De Milán a Nápoles. Las 10 ciudades más bonitas de Italia.

fEn este post os hablaremos de las ciudades más bonitas de Italia según nuestro parecer. Recuerdo mi primer viaje a Italia como algo maravilloso. Tenía poco más de 18 años y era una de las primeras veces que tenía la oportunidad de viajar fuera de España sin la familia.

Aquel viaje tuvo algo de iniciático. Desde luego, no regresé cambiado ni nada por el estilo como comentan aquellos que han tenido la oportunidad de hacer un viaje de varios meses alrededor del mundo o algunos de los que regresan de la India también con este sentimiento. Sin embargo, fue la primera vez que realizaba un viaje más allá de la Península Ibérica (a excepción de una escapada de un par de días a Londres) y regresé convencido que, tras este, vendrían muchos más viajes.

Y así ha sido. Han pasado más de 25 años de aquel viaje a Italia y al país transalpino le han sucedido más de 90 países visitados. Y a Italia habré regresado no menos de 10 veces. Un país que me encanta, que exuda arte e historia por cada uno de sus poros y del que no creo que jamás me canse de regresar.

Os cuento aquí las que son, a mi entender, las 10 ciudades más bonitas de Italia. Podría decir que se trata de algo así como las 10 ciudades que hay que ver en Italia en un primer viaje. Pero ello requeriría de algo más de 15 días que, a diferencia de otros destinos como los asiáticos, suele ser el máximo que el viajero medio español dedica a una primera aproximación al país.

QUÉ VER EN ITALIA EN 10 CIUDADES IMPRESCINDIBLES.

MILÁN

La capital de Lombardía fue la primera ciudad que visité de Italia. A ella he regresado en otras dos ocasiones y la verdad es que cada vez me gusta más. No pocos viajeros cuentan que no es una de las ciudades más interesantes que hay que ver en Italia. Sin embargo, no puedo estar de acuerdo con esta afirmación. Su catedral es una de las más maravillosas catedrales góticas de Europa, por ejemplo. No menos interesante resulta la iglesia de Santa Maria delle Grazie, donde encontraréis una de las más famosas pinturas de la historia: la Santa Cena de Leonardo.

Los amantes del arte y, particularmente de la pintura, tampoco dejarán escapar la posibilidad de visitar a Pinacoteca Ambrosiana; y los de la lírica, el Teatro de la Scala, uno de los más importantes templos de la ópera a nivel mundial. En este post podéis leer acerca de los lugares imprescindibles de Milán.

VENECIA

Nadie dejaría de incluir a Venecia en una lista de las ciudades más bellas que hay que ver en Italia. Es también la más frágil de todas, ubicada en los pantanosos terrenos de su laguna. La Plaza de San Marcos debe ser una de las más bellas del mundo. Y gran parte de la culpa la tiene la maravillosa Basílica de San Marcos, de curiosas y originales formas y con un interior repleto de algunos de los mejores mosaicos bizantinos que existen.

Quien disponga de un bolsillo holgado podrá disfrutar de uno de los cafés más caros del mundo, el Florian de la misma plaza de San Marcos, antes de alquilar un paseo en góndola por los canales venecianos. Quien vaya más escaso, deberá contentarse en pasear por los callejones de la ciudad, panini en mano, antes de tomar uno de los vaporettos que surcan el Gran Canal y que les permitirá pasar por debajo del Puente de Rialto. Ni unos ni otros deberían perderse, sin embargo, la iglesia de Santa Maria de Della Salutte, la Galería de la Academia o el Palacio Ducal, quizá el más maravilloso de los palacios góticos civiles que hay que ver en Italia.

FLORENCIA

No es de extrañar que Stendhal sufriera los devaneos que le llevaron a describir su síndrome ante la avalancha de arte que nos regala Florencia. Y si non è vero, è ben trovato, que dirían los propios italianos.

La capital de la Toscana no solo es una de las grandes ciudades que hay que ver en Italia si no que es reconocida como la capital del Renacimiento Mundial. Los más grandes artistas de la época convirtieron Florencia en la belleza que es actualmente. Ghiberti, Brunelleschi, Giotto, Giambologna o Miguel Ángel fueron solo algunos de los que dejaron su impronta aquí. De la mano, dicho sea de paso, de algunas de las familias más influyentes de la Europa del momento, como los Médici.

La Piazza de la Signoria, con el Palacio Viejo, o la Plaza del Duomo, con su maravillosa catedral, son solo dos de los lugares imprescindibles de Florencia. Los Amantes de los Museos deberán ajustar su agenda para dar cabida a museos de la talla de la Galería Ufizzi, la Academia (donde habrá que rendir pleitesía al David de Miguel Angel) o el Palazzo Pitti. Nadie dejará de pasear por el Puente Vecchio, quizá de camino a la Piazzale Michelangelo, situado en una cercana colina y desde donde se divisan unas maravillosas vistas de la ciudad.

PISA

Pisa no es la más bella ciudad de Italia. Y, en realidad, la mayoría de viajeros que hasta allí se acercan no pasan más allá de una plaza. Sin embargo, Pisa debería estar incluida en todo primer viaje a Italia y es que en la Plaza de los Milagros se encuentra uno de los monumentos más populares que hay que ver en Italia: la Torre de Pisa. Se trata del campanario románico de la no menos maravillosa catedral adyacente.

La fama a Pisa le ha llegado por la casi venerable inclinación que sufre casi desde los primeros años la famosa torre (en realidad desde antes de que fuera terminada). Sin embargo, se trata de uno de los campanarios románicos más bellos que jamás hemos visitado. Y ahora que, de nuevo, es posible subir hasta la terraza superior, nadie debería perdérselo, aunque para ello haya que reservar las entradas con antelación.

No menos maravillo me parece el baptisterio situado enfrente del Duomo o el Camposanto, el cuarto de los monumentos de la plaza que nadie debería perderse.

BOLONIA

La llaman, la Rossa. Es decir, la Roja. No solo por el predominante color de sus tejados y construcciones si no por haber sido bastión de la Italia comunista durante años. Pero también la llaman la Docta y la Gorda. Lo primero porque es en Bolonia donde encontramos una de las universidades más antiguas de Europa. Lo segundo lo debe a su fama como lugar de buen comer. Y es que de Bolonia son originarios tanto la salsa que lleva el nombre de la ciudad, como los tortellini o la mortadela.

No dejéis de visitar la Universidad de la que ya hemos hablado y, particularmente, su teatro anatómico, uno de los pocos que quedan en Europa. Paseando entre soportales (es la ciudad de Europa con más kilómetros de soportales) os encontraréis con algunos de sus más importantes templos, como la Iglesia de San Petronio de la maravillosa Piazza Maggiore, o el conjunto de San Stefano, formado en realidad por siete iglesias. Los más atrevidos querrán subir a lo alto de la Torre de los Asinelli, aunque para ello haya que superar casi 500 escalones. Las recompensas hacen bueno el esfuerzo, pues les permitirá entender porque la ciudad es conocida como la Roja.

RAVENA

Se trata otra de las más maravillosas ciudades que hay que ver en Italia. La fama le viene en este caso porque de Ravena podríamos decir que se trata de la Capital Mundial de los Mosaicos Bizantinos. Solo Roma o Estambul podrían cuestionarle este apelativo, aunque no creo que puedan llegar a compararse. Y es que Ravena fue, en su momento, capital de las regiones occidentales del Imperio Bizantino. Incluso antes, en tiempos del Emperador Honorio, Ravena fue capital del Imperio Romano de Occidente. Es decir, la historia ha sido prolífica en esta maravillosa ciudad.

No es de extrañar, pues, que hasta ocho de sus venerables lugares de esta ciudad formen parte de la lista del Patrimonio Mundial. La Basílica de San Vital es uno de los templos más maravillosos que hemos tenido la oportunidad de conocer. Supone uno de los momentos cumbres del Arte Bizantino. Pero no le van a la zaga el pequeño Mausoleo de Gala Placidia, el Baptisterio Neoniano o la Capilla Arzobispal que se ubica en el Museo Arcivescovile.

Casi nadie incluye a Ravena en un primer viaje a Italia. Probablemente sea normal, pues los días de viaje no suelen dar para tanto. Sin embargo, un segundo viaje sí que merecería incluir esta ciudad y a toda la Región de la Emilia Romaña, donde podréis disfrutar de la también citada Bolonia o de las no menos imprescindibles Ferrara o Módena. En este post os hablamos acerca de los lugares imprescindibles que ver en Ravena.

URBINO

No quisiera dejar de incluir en esta lista de ciudades más bonitas de Italia otra de las capitales del Renacimiento Italiano. Me refiero a la bella Urbino, ciudad natal de Rafael Sanzio, uno de los más celebres pintores de la historia.

Urbino estaba dominada por la familia Montefeltro, que primero fueron señores del lugar y posteriormente Duques de la ciudad. Ellos convirtieron la urbe en una de las más bonitas de Italia. No hay que perderse los oratorios de San Giovanni y San Giuseppe donde se pintaron algunos de los más majestuosos frescos del gótico. Pero es la Catedral así como el Palacio Ducal, convertido en Galería Nacional de las Marcas, los verdaderos focos de atención de esta población que no suele incluirse entre los lugares que hay que ver en Italia en un primer viaje pero que os aseguro que merece una visita.

ROMA

¿Qué decir de Roma? Hemos hablado largo y tendido de la ciudad en varios posts dedicadas a los lugares imprescindibles de Roma, a sus museos o los abundantes vestigios de la Antigua Roma. Para nosotros no solo es la gran ciudad que hay que ver en Italia, si no la más maravillosa de toda Europa. Con todas sus imperfecciones, con sus fachadas desconchadas, con la irregularidad de los suelos y con sus demasiados turistas que han expulsados a los romanos del centro histórico de la ciudad que los vio nacer. Pero es que más de dos mil años de historia es lo que atesora esta ciudad que tiene en los vestigios de su época clásica y en el fervor urbanístico de la Roma Papal de los tiempos barrocos, sus mejores cartas de presentación.

Hay que dedicarle un mínimo de tres días a Roma para un primer viaje a Italia, aunque la ciudad se queda corta con tan poco tiempo. Los vuelos low cost nos han permitido regresar a ella hasta en cinco ocasiones. Y siempre descubrimos nuevos rincones.

NÁPOLES

Si Roma es desordenada, Nápoles lo es elevado a la quinta potencia. O la amas o la odias. Y nosotros optamos por lo primero. Se trata de otra de las ciudades más interesantes que hay que ver en Italia. Y es, a menudo, el punto final a un viaje a Italia. Sin embargo, también puede servir de base para disfrutar de la Campania, un región rica en vestigios históricos de la Antigüedad clásica como Paestum o Pompeya, paraísos naturales como el Volcán Vesubio o la Solfatara y lugares de precioso interés donde se impone el tan italiano dolce far niente, como en la costa Amalfitana.

Nápoles, sin embargo, merece de un par de días enteros. No hay que perderse la plaza del plebiscito, su museo arqueológico (uno de los más extraordinarios del mundo entero), sus varias iglesias o el Castillo Nuevo. Los amantes de la pintura tienen su cita en el fenomenal Museo de Campodimonte, que conserva algunos lienzos de los más importantes maestros de la pintura occidental, Rafel y Caravaggio incluidos.

PALERMO

Probablemente Palermo no forme parte de un primer viaje a Italia porque, en realidad, Sicilia tiene suficiente interés como para dedicarle un viaje entero. Sin embargo, ello no es óbice para considerar Palermo como una de las ciudades más bonitas de Italia. Y como Roma y Nápoles, con todas su imperfecciones, algo que se repite en casi todas las grandes urbes del sur de Italia y de Sicilia.

El legado normando sitúa, sin embargo, a Palermo como una de las grandes ciudades que hay que ver en Italia. La Capilla Palatina es uno de los más notables ejemplos de este arte normando que bebió, a partes iguales, de fuentes árabes y bizantinas. No menos maravillosa resulta la Capilla de la Martorana, con sus mosaicos bizantinos que cubren casi por completo su interior, o la curiosa Catedral, de original trazado y considerada también uno de los puntos culminantes del arte árabe normando.

Y con Palermo terminamos esta lista de las ciudades más bonitas de Italia. Se trata de un grupo nada homogéneo de ciudades que serán difíciles de compatibilizar en un primer viaje a Italia, pero que merecen ser visitadas alguna vez en la vida.

Como ya he comentado, la proliferación de vuelos lowcost que nos llevan hasta Milán, Florencia, Roma, Pisa o Nápoles, por poner solo unos ejemplos, ha propiciado que regresar al país transalpino se haya convertido en una constante para nosotros en los últimos quince años. Son demasiado los lugares que hay que ver en Italia y no queremos dejar de disfrutarlos.