EL TEATRO DE TAORMINA. La postal más bella de Sicilia.

El Teatro de Taormina, de origen griego, supone para muchos viajeros que visitan Sicilia, la foto más deseada. Quizá no se trate del más bello de los teatros de la Antigua Grecia que hayan llegado a nuestros días. Sin embargo, su situación, en lo alto de una colina con vistas al mar Mediterráneo, en primer plano, y al Volcán Etná, más allá, convierten al Teatro griego de Taormima en el un escenario de postal.

Taormina es una población que ha perdido, con el paso de los años, el carácter que pudiera haber tenido antaño. Desde hace muchísimos años, quizá desde los albores del turismo, antes de que este se convirtiera en un producto de consumo masivo, Taormina se ha convertido en una localización que vive únicamente por y para el turismo. Y su teatro griego actúa como el imán necesario que atrae a miles de visitantes día tras día.

Es por ello, que Taormina se ha convertido en los últimos años en una especie de parque temático del turismo, donde únicamente restaurantes, tiendas, pastelerías o agencias de viajes pueblan el centro histórico de la villa. El interés, pues, se reduce al teatro de Taormina y algunos otros enclaves puntuales, como sus preciosos jardines públicos. Más allá de ello, el viajero pasará el tiempo paseando por el Corso Umberto I, eje catalizador de Taormina, tomando un helado o un granizado y descubriendo que casi todas las tiendas de souvenirs venden el mismo material a unos precios bastante más altos que en el resto de Sicilia.

VISITA AL TEATRO DE TAORMINA

Y con todo ello, ¿merece la pena visitar el Teatro de Taormina? Desde luego que sí. Si se trata de la más bella de las postales de Sicilia, por algo será. De manera que tras unos veinte minutos dando vueltas con el coche por el centro urbano y sus inmediaciones y darnos cuenta que aparcar en la calle será imposible, decidimos dejar el coche en el parking de Porta Catania, de pago, uno de los más cercanos al núcleo histórico y empezar nuestra ruta hacia el teatro.

Tomamos el Corso Umberto I pasando por distintas plazas. Las más escénicas, la Piazza del Duomo, donde se encuentra la pequeña catedral de la población, y la Piazza IX Aprile, donde se localiza la iglesia de San Giuseppe. También varios palacios se cruzan en nuestro camino, aunque quizá sea el Palazzo Corvaja, actual sede de la oficina de turismo, el más bello de todos.

Justo en este punto empieza la Via Teatro Greco que nos lleva directamente al punto más destacado de la ciudad: el Teatro de Taormina.

Como comentaba, se trata del teatro griego situado en posición más espectacular entre todos los teatros del mundo clásico. Es una obra del siglo III, aunque posteriormente, ya en época romana (a partir del siglo I dC), estos lo modificaron a fin de poder adaptar el teatro a los gustos de los nuevos colonizadores. En aquel momento las luchas de gladiadores sucedieron a la comedia y la tragedia, en una población que carecía de anfiteatro, el lugar habitual para aquel tipo de espectáculos. En realidad el aspecto actual del teatro se parece, básicamente, al que tuvo en época romana, aunque en el mundo entero sea conocido con el nombre de Teatro griego de Taormina.

Unos 5000 espectadores podían acudir a los espectáculos programados en el teatro de Taormina. Ni una audioguía ni un triste panfleto explicatorio acompañan a los 10 euros que cuesta la entrada al teatro griego de Taormina. Las explicaciones, en el interior, son también más bien escasas. Nada importa, y menos para las hordas de turistas (muchos de ellos llegados en el crucero que ha atracado en el puerto de Naxos esta mañana) que harán la visita en pocos minutos y se conformaran con la soñada fotografía que inmortalice su paso por el Teatro griego de Taormina.

Tampoco es que nosotros nos entretengamos mucho más en la visita al teatro que, por cierto, se conserva bastante bien, aunque en las primeras filas de la cávea, las gradas originales han sido sustituido por graderías de madera que faciliten el asiento a los espectadores que acuden al festival de verano. La ópera es la auténtica protagonista de este festival. También el cine tiene su propio festival en el Teatro. Como veis, Taormina exprime al máximo su maná.

Sin embrago, nada de ello es comparable al telón de fondo, donde el mar Mediterráneo y el volcán Etna son los máximos protagonistas de la escena y que han dado lugar a que el de Taormina sea uno de los más populares teatros griegos del mundo.

Y MÁS ALLÁ DEL TEATRO, ¿HAY ALGO MÁS QUE VER EN TAORMINA?

Pues sí, aunque como digo, no me parece la ciudad más bella de Italia (ni, tan solo, de Sicilia), hay algo más que ver en Taormina, más allá de su teatro griego. Es por ello, que tras la visita estrella de la población nos dirigimos hacía los jardines públicos, conocidos como Villa Comunal. Se trata de un pequeño parque, bellamente decorado, con sencillez y delicadeza y que goza, además, de una fantástica situación con vistas a la costa oeste de Sicilia. Tampoco hay que esperarse un Central Park en Taormina, de manera que en pocos minutos realizamos la visita y tomamos rumbo hacia el Santuario de la Madonna della Rocca. No tiene mucho interés este pequeño santuario, pero sí que merece acercarse a él para disfrutar de unas fabulosas vistas de la ciudad de Taormina, con su teatro griego al fondo. Accedemos a él por las escaleras que suben a partir de Via Circonvallazione.
Antes de tomar rumbo hasta Cefalú, nuestra próxima destinación, aun tenemos tiempo para comer en uno de los restaurantes con fabulosas vistas al Mediterráneo, ubicado en Via Pirandello.



Como resumen, comentar que aunque sean varios los monumentos que ver en Taormina, en realidad es únicamente uno el que merece que el viajero se acerque a la más turística y cara población de Sicilia: el fabuloso Teatro de Taormina.

Os invito a conocer otros de los enclaves, monumentos y playas que hay que ver en un viaje a Sicilia.