Ciudad de Panamá, con su aeropuerto internacional, suele ser la puerta de entrada al país, de manera que vale la pena dedicarle alguna jornada para conocer algunos de sus atractivos.
Panamá City es una ciudad de contrastes. Su skyline, con decenas de rascacielos que dibujan una futurista linea del horizonte se opone a sus viejos barrios de estilo colonial, donde en los últimos años se ha estado realizando una incesante labor de rehabilitación y acondicionamiento. Un barrio colonial o Casco Viejo que, sin embargo, no corresponde al primer asentamiento español en la actual capital panameña, pues este honor corresponde a lo que hoy es conocido como Panamá Vieja. Tanto el Casco Antiguo como Panamá Viejo están incluidos, desde 1977, en la lista del Patrimonio de la Humanidad y son dos de las visitas imprescindibles que hay que hacer en Panamá City.
En este post os explicaré cuales son los principales barrios y atracciones que ver en Panamá City si se dispone de una única jornada para conocer la ciudad.
DATOS PRÁCTICOS Y EXCURSIONES PARA VISITAR PANAMÁ
Estas son las opciones más interesantes:
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- Excursión a una aldea indígena emberá.
- IMPRESCINDIBLE. Visita guiada en español al CANAL DE PANAMÁ
- EL PARAÍSO. Excursión a las islas de San Blas.
- RELAX EN EL PACÍFICO. Excursión a la isla de Taboga.
- NATURALEZA. Excursión a Isla Monos y Gamboa Rainforest.
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QUE VER EN PANAMÁ CITY. LA CAPITAL PANAMEÑA EN 4 VISITAS
1. CASCO VIEJO O SAN FELIPE
En pocos años el Casco Viejo o Barrio de San Felipe se ha convertido en una de las zonas más agradables de Panamá City, tanto por lo que hace referencia a los paseos diurnos en busca de su patrimonio histórico como por su ambiente nocturno, con un buen puñado de restaurantes y locales que se encuentran entre los que están más de moda de la capital panameña.
Esto es así gracias a las labores de rehabilitación y acondicionamiento que han sido llevadas a término en la última década con el fin de poner en valor un patrimonio urbanístico y arquitectónico de primer orden.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el Casco Viejo, situado en una península muy cercana a la entrada al Canal de Panamá, no se corresponde al primer asentamiento español en la que es hoy capital panameña. La primitiva ciudad, que corresponde hoy a Panamá Vieja, se situaba a unos 10 kilómetros de San Felipe. Fue Henry Morgan, el famosos corsario galés, quien atacó y arrasó la primitiva ciudad en 1673. Fue entonces cuando se decidió que la nueva ciudad sería urbanizada en una localización más fácilmente defendible, de manera que se optó por trasladar lo poco que quedaba en pie (incluso algunas iglesias por completo) al actual barrio de San Felipe, que pasó a ser conocida como Ciudad de Adentro. Esta nueva población fue amurallada casi por completo aunque, por desgracia, poco quedan de aquellos bastiones. Dos puertas, una de mar que hacía las veces de embarcadero y otra de tierra, suponían los dos únicos accesos a San Felipe.
El color es lo que domina un buen número de bellas construcciones de dos y tres pisos que pueblan el bello barrio, muchas de ellas decoradas con balcones ornamentados con flores.
Durante el paseo, nos cruzaremos con una buena cantidad de pequeños palacios, bellos teatros, antiguas iglesias y el templo más destacado, la Catedral Metropolitana.
El modelo para el Casco Viejo de Panamá parece ser el de cualquiera de las grandes ciudades coloniales de América, como la nicaragüense Granada o la colombiana Cartagena de Indias. Sus dimensiones son, desde luego, más pequeñas y los trabajos de rehabilitación, continúan en marcha. Sin embargo, es esta una de las visitas imprescindibles de Panamá City y que el visitante no debe perderse.
Más allá del paseo por el Casco Viejo donde callejear es, quizá, lo más interesante, os comento algunos de los puntos que no hay que perderse.
Plaza de la Independencia y Catedral Metropolitana. Es la plaza central del Casco Viejo y donde acabará por llegar, en un momento u otro, el visitante. Fue aquí donde Panamá se declaró independiente y además, por partida doble. Primero de España, en 1821. Y posteriormente, de Colombia, en 1903, de manera que no es raro que sea conocida como Plaza de la Independencia. En el centro de la plaza destaca una pequeña glorieta. Es esta plaza un buen lugar de descanso mientras se refresca con uno de los raspaditos que los vendedores ambulantes ofrecen a los visitantes y que ayudan a mitigar el calor caribeño.
El edificio más imponente de la Plaza de la Independencia es la Catedral Metropolitana o de Santa María de la Antigua, construida a partir de 1688 y durante casi todo el siglo XVIII. Su fachada colonial en piedra está enmarcada por dos majestuosas torres campanario pintadas de blanco. No podemos conocer su interior, de cinco naves, por estar en obras.
Otro edificio imponente en esta plaza de la Independencia es el Palacio Municipal o Antigua Casa del Cabildo. Se trata de un edificio neoclásico de principios de siglo XX, que es la sede de la alcaldía y del Concejo del municipio del distrito de Panamá, así como del Museo de Historia de Panamá.
Al lado del Palacio Municipal, separado por la calle 6a Oeste, encontramos el Edificio del Museo del Canal Interoceánico. Su fin es conservar y difundir la historia del Canal de Panamá. Nosotros tampoco lo visitaremos pues ya visitamos el existente en el centro de visitantes de las esclusas de Miraflores durante nuestra visita al Canal de Panamá. El edificio que fue construido como hotel ha tenido distintos usos. Entre ellos el de oficina de la Compagnie Universelle du Canal Interocéanique, la empresa francesa que inicio los trabajos del canal bajo las órdenes de Ferdinand Lesseps.
Iglesia de Merced. Uno de los templos más interesantes del Casco Viejo de Panamá y, en realidad, de todo Panamá City. Su fachada barroca enmarcada por dos campanarios es bellísima. Además hay que tener en cuenta que fue transportada piedra a piedra de su original ubicación en Panamá Vieja.
Plaza Simón Bolivar. Otra de las plazas más importantes del Casco Viejo de Panamá, dominada por la estatua ecuestre del héroe de la independencia de Colombia (que en aquél momento estaba unida a lo que es hoy Panamá).
En esta plaza encontramos algunos edificios notables como la bonita iglesia de San Francisco, de imponente fachada amarilla pastel, el precioso Hotel Colombia o el Palacio Bolívar, que forma parte también del Patrimonio de la Humanidad. En este palacio neogótico se reunió Bolívar con la idea de formar una Confederación Centroamericana con capital en Panamá City. No podemos subir a los salones en cuestión pero si que nos dejan acceder a la planta baja del palacio que son hoy sedes gubernamentales.
Ruinas del Convento de la Compañía de Jesús. Fue esta la sede de la primera universidad en el Istmo de Panamá: la Real y Pontificia Universidad de San Javier. Sin embargo, en 1767 los jesuitas son expulsados del país por orden de Carlos III, cerrándose el convento y la universidad. Actualmente, el edificio permanece en ruinas. La iglesia adyacente es sede de un pequeño Museo de Arte Sacro que hace referencia a los objetos conservados de su emplazamiento original en Panamá Vieja.
Paseo de las Bóvedas. Se trata de un bonito paseo localizado en una pequeña península del Casco Viejo (que en realidad es también una península). Este conjunto monumental es lo poco que se conserva de los sistemas defensivos de la ciudad. Durante su historia fue cuartel y prisión y actualmente son oficinas, restaurantes y galerías de arte. El paseo que queda por encima de las bóvedas está dominado por una serie de tenderetes donde algunos indios Gunas venden su artesanía. Desde este punto se tiene unas buenas vistas del skyline futurista de Panamá City.
DONDE DORMIR EN EN PANAMÁ CITY.
Tanto el CASCO VIEJO como la zona nueva, entorno a la Avenida 50, son buenas zonas para alojarse. Quizá en los últimos tiempos el Casco Viejo se ha puesto especialmente de moda, siendo posible dormir en algún hotel de tipo colonial.
Nosotros nos alojamos en la zona nueva, en hotel Novotel. Se trata de un hotel funcional, con habitaciones amplias y un estupendo bufet de desayuno. Desde el piso 10, donde nos alojábamos, teníamos una bonita vista de los rascacielos.
2. PANAMÁ VIEJO.
Los orígenes de la Ciudad de Panamá los debemos encontrar a una decena de kilómetros del Casco Antiguo, en lo que se conoce como Panamá Viejo. La ciudad es fundada en 1619 por Pedrarias y suponía la primera escala para que el oro y demás tesoros procedentes del Perú acabasen en España. Fue, además, el primer asentamiento español a orillas del Pacífico. Desde aquí, las distintas mercancías se hacían llegar hasta los distintos puertos caribeños como Cartagena de Indias o Portobelo, donde eran embarcadas destino España.
La ciudad tuvo sus momentos de gloria, por tanto, en el siglo XVII cuando crece con los tesoros procedentes del imperio incaico. Hasta 10.000 personas llegaron a vivir en 1670 en una población donde las ruinas actuales hacen difícil que se pueda llegar a comprender su grandeza. Particularmente porque nada queda de las construcciones de madera que eran las más comunes entre los habitantes de Panamá Viejo.
Incendios, terremotos y varios saqueos de algunos de los piratas más famosos de la época, como Henry Morgan, terminaron por devastar la población. Finalmente, fueron los propios españoles los que destruyeron lo que quedaba de ciudad, volándola con explosivos, para fundar una nueva población en la más segura zona que se suponía que sería la Península de San Felipe.
En Panamá Viejo podemos conocer algunos de los edificios civiles (como el Hospital de San Juan de Dios) y religiosos que quedan de aquella época.
El edificio más imponente correspondía, como no podía ser de otra forma, a la Catedral, situada en plena Plaza Mayor de Panamá Viejo. Casi que lo único que permanece en pie es su torre, de 30 metros de altura, que en primera instancia fue construida en madera, pero posteriormente, en piedra. Hoy supone un excelente mirador de todo el conjunto arqueológico. Otros edificios de interés son el de la Iglesia de la Merced (cuya fachada se trasladó a la nueva ciudad emplazada en San Felipe) o el Convento de la Concepción.
3. CINTA COSTERA
La Cinta Costera es otra de las zonas que hay que ver en Panamá City. Se trata de un extenso terreno ganado al mar y que forma un paseo de varios kilómetros que se extiende a modo de paseo marítimo. Se extiende desde Punta Paitilla hasta la península de San Felipe. Y, en realidad, un segundo tramo, llega a rodear el Barrio de San Felipe, por fuera de la propia península.
En esta cinta costera encontramos zonas verdes, espacios dedicados al running (se puede recorrer por completo sin temer por el tráfico motorizado), y distintas áreas de juegos y deporte. En este sentido, la Cinta Costera recuerda la área de juegos, running y deporte del barrio de Flamengo en Río de Janeiro.
Sin duda lo más impresionante es el conglomerado de enormes rascacielos que se distribuyen a lo largo de toda la Cinta Costera y que tienen su punto culminante en Punta Paitilla y Punta Pacífica. El Hotel Trump es uno de los edificios más emblemáticos.
Uno de los puntos más populares y de mayor interés de esta zona es el conocido como Mercado del Marisco, donde se vende el pescado fresco y marisco de origen atlántico. Una zona aneja al mismo, permite la posibilidad de probar los distintos manjares procedentes del mar, bajo carpas habilitadas para ello y que corresponden a los distintos restaurantes y cevicherías. Es un buen lugar para mezclarse con la gente local que gusta de disfrutar de estos lugares.
4. CERRÓ ANCÓN
Una de las vistas que hay que ver en Panamá City es la que se obtiene desde el Cerro Ancón, de dos cientos metros de altura y ubicado a pocos kilómetros del Casco Antiguo. El mejor momento para visitarlo es por la tarde, pues por la mañana el sol viene de cara y las vistas del impresionante skyline de Panamá son menos nítidas. Y eso es lo que nos pasó a nosotros. El problema es que el Cerro Ancón es una zona protegida, a modo de reserva y con horarios restringidos. Cuando volvimos por la tarde, poco más allá de las 3, no se nos permitió el acceso.
La cuestión es que más allá de la importancia histórica del lugar (el Cerro Ancón se mantuvo bajo jurisdicción norteamericana durante gran parte del siglo XX, formando parte de la Zona del Canal de Panamá), la pequeña colina permite disfrutar de las vistas más impresionantes del futurista Panamá City.
En la cima del Cerro Ancón encontramos también un monumento dedicada a la poetisa Amelia Denis de Icaza, una de las más importantes del país y que dedicó un poema al Cerro. Desde 1977, cuando Panamá recobra la soberanía sobre el Cerro, ondea una inmensa bandera panameña que se puede observar desde la práctica totalidad de Panamá City.
El cerro es también el hogar de una variada fauna, incluidos varios tipos de monos y otros mamíferos. Nosotros nos tenemos que conformar con un tucán. A decir, verdad, estuvimos poco tiempo allí. Es posible acceder al Cerró Ancón tanto a pie, como en coche.
Panamá City da para mucho más. Centros comerciales de primer orden, rascacielos en la Avenida Cincuenta como el famosos tornillo, algunos parques… Sin embrago, nuestro tiempo fue demasiado escaso, de manera que se limitó a lo comentado.
Hay suficientes monumentos y barrios que ver en Panamá City para dedicarle, al menos, una jornada entera.