AGRIGENTO, SICILIA. Visita al Valle de los Templos.

Visitar Agrigento y su extraordinario Valle de los Templos es uno de los mayores alicientes de un viaje a Sicilia. Es esta una isla prolija en yacimientos griegos, pues los antiguos helenos escogieron las costas de la península italiana y de Sicilia para fundar distintas colonias en lo que se ha conocido como la Magna Grecia.

Agrigento y el Valle de los Templos es, en este sentido, uno de los mejores ejemplos de arte griego que ha llegado a nuestros tiempos, de manera que no es de extrañar que el yacimiento fuera incluido, el 1997, en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Antes de hablaros del Valle de los Templos os comento que si lo vais a visitar, merece la pena que compréis la entrada por anticipado, al mismo precio que en taquilla. Os evitaréis las colas. Tenéis 2 posibilidades, la entrada con audioguía o sin audioguía. La verdad es que por unos pocos euros de más, merece la pena reservar la visita con audioguía incluida. Aquí os dejo las posibilidades.

Lo que ahora conocemos como Agrigento recibió en aquél tiempo el nombre de Akragas. Fue aquí donde, alrededor del 581 aC, los colonos de origen griego procedentes de Rodas y Gela se establecieran.

Durante el primer siglo de su existencia, la Akragas griega creció de manera exponencial, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes del mundo griego y llegando a albergar unos doscientos mil colonos. A este periodo de esplendor corresponden la mayoría de templos que podemos observar en el Valle de los Templos. Sin embargo, con la invasión y victoria cartaginesa acontecida el 406 aC, la ciudad fue seriamente devastada.
Aunque Timoleón recuperaría la colonia el 338 aC, ya nunca volvería a ser la esplendorosa ciudad de antaño. Finalmente, con la conquista romana, a finales del siglo III aC, la ciudad pasa a formar parte del Imperio Romano y pierde su antiguo nombre.

A partir de aquel momento, la vieja colonia griega pasa a ser conocida como Agrigentum, de la que deriva el actual Agrigentum.

DÓNDE DORMIR EN AGRIGENTO

Nosotros no dormimos en Agrigento. Pensamos que no vale la pena, más allá del parque arqueológico. De manera que tras visitar Agrigento nos fuimos a Piazza Armerina, uno de los pueblecitos con más encanto de Sicilia. Allá visitamos el pueblo y al día siguiente la Villa Romana del Casale, uno de los must que no te debes perder en Sicilia.

Este fue nuestro hotel allí. 10000% recomendable.

PIAZZA ARMERINA. B&B CASA DEL JAZZ. Uno de los mejores alojamientos que tuvimos en Sicilia. Si pernoctáis en Piazza Armerina no dudéis en dormir aquí. Es un apartamento amplio, muy bien equipado, céntrico y perfectamente decorado y con wifi. La propietaria se esmera mucho y deja preparado un desayuno perfecto para el día siguiente. No es raro que tenga una nota de 9 en booking y ya os digo que fue de lo mejor del viaje. Podéis mirar los precios en este enlace.

VISITAR AGRIGENTO Y EL VALLE DE LOS TEMPLOS.

Aunque el yacimiento arqueológico del Valle de los Templos de Agrigento es uno de los más importantes y vastos de la Magna Grecia, para los no especialistas en el tema de la Grecia Clásica un par de horas deberían ser suficientes para visitarlo. Este es nuestro caso. Y más teniendo en cuenta que esta misma mañana hemos visitado Selinunte, otra de las grandes colonias griegas de Sicilia. Por si fuera poca, a mediados de julio, el sol de estas latitudes es francamente abrasador. Y con ello me permito daros un par de consejos, que aunque obvios no está de más recordarlos: no os olvidéis de la crema solar así como de hidrataros frecuentemente durante vuestra visita a Agrigento (en el yacimiento se encuentran dispersos algunos bares y también máquinas expendedoras).

Tras dejar el coche en el parking anejo a la entrada principal y pagar la entrada nos disponemos a visitar Agrigento y su famoso Valle de los Templos. Aunque el yacimiento, como he dicho, es vasto, su visita no resulta nada complicada pues la mayoría de templos y lugares que visitar en Agrigento están dispuestos en un eje longitudinal de unos dos kilómetros de longitud. En este sentido, en el mismo parking unos taxis se ofrecen a llevarnos hasta el final del camino para, de esta manera, realizar la visita a Agrigento en un solo sentido. Igualmente, una vez dentro del yacimiento, se puede tomar una especie de tren eléctrico que tiene la misma función. Ambos transportes tienen el mismo precio, 3 euros. No parece una mala opción tomar alguno de estos transportes pues, de lo contrario, acabas realizando el mismo trayecto dos veces, bajo las inclemencias de un sol ardiente, ya que la visita a Agrigento no se realiza siguiendo un recorrido circular si no longitudinal, de ida y vuelta.

Tras caminar durante unos minutos llegamos al primero de los templos que tendremos la oportunidad de visitar en Agrigento. Su nombre es el Templo de los Dióscuros y solo se conserva una pequeñísima parte tras ser destruido, primero por los cartagineses y, posteriormente, por los efectos de un terremoto. Peor suerte incluso ha sufrido el Santuario de las Divinidades Ctonias del que no se conserva ni una sola columna en pie.

El siguiente templo con que nos topamos recibe el nombre de Zeus Olímpico. Antaño fue el mayor de los templos de toda la colonia con unas medidas realmente sorprendentes de 112 metros de largo por 56 de ancho y con columnas que se alzaban hasta los 20 metros de altura. También hay que ponerle mucha imaginación al asunto, pues al igual que el anterior, el templo de Zeus Olímpico es, hoy en día, poco más que un enorme amasijo de ruinas.

Un puente peatonal que pasa por encima de la Via dei Templi nos lleva hasta la que es la zona oriental del Valle de los Templos de Agrigento y donde se conservan tres nuevos templos. El primero es el Templo de Hércules.

Este templo, peristilo, provisto de naos, pronaos y opistódomos y diseñado en orden dórico, como casi todos, mantiene 8 de sus 38 columnas originales en pie. Sin embargo, su visita resulta muy evocadora y solo el sol que cae a pico a las cuatro de la tarde evita que paseemos más rato entre tan sagradas ruinas.

En unos 10 minutos llegamos al más extraordinario de los templos que tendremos la oportunidad de conocer al visitar Agrigento y uno de los más bellos monumentos que la Antigua Grecia nos ha legado. Se trata del Templo de la Concordia, probablemente el más bello y bien conservado no solo del Valle de los Templos, si no de toda Sicilia. Fue este uno de los últimos templos en ser construido en la antigua Akragas, pues se alzó el 430 aC, pocos años antes de la invasión púnica. Y es, desde luego, el que mejor ha llegado a nuestros días, particularmente gracias a la restauración llevada a término ya a mediados del siglo XVIII.

Se trata de un períptero hexástilo con trece columnas en los laterales por seis en los frontales. El templo de la Concordia està construido encima de una basamento que nivelaba el terreno como la mayoría de templos griegos de Agrigento o de otros yacimientos. La práctica totalidad de las acanaladas columnas se mantienen en pie, de manera que con casi siete metros de altura y con el frontal coronado con un frontón triangular, su estampa es francamente majestuosa. Asimismo se ha conservado excepcionalmente tanto el arquitrabe como el friso (con los triglifos pero no con las metopas, de las que desconocemos si se conservan en el museo pues no lo visitamos) y la cornisa.

Al igual que la mayoría de templos griegos, en el interior de este se puede distinguir la naos, precedida de la pronaos, así como el opistodomos, que se localiza en el extremo opuesto.
No me quedo corto si comento que solo por visitar el templo de la Concordia ya merece la pena viajar a Sicilia. Si solo se dispone de tiempo para visitar un solo recinto arqueológico en la isla es precisamente el Valle de los Templos de Agrigento el gran parque arqueológico que hay que ver en Sicilia.

Isa decide terminar aquí su visita al Valle de los Templos de Agrigento. El día ha sido agotador y además, empieza a tener las piernas chamuscadas debido a que, probablemente, no se ha untado con suficiente crema solar. Se queda a la sombra de una higuera mientras yo me encamino hasta el último de los templos que hay que visitar en Agrigento y que dista unos cinco minutos del de la Concordia: el Templo de Hera.

Menos impresionante que el Templo de la Concordia, el de Hera permanece parcialmente en pie y es, también, bastante llamativo. Se conserva parcialmente su períptero de 6 por 13 columnas y está construido sobre un basamento. Sus columnas de orden dórico también disponen del fuste acanalado. En esta ocasión, sin embargo, no se conserva el frontal.

Durante todo el camino de subida que hemos realizado desde el templo de Hércules, el primero que hemos encontrado en la zona oriental, hemos dejado a mano izquierda los muros de la antigua ciudad griega. El camino, dicho sea de paso, transcurre por una zona bien señalizada y jalonada de abundante vegetación con bastantes almendros, cactus e higueras que, sin embargo, parecen dispuestos para proporcionar nula sombra a los visitantes. Un paseo que debe ser bastante agradable más allá de los meses de verano pero que, en pleno julio, hoy se nos hace francamente duro.

Deshacemos el camino andado, esta vez de bajada, de manera que en poco más de veinte minutos regresamos al punto de partida. Visitar el Valle de los Templos de Agrigento (que dicho sea de paso no se sitúa en valle alguno si no en lo alto de una suave colina) es uno de los imprescindibles de todo viaje a Sicilia y ha resultado un sueño largamente deseado y, al fin, cumplido.