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CARTAGENA DE INDIAS. Visita a la más bella ciudad colonial de Colombia.

patrimonio humanidadVisitar Cartagena de Indias es uno de los atractivos principales que proporciona el Crucero Antillas y Caribe Sur de Pullmantur. La bellísima ciudad colonial colombiana es, sin duda alguna, la visita cultural más importante del recorrido.
Además, las 10 horas que el crucero permanece atracado en el puerto de Cartagena de Indias supone un tiempo suficiente para conocer los lugares más importantes que ver en Cartagena de Indias. O, al menos, en su compacto centro histórico, uno de los más ricos e interesantes de latinoamérica.

CARTAGENA DE INDIAS. BREVE HISTORIA.

Cartagena de Indias, en la costa este del continente americano era un enclave habitado por indios Carib cuando fue avistada por primera vez por los galeones españoles. Su descubrimiento por parte de los europeos se atribuye a Rodrigo de Bastidas en 1502. La tierra recién descubierta recibió el nombre de Cartagena de Indias en 1503, por asentarse en una bahía que recordaba a la española de Cartagena de Levante.

Sin embrago, no es hasta 1533 cuando se funda en esta localización la ciudad de Cartagena, la cual recibe el nombre de Cartagena de Poniente para diferenciarla de la Cartagena de Levante española. Fue don Rodrigo de Heredia quien recibió el encargo de fundar la ciudad en aquellas tierras habitadas hasta entonces por indígenas.

Cartagena de Indias no tardó en convertirse en uno de los puertos más importantes de América. Al igual que sucedía en la actualmente panameña ciudad de Portobelo, era aquí donde se embarcaba parte del oro y riquezas varias que los españoles requisaban a los distintos pueblos indígenas que habitaban el continente americano, como por ejemplo, los incas. El oro era cargado en grandes galeones que llevaban los enormes tesoros expoliados hasta los puertos españoles de Cartagena, Cádiz o Sevilla, convirtiendo a la Corona Española en una auténtica potencia de ultramar. Peor aún que el expolio en forma de bienes materiales lo fue por lo que respeta a material humano.

Lamentablemente, Cartagena se convirtió, enseguida, en uno de los puertos donde el comercio de esclavos estaba más desarrollado. Una verdadera lacra que Cartagena sufriría durante siglos. Ya en la temprana fecha de 1538, la Corona española autoriza el reparto general de indios entre los vecinos de la ciudad recientemente colonizada. Sin embargo, un cierto reconocimiento de los derechos humanos de los indios parece que sí habría existido pues el propio fundador de la ciudad de Cartagena de Indias, Rodrigo de Heredia fue condenado a muerte por los crímenes cometidos contra el pueblo Sinú. De Heredia, sin embargo, logró escapar con vida dirección España, aunque su navío acabó por hundirse en alta mar.

La importancia de Cartagena de Indias como puerto de salida de incontables tesoros llamó la atención de algunos de los piratas y corsarios más famosos de la historia, de manera que ya en el mismo siglo XVI fue asaltada por el británico Francis Drake, por ejemplo. También franceses y holandeses intentaron hacerse con la plaza tras diversas incursiones militares. Todo ella conlleva que la Corona Española encargue la construcción de uno de los sistemas defensivos y de murallas más extraordinarios del continente. Las fortificaciones son diseñadas ya a finales del siglo XVI, aunque su construcción no termina hasta el siglo XVIII. Algunos de los más importantes ingenieros militares de la época son los encargados de las obras. Entre ellos, el italiano Bautista Antoneli.

Durante los más de 275 años en que Cartagena estuvo bajo dominio español la ciudad fue progresivamente poblada y embellecida, con palacios y casonas nobles. Además, la mayoría de más importantes órdenes religiosas fundaron sus conventos y monasterios en la ciudad caribeña, como los Jesuitas, Dominicos o Clarisas, por ejemplo. Cartagena llega a convertirse en la ciudad más importante del que es conocido como Virreinato de la Nueva Granada.

El dominio español llega a su fin en 1811 cuando Cartagena de Indias declara, de forma unilateral, la independencia respecto a España, siguiendo los pasos de Socorro, primer territorio localizado en la actual Colombia que había hecho lo propio un año antes. Aunque la Corona aún recuperaría la plaza unos años más tarde, en 1821 el ejército español es derrotado definitivamente y los colonizadores deben abandonar la ciudad para no regresar jamás.

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QUÉ VER EN CARTAGENA DE INDIAS. VISITA AL CENTRO HISTÓRICO.

Son varios los barrios que ver en Cartagena de Indias, pero nuestra visita se limitará al más importante e histórico de todos ellos: el Centro o Casco Histórico. Con unas diez horas en la ciudad, tenemos tiempo de sobra para descubrir tranquilamente la villa. Como no deseamos caminar bajo un sol abrasador, cubrimos los cerca de cinco kilómetros que separan el puerto de cruceros de la Ciudad Antigua con un taxi que tomamos en el mismo puerto y que por 10 USD nos dejará a escasos metros de la Puerta del Reloj, entrada a la Ciudad Vieja.

Hemos leído en internet la existencia de un Tour por Cartagena de Indias.. Se trata de un tour guiado de unas dos horas que parte cada día del museo naval de la ciudad. Aunque hoy es día de tour en inglés, en la oficina de turismo nos aconsejan que nos acerquemos a las 3 de la tarde al lugar de inicio del tour. Según parece, si hay suficiente demanda, puede que la visita se realice también en español. Estos tours funcionan a base de propinas y suelen estar bastante bien concebidos, de manera que eso haremos.

Hasta las 3 de la tarde, tenemos más de tres horas para bajar libremente por la ciudad intramuros y comer. Y eso hacemos, para descubrir un bellísimo casco histórico situado enteramente en el interior de un complejo sistema de murallas y baluartes restaurados, al igual que la propia ciudad, con esmero. Todo ello ha valido para que la ciudad fuera incluida en 1984 en la lista del Patrimonio de la Humanidad.




Y no es extraño, pues la belleza de la ciudad se aprecia desde el primer segundo que uno la disfruta. Se trata de una ciudad de ordenado diseño, con algunas amplias plazas donde suelen localizarse las sedes de las más importantes instancias civiles o religiosas de la época colonial, como las aduanas, la sede de la Santa Inquisición o las distintas órdenes religiosas ubicadas en la ciudad.

El diseño de la ciudad, por cierto, es tal que pese a que el día es muy soleado, prácticamente en todas las calles, al menos una de las aceras se ubica a la sombra, lo cual agradecemos. Los distintos edificios, muchos de los cuáles se trataba de viviendas nobles, suelen ser construcciones de dos pisos, aunque algunos de ellos lo son de uno solo y otros, de tres. En la planta baja una gran portalada, casi siempre enmarcada en piedra, suele dar paso a un primer vestíbulo que se sigue de un patio abierto, muchas veces porticado, alrededor del cual se sitúan las distintas habitaciones del edificio. Es posible visitar varias de estas casonas que han sido reconvertidas en restaurantes u hoteles. La mayoría de estas viviendas palaciegas son hogares de altos techos y con una fachada pintada en vistosos colores. Es también habitual, que en el primer o segundo pisos se encuentre un bellísimo balcón construido en nobles y pintadas maderas y, a menudo, decorado con distintos tipos flores. También hay que destacar las preciosas ventanas que suelen ornamentar la fachada ya en la planta baja y que suelen estar decoradas con barrotes metálicos o de madera de indudable atractivo estético. Como ya pudimos comprobar en la también bellísima ciudad de Antigua Guatemala, las fachadas, puertas, ventanas y balcones de las viviendas son uno de los atractivos más evidentes de este tipo de ciudades coloniales.

Tras dar un buen paseo por la ciudad colonial y tomarnos un raspadito de limón es momento para buscar algún lugar para el almuerzo. Isa tiene entre ceja y ceja el antojo de comerse unas arepas colombianas de manera que preguntamos donde se pueden comer las mejores de la ciudad antigua. Nos recomiendan Madre Sierva, a escasos 50 metros de la Torre del Reloj y la verdad es que acertamos. Tres arepas y tres zumos naturales nos salen por unos 12 USD al cambio. No hay problema alguno para pagar en moneda norteamericana, aunque nos devuelven el cambio en pesos colombianos.

VISITA GUIADA POR CARTAGENA DE INDIAS

Tras comer, es momento de encaminarnos hacia la plaza de Santa Teresa, justo enfrente del museo naval donde a las 3 en punto empieza la visita guiada por la Ciudad Vieja de Cartagena. Al final, somos más de 10 visitantes los que deseamos un tour en español, de manera que será Fernando quien nos hará la visita, de algo más de 2 horas, en este idioma.

Empezamos nuestra visita guiada por Cartagena de Indias en la plaza de Santa Teresa, justo enfrente del Museo Naval, aunque esta es una visita breve e introductoria de la ciudad. Aquí nos explican parte de la historia de Cartagena de Indias desde su fundación, la cual ya os he comentado. En esta plaza nos sorprendemos con una copia de la famosa Fuente de Canaletas de Barcelona, de la que no dudamos en beber, no sea caso que, al igual que la catalana, sea el requisito imprescindible para poder regresar algún día a la población.



A los pocos minutos nos encontramos delante de la Plaza de San Pedro, dominada por una de las iglesias más bellas de la ciudad, la de San Pedro Claver. Se trata de un templo de 1765 que en estos momentos permanece cerrado al público, de manera que la única manera de visitarla sería haciendo lo propio con el museo adyacente. Es esta una plaza muy animada, con varias terrazas para tomar algo, algunos vendedores ambulantes de raspaditos y varias palenqueras, que con sus trajes típicos intentan ganarse el favor de los turistas con el fin de ganarse unos dólares ya sea vendiéndoles algo de fruta o posando por una foto. Son estas palenqueras uno de los personajes más entrañables de Cartagena de Indias, y objeto de fotografía por los visitantes de la ciudad.


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En pocos minutos llegamos a otra de las más monumentales plazas de Cartagena de Indias. Hablo de la que es conocida como Plaza de la Aduana, por ser aquí donde se encontraba la antigua aduana. Se trata de un edificio soportalado que ocupa por el completo uno de los lados de la plaza y que, actualmente, desempeña las funciones de Concejo Municipal. En esta plaza triangular, y a lado de la misma, se localiza la estatua de Cristóbal Colón, tallada en mármol de Carrara.



Casi adyacente a esta plaza se encuentra otra de no menos monumental: la plaza de los coches o plaza de la Torre del Reloj. Recibe este último nombre por el reloj que decora la que era una de las entradas a la vieja ciudad intramuros y que, desde hace más de dos siglos, dispone de una bonita torre de característica peculiares, a medio camino entre el barroco y el neogótico. Era esta la única entrada a la ciudad antigua durante los primeros siglos de la existencia de las murallas, aunque posteriormente se abrieron otras.


Tomamos ahora dirección hacia la Catedral de Cartagena de Indias. La verdad es que permanece cerrada por reformas, de manera que tampoco en este caso podemos disfrutar del interior del templo. Nos tenemos que conformar con su fachada, copada ahora mismo por varios artistas que intentan vender sus lienzos y donde, particularmente, destacan las copias de los cuadros de Fernando Botero. El campanario de la Catedral de Cartagena es uno de los monumentos más bellos de la ciudad y que, desde luego, no pasa desapercibido. La Catedral fue construida en la segunda mitad del siglo XV aunque fue destruida en varias ocasiones, de manera que el templo que tenemos la oportunidad de contemplar es bastante posterior. Especialmente, el bello y esbelto campanario que es de características barrocas.


Casi al lado de la Catedral se localiza otra de las más bellas y arboladas plazas de Cartagena de Indias. Se trata de la Plaza Bolívar, cuyo centro está dominado por una estatua ecuestre del Libertador, héroe nacional de Colombia y Venezuela, y luchador y vencedor de la independencia. En esta plaza se localiza uno de los edificios más bellos de Cartagena: la sede de la Santa Inquisición. Se trata de una monumental construcción que fue sede de uno de los organismos más infaustos de la época. Se entra al mismo, que actualmente es un museo, por una monumental portalada de piedra. No tendremos tiempo de visitarlo. Una pena porque parece que tanto el edificio como la misma exposición merecen la pena. En uno de los lados de este edificio encontramos un buzón que era utilizado para realizar denuncias anónimas.


La siguiente parada la hacemos en la plaza Santa Domingo, donde se localiza la iglesia de los dominicos, de 1569 y que, lamentablemente, también se encuentra cerrada. Donde sí podemos acceder es al claustro contiguo a la iglesia y que formaba parte del monasterio dominico. Hoy en día es sede de la Agencia Española de Cooperación y, al igual que la existente en Antigua Guatemala, está abierta al público.

Enfrente de la iglesia, una estatua llama poderosamente la atención. Se trata de un bronce cuya autoría no genera duda. Fernando Botero, el genial artista colombiano dejó su impronta con esta bella estatua, conocida como la Gordita de Botero. El trayecto está siendo muy ameno, pues más allá de las bonitas plazas y edificios monumentales, son gran cantidad las viviendas coloniales que presentan un estado de conservación extraordinario y que se suceden uno tras otros, haciendo de Cartagena de Indias una de las más bellas ciudades de América que hemos tenido la oportunidad de conocer.




La siguiente parada la realizamos en la Plaza de la Merced, adyacente a una de las murallas de la ciudad de Cartagena de Indias. En esta plaza se ubicaba la antigua iglesia de la Merced, que fue convertida en teatro a partir de 1906. El Teatro Heredia supone una de las instituciones culturales más importantes de la población.


Seguimos nuestro trayecto por la Ciudad Vieja de Cartagena de Indias, ensimismados en la gran cantidad de edificios de época colonial, pintados en coloristas tonos y con los ornamentales balcones de indudable valor estético que los caracterizan, hasta llegar a la que es conocida como Plaza de San Diego. Es esta una plaza dominada por una buena cantidad de terrazas donde lugareños y visitantes gustan de tomarse un descanso. En esta plaza se localiza el que probablemente sea el más bello hotel de la ciudad, el Hotel Santa Clara, de la cadena Sofitel, y que está construido en lo que era el Convento de Santa Clara. Un alojamiento que ofrece confort e historia a precios elevados. También en esta plaza encontramos la sede de la Institución Universitaria de Bellas Artes y Ciencias de Bolívar. Vale la pena entrar a su porticado patio, uno de los más bellos de la época colonial española.


Ni cinco minutos tardamos en llegar al último punto de nuestra visita guiada por Cartagena de Indias. Se trata de Las Bóvedas. Se trata de un conjunto monumental compuesto por 47 arcos y 23 bóvedas situado entre los fuertes de Santa Clara y Santa Catalina, y que supuso uno de los últimos proyectos de la época colonial, ya a finales del siglo XVIII. Las bóvedas han tenido distintas funciones durante su historia, desde uso militar durante los tiempos de la colonia, a cárcel durante la independencia hasta su aprovechamiento como emporio comercial en la actualidad. Distintas tiendas de artesanía y antigüedades, así como algunos bares, se reparten el espacio porticado pintado el vivo color amarillo.



Y es aquí donde termina nuestra visita guiada por Cartagena de Indias, de la mano de Fernando, experto conocedor de la historia de la ciudad y que ha sido profuso en detalles durante el recorrido.

El sol se está poniendo, de manera que es hora de subir, desde las mismas Bóvedas, a la parte alta de las murallas, donde se puede disfrutar de un precioso recorrido de Ronda por parte de los baluartes de la ciudad. Desde aquí podemos disfrutar de una preciosa puesta de sol que nos ofrece este maravilloso ocaso.

Tras una última vuelta por el centro histórico de Cartagena de Indias es momento de regresar a nuestro crucero, el Monarch de Pullmantur, que sobre las 11 de la noche partirá hacia su siguiente destino, la isla de Curazao.

Si queréis consejos para viajar a Cartagena os dejo este post de Los Viajes de Nena.

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