¿Qué ver en Salamanca en 3 días? Hacía ya casi 15 años que había visitado Salamanca por primera y última vez. De ella me había llevado el recuerdo de ser la ciudad más bonita de España entre las que conocía.
En este sentido, regresar a Salamanca suponía un riesgo. ¿Habría sobrestimado la ciudad universitaria en aquella primera visita? ¿Quedaría decepcionado al regresar a Salamanca y comprobar que aquel maravilloso recuerdo no se correspondía con la realidad? Pues por suerte no ha sido así. Tras visitar Salamanca por segunda vez y con la experiencia de haber conocido casi todos los países de Europa (excepto dos) me refrendo en mi recuerdo: Salamanca no solo es la más bonita ciudad de España, si uno una de las cinco más bellas de Europa entre las ciudades pequeñas y que no son capital de Estado.
La enorme uniformidad que le da la piedra arenisca de Villamayor, material en que está construida gran parte de la ciudad, las descollante monumentalidad del centro histórico de Salamanca, la facilidad que para el paseo encuentra el viajero, propiciado por la gran cantidad de espacios peatonales, y el bellísimo espectáculo nocturno, con la práctica totalidad de los grandes monumentos que hay que ver en Salamanca iluminados, hacen de esta ciudad un espectáculo sin igual que merece ser disfrutado en algo más que una parada de un único día.
En este post os contaré las 10 visitas imprescindibles de Salamanca. Aquellos monumentos, iglesias, monasterios y plazas que hay que ver en Salamanca de forma ineludible. Será solo un pequeño resumen, puesto que en algún post posterior hablaré más exhaustivamente de alguna estas visitas que me parecen más cautivadoras.
DÓNDE DORMIR EN SALAMANCA
QUÉ VER EN SALAMANCA. LAS VISITAS IMPRESCINDIBLES DE SALAMANCA.
CATEDRALES DE SALAMANCA. LA CATEDRAL VIEJA Y LA NUEVA.
Salamanca dispone de dos catedrales. Es este un hecho poco común en las ciudades europeas, pues habitualmente la construcción de un nuevo templo iba asociado a la destrucción del viejo. En este sentido, era habitual que una nueva catedral gótica se edificara sobre los cimientos de un templo románico y que ésta, en su momento, ya hubiera sustituido una iglesia protocristiana.
No fue así en Salamanca. Cuando se decidió que la antigua catedral románica había quedado pequeña, en relación a las necesidades de la comunidad cristiana de la ciudad, se decidió construir un nuevo templo prácticamente adosado al primero. Es por esto que actualmente conviven dos catedrales en Salamanca, la Vieja y la Nueva.
La Catedral Vieja de Salamanca es un edificio de finales del periodo románico, a mediados del siglo XII. Se trata de un edificio de cruz latina (el brazo norte quedaría eliminado al construirse la Catedral Nueva) de tres naves con tres ábsides. Por desgracia el portón original románico quedó taponado por el añadido neoclásico, de manera que para entrar a la misma lo hacemos desde el interior de la Catedral Nueva.
En el exterior de la Catedral Nueva debemos fijarnos en la fabulosa Torre del Gallo. Se trata del cimborrio de la Catedral y toma como modelo al de la Catedral de Zamora, que fue la primera de una serie de cuatro cimborrios semejantes (los de la colegiata de Toro y la Catedral de Plasencia son los otros dos). La Torre del Gallo bebe de influencias islámicas y bizantinas entre otras y es uno de los signos de identidad de la Catedral Vieja de Salamanca.
En el interior de la Catedral Vieja de Salamanca no deberíamos dejar de admirar los bellos capiteles decorados con motivos vegetales que encontramos en las columnas de la nave así como el enorme retablo que cubre el ábside mayor, obra de los hermanos Delli, de origen florentino: Niccola y Dello. Se trata de un maravilloso retablo, perfectamente restaurado, formado por 53 tablas dispuestas en cinco pisos y once calles, donde se relatan la vida de Cristo y de la Virgen.
En el crucero derecho, y antes de entrar al claustro de la Catedral Vieja de Salamanca damos un vistazo a los bellos sepulcros de los siglos XIII y XIV. Enterramientos policromados de estilo gótico de una belleza excepcional.
También merece la pena dar un rodeo al bello claustro de la Catedral Vieja de Salamanca. Destaca la bella portalada románica de acceso al mismo y, en particular, la esplendorosa Capilla de los Anaya. Fue esta la capilla mandada construir por Diego de Anaya y Maldonado, uno de los religiosos más importantes del momento y que tuvo un papel destacadísimo en la vida cultural y política de todo el país. La escultura yacente de su sepulcro está considerada una de las más excelsas de este periodo. Y el órgano de la capilla está reconocido como el más antiguo del mundo.
Por su parte, la Catedral Nueva de Salamanca fue construida cuando la Vieja se quedó pequeña ante el avance demográfico de la ciudad. Aunque los trabajos se iniciaron en 1513, la Catedral Nueva no fue consagrada hasta 1733 tras no pocas vicisitudes. Los más grandes maestros de obra de finales del gótico y del renacimiento trabajaron en su diseño.
Entre otros, Juan Gil de Hontañón, su hijo Rodrigo Gil de Hontañón y Juan de Álava.
Más allá de detallar esta esbelta catedral quisiera comentar un par de elementos que la hacen especialmente destacable. Primero la fachada. Se trata de uno de los momentos más excelsos del plateresco español. Un auténtico retablo en piedra arenisca que supone uno de los grandes monumentos que hay que ver en Salamanca. La decoración es profusa, como si no quisiera dejarse ningún espacio sin cubrir. Parece que fue el propio Juan Gil de Hontañón quien la habría diseñado, aunque su hijo Rodrigo también colaboraría en los trabajos. La restauración llevada a término a finales del siglo XX fue un acierto. El visitante buscará, quizá con ayuda, el astronauta esculpido en uno de los laterales de esta fachada-retablo, así como león que come un helado.
En el interior de la Catedral me gustaría destacar el precioso coro, obra mayor de Alberto de Churriguera, del primer tercio del siglo XVIII.
IERÓNIMUS
En los últimos años se ha abierto al público la posibilidad de subir a la Torre de la Catedral de Salamanca. Con el nombre de Ierónimus se conoce al recorrido que transcurre por las entrañas de la torre y que, además, nos permite visitar las catedrales Vieja y Nueva desde una perspectiva distinta. La Vieja desde una ventana y la Nueva desde una balaustrada (desde el llamado andén interior de la Catedral Nueva).
Además, el trayecto por la Torre Medieval está museizado y nos permite conocer los espacios que hicieron funciones de mazmorra o la Sala del Alcaide, por ejemplo, hasta llegar a la terraza superior desde donde se disfrutan de unas visitas estupendas de casi toda la ciudad. Un poco más abajo, desde la Terraza de Anaya dispondremos de unas preciosas vistas de la Plaza Anaya, la Clerecía o el Convento de San Esteban. Hay que ver Salamanca desde el aire y tanto el Iierónimus como las Torres de la Clerecía ofrecen esta posibilidad.
CASA DE LAS CONCHAS
Se trata de uno de los edificios platerescos más singulares de la ciudad, situado justo enfrente de la iglesia de la Clerecía. El edificio fue construido a finales del siglo XV por orden de Rodrigo Maldonado de Talavera, consejero de la Universidad y miembro del consejo Real entre otros muchos títulos.
Desde luego, lo más conocido del palacio es su famosa fachada decorada con cientos de conchas. Sin embargo, no menos interés tienen las bonitas ventanas de corte gótico. Curiosamente, se sabe que las conchas en cuestión fueron un añadido posterior cuando el hijo de Rodrigo Maldonado, de nombre Arias, esposó con doña Juana de Pimentel, dama de la reina y perteneciente a una familia de alta alcurnia. Tampoco hay que dejar de admirar los bonitos blasones de la fachada.
Esta vez no podemos visitar el bello patio interior por estar en obras. Recuerdo que hace 15 años pudimos visitarlo, aprovechando una exposición de fotografía de Robert Doisneau. Actualmente, parte de la Casa de las Conchas hace las funciones de biblioteca pública.
LAS UNIVERSIDADES DE SALAMANCA: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA, ESCUELAS MENORES, UNIVERSIDAD PONTIFICIA, COLEGIO DE ANAYA Y COLEGIO MAYOR FONSECA
En este apartado englobaré las distintas universidades y Colegios Mayores que encontramos en la ciudad de Salamanca y de las que hablaré en un artículo posterior.
Destaca la Universidad de Salamanca, cuya fachada en la Calle Libreros supone uno de los grandes monumentos que hay que ver en Salamanca de forma indispensable. Es, quizá, el momento más destacado del arte plateresco en España. Por desgracia, sin embargo, la fachada, está en estos momentos siendo restaurada por lo que queda tapada por una inmensa lona. Una pena, de manera que nos debemos contentar con el recuerdo de la visita realizada hace ya tres lustros. Imprescindible buscar la famosa rana que decora la fachada en cuestión.
Imprescindible es, también, visitar el edificio histórico de la Universidad de Salamanca, donde podremos conocer su bella capilla, la extraordinaria biblioteca del primer piso, el famoso paraninfo donde los ilustres son nombrados Doctores Honoris Causa o la famosa aula Fray Luis de León, donde impartió docencia el fraile agustino.
No hay que dejar de visitar el cercanísimo Patio de las Escuelas Menores que se abre en el lado meridional del Patio de la Escuelas, que se localiza delante de la plateresca fachada del histórico edificio de la Universidad de Salamanca.
Antes de entrar al patio hemos de echar un vistazo a la bonita fachada con el escudo de la universidad. El Patio de las Escuelas Menores es uno de los más bellos de Salamanca, con una bonita balaustrada del siglo XVIII y el conjunto de arcos mixtilíneos que se repiten en varios de los bellos patios que hay que ver en Salamanca.
Otra de las Universidades que hay que ver en Salamanca es la Pontificia, que se localiza justo delante de la casa de las Conchas y cuya iglesia, es la famosa Clerecía, uno de los edificios más monumentales de Salamanca.
Durante la visita guiada por la Universidad Pontificia se tiene la posibilidad de subir por su monumental escalera, pasear por su precioso patio barroco de tres pisos o visitar la aula magna de la Universidad, uno de los espacios más bellos del antiguo edificio que fue sede de la comunidad jesuita de Salamanca.
Justo enfrente de la Catedral de Salamanca y a escasos metros de la Clerecía (todo en Salamanca se encuentra cercano) encontramos el Colegio Anaya o Colegio Mayor de San Bartolomé el Viejo. Fue este el primero de los seis colegios mayores que funcionaron en Castilla.
Su fundación, en 1401, se debe a la figura de Diego de Anaya y Maldonado, del que ya hemos hablado. No pocos fueron los estudiantes del Colegio de Anaya que llegaron a los puestos más altos de la administración española, convirtiéndose en uno de los más elitistas.
Por desgracia, sin embargo, el edificio primitivo dio paso a una nueva construcción de la segunda mitad del siglo XVIII, cuyo pórtico neoclásico es menos interesante que otros edificios salmantinos. Vale la pena penetrar en el colegio y pasear por su patio de estilo neoclásico y construido en granito, posterior y menos bello que el de otros patios salmantinos, pero con cierto interés también.
La última institución universitaria que hay que ver en Salamanca es el Colegio Mayor Fonseca. Siendo la de Anaya una figura de vital importancia en la historia de la ciudad, no menos lo es la del Arzobispo Alonso de Fonseca, controvertida figura, humanista reconocido, mecenas amante del arte, mujeriego de excepción y promotor de la escuela mayor que lleva su nombre, el igual que las de Santiago y Toledo. Sin ser la fachada de la Escuela Mayor Fonseca tan excepcional como la de la Universidad de Salamanca, no nos debe pasar por alto. Construida en granito y piedra destacan los medallones con los blasones de los Fonseca.
El patio es, sin embargo, lo más bello entre lo que podemos visitar. Se trata de un bonito espacio de dos pisos. La galería baja es obra de Diego de Siloé y cuenta con arcadas de medio punto. Las ocho arcadas de cada lado del primer piso son, sin embargo, de arcos carpaneles o rebajados. Excepcionales son las figuras resueltas en los medallones de las enjutas, que representan a 128 hombres ilustres. Se atribuyen a Juan de Álava. Tampoco hay que dejar de visitar la capilla, que se abre a la derecha del zaguán de entrada, y que fue obra de Rodrigo Gil de Hontañón, del que ya hemos hablado.
CIELO DE SALAMANCA
El Cielo de Salamanca es una curiosa pintura al fresco que podemos visitar en una de las dependencias que se abren en el Patio de las Escuelas Menores. Es esta la parte que queda de una pintura mural atribuida a Fernando Gallego que estaba situada en la antigua biblioteca de las Escuelas Mayores.
Cuando se construyó la nueva capilla del edificio, más alta que la vieja, ésta se llevó por delante la biblioteca en cuestión y, con ello, parte de esta decoración mural que representa, como dice su nombre, el cielo en la ciudad de Salamanca. La cuestión es que la parte que pudo conservarse fue trasladada a estas dependencias, que es donde se puede visitar bajo unas estrictas medidas de humedad y temperatura. Aunque solo se conserve un tercio del original Cielo de Salamanca es esta la gran pintura mural que hay que ver en Salamanca.
TORRES DE LA CLERECÍA
Las Torres de la Clerecía no son más que las Torres de la Iglesia de los Jesuitas que corresponde a la actual capilla de la Universidad Pontificia. Aunque la iglesia se visita durante el recorrido por la Universidad, la subida a las Torres barrocas se realiza en un recorrido diferenciado.
Durante la visita se nos explicará parte de la historia de los Jesuitas en la ciudad de Salamanca antes de que estos fueran expulsados de España. Ya en lo alto de las Torres de la Clerecía se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad castellana. En particular, de la Catedral Nueva de Salamanca. Merece la pena subir o bien al Ierónimus o bien a las Torres de la Clerecía. O a las dos, como fue nuestro caso.
CASA LIS. MUSEO DEL MODERNISMO DE SALAMANCA.
En un momento en que el Modernismo parecía imponerse como el nuevo estilo artístico de moda, el rico industrial Miguel de Lis quiso tener también su mansión modernista. Fue el arquitecto Joaquín de Vargas el encargado de diseñar esta bonita vivienda que ha sido reconvertida en Museo de Art Nouveau y Art Déco.
La verdad es que se trata de un sitio delicioso. Una vivienda de dos pisos donde lo más destacado es el maravilloso patio central que se cierra con una esplendorosa cúpula vidriada. A menudo es conocido como El segundo Cielo de Salamanca. No menos espectacular es la fachada norte, construida gracias al uso del hierro y el vidrio, que da al Río Tormes y que, con la luz de la iluminación interna, por la noche viste sus mejores galas. Lo cierto es que a los designios modernistas se unieron algunos de los referentes de la arquitectura industrial, como el uso del hierro. El resultado es un edificio excepcional que debe convertirse en una de las visitas imprescindibles de Salamanca.
La Casa Lis es rica en detalles modernistas, como algunos bellos estucos. Actualmente, es la sede del Museo de Art Nouveau y Art Déco, con muchas piezas de estos estilos artísticos tan relacionados. Nos gustaron, especialmente, el conjunto de esculturas crisoelefantinas así como algunos muebles de los mejores ebanistas del momento, incluido Gaspar Homar, quizá el mejor ebanista del modernista catalán.
CONVENTO DE SAN ESTEBAN.
El Convento de San Esteban es otro de los grandes monumentos que hay que ver en Salamanca. Se trata de un extraordinario complejo edificado a partir de 1534. Quizá lo más espectacular del Convento e Iglesia lo encontramos antes de entrar al mismo. Hablamos de la fenomenal fachada, otra obra cumbre del plateresco que, al igual que la fachada de la catedral y la de la Universidad, se enciende al caer el sol.
Fue Juan de Álava quien diseñó este bello retablo en piedra que es la fachada de San Esteban. El Martirio de San Esteban es solo una de las distintas escenas representadas en esta obra tan descomunal. El interior de la iglesia de San Esteban, aun siendo de impresión, palidece ante la fachada.
Quizá sea el coro, situado en el primer piso, por encima de un gran arco rebajado, lo más bello que encontramos en la iglesia de San Esteban. El coro en cuestión está formado por una sillería con 118 sitiales, de espectacular diseño. También tiene su interés el retablo del altar mayor, considerado una obra importante dentro del barroco, diseñada por uno de los principales artífices de este estilo en España: José de Churriguera.
La visita se completa (en realidad es lo primero que visitamos) con el bellísimo claustro tardogótico (plateresco ya en su parte exterior). Una obra de mediados del siglo XVI.
PLAZA MAYOR.
Desde luego, la Plaza Mayor es el gran espacio al aire libre que hay que ver en Salamanca y una de las más bellas plazas de todas España. No se entendería la ciudad de Salamanca sin su plaza. Siendo esta una ciudad rica en preciosos paseos peatonales parece que, de una manera u otra, todos ellos terminan desembocando en Plaza Mayor.
Es esta una plaza de diseño armónico como pocas y construcción barroca, bajo un diseño de Alberto Churriguera, hermano del encargado de los trabajos del retablo mayor de San Esteban, del que ya hemos hablado.
Aunque podría parecer de que se trata de un cuadrado casi perfecto, en realidad no lo es. Sus medidas son de unos 82 metros en el lado más largo por unos 76 el más corto. El edificio principal y que da empaque a la plaza corresponde al ayuntamiento de la ciudad. Toda la plaza está soportalada con un total de 88 arcadas. Varias puertas se abren a las distintas calles que acaban por desembocar en este bello espacio.
La Plaza Mayor está llena de restaurantes. Algunos de ellos ideales para degustar las tapas salmantinas. Uno de los locales más famosos es el Café Novelty, con más de cien años de historia y con una estatua del escritor Torrente Ballester que nos recibe en una de las primeras mesas pues, al parecer, frecuentaba el café.
CONVENTO DE LAS DUEÑAS
La última de las visitas que comentaré en esta lista de los lugares que hay que ver en Salamanca (que en realidad han sido varios más si contamos las 2 catedrales y las distintas universidades). Se trata del convento de las hermanas dominicas que se ubica justo enfrente del Convento de San Esteban.
Aunque se trata de un convento de clausura, ya hace unos años que su fabuloso claustro es visitable, siendo esta uno de los más maravillosos patios de Salamanca. Se trata de un claustro de dos plantas edificado en el primer tercio del siglo XVI que destaca tanto por su irregularidad (es pentagonal, pero con unos lados mucho más largos que los otros) como por la belleza de sus formas. El patio inferior está decorado con arcos rebajados de tipo escarzano. El superior está diseñado mediante dinteles. Los capiteles, con gran cantidad de figuras grotescas, están considerados entre los más originales del país. La verdad es que ir descubriéndolos uno tras otro supone uno de los momentos más especiales de la ciudad.
Y con esta reseña del convento de las Dueñas, termino esta explicación sobre las 10 visitas imprescindibles que hay que ver en Salamanca, una ciudad que, al igual que la primera vez que la visitamos, nos ha encantado y a la que esperamos regresar más pronto que tarde.
Comentarios:
21 comentarios en “Qué ver en Salamanca. 10 visitas imprescindibles para conocer Salamanca en 3 días.”
No sé si la más bonita, porque las ciudades andaluzas me pierden, pero desde luego sí ocupa puestos altos
Para mi tambien es de las mas bellas ciudades que he conocido. Bonito articulo y bien documentado.
Salamanca es una ciudad espectacular, con una gran variedad cultural y social.
En mi opinión diría que se necesita más de una semana para poder ver todos los edificios históricos y monumentos de la ciudad.
En mi última instancia estuve casi 15 en unos apartamentos al lado de la Plaza Mayor.
Estoy deseando poder volver! Este verano repito seguro.
Gracias por compartir la experiencia =)
Besos!!
Estoy totalmente de acuerdo con tu opinión de visitar una ciudad 2 veces. Soy de Salamanca y estaba buscando algo con información completa para una amiga, y me ha encantado tu artículo, muy completo. Lo único que añadiría, un consejo para alguien que no ha estado aquí es, que aunque es verdad que es pequeña y se visita en un día, si tenéis la posibilidad de visitarla de noche no la perdáis, se disfruta el doble. Las ciudades españolas están muy bien iluminadas y tienen un encanto especial por la noche. También aconsejo ir de tapas al mesón Cervantes (en la plaza mayor) y bambú (para carnes a la brasa), céntrico, variado, barato y rico!
Hola, Sara. Totalmente de acuerdo contigo. Creo, además, que Salamanca es una de las ciudades que mejor están iluminadas por la noche.
Un abrazo y gracias por tus palabras.
Pues precisamente la Casa de Unamuno fue lo que no me dio tiempo a mi. Quedará para una tercera visita a Salamanca. Un abrazo!