La Passió d’Esparreguera (la Pasión de Esparreguera) es uno de los espectáculos más arraigados en la cultura tradicional catalana y un clásico que se repite, año tras año, cuando se acercan las fechas de la Semana Santa.
Se trata de una representación teatral donde se interpretan los últimos días de la vida de Jesús. Sin embargo, la particularidad de la Passió d’Esparreguera reside en el carácter popular de la misma, que lleva a buena parte de la población de la comarca barcelonesa del Bajo Llobregat a participar en ella, de una u otra forma.
Es la Fundación Privada de La Passió d’Esparreguera, entidad formada por más de un millar de colaboradores, la encargada de gestionar el ingente trabajo que conlleva la organización de La Passió. Una entidad galardonada con la Cruz de Sant Jordi, la más alta distinción civil que concede la Generalitat de Cataluña y que basa en el asociacionismo y el voluntariado su razón de ser.
La Fundación coordina los casi 500 actores que pueden llegar a subir al escenario, además de músicos y coro y todo aquél trabajo de apoyo que no se ve y que tan necesario es: maquillaje, tramoyistas, técnicos de luz y sonido, encargados de material y muchos otros. Se trata, que duda cabe, de un trabajo que dura todo el año para madurar en las cercanías de la Semana Santa, cuando La Passió es representada hasta en 10 ocasiones.
LA PASSIÓ D’ESPARREGUERA EN LA HISTORIA.
La Passió d’Esparreguera es un espectáculo que viene representándose desde hace más de 400 años. Desde luego, durante los primeros siglos de existencia las funciones no se representaban en teatro alguno si no en las iglesias de la población, así como en la propia calle y durante las procesiones de Semana Santa.
En este contexto histórico se conservan documentos que nos hablan de la existencia de la Passió desde la lejana fecha de 1588. Eran tiempos en que se recreaban los conocidos como misterios, es decir, pasajes bíblicos de la vida de Cristo, la Virgen o alguno de los santos. A partir del siglo XIX el impulso de La Passió es cada vez más notable, coincidiendo con un fenómeno especialmente arraigado en Cataluña: el del asociacionismo. Ya durante el siglo XX las representaciones pasan a interpretarse en los teatros del Ateneo y de la Estrella, hasta que sendas entidades acaban por fusionarse en una sola, que pasará a ser la encargada de la gestión de La Passió y de impulsar la construcción del Teatre de la Passió, que fue inaugurado finalmente en 1969 y que, con 1787 butacas, es uno de los teatros con mayor capacidad de toda Cataluña.
LA PASSIÓ D’ESPARREGUERA EN LA ACTUALIDAD
Una de las singularidades de la Passió d’Esparreguera es que texto y música fueron escritos especialmente para el espectáculo, lo que lo hace único. El texto actual es obra de Ramón Torruella i Satorra, natural de Esparreguera. Se trata de un texto de 1960 que, por tanto, viene repitiéndose de manera ininterrumpida desde hace casi 60 años. Los derechos del texto fueron comprados por la Fundación a los herederos del autor.
También la música, interpretada por una orquesta en directo, es propia de la Passió d’Esparreguera. Corresponde a una partitura estrenada en 1976 y obra de otro natural de la población, Josep Borràs. Hasta 50 interpretes completan en forma de coro a la música interpretada por unos 30 músicos.
Otra particularidad de la Passió d’Esparreguera es que la función es representada durante todo el día. Concretamente en dos partes de casi dos hora y media, con 12 escenas interpretadas por la mañana y 23 por la tarde.
En cierta manera, asistir a una función de la Passió d’Esparreguera es disfrutar de un día entero en la población de Esparreguera, a los pies de la montaña de Montserrat, puesto que es necesario quedarse a comer para poder seguir con la representación, tras el almuerzo. En este sentido, es habitual la organización de autocares llegados desde diversos puntos de Cataluña para acudir a esta fiesta popular que, como decimos, está fuertemente arraigada al imaginario tradicional catalán.
NUESTRA EXPERIENCIA EN LA PASSIÓ D’ESPARREGUERA.
Había acudido a una representación de La Passió d’Esparreguera hacía más de 30 años, acompañado de mis padres. Recuerdo perfectamente que comimos en un restaurante llamando La Tina. Esta vez, sería yo quien acompañe a mi hijo Marc. Mi cuñado y su hijo Pol, de la misma edad que Marc, nos acompañan.
Llegamos unos 20 minutos antes de que empiece la sesión matinal, a las diez y media, por lo que nos acercamos al bar de la esquina para tomar un café bien cargado. Allí me confirman que aquél restaurante que nos sirvió el almuerzo hace ya tres década ha sido convertido en discoteca desde hace varios lustros.
Empieza la sesión y Marc y Pol están expectantes. Los mayores, no menos. La verdad es que desde un primer momento quedamos impresionados con la calidad artística de todos y cada uno de los personajes de la obra. Por más que sepamos que se trata de aficionados que nada cobran por este trabajo, no podemos salir de nuestro asombro. Algunos de los cuadros representados ocupan la totalidad del enorme escenario, gracias a la interpretación de varias decenas de figurantes. De verdad que es sorprendente.
El enorme lustre de la representación no se ciñe a la calidad de los artistas si no a todo el entramado que lo circunda. Los decorados parecen más propios de una representación operística en uno de los grandes templos de la lírica universal que de un teatro de pueblo gestionado por una fundación sin ánimo de lucro y no profesional.
Igualmente de excepción es el trabajo de los músicos, interpretando una partitura que combina la música religiosa con un lirismo de especial emoción. Todo ello acompañado por un coro que no veremos en ninguna ocasión y que sabemos formado por cincuenta intérpretes.
Durante toda la mañana son casi dos horas y media, con un intermedio a media mañana, dedicadas a la Vida Pública de Jesús. Marc sigue la función sin pestañear y francamente maravillado.
Tras la obligada comida, por la tarde seguimos con la representación, que esta vez versará sobre la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Es decir, desde la entrada triunfal a Jerusalén hasta la resurrección, tres días después de ser crucificado.
Todo ello, en un ambiente de realismo y emoción que, francamente, nos deja asombrados. Se trata de un espectáculo estupendo, hecho con el corazón y apto para mayores y niños. Pensaba que no sería fácil mantener a dos niños, durante cinco horas seguidas, pegados a las butacas. Y así ha sido. La verdad es que las enormes expectativas se han cumplido con creces.
VISITA AL TEATRE DE LA PASSIÓ.
Terminada la función es hora de visitar, por dentro, los entresijos del teatro. Es esta una tradición propia de La Passió d’Esparreguera de manera que nos unimos a uno de los grupos existentes (nos hemos apuntado en una lista, durante el descanso) a fin de ser acompañados por el escenario, guardarropía o la sala de maquillajes del teatro. El tour es gratuito para todos los asistentes a La Passió.
Y de paso, nuestro guía, que es uno de los voluntariosos tramoyistas del teatro, nos explica acerca de la historia de esta tradición y el complejo trabajo que conlleva, año tras año, llevarla a cabo.
Marc y Pol disfrutan igualmente de este paseo entre bastidores. Especialmente, cuando una de las responsables del guardarropía no duda en vestirlos de romano, casco mediante.
Esta visita dura aproximadamente media horita y supone el complemento ideal de la representación de La Passió d’Esparreguera, una de las más bonitas tradiciones de Cataluña.
Nota: dado que durante la representación no está permitido tirar fotografías, las de este reportaje son propiedad de la Fundació de La Passió d’Esparreguera.tambi
Comentarios:
19 comentarios en “LA PASSIÓ D’ESPARREGUERA. Una fabulosa tradición para Semana Santa.”
Curiosa esta representación de la Pasión. Y que se lleve a cabo varías semanas y no sólo en Semana Santa.
Así es. Y con 400 años de historia a sus espaldas.
Y conocido. Yo no he asistido, pero si he escuchado mucho de esta curiosa representracion. Me encantaría vivirlo algún día.
Aquí te esperamos Cristina.
Recomiendo a todo el mundo,que vaya haber,este gran,espectaculo,es tan real, que llore,la passio de esparraguera
Así es Vicente. Nosotros también lo recomendamos. Nos encantó como lo había hecho hace más de 20 años, cuando había sistido a una representación junto a mis padres.
Un saludo y gracias por comentar.