El Santuario de Fátima Ma’suma en Qom (o Santuario de Qom, a secas) es la última parada que realizaremos en este viaje a Irán que nos ha llevado a conocer algunos de los más maravillosos enclaves de la antigua Persia.
Qom, a solo unos 150 kilómetros de Teheran, sería una ciudad más de provincias si no fuera porque es allí donde se localiza el Mausoleo y Santuario de Fátima Ma’suma, hermana del Imán Reza, octavo Imán de los chiíes imanís. Es decir, los seguidores de la doctrina de Ali Ibn Abi Talib, primo y yerno de Mahoma. Ello convierte a Qom en algo así como una de las ciudades santas de Irán. Qom se ha convertido, además, en el mayor centro de estudios islámicos chiíes de todo el mundo. Es normal pues, encontrar en esta ciudad, no solo los espectros de las mujeres chiíes con la cara completamente tapada y vestidas con las clásicas y rigurosas gabardinas negras si no también los distintos monjes con los invariables turbantes blancos y negros. Los turbantes de color negro, por cierto, reservado para los descendientes directos del profeta Mahoma, que por lo visto son multitud.
La cuestión es que el hecho de que en la ciudad de Qom se localice el sepulcro de la hermana del Imán Reza, ha convertido a la ciudad en una de las más importantes de Irán a nivel religioso, siendo objetivo de peregrinaje de millones de chiíes que se acercan año tras año a esta ciudad santa de Irán para honrar a la citada Fátima Ma’suma.
No es Qom la única Ciudad Santa de Irán. Mashhad y Shiraz lo son igualmente. La primera porque es allí donde se localiza el sepulcro de, precisamente, el Imán Reza. No tuvimos posibilidad de visitarlo durante nuestro viaje. En Shiraz, sin embargo, si que pudimos acercar al místico Shah Cheragh, donde se localiza el sepulcro de Sayyed Mir-Ahmad, hermano del Imán Reza.
MAUSOLEO DE QOM. SANTUARIO DE FÁTIMA MA’SUMA.
Llegamos a Qom y nos dirigimos directamente al complejo que alberga el mausoleo de Fátima Ma’suma. La ciudad ha crecido muchísimo los últimos años, producto de los continuos peregrinajes que llegan a esta ciudad santa iraní. Es decir, en Qom se localiza uno de los imanzadeh de Irán, nombre que reciben los lugares sagrados donde han recibido sepultura los familiares directos de un Imán.
El Santuario de Fátima en Qom es un lugar fascinante. Al igual que nos pasó en Shiraz, a Isa se le proporciona un gran manto que le hará las veces de chador, a fin de no escandalizar a nadie. Sin embargo, más allá de las normales medidas de seguridad, no nos ponen impedimento alguno para entrar a un lugar tan sagrado.
La superficie de todo el recinto sagrado es de 25.000 metros cuadrados. Al menos se encuentran aquí tres mezquitas, además de tres enormes patios. Es probable, además, que el complejo siga expandiéndose habida cuenta de las distintas grúas que se encuentran en la periferia del mismo.
El edificio del Mausoleo de Fátima en Qom destaca especialmente con su cúpula dorada. Varios alminares se reparten aquí y allá tanto en el mausoleo como en las distintas mezquitas del complejo. Siempre decorados con esta belleza que es la cerámica vidriada y que ornamenta también las distintas fachadas e iwanes. El vidrio (o cristal) lo encontramos presente en la parte superior de la puerta de acceso al interior del Santuario de Fátima, así como dentro del mismo.
Al igual que nos pasó en Shiraz, Isa se tiene que dirigir a la puerta de las mujeres a fin de poder visitar las distintas dependencias que permiten el acceso. Hombres y mujeres no pueden mezclarse en el interior. Mientras, yo entro en la zona destinada a los hombres.
El gentío se agolpa sobre el mausoleo de Fátima que queda situado justo en el muro que separa la zona masculina de la femenina. Es decir, tanto nosotros como ellas tenemos acceso a la tumba. Nos han avisado que dentro del mausoleo no hagamos fotos de manera que no nos atrevemos a sacar la cámara. Sin embargo, la práctica totalidad de los peregrinos sí que hacen uso de su teléfono móvil y no dudan en fotografiarse junto a tan sagrado lugar. El sitio dista de ser relajante, todo sea dicho de paso, de manera que la prudencia nos indica que mejor que no saquemos la cámara.
Tras visitar el Mausoleo de Fátima de Qom damos un rodeo por los distintos patios para ver, al menos desde fuera, las distintas mezquitas. Sin embargo, ya no entraremos en ninguna más. Reza, nuestro conductor, no ha conseguido aparcar en ninguna zona cercana al mausoleo y nos ha pedido que en unos 45 minutos regresemos a un punto de encuentro.
La verdad es que el Santuario de Qom, dedicado a Fátima, uno de los lugares sagrados de Irán es también uno de los más fascinantes del país y de visita obligada.