliga española en trece ocasiones.
No podemos entrar en su interior, pues permanece cerrado hasta las seis de la tarde, pero ello no nos impide maravillarnos con una obra que fue inaugurada con motivo del Festival Europeo de la Juventud Europea de 2007. La verdad es que es una maravilla, aunque tras su construcción debió cerrarse al público durante más de un año a fin de subsanar varios problemas detectados durante los primeros meses de funcionamiento del equipamiento.
Y con la visita al Palacio de Hielo de Jaca terminamos nuestra listas de lugares que hay que ver en Jaca. Es momento de tomar rumbo al cercano Monasterio de San Juan de la Peña, que dista solamente una veintena de kilómetros desde Jaca. Posteriormente, regresaremos a esta ciudad, pues es aquí donde tenemos el alojamiento.