Malta, un pequeño archipiélago en medio del mediterráneo, supone un excelente destino donde compaginar cultura y diversión. Sus templadas temperaturas permiten que la visita sea especialmente agradable durante todo el año. Además, un nivel alto de inglés (lengua cooficial de Malta) la convierten en un buen destino donde acudir a realizar alguno de los distintos cursos de perfeccionamiento de inglés a la vez que permite disfrutar del archipiélago.
Visitar Marsaxlokk, su puerto pesquero y el mercado de pescado de los domingos es una de las actividades más habituales que deben realizarse en un viaje a Malta. Las bonitas y pintorescas embarcaciones de esta población, las luzzu, suponen una de las más bellas postales maltesas.
Antes de llegar a Marsaxlokk, que se localiza a unos 15 kilómetros de la Valeta, capital de Malta, hacemos una breve parada a medio camino a fin de visitar otro de los highlights de cualquier viaje a Malta: los templos megalíticos de Tarxien.
MARSAXLOKK Y SU MERCADO DOMINICAL.
Tras ello, volvemos a tomar el bus dirección Marsaxlokk, pueblo costero y pesquero, situado en una bahía natural de la costa este del país y conocido por su famoso mercado de pescado de los domingos y la gran cantidad de pequeñas barcas de pesca, las coloridas Luzzu. Estas embarcaciones, pintadas de vivas colores, suelen tener dibujados, en ambos lados de la proa, unos ojos. Estos, se atribuyen a un posible origen fenicio, una de las distintas civilizaciones que colonizaron el archipiélago a lo largo de la historia y tendrían una función como ahuyentadores de los malos espíritus. Sin embargo, estos ojos, reciben el nombre de ojos de Osiris, que no es otro que el dios egipcio de la resurrección.
Los traslados en Malta son, a menudo, bastante más lentos que la cercanía de las poblaciones haría suponer. Necesitamos casi media hora para llegar a Marsaloxx y el bus nos deja frente al paseo marítimo donde se ubica el mercado del pescado. Sin prisas, damos un buen rodeo mercado arriba mercado abajo, conociendo los distintos peces y mariscos que se han capturado durante la madrugada. Los pescadores han dejado a primera hora de la mañana el pescado bien fresco i ahora las pescaderas intentan venderlo.
En la bahía, las luzzu reposan. Y en tierra firme, algunos pescadores reparan las redes dañadas. Imágenes típicamente mediterráneas y que podemos encontrar en Túnez, Grecia o en la costa ibérica.
Paseando por el mercado compramos unas aceitunas buenísimas (y picantes) y unos quesos de cabra especiados y que son típicos de Gozo. Una vez más, comida típicamente mediterránea. Después de un buen paseo nos sentamos para tomar una cerveza bien fresca en la plaza principal, frente a la iglesia del pueblo y del paseo marítimo.
No tardaremos, sin embargo, en sentarnos en uno de los múltiples restaurantes de pescado que se han abierto en la ciudad a raíz del progresivo aumento del turismo. El domingo, con el bello mercado semanal, supone el día de más ajetreo. Ello conlleva que sea la jornada en que más viajeros se acercan a la población, de manera que los restaurantes bullen de actividad. Por suerte, no estamos en temporada alta de manera que encontramos sitio sin mayores problemas.
LOS ACANTILADOS DE DINGLI
Los acantilados de Dingli, situado en la costa sur de Malta, son nuestro objetivo para la tarde del domingo. Viajar por Malta en autobús, sin embargo, tiene una pega: casi todos los autobuses tienen su origen y final en la Valeta, de modo que para llegar a los acantilados de Dingli debemos regresar a la capital y, una vez allí, tomar un nuevo bus hasta los acantilados. Esto te hace perder bastante tiempo lo que justificaría que alquilar un coche en la isla sea una muy buena manera de economizar el tiempo disponible.
Regresamos, pues, hasta La Valeta y enseguida tomamos el bus hacia Dingli. Hay uno cada hora, pero no hemos tenido que esperar nada.
Los acantilados de Dingli son espectaculares. Lo hemos visto en un montón de fotos y, en cierta manera, recuerdan a los más famosos acantilados irlandeses de Moher. La isla se precipita al mar en unos despeñaderos de más de doscientos metros de altura realmente impresionantes. Sin embargo, tras bajar del bus, nos damos cuenta que no hemos elegido la manera más adecuada de visitarlos. Es por ello que desde donde nos encontramos la vista es muy limitada y sólo caminando un cuarto de hora se empiezan a ver un poco los acantilados. Es evidente que desde donde mejor se disfruta de la visita es desde el mar, contratando una excursión en barca que da toda la vuelta a la isla.
Tomamos nuevamente el bus, está vez en dirección a Mdina y Rabat, dos de las poblaciones más bonitas de Malta y que supondrán nuestro próximo destino.
ESTUDIAR INGLÉS EN MALTA
Malta se ha posicionado en los últimos años como uno de los mejores lugares para aprender inglés. Cuatro son las circunstancias que inciden en este aspecto. El primero es que el inglés es idioma oficial en el archipiélago maltés, lo que redunda en un altísimo conocimiento por parte de la población local.
El excelente clima y la oportunidad de compatibilizar el aprendizaje o perfeccionamiento del inglés con un destino culturalmente interesante también tienen su importancia. Por último, no hay que perder de vista el aspecto económico, pues los precios de los cursos de inglés en Malta son bastante más económicos que los ofertados en Reino Unido.