CIUTADELLA. Un paseo por la antigua capital de Menorca.

Ciutadella es una de las ciudades más importantes de Menorca. Su ambiente y la belleza del casco histórico no tiene nada que envidiar al de la capital de la isla, Mahón, de manera que fue la elegida como base de nuestro viaje de 5 días por la isla que nos permitió conocer algunos de los puntos más interesantes de Menorca.

En realidad, Ciutadella ostentó también el título de capital de Menorca. Fue hasta 1714, momento en el que la ínsula estaba ocupada por los ingleses. La historia de Ciutadella y de Menorca entera se pierde a lo largo de los siglos. Sabida es la existencia de la cultura talayótica de Menorca, propuesta para formar parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, fueron distintas las culturas que poblaron esta bella isla mediterránea hasta que Alfonso III la incorporó a la Corona catalano-aragonesa, en 1287.

Por ejemplo, los romanos la habían ocupado a partir del año 123 a.C. Por otra parte, y aunque pocos vestigios quedan de aquel momento, los otomanos se hicieron con la plaza a mediados del siglo XVI cuando, tras tres días de saqueo, la destrucción de Ciutadella fue casi total.

Los ingleses ocuparon Menorca en 1708; y en 1713 el tratado de Utrecht ratifica esta dominación, que permanece hasta 1756. No fue este el último periodo de dominación inglesa en la isla, pues fueron hasta tres las veces en que la corona inglesa impuso su dominio sobre Menorca hasta que, en 1802, pasa de forma definitiva a formar parte del estado español.

Pasear por las adoquinadas plazas y calles de Ciutadella, conocer algunos de los templos más bellos como su catedral gótica o la iglesia del Roser, ahora convertida en espacio expositivo, conocer su bello puerto natural o pasear hasta el Castillo de San Nicolás son algunos de los atractivos que ofrece esta tranquila, pero a la vez animada, población menorquina.

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QUÉ VER EN CIUTADELLA, MENORCA.

PLAÇA DES BORN Y CASA CONSISTORIAL O AYUNTAMIENTO DE CIUTADELLA

Empezamos nuestro viaje en la céntrica Plaça des Born, una de las más bonitas que ver en Ciutadella. Es aquí donde se localiza uno de los edificios más bellos del centro histórico de Ciutadella, aunque no tan antiguo como uno podría suponer: la Casa Consistorial o Ayuntamiento. Anteriormente, este lugar estaba ocupado por el Palacio del Gobernador Militar, bastante más antiguo y que se asentó encima del viejo Real Alcázar (construido, a su vez, encima de un anterior castillo musulmán). En 1865, el palacio fue cedido al ayuntamiento de Ciutadella. Fue el arquitecto Enric Sagnier quien se encargó de la remodelación del mismo, de manera que en 1925 puso ser inaugurado como Casa Consistorial. El elemento más bello de su interior es el conocido como Salón Gótico, que es la sala de sesiones del ayuntamiento.

En el centro de la Plaça des Born hay un monumento que nos llama la atención. Se trata de un obelisco que rinde honores a aquellos que dejaron su vida para defender la ciudad. Es aquí donde se conmemora, cada 9 de julio, el asalto turco de 1558. Los daños para la ciudad y sus conciudadanos fueron numerosos, pues el saqueo fue de órdago. Miles de ciudadelanos perecieron en la defensa de la población, contándose por miles los degollados. Cuentan que la sangre llegaba hasta el puerto.

EL CENTRO HISTÓRICO DE CIUTADELLA. CATEDRAL DE MENORCA, IGLESIA DEL ROSER Y SES VOLTES

Tras visitar la céntrica plaça des Born es momento de perdernos por los peatonales callejones de la ciudad vieja de Ciutadella. Una zona encantadora, con mucho ambiente, pero no atestada de turistas. Por la Calle Major des Born llegamos enseguida a la Catedral de Menorca, la iglesia más relevante que ver en Menorca.

Dedicada a Santa María de Ciutadella, la Catedral de Menorca en un templo construido a partir de 1287. Es decir, fecha de los primeros años de dominación cristiana de Menorca, cuando fue conquistada por Alfonso III. Se trata de un templo gótico de una sola nave, como es habitual en el gótico catalán (como en la Catedral de Girona, por ejemplo). Se trata de una construcción bastante robusta, que podría hacer pensar en la naturaleza defensiva de la misma. En la fachada destaca su portada neoclásica.

Ni cincuenta metros separan la Catedral de Menorca de la iglesia del Roser. Se trata de una iglesia bastante posterior, pues data de finales del siglo XVII, con un estilo que parece acercarse ya al barroco. La fachada de la iglesia es el elemento más interesante de la misma, por disponer de una elaboradísima decoración. El color de la piedra de la catedral y de esta iglesia, así como de varias de las edificaciones de Ciutadella nos recuerda al de la población maltesa de Mdina. Actualmente la iglesia del Roser ya no tiene funciones de templo religioso si no que las tiene de sala de exposiciones.

Todo el centro histórico de Ciutadella es un bonito espacio peatonal, donde impera disfrutar del paseo, quizá con un helado en la mano o descansando, por que no, eN alguna de las terrazas que se disponen en las distintas placitas que se abren cada pocas esquinas.

Uno de los paseos más encantadores es el conocido como Ses Voltes, que no deja de ser una estrecha zona porticada cuyo nombre real es el de Carrer de Josep Maria Cuadrado. Varios de los edificios de Ses Voltas están pintados en colores pastel, aunque el espacio porticado permanece encalado. Como digo, es una de las zonas con más encanto del centro histórico de Ciutadella y que vale la pena recorrer. La Calle Josep Maria Cuadrado nos lleva hasta la Plaça Nova, también parcialmente porticada.

MOLÍ DES COMPTE

Ni cinco minutos de paseo nos llevan desde la Plaça Nova hasta la Avinguda de la Constitució, una de las más importantes de Ciutadella. Aquí encontramos un viejo molino de 1778, de nombre Moli des Compte, que permaneció en activo hasta principios del siglo XX.

Actualmente, ni la primera planta desempeña las funciones del almacén ni el piso superior, de vivienda para el molinero. Su actividad es, actualmente, bastante más prosaica, aunque no carente de interés. El interior del molino es hoy la sede de un asador con bastante buenas críticas, aunque nosotros no tuvimos la oportunidad de disfrutar de sus artes culinarias.

PUERTO DE CIUTADELLA

Es momento, ahora, de dar macha atrás por donde hemos vuelto para acercarnos hasta el puerto de Ciutadella, una de las zonas más atractivas que ver en Ciutadella. Desde la misma plaça des Born, donde hemos conocido el ayuntamiento, debemos tomar la Calle de sa Muradeta. Desde aquí, unas escaleras nos llevan hasta la zona baja de la ciudad donde encontramos el puerto natural de Ciutadella, un espacio geológico que lo cobija de la temible Tramontana.

Se trata de una zona con muchísimo ambiente a todas horas y que merece ser paseada. En el puerto de Ciutadella ocurre varias veces al año un fenómeno curioso y poco común: la rissaga. En un momento dado el mar empieza a perder altura, para posteriormente, recuperarla con bastante virulencia y superando, incluso, el nivel original. En ocasiones este aumento súbito del nivel del mar cubre por completo Es Pla, causando graves desperfectos a la zona. Estas rissagas de alta intensidad son menos habituales. La última que produjo desperfectos de importancia se produjo en junio 2006. En pocos minutos, el nivel del mar subió más de 4 metros y ocasionó graves desperfectos a las embarcaciones y a las zonas colindantes.

CASTILLO DE SAN NICOLÁS

Nuestro próximo destino es el conocido como Castillo de San Nicolás. Para llegar hasta esta pequeña fortificación debemos tomar el conocido como Camí de Baix. Un paseo que bordea durante unos quince minutos el puerto natural de Ciutadella y que nos acercará al torreón. Se trata de uno de los símbolos de la población y ubicado en la bocana del puerto, en una zona con varios acantilados.

El Castillo de San Nicolás es un edificio de planta octogonal, bastante achaparrado y con una torre a modo de linterna. Esta torre fue construida en época española, antes de la dominación inglesa de la isla. La bonita puerta de entrada a la torre es de estilo barroco. Destaca, por encima de esta, el escudo de la Corona de Aragón.

Desde luego los atractivos que ver en Ciutadella no se quedan aquí. Pero más que grandes monumentos o museos, que también los hay, el encanto de esta población reside en el paseo relajado o en dejarse caer por alguna de las varias playas de cálidas aguas que la circundan.