Las Ramblas de Barcelona suponen el paseo más emblemático de la capital de Catalunya y uno de los más populares de Europa. Es verdad que este kilómetro y medio que unen la Plaza de Catalunya con el monumento a Colón no deja de ser una paseo, a menudo masificado, donde lo importante puede ser disfrutar del recorrido en si mismo, sin más.
Pero también hay tener en cuenta que son muchos los edificios y monumentos que ver en las Ramblas de Barcelona, de manera que no está mal tener una pequeña guía para no perderse algunos de los rincones más significativos del paseo. Algunos de ellos son ciertamente monumentales, pero otros son simples comercios de proximidad, de los de toda la vida, que han convertido este recorrido, en uno de los más entrañables para los barceloneses.
La Rambla de Barcelona (o Ramblas de Barcelona, pues de las dos maneras suele denominarse) se divide en cinco tramos: la rambla de Canaletas, la de los Estudios, la de San José o de las Flores, la de los Capuchinos y la de Santa Mónica. En realidad esto tiene nula importancia, pues el paseo no deja de ser un continuum que a paso ligero se podría visitar en poco más de media hora. Sin embargo, como he dicho, no es poco lo que hay que ver en las Ramblas de Barcelona, de manera que dependiendo del ritmo de paseo de cada uno, y de si se quiere visitar algún edificio de forma más detallada, la duración del recorrido puede alargarse bastante más.
Si vais a venir a Barcelona una posibilidad es alojaros en un apartamento en lugar de hacerlo en un hotel. Dispondréis de un espacio mas grande y así os sentiréis como en casa durante vuestras vacaciones.
Os dejo con las 17 visitas que, para nosotros, son imprescindibles durante un paseo o visita por las Ramblas de Barcelona.
QUE VER EN LAS RAMBLAS DE BARCELONA. LAS 17 VISITAS IMPRESCINDIBLES.
PLAZA DE CATALUNYA
Es una de las plazas más emblemáticas de Barcelona. Un icono en si mismo aunque no es precisamente de las más bonitas de la Ciudad Condal. Rodeada de algunos de los centros comerciales más emblemáticos de Barcelona, como el FNAC o El Corte Inglés, la plaza pasa por ser uno de los manifestódromos más conocidos de la ciudad, aunque su verdadera alma reside en los niños jugando y dando de comer a las palomas de la plaza. Un clásico de la Plaza Catalunya, de toda la vida.
FUENTE DE CANALETAS
Una de las fuentes más populares de Barcelona, de hierro colado y construida a finales del siglo XIX. Cuenta la leyenda que quien de ella bebe es seguro que vuelve a Barcelona. Es decir, que en cierta manera hace las funciones de la Fontana de Trevi romana. El lugar es también el sitio preferido por los barcelonistas para celebrar los títulos del club de fútbol de la ciudad.
FARMACIA NADAL
Farmacia esquinera y uno de los comercios más emblemáticos de la Rambla de Barcelona. Era la antigua farmacia Masó Arumí. El modernismo catalán legó un montón de grandes edificios a la ciudad de Barcelona, pero también pequeños comercios de barrio, entre ellos varias farmacias. Una de ellas es esta, aunque tiene un estilo quizá algo más noucentista, con sus preciosos mosaicos policromados.
REAL ACADEMIA DE CIENCIA Y ARTES DE BARCELONA
Uno de los grandes edificios que hay que ver en las Ramblas de Barcelona y que muy a menudo pasa desapercibido. Por desgracia, solo podremos disfrutar de su fachada, pues se trata de un edificio privado. Se trata de una construcción de 1894 a medio camino entre el eclectismo y el modernismo y que antecede al pleno modernismo. Es una obra de Josep Domènech i Estapà, que era uno de los arquitectos más importantes del momento.
PUESTOS DE FLORES
Este es el tramo conocido como Rambla de las Flores. Y para hacer honor al nombre solo hace falta echar un vistazo a la multitud de floristerías que encontramos en esta parte de la rambla y que le dan verdadero olor (y también olor) a este paseo. Atrás quedaron los años donde los puestos de flores se alternaban con los de venta de mascotas de animales. Las nuevas regulaciones municipales lo impiden.
PALACIO DE LA VIRREINA
Otro de los edificios monumentales que se encuentran en la Rambla de Barcelona, bajando a mano derecha. Este fue un edificio privado mandado construir por Manuel de Amat, antiguo Virrey de Perú, al regresar a Barcelona, en 1776.
Es conocido como Palacio de la Virreina, porque a la muerte (prematura) de Amat fue utilizado como vivienda, por su mujer. Se trata de un suntuoso palacio con tintes barrocos. Ahora sirve de lugar de exposiciones temporales por lo que no está de más echar un vistazo al edificio para saber qué se cuece en cada momento. En particular, no hay que dejar de visitar su patio central, que forma parte de la Sede de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona.
CASA BEETHOVEN
Otro de los pequeños comercios emblemáticos de la ciudad de Barcelona. No se trata de una gran tienda si no de un pequeño comercio dedicado a la venta de partituras de música. No hay que perderse el encanto de su desordenado interior. Se trata de un edificio de 1880.
MERCAT DE LA BOQUERIA
Uno de los mercados más iconográficos de Barcelona se encuentra a pocos pasos de la Casa Beethoven. Hablo del Mercat de la Boqueria que es el nombre por el que se conocer el Mercat de Sant Josep. Aunque los orígenes del mercado se remontan a 1840, la cubierta actual es de 1914.
Es uno de los lugares más turísticos de Barcelona y, desde luego, uno de los puntos que hay que ver en las Ramblas de Barcelona, aunque a menudo esté atestado de japoneses cámara en mano. Las frutas y verduras suelen estar dispuestas aquí con suma elegancia. No es este un mal lugar para tomarse algún zumo de fruta natural o para hacer algún brunch a media mañana. Los precios no son económicos pero tampoco disparatados.
CASA BRUNO QUADROS
En la otra acera, el siguiente edificio que nos llama la atención es la Casa Bruno Quadros, también conocida como Casa del Paraguas. El estilo ecléctico de la fachada, reformada por Josep Vilaseca no pasa desapercibida a ningún transeúnte, aunque el hecho de que la planta baja esté actualmente ocupada por una entidad bancaria le resta algo de encanto.
Se trata de un edificio esquinero. Destacan los ventanales del entresuelo con un conjunto de balcones en los siguientes pisos para terminar con una galería en corredera en el ático. Sin embargo, lo que más llama la atención son los lacados y policromados con motivos japoneses de la planta baja y el gran dragón que sostiene una bella farola y que se ubica, de forma esquinera, en el primer piso. Por debajo de dicha farola, un paragua nos recuerda que la planta baja era ocupada por una tienda de paraguas.
MOSAICO DE MIRÓ
Justo enfrente de la Casa Bruno Quadros y en plena Rambla de Barcelona encontramos una obra de Joan Miró en forma de mosaico circular. Parece ser que la obra de arte representa algo así como el símbolo de la totalidad y la perfección. Desde luego, el diseño y el color no dejan lugar a dudas de que se trata de la obra de uno de los artistas más universales que ha dado Catalunya.
GRAN TEATRO DEL LICEU
Enfrente del Mosaico de Miró, en la otra acera de la Casa Bruno Quadros, se ubica el gran templo de la lírica de Barcelona. El Gran Teatre del Liceu. El Liceu es a Barcelona lo que la Fenice a Venecia o la Scala a Milan. En teatro renació de sus cenizas tras el gran incendio que sufrió en 1994 y que devastó el teatro por completo. Los grandes tenores y sopranos de los últimos 200 años han pasado por el teatro y han alabado su acústica, que parece ser que pasa por ser una de las mejores del mundo entero.
El Gran Teatre del Liceu tiene una programación estable de Ópera, aunque sus precios no suelen ser económicos. Más barato es realizar alguno de los tours guiados que se ofrecen a diario.
CAFÉ DE LA ÓPERA
Justo delante del Gran Teatro del Liceu encontramos el Café de la Ópera, otro excelente lugar para hacer un descanso y tomar un café antes de continuar el paseo por las Ramblas de Barcelona.
El establecimiento actual corresponde a una reforma en estilo modernista de un café anterior, llevada a término en 1928. Desde entonces ha sido un lugar de reunión y tertulia de artistas, anarquistas, políticos o bohemios varios.
PLAÇA REIAL
Unos dos cientos metros más abajo encontramos una bocacalle que desemboca en la Plaça Reial de Barcelona, una de las más bonitas de la ciudad. Su preciosa fuente central y las dos espléndidas farolas, obras de juventud de Gaudí, no pasan desapercibidas.
La Plaza Reial es un espacio uniforme y porticado, con edificios señoriales que la rodean por completo y que en tiempos, suponían la residencia de algunas de las familias barcelonesas más acaudaladas.
PALACIO GÜELL
Justo enfrente de la bocacalle que lleva a la Plaça Reial, en la otra acera, encontramos la salida a la Calle Nou de la Rambla. A menos de 50 metros se encuentra una de las primeras viviendas que un joven Antonio Gaudí diseñó en Barcelona. Se trata, ni más ni menos, del palacio que el genial arquitecto diseñó para el que sería su mecenas durante toda su vida: Joan Güell.
Vale la pena disfrutar de los interiores de este palacio en alguna de las visitas audioguiadas que se ofrecen a diario. El es una vivienda suntuosa, pero alejada de los diseños tan particulares que el propio Gaudi proyectaría para las posteriores Casa Milá o Casa Batlló, cuando llegó al cénit del modernismo.
MONUMENTO A PITARRA
Unos metros más allá encontramos el monumento a Frederic Soler, dedicado al dramaturgo catalán más conocido como Pitarra. El diseño del monumento fue encargado al arquitecto modernista Pere Falques, autor también del Monumento a Rius i Taulet de la Avenida Lluís Companys o de los famosos bancos-farola del paseo de Gracia. Para la parte escultórica del mismo se confió en Agustí Querol.
Aunque los trabajos de construcción empiezan en 1897, la obra no es inaugurada hasta 1906. Curiosamente, el monumento fue bastante criticado en su momento, debido a su grandiosidad, hasta el punto de que a punto estuvo de ser retirado. El personaje de Pitarra se muestra pensativo sobre las máscaras de la comedia y la tragedia.
PUESTOS DE PINTORES Y RETRATISTAS
Es en esta zona final de la Rambla, que ya es conocida como Rambla de Santa Mónica donde se ubican buena parte de los pintores y retratistas que hacen las delicias de los millones de turistas que año tras año visitan la Ciudad Condal. Por unos pocos euros se podrá disfrutar de una caricatura que los avezados artistas pueden esbozar en pocos minutos. Un retrato en colores y bien detallado es bastante más caro, desde luego.
MONUMENTO A COLÓN
Tras, aproximadamente, un kilómetro y medio de trayecto, llegamos al final del paseo, donde se ubica el último de los grandes monumentos que hay que ver en las Ramblas de Barcelona. El Monumento a Colón es una de las citas ineludibles para los turistas, que si lo desean pueden subir a su cima, a 57 metros de altura, desde donde se disfruta de una excelente perspectiva de Barcelona y, en concreto, de las Ramblas.
Barcelona utilizó los grandes acontecimientos internacionales que organizó (como las Exposiciones Universales del 1888 y 1929 y los Juegos Olímpicos de 1992) para reorganizarse urbanísticamente. El Monumento a Colón corresponde a las mejoras realizadas en 1888 y al igual que sucedió con la Torre Eiffel o el Atomium, construidos ambos a raíz de sendas Exposiciones Universales en París y Bruselas, enseguida se convirtió en uno de los iconos de la ciudad.
El arquitecto encargado de las obras fue Gaietà Buïgas. Sin embargo, para el programa escultórico se contó con gran cantidad de artistas, entre ellos Josep Llimona, autor también del Monumento al Doctor Robert de la Plaza Tetuán, una de las esculturas modernistas más bellas de las calles de Barcelona.
Aunque siempre se ha dicho que el dedo de Colón señala a América, no es difícil comprender la inexactitud del detalle, pues el dedo señala, en realidad, el Mar Mediterráneo que está justamente en dirección contraria a América.
Y con la visita al Monumento a Colón termina este paseo que nos ha llevado a descubrir algunos de los edificios, comercios y monumentos más importantes que ver en las Ramblas de Barcelona.
CÓMO LLEGAR A BARCELONA
Llegar a Barcelona, ya sea en avión o tren, no es nada difícil, pues es una de las ciudades mejor comunicadas de Europa. Son varias las compañías aéreas low cost y tradicionales vuelan a Barcelona.
Para llegar al centro de Barcelona en transporte público, se puede utilizar el metro, el autobús y en tren (este último, solo desde la T2).
Los trenes de larga distancia que llegan a Barcelona lo hacen a la estación de Sants, también bien comunicada con el resto de Barcelona, gracias a la red de metro.