Qué ver en Zafra en 1 día. La visita de Zafra, a medio camino entre Sevilla y Mérida, ha supuesto nuestra primera parada durante el viaje que nos ha llevado a conocer algunas de las ciudades más bellas de Extremadura y del Alentejo portugués. En este post explicaremos nuestro recorrido a pie por esta bonita ciudad que pasará por los monumentos, calles y plazas más importantes y que hay que ver en Zafra.
Zafra es una ciudad cuyos orígenes se remontan a la época romana cuando era conocida como Restituta Iulia Imperial. Posteriormente, como muchas otras poblaciones extremeñas pasó a manos árabes, encontrándose la localidad en un punto fronterizo entre los reinos taifas de Sevilla y Badajoz. Tras un primer intento de cristianización, la ciudad pasa a manos de los reinos leoneses en 1241, cuando las tropas de Fernando III se hacen con la plaza.
En un intento por dotar de cierta estabilidad a las nuevas zonas colonizadas por los reinos cristianos se ceden importantes dominios a parte de la nobleza existente en otros puntos del reino. En este caso, son la familia de los Suárez Figueroa, señores de Feria, los que serán los encargados de controlar la zona recientemente pacificada. Con el paso de los años, los Señores de Feria serán ascendidos a Condes y, posteriormente, a Duques, hecho que nos permite entender la importancia que adquiere esta familia en la localidad de Zafra y en toda Extremadura.
Los señores de Feria mandan construir el Alcázar de la ciudad, así como las murallas que la rodeaban. Además, se encargarán de patrocinar algunas de las obras más importantes de la villa, tanto a nivel civil (como un hospital para peregrinos) o religioso (como el convento de Santa Clara).
Curiosamente, el título de ciudad no le llega a la población Zafra hasta finales del siglo XIX. Es Alfonso XII quien firma el edicto de nombramiento, en 1882.
Zafra, capital de comarca, es una de las poblaciones más atractivas de Extremadura, y en particular de la que se conoce como Baja Extremadura. Es por ello, que visitar Zafra, al igual que la visita de Trujillo o de Cáceres nos parece imprescindible si uno pretende conocer algunos de los rincones más bellos de esta comunidad autónoma, tan rica en historia.
QUÉ VER EN ZAFRA. EL CASCO HISTÓRICO.
Zafra es una ciudad pequeña en lo que respecta a su centro histórico por lo que recorrerla pie es fácil. Los monumento más importantes que hay que ver en Zafra están todos cercanos y además, lo más interesante es pasear por esta bella ciudad, a poder ser, sin prisas. Empezamos nuestra visita a Zafra por la calle Sevilla, quizá la más comercial de la ciudad, que nos sorprende, a media mañana, por el enorme ambiente que presenta. Será porque es época de rebajas o porque a la gente de la comarca gusta de acercarse a Zafra para visitarla e ir de compras.
Un edificio a mano izquierda nos llama la atención. Se trata del Convento de Santa Clara, cuyo patrocinio de debe a los Señores de Feria, motivo por el cual en la iglesia del convento encontraremos los monumentos funerarios de Don Lorenzo y Doña María, primeros Condes de Feria. El convento permanece actualmente en activo, aunque varias de sus dependencias son visitables pues ha sido convertido en un Museo de Arte Sacro. Es de interés, también, el bonito retablo barroco que preside la iglesia conventual.
Seguimos unos metros más allá, por la misma calle Sevilla hasta llegar a una de las plazas más bellas de Zafra, la Plaza Grande. Se trata de una preciosa plaza porticada que data del siglo XVI y que es escenario, desde hace siglos, de las más importantes manifestaciones y festejos que en Zafra se celebraN. Adyacente a esta, encontramos una segunda plaza, también porticada, más pequeña pero no menos interesante, de nombre Plaza Chica.
Para pasar de la primera a la segunda, debemos pasar por el que es conocido como Arquillo del Pan. En una de las columnas de esta Plaza Chica encontramos esculpida una antigua vara de medir castellana, de 83 centímetros de longitud. En la plaza se encuentra también la actual sede del Palacio de Justicia que fue Antiguo Ayuntamiento. La verdad es que tanto la Grande como la Chica forman dos bellos conjuntos arquitectónicos que nadie debe perderse en Zafra y suponen, además, un buen sitio donde hacer un alto en el camino para tomarse, porque no, unas tapitas.
Nuestro siguiente punto a visitar es el de la iglesia de la Candelaria, que llegó a ser colegiata a partir de 1609. Se trata de un edificio tardogótico de mediados del siglo XVI, cuyo diseño parece estar a medio camino entre una iglesia y una fortificación defensiva. No visitaremos, sin embargo, su interior. En lo alto del campanario, una pareja de cigüeñas han encontrado su hogar. Curiosamente, las cigüeñas de la localidad ya no emigran. Los zafrenses comentan que en Zafra se vive tan bien que ni las cigüeñas quieren marcharse.
Sí que visitamos, unos metros más allá, el Convento del Rosario, otro de los edificios más imponentes de la población y que se encuentra ya en la ciudad extramuros. Se trata de un templo de tres naves que dispone de una bella crucería y de un notable retablo.
De las antiguas murallas de Zafra son varias las puertas que han sobrevivido al paso de los siglos. Quizá una de las más bellas es la que es conocida como Puerta del Cubo o de Badajoz por el torreón sobre el que descansa la puerta en cuestión. En una pequeña hornacina en la misma puerta encontramos una deteriorada imagen de Santiago Matamoros.
Volvemos sobre nuestros pasos para acercarnos hasta la Plaza del Pilar Redondo. Se trata de una bella plazoleta de diseño triangular donde se encuentra uno de los edificios más sobresalientes de la ciudad de Zafra y que es de visita obligada. Se trata del Ayuntamiento o Casa Consistorial que ocupa el edificio del que fuera el Convento de la Cruz, del siglo XVI y cuyo claustro de dos pisos es uno de los más bellos de Extremadura.
Finalmente, tomamos la calle Gobernador para acercarnos al que es uno de los edificios más importante de Zafra y probablemente, el más conocido. Hablo del Alcázar de los Duques de Feria, que está actualmente ocupado por las dependencias del Parador de Turismo de Zafra.
Fueron los segundos señores de Feria, Don Lorenzo y Doña María quienes encargaron la construcción de tan magna obra. Se trata de un edificio de plana cuadrangular que destaca por sus ocho torreones (los cuatro frontales se alzan hasta los 24 metros de altura) y por una extraordinaria torre del homenaje que llega hasta los 28 metros.
El edificio, que fue remodelado en diversas ocasiones y ampliado por los descendientes de los constructores es el resultado de una amalgama de estilos. No pasa desapercibido el precioso patio renacentista, a modo de claustro de dos pisos, y con una sencilla fuente en medio, que pese a formar parte de las dependencias del parador, es de libre acceso.
En la misma plaza donde se encuentra el Alcázar de los Duques de Feria, se encuentra también otra de las puertas de las antiguas murallas de la ciudad: la puerta del Acebuche.
Así termina nuestra visita a Zafra, una encantadora ciudad extremeña que bien merece una visita. Llega ahora el momento de disfrutar de otro de los placeres que esta tierra nos regala: el buen manjar. No dejamos la oportunidad de probar las migas extremeñas así como el bacalao dorado. Ambos pasan el examen con nota. Hay mucho que ver en Zafra, pero vale la pena guardarse también un tiempo para disfrutar de su gastronomía.