La Casa Felip, actual sede de la Fundación Vila Casas, es uno de los edificios modernistas que en los últimos tiempos se ha unido a este conjunto de viviendas y edificios que pueden ser visitados en Barcelona.
Y merece mucho la pena, puesto que sin ser la Casa Felip una de las viviendas más famosas del modernismo barcelonés y sin llevar la firma de ninguno de los tres grandes arquitectos del movimiento (Gaudí, Domènech i Montaner i Puig i Cadafalch), poco tiene que envidiar a algunos de los edificios de la Barcelona Modernista.
La Casa Felip, situada en el barrio del Eixample, recibe el nombre de Casa Manel Felip, por ser este su propietario y se sitúa en el número 20 de la Calle Ausias March. El arquitecto encargado de la obra fue Telmo Fernández Janot quien desarrollara parte de su vida laboral en el entonces municipio de Sant Gervasi de Cassoles, diseñando incluso la Casa consistorial de la localidad.
Curiosamente, no mucho se sabe del promotor de la obra, Manuel Felip. Aunque se supone que se dedicó al mundo del textil, parte de su biografía es un auténtico misterio hasta el punto de que poco se sabe acerca de donde nació y donde murió. Lo que sí que parece haberse esclarecido es que antes de convertirse en una de los representantes de la rica burguesía catalana de finales del siglo XIX, Felip habría hecho fortuna en América. Es decir, formaría parte de ese reducido número de afortunados que supieron sacar fortuna de sus experiencias en las colonias de la España de la época.
VISITA A LA CASA FELIP
Las visitas a la Casa Felip se llevan a término los viernes por la mañana y son realizadas por guías de la empresa Cases Singulars, que realiza distintos itinerarios por varias de las viviendas modernistas de Barcelona y los alrededores.
Antes de entrar a la casa Felip no debemos dejar de echar un vistazo a su fachada, realizada completamente en piedra. Destacan sendas tribunas laterales, también de piedra, que alcanzan el principal y el primer piso, así como los bellísimos balcones labrados que se distribuyen por toda la fachada de la vivienda.
La vivienda es una maravilla. Tanto por lo que hace referencia al diseño general como por lo que se refiere a los pequeños detalles. Manuel Felip no escatimó en gastos a fin de poder ostentar una vivienda acorde a su nivel socioeconómico, con todo tipo de elementos decorativos de primer orden. Como no podía ser de otra forma en una vivienda modernista, para el diseño de la práctica totalidad de los elementos de la mansión, Fernández Janot hizo uso de los habituales materiales que caracterizan las artes menores modernistas. En este sentido, la ebanistería que firma Joan Busquets, las tallas de madera de Lambert Escaler, los mosaicos italianizantes obra de Lluís Bru o el habitual uso del hierro forjado son solo algunos ejemplos de esta vivienda donde la línea curva se impone a la recta, como es habitual en el modernismo.
El vestíbulo nos da la bienvenida a la Casa Felip. Está decorado con el afamado mármol de Carrara y con una preciosista escalera que sube hasta la planta noble de la vivienda. El arrimador del vestíbulo está, igualmente, diseñado en cerámica y las paredes, revestidas de esgrafiado, esta técnica tan comúnmente utilizada por el modernismo catalán y que en esta ocasión parece que podría haber sido obra de Joan Paradís. Un curioso arco de yeso de curvilíneas formas da paso al espacio donde se ubica el maravillo ascensor, obra de Enrique Cardellach y Hermanos, una de las empresas punteras en aquél momento. Hierro y madera se funden nuevamente en el diseño del ascensor.
Al llegar al piso principal, nos llaman la atención las preciosas vidrieras que con motivos florales decoran las ventanas que dan a la planta noble, otra maravilla de las artes aplicadas modernistas.
Durante la vista a la planta noble se conocerán algunas de las más bellas estancias de la Casa Felip, aunque la rehabilitación que se ha llevado a término a fin de acondicionarla como sede de la Fundación Vila Casa le haga perder algo de su encanto.
Una de las habitaciones más llamativas es que la que desempeñaba las funciones de Salón-Comedor. La vidriera donde se representan Las Tres Gracias supone uno de los momentos culminantes de la visita a la Casa Felip. Se trata de un trabajo de Antoni Bordalba, de unos 10 metros de longitud. Es en esta estancia donde podemos disfrutar de los suelos con mosaicos, obra de Lluís Bru, o de la fascinante chimenea de madera diseñada por Lambert Escaler.
No menos espectaculares resultan los techos de la habitación y las puertas de madera que dan acceso a los demás espacios y que están decorados, igualmente, con vidrieras de maravillosa factura. En este salón-comedor los arrimadores son también de noble madera.
Bien diferente es, sin embargo, el espacio que desempeñaba las funciones de Salón de Respeto. Aquí parece, ciertamente, que el modernismo haya dejado paso a un diseño mucho más rococó que nos puede hacer recordar al de los palacios franceses. Tanto paredes como techos están profusamente decorados y los dorados son la norma. La araña que pende del techo nos acerca más al estilo Luis V. En las paredes, las pinturas sobre telas simulan tapices y nos muestran escenas que nos recuerdan el dolce far niente de la aristocracia francesa del XVIII. Es curioso porque esté salón concuerda bien poco con el resto de decoración de la Casa Felip, pero es evidente que estaba diseñado a la fin de impresionar a los visitantes.
Hay que decir que, por ser la Fundación Vila Casas una entidad dedicada a la promoción del arte, varias de las paredes de los distintos corredores, están decoradas con obras pertenecientes a los fondos de la misma. Entre ellas, destacan algunas obras de Antoni Tapies.
Por último, comentar que también nos llama la atención el pequeño oratorio dispuesto en la misma mansión y que nos recuerda la habitual religiosidad de la burguesía catalana. Esta pequeña capilla tiene aires neogóticos y mobiliario de Busquets. Una puerta de fácil apertura permitía ampliar el espacio destinado a este pequeño oratorio en casos de mayor afluencia a las misas que parece ser que allí se celebraban cada domingo y a las que asistían amigos y vecinos.
La verdad es que la Casa Felip de Barcelona es una auténtica maravilla que merece la pena conocer, particularmente ahora que se ha abierto a las visitas turísticas.
DATOS PRÁCTICOS.
Donde se encuentra la Casa Felip. Se localiza en la Calle Ausias Marc, número 22. Señalar que su nombre real es Casa Manuel Felip y es la sede de la Fundación Vila Casas; existe otra Casa Felip, en el número 16 de la misma calle, obra del mismo arquitecto, aunque no tan profusamente decorada.
Como llegar a la Casa Felip. La Casa Felip se localiza muy céntricamente, a menos de 10 minutos a pie de Plaza Catalunya. El metro más cercano es Urquinaona, a solo 200 metros de la casa.
Visitar la Casa Felip. Se realizan visitas guiadas a través de la empresa Cases Singulars.
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Comentarios:
8 comentarios en “CASA FELIP, Barcelona. Una joya del Modernismo bien poco conocida.”
Fui dos veces a Barcelona y me perdi de esta joya. Anoto para la proxima visita!
Seguro que te encantará!
Un abrazo Andy.
Precioso edificio. Gracias por compartirlo. Es una buena noticia que poco a poco el patrimonio visitable de nuestras ciudades vaya aumentando. M lo apunto para cuando consiga hacer una visita «tranquila» a Barcelona. siempre he ido con prisas.
Saludos
GranPumuki
http://blogdeviajesdepumuki.com/
Es de lass menos conocidas, pero también merece la pena que sea incluida en la Ruta dl Modernismo. Y, sobretodo, de un autor más desconocidos que los más famosos Gaudí y Domènech i Montaner.
Un abrazo, Pumuki.
Vaya…¡gracias por el descubirmiento! No conocía esta casa y ya está apuntada para una visita a Barcelona. Me encantan las vidrieras y las formas modernistas, genial que se haya abierto al público.
¡Un saludo!
Ya sabe sabes que en Barcelona siempre sorprende el Modenismo. LAs vidrieras de Casa Felip son preciosas. Solo por conocerlas ya merec la pena visitar este lugar.
Un abrazo!