Que ver en Cáceres en 1 día. Visitar Cáceres ha sido el plan que nos hemos reservado para nuestra última etapa del viaje a Extremadura y el Alentejo. Cáceres es una de las ciudades más bellas de las que hemos tenido la oportunidad de conocer en la península ibérica. Y aunque sabíamos que la Ciudad Vieja estaba declarada Patrimonio de la Humanidad, la verdad es que no conocíamos que fueran tantos los monumentos y plazas que ver en Cáceres.
Una pena que el día no nos haya acompañado y la llovizna no nos haya permitido recorrer Cáceres con la tranquilidad que merecería su visita.
CÁCERES. UN BREVE APUNTE HISTÓRICO.
Aunque se sabe de la existencia de un núcleo poblacional en forma de castro celtibérico en lo que es hoy la Ciudad Vieja de Cáceres y la de una posterior colonia romana, lo que hoy conocemos como centro histórico de Cáceres corresponde a la urbanización llevada a término durante la Edad Media. Antes, visigodos y árabes (tanto almorávides como almohades) también dejaron su impronta en la ciudad.
Como otras ciudades extremeñas, Cáceres requirió de varias conquistas para llegar ser ciudad cristiana. En este caso no fueron dos, si no tres, las liberaciones cristianas. La primera llevada a cabo en 1166, la segunda, a manos de Fernando II de León, en 1169 y la tercera, ya definitiva, en 1229, tras la conquista definitiva a manos de las tropas de Alfonso IX.
La historia que hemos conocido en Trujillo o Zafra se repite también en Cáceres. Tras la conquista cristiana la zona es repoblada por cristianos procedentes del norte y parte de lasnuevas tierras ocupadas, son cedidas a familias nobles que serán las encargadas de mantener el orden en la zona. Gran parte de los monumentos y casonas que hay que ver en Cáceres se deben al espíritu constructor de estas familias, que pugnaban entre ellas por disponer de los más bellos palacios.
Durante los siglos siguientes a la ocupación cristiana la ciudad crece de forma exponencial, aunque durante la Guerra Civil sucesoria, a partir de 1479, la alta nobleza de Cáceres (y en realidad, de gran parte de Extremadura) apoyó la causa de Doña Juana la Beltraneja en su lucha de poder que la enfrentaba a Isabel. Al ganar Isabel la batalla sucesoria y como venganza al apoyo de la nobleza a su rival, Isabel de Castilla manda desmochar las torres de buena parte de los palacios cacereños. A pesar de ello, a partir del siglo XVI la ciudad vuelve a crecer, completándose su centro histórico y siendo el renacentista, el estilo imperante en el momento, el que domina la mayoría de palacios y casonas del recinto monumental intramuros.
QUE VER EN CÁCERES. PLAZA MAYOR DE CÁCERES.
Empezamos nuestra ruta por el Centro Histórico de Cáceres por la Plaza Mayor, la primera de las muchas que hay que ver en Cáceres. La plaza queda en la ciudad extramuros, justo por delante del Arco de la Estrella o Puerta Nueva, del siglo XVIII, que da entrada a la ciudad intramuros. Se trata pues, de una plaza cuyo trazado se diseña, fundamentalmente, a partir del siglo XVI, tras la conquista cristiana.
Mirando enfrente, desde la parte baja de la Plaza Mayor (mirando al este) podemos observar parte de las murallas medievales de la antigua Cáceres, así como algunas de las torres más bellas, como la Torre de Bujaco, uno de los emblemas de Cáceres y que corresponde (como casi toda la muralla) a la época de dominación árabe. Poco más allá, observamos una segunda torre, también monumental, conocida como Torre de la Yerba, que también es del siglo XII. La Plaza Mayor es amplia y muy elegante. Porticada por sus cuatro costados, con mansiones encaladas en tres de sus flancos y con el cuarto dando acceso a la Ciudad Vieja de Cáceres. Es este un lugar ideal para tomar una tapas o comer, de manera que unas horas más tarde, regresaremos a ella para el almuerzo.
PLAZA DE SANTA MARÍA Y PLAZA DE SAN JORGE.
Pasamos por debajo del Arco de Estrella, que se construyó en el siglo XVIII en el lugar donde se ubicaba la más antigua Puerta Nueva. Seguimos por la Calle del Arco de la Estrella hasta llegar a la Plaza de Santa María, otra de las más importantes de Cáceres y quizás, la más monumental de la Ciudad Vieja.
Llevamos pocos minutos en la Vieja Cáceres pero enseguida nos damos cuenta de la enorme monumentalidad del centro histórico de la ciudad, así como de la elegancia del conjunto monumental construido enteramente en piedra. Realmente espectacular. Las distintas casas construidas por las familias de la más alta nobleza cacereña se hallan repartidas por todos los recodos del centro histórico, pero en esta plaza hay un edificio que nos llama poderosamente la atención.
Se trata del Palacio de los Golfines de Abajo, cuya fachada combina elementos góticos con otros platerescos. Tras pagar la entrada, accedemos a su interior para disfrutar, durante una hora, de un paseo guiado por esta mansión, que ha sido musealizada, después de que la última de las descendientes de la nobiliaria familia de los Golfines no dejara descendencia, pero creara una fundación con la finalidad de preservar tan importante patrimonio histórico. En el interior nos sorprendemos, pues el diseño de gran parte de las estancias responde a una época mucho más moderna a la de la construcción del Palacio, que data de principios del siglo XVI. En este palacio se hospedaron los Reyes Católicos, que es su fachada permitieron colocar su escudo.
También en esta plaza, entramos en la Concatedral de Santa María, otra obra de los siglos XV y XVI. Aunque en su interior encontramos elementos románicos, el gótico es el estilo principal de construcción. El Retablo realizado en madera de cedro vale, por si solo, la visita a la Concatedral de Santa María. También son espectaculares las vistas que se tienen desde su torre campanario y que dominan toda la ciudad vieja. No hay que dejar de subir.
Otros edificios que encontramos en este espacio, como la Casa de Ovando, el Palacio Golfin Roco, el Palacio de Mayoralgo o el Palacio de la Diputación Provincial terminan por cerrar esta bellísima plaza de Santa María. Se trata de edificios del siglo XVI, de bellísima factura y a menudo con bellas ventanas renacentistas y blasones en sus fachadas.
Adyacente a la Plaza de Santa María encontramos otra plaza, la de San Jorge,patrón de la ciudad. Rompiendo, en cierta manera, la harmonía de la ciudad vieja que está construida en piedra en su práctica totalidad, se encuentra en esta plaza, la Iglesia de San Francisco Javier, del siglo XVIII. Y digo que rompe un poco la harmonía del conjunto monumental por las blancas torres campanario, así como por su fachada lateral, también pintada de blanco. El edificio, sin embargo, es de un impacto escénico tremendo, aunque por desgracia no tenemos tiempo suficiente como para disfrutar de su interior.
PLAZA DE SAN MATEO Y PLAZA DE LAS VELETAS.
Subimos por la Cuesta de la Compañía que deja a mano izquierda la Iglesia de San Francisco Javier hasta llegar a la plaza de San Mateo. Aquí encontramos varias edificaciones de piedra, muy harmónicas, pero es la iglesia que da nombre a la plaza, la de San Mateo, quien la domina. El templo, que está construido sobre el solar donde se alzó antiguamente una mezquita, es una construcción iniciada en el siglo XVI y de estilo gótico tardío. El estilo plateresco de la portada de entrada, no pasa desapercibido.
Adyacente a la Plaza de San Mateo encontramos la de San Pablo, donde se halla el Convento de San Pablo, y justo al lado, la Plaza de las Veletas, donde nos dirigimos a continuación. Es en esta plaza donde encontramos otro de los monumentos que hay que ver en Cáceres. Hablo del Palacio de las Veletas, del siglo XV que es la sede del Museo Provincial. Pero más allá de las distintas salas del museo, el verdadero tesoro del Palacio de las Veletas lo encontramos en su sótano. Allí encontramos un preciosoaljibe árabe, uno de los mejor conservados del mundo y verdadera joya cacereña. El aljibe sigue recogiendo y almacenando el agua de la lluvia y con sus evocadores arcos en herradura es una visita imprescindible de Cáceres. Además, la entrada al aljibe (y al museo) es gratuita.
También en esta plaza encontramos el Palacio de las Cigüeñas. Se trata de un edifico esquinero del siglo XV cuya almenada torre es una de las pocas que no se desmocharon por orden de Isabel de Castilla, por ser su dueño partidaria de la que terminó por ser la Reina Católica.
DEL BARRIO DE SAN ANTONIO A LA IGLESIA DE SANTIAGO.
El barrio de San Antonio queda justo por detrás de la plaza de las Veletas de manera que accedemos a él en pocos minutos. Es aquí donde se encontraba la antigua judería con su sinagoga. Actualmente, el edificio de la sinagoga acoge la ermita de San Antonio. Poco más allá legamos a una nueva puerta de las antiguas murallas. Se trata de la Puerta del Río o Arco del Cristo, que es la única de las puertas que subsisten en la muralla y que tiene origen romano.
Desde aquí tomamos la Cuesta del Marqués para regresar a la plaza de San Jorge y, posteriormente, a la de Santa María. Con este recorrido hemos completado un paseo más o menos circular y contrario a las agujas del reloj que nos ha permitido conocer la mayoría de palacios, torres, iglesias y monumentos varios que hay que ver en Cáceres.
Las horas han pasado volando y pese a que la llovizna apenas nos ha dejado, la verdad es que hemos podido disfrutar de una ciudad que, al menos en su centro histórico, nos parece realmente excepcional.
Antes de volver a la Plaza Mayor para comer, queremos hacer una última visita. Por ello tomamos la calle Tiendas para llegar, enseguida, a la Iglesia de Santiago, que se encuentra ya en la ciudad extramuros. Se trata de un templo gótico aunque edificado sobre una iglesia anterior. Rodrigo Gil de Hontañón, uno de los arquitectos españoles más importantes del siglo XVI, fue el encargado de remodelar el templo para darle aires renacentistas. El retablo Mayor justifica la visita a la Catedral. Se trata de una obra de Alonso de Berruguete.
Volvemos, ahora sí, hacia la plaza mayor, parando a medio camino en algunas de las tiendas donde venden manjar propio de la región: no podemos llegar a casa sin pimentón de la Vera, chorizo patatero y un buen queso de cabra. Extremadura es tierra de grandes quesos, algunos de ellos con merecida denominación de origen propia. Pero esta vez optamos por un queso que es desconocido para nosotros y que resultará delicioso. Su nombre: queso el Cabrón Extremeño.
Cáceres nos ha parecido una ciudad monumental donde las haya y con un montón de monumentos que ver. De las más bellas que hemos tenido la oportunidad de conocer en Europa entera. Con una historia y arquitectura apabullante, merecería una visita algo más pausada (y con suerte, con mejor tiempo) de la que hemos disfrutado nosotros. Hay mucho que ver en Cáceres y marchamos sabiendo que volveremos más pronto que tarde para conocerla mejor.
DATOS PRÁCTICOS.
Para visitar Extremadura desde Madrid lo más práctico es hacerlo vía terrestre. Cáceres se encuentra a 3 horas de Madrid y las carreteras son buenas. Si se visita Extremadura desde Barcelona se puede volar hasta Badajoz haciendo escala en Madrid o hasta Sevilla (directo) para alquilar un coche allí.
Nosotros volamos hasta Sevilla y alquilamos un coche. De camino a Extremadura visitamos las ruinas de Santiponce.
Nos alojamos en un apartamento alquilado vía Airbnb en la preciosa ciudad de Mérida, donde centralizamos nuestras visitas por la comunidad.
Comentarios:
23 comentarios en “Qué ver en Cáceres. Un paseo por la ciudad más bonita de Extremadura.”
Muy buen recorrido. Pena que no os hiciera buen tiempo. Vamos a visitar Extremadura en verano y quería preguntarte si te parece mejor hacer base en Cáceres o Mérida. Muchas gracias!
Buen días Fede. Nosotros dormimos en Mérida. Desde allí nos fue fácil visitar parte del Alentejo, Trujillo o Guadalupe. sin embargo solo estuvimos 3 noches. Si hubiésemos tenido 5 o 6, hubiéramos dormido 3 en Mérida y 3 en Cáceres, por ejemplo. Desde allí se puede visitar el norte de Extremadura, que nosotros no pudimos conocer por falta de tiempo.
Un abrazo!
Tomaremos en cuenta este articulo para nuestro proximo viaje.
Muchas gracias Erlmd.
Muy chula tu guía sobre Cáceres, estoy tomando buena nota para mi viaje. Muchas gracias Jordi.
Gracias!